ES/661130 - Clase CC Madhya 20.100-118 - Nueva York

His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda



661130CC-Nueva York, 30 noviembre 1966 - 28:41 minutos



Prabhupāda:

eka-deśa-sthitasyāgner
jyotsnā vistāriṇī yathā
parasya brahmaṇaḥśaktis
tathedam akhilaṁ jagat
(CC Madhya 20.110)

Akhilaṁ jagat. Toda la manifestación universal que están viendo es expansión de energía. El ejemplo es, como el fuego que se expande en calor, o el fuego que se expande en luz. Del mismo modo, parāsya śaktir vividhaiva śrūyate (Śvetāśvatara Upaniṣad 6.8) el Señor Supremo tiene varias energías múltiples que se están mostrando. Entonces, uno debe entender la existencia del Señor Supremo por la experiencia de la expansión de Su energía. Y Su energía y Él no es diferente. Por lo tanto, una persona autorrealizada puede ver a Dios en todas partes. Porque en todas partes, Su energía se expande, así que cuando ve la energía o experimenta la energía, ve a Dios. Este punto lo hemos tratado de explicar ayer. Ahora el Señor Caitanya dice:

kṛṣṇera svābhāvika tina-śakti-pariṇati
cit-śakti, jīva-śakti, āra māyā-śakti
(CC Madhya 20.111)

Ahora bien, hay innumerables energías, pero todas ellas se han simplificado en tres divisiones. Y ¿qué son? Cit-śakti: la energía espiritual que es Su primera energía. De la cual tienen simplemente una pequeña experiencia: la entidad viviente. La entidad viviente es una muestra de la energía espiritual. Y cit-śakti, jīva-śaktis, jīva-śakti, estas entidades vivientes también son energía. Y māyā-śakti, māyā-śakti significa esta energía material. Entonces, Él está dando esta evidencia del mismo Viṣṇu Purāṇa.

viṣṇu-śaktiḥ parā proktā
kṣetrajñākhyā tathā parā
avidyā-karma-saṁjñānyā
tṛtīyāśaktir iṣyate
(CC Madhya 20.112)

Avidyā-karma-saṁjñānyā. La energía espiritual y la energía marginal son de la misma calidad, pero esta energía material es avidyā. Avidyā significa ignorancia, llena de ignorancia. Avidyā-karma-saṁjñānyā, karma-saṁjñānyā significa que es cuando se exponen a esta energía material, siempre recuerda que jīva-śakti o las entidades vivientes son potencia marginal. Entonces, a veces caen en la energía material. A veces no caen, pero tienen la tendencia, hay propensión a caerse.

Hay innumerables entidades vivientes en la energía espiritual que nunca caen. Nunca caen. Al igual que en el océano, hay innumerables animales acuáticos que nunca llegan a los ríos. El río no puede abastecerlos, en el océano hay peces tan grandes que un río no los puede satisfacer. No hay lugar en el río. Entonces, no hay necesidad de venir aquí. Del mismo modo, en la energía espiritual es exactamente igual.

Tengan la comparación exacta. Tal como en esta energía material, somos innumerables entidades vivientes que aquí estamos viviendo. Del mismo modo, somos solo fragmentos del total de las entidades vivientes. Las entidades vivientes que vemos en este mundo material son solo fragmentos simples. Hay millones de veces más las almas liberadas en el mundo espiritual.

Entonces, nunca vienen aquí, ellos nunca vienen aquí, porque tienen mucha experiencia. Están tan llenos de conocimiento por asociación con el Señor Supremo que nunca vienen aquí. Pero cuando hay una orden, una especial del Señor para venir aquí, ellos vienen. Al igual que las encarnaciones o śaktyāveśa-avatāra. Hay muchos tipos diferentes de encarnaciones que trataremos en esta discusión entre el Señor Caitanya y Sanātana Gosvāmī. Él Señor Caitanya explicará cuántos tipos diferentes de encarnaciones hay.

Entonces, algunas de las entidades vivientes de allí descienden aquí en este mundo material como śaktyāveśa-avatāra. Śaktyāveśa-avatāra significa empoderado, con la autorización del poder facultado por el Señor Supremo para venir aquí. ¿Por qué vienen aquí? Para ejecutar la misión del Señor de redimir a estas almas caídas.

A veces, Dios mismo también viene, a veces viene Su encarnación. Entonces, de innumerables universos, de acuerdo con la voluntad, según el deseo, según el plan del Señor Supremo, ellos vienen. Pero en general, por su propia cuenta, nunca llegan. Ese jīva-śakti y māyā-śakti. Este māyā-śakti, está descrito aquí como avidyā-karma-saṁjñānyā. Aquí, en la energía material, tienen que luchar por la existencia. Por lo tanto, se llama karma-saṁjñānyā, nadie puede vivir aquí pacíficamente sin trabajar.

Este es el signo de la energía material. En la energía espiritual no existe tal cosa de tener que trabajar y luego comer. No se trata de comer y no se trata de trabajar. Todo está completo allí. Entonces, no podemos imaginarnos en este momento, pero podemos entender por la descripción del śāstra que no hay influencia del tiempo o que no hay influencia de estos planetas y que no hay necesidad de luz solar. No hay necesidad de luz de Luna, no tienen hambre, no son apasionados, no engendran hijos.

Tantas cosas hay. Pero ahora estamos sin poder imaginarlo porque es todo lo contrario, esto es solo un reflejo pervertido. Entonces, no lo podemos imaginar, pero tenemos que entender de las Escrituras autorizadas sobre la descripción del mundo espiritual. Allí no hay conflicto. No hay nacimiento, muerte, vejez ni lucha.

Así pues, en esta energía material hay lucha, karma-saṁjñānyā. Karma-saṁjñānyā, y aquí todos tienen que trabajar. Comenzando desde la criatura más alta de primera clase, Brahmā, hasta la hormiga o un pequeño germen. Todos están trabajando, luchando duro por la existencia. Este es el signo del mundo material. Incluso en el planeta más alto, oh, tienen que trabajar.

Incluso, si son presidente, tienen que trabajar, e incluso si son hormigas, tienen que trabajar. El elefante tiene que trabajar para asegurar 50 kilos de alimentos cada vez y la hormiga tiene que trabajar para asegurar un grano de azúcar. No es que, oh, solo necesito un grano de azúcar, ya aparecerá. Hay un buen ejemplo en el Hitopadeśa del cual se deriva la Fábula de Esopo. En el Hitopadeśa en sánscrito, hay una historia de un león. Era un león que se volvió relajado, diciendo que: “Como yo soy el rey de la selva, todos vendrán a mí”, así que dejó estar.

nahi suptasya siṁhasya
praviśanti mukhe mṛgāḥ
(Hitopadeśa 36)

Incluso si son un león, si son tan poderosos como un león, no es posible que puedan comer sin trabajar. Esa es la ley aquí, en la energía material. La energía espiritual es todo lo contrario. No se trata de trabajar.

avidyā-karma-saṁjñānyā
tṛtīyāśaktir iṣyate
(CC Madhya 20.112)
śaktayaḥ sarva-bhāvānām
acintya-jñāna-gocarāḥ
(CC Madhya 20.113)

De manera similar, hay muchas energías en el Señor Supremo que no son concebibles para nuestro limitado poder especulativo. Śaktayaḥ sarva-bhāvānām acintya śakti. Acintya śakti, acintya significa que no pueden concebir cuántas variedades de energías hay.

yato 'to brahmaṇas tās tu
sargādyā bhāva-śaktayaḥ
bhavanti tapatāṁśreṣṭha
pāvakasya yathoṣṇatā
(CC Madhya 20.113)

Así que debido a que tiene una energía inconcebible, no podemos calcular cómo están sucediendo las cosas. Tomemos, por ejemplo, cómo estos planetas están flotando. Hemos calculado la ley de la gravitación y tantas cosas que de alguna manera están en equilibrio. Pero, ¿no es maravilloso que haya tantos planetas con masa de agua y tierra y que floten como hisopos de algodón? ¿Cómo los ponen en equilibrio?, podemos proponer alguna teoría, pero no se puede crear. No pueden hacer flotar ni siquiera una aguja en el aire. Se caería de inmediato. No pueden. Eso no está en su poder, así que ¿cómo lo pueden concebir? Pueden incluso, ver diariamente en este mundo material tantas cosas maravillosas y aun así piensan que son como Dios. Pero es algo que ni siquiera pueden tocar.

Aquí se dice que: brahmaṇas tās tu, bhavanti tapatāṁśreṣṭha pāvakasya yathoṣṇatā. Nuevamente, el mismo ejemplo, así como no saben a cuánto asciende la temperatura en el Sol, el cual está a 150 millones de kilómetros de esta Tierra. Debido a que el Sol está demasiado caliente, no podrían soportar esa temperatura.

Entonces, no pueden entender la enorme cantidad de temperatura del disco solar, que realmente existe. Simplemente piensen que, a muchos kilómetros de distancia, si alguien va, se quemará de inmediato. Pero en realidad, también hay entidades vivientes allí, y no pueden decir que no puedan existir entidades vivientes. Porque del Bhagavad-gītā, han entendido que las entidades vivientes, las chispas espirituales, nunca se queman. Adaḥ ājyam, adaḥ ājyam, el fuego material no las puede quemar, así que no hay razón para creer que no hay entidades vivientes.

Ahora, cómo las entidades vivientes están allí en el planeta solar, es algo que no podemos concebir. Con cada poder, cada cosa maravillosa que hay en este mundo material solamente. Sin embargo, hay muchas más cosas maravillosas en el mundo espiritual. Todo están siendo llevado a cabo por la energía superior, la energía inconcebible del Señor Supremo.

yayā kṣetra-jña-śaktiḥ sā
veṣṭitā nṛpa sarva-gā
saṁsāra-tāpān akhilān
avāpnoty atra santatān
(CC Madhya 20.114)
tayā tirohitatvāc ca
śaktiḥ kṣetra-jña-saṁjñitā
sarva-bhūteṣu bhū-pāla
tāratamyena vartate
(CC Madhya 20.115)

Entonces, el Señor Caitanya dijo al principio, que una entidad viviente es constitucionalmente un servidor eterno del Señor Supremo. Esto es un hecho. Ahora, la entidad viviente, está atrapada por esta energía material y lucha por su existencia, porque la energía material es para eso.

yayā kṣetra-jña-śaktiḥ sā
veṣṭitā nṛpa sarva-gā
(CC Madhya 20.114)

Estas entidades vivientes se extienden por toda la energía material. Saṁsāra-tāpān akhilān avāpnoty... (CC Madhya 20.114). Y ellos, enredados por la energía material están sufriendo, tapaḥ, diferentes tipos de miserias. Diferentes tipos de miserias. Hum, pero se han vuelto tan obtusos que ellos no piensan que están bajo tales miserias. Piensan que estamos avanzados en felicidad, aunque en realidad están sufriendo. Esto se llama ilusión.

Hay tantos sufrimientos, como tantas veces hemos discutido este punto. Sufrimientos debido a perturbaciones naturales, sufrimiento debido al trato con otras entidades, sufrimiento debido a este cuerpo. Sufrimiento debido a esta mente, sufrimiento de muerte, sufrimiento de nacimiento, sufrimiento de vejez, sufrimiento de enfermedades. Estamos rodeados de todos los sufrimientos y todavía nos quedamos en silencio, pensando que somos muy felices. Esto se llama ilusión.

Así pues, esta ilusión se irá aclarando, en proporción a la medida en que avancen en la conciencia de Kṛṣṇa. No hay otra manera. De lo contrario, se mantendrán en esa ilusión durante millones y millones de nacimientos. Como aquel que no entiende que está sufriendo, pensará. En el sufrimiento pensará: “Sí, soy feliz”. Tonterías. Al igual que el cerdo, si le preguntan: “¿Por qué estás viviendo en un lugar sucio? ¿Por qué estás comiendo heces? Ven, te daré un lindo lugar”. Dirá: “No, estoy muy feliz, soy muy feliz”.

Así pues, a esto se llama ilusión. Nadie dirá que es infeliz. Si van a la calle Bowery y le preguntan al borracho que yace en el sendero: “Oh, ¿por qué estás sufriendo?”. “No estoy sufriendo, estoy disfrutando”. Del mismo modo: “Estoy disfrutando de esta intoxicación, esa intoxicación”, nunca aceptarán.

El otro día vino una joven, estaba diciendo que no estaba de acuerdo con que estamos sufriendo. Era una muchacha LSD. Esto es ilusión, ilusión. Están sufriendo a cada paso, en cada momento. Hay un sufrimiento total. Cuando ustedes, cuando se suben a un automóvil, están sufriendo en el automóvil porque no saben cuándo habrá un accidente. No saben cuándo habrá un accidente en el avión, en el tren. No hay garantía.

Entonces, siempre vivimos con este sufrimiento, pero al estar bajo la ilusión de la energía material, creemos que somos felices. Esta ilusión se puede remover gradualmente en forma proporcional. Estos sufrimientos también están en grados. Mis sufrimientos pueden ser mayores que sus sufrimientos. Sus sufrimientos pueden ser mayores que el de otra persona. De todas formas, en todo el mundo material verán que hay sufrimiento, pero hay grados, grados. Pero esos grados:

saṁsāra-tāpān akhilān
avāpnoty atra santatān
tayā tirohitatvāc ca
(CC Madhya 20.114)

Tan pronto como salgan de este enredo material, sarva-bhūteṣu, de manera similar, estarán libres del sufrimiento. Y tan pronto como estén completamente consciente de Kṛṣṇa, estarán completamente comprometidos en el servicio trascendental del Señor, entonces serán libres.

daivī hy eṣā guṇamayī
mama māyā duratyayā
mām eva ye prapadyante
māyām etāṁ taranti te
(BG 7.14)

Ese prapadyante, es la rendición. La rendición al Señor, la rendición proporcional al Señor. Se alejarán de estos grados de sufrimiento. De lo contrario no hay... Entonces, de nuevo, el Señor Caitanya cita un verso del Bhagavad-gītā:

apareyam itas tv anyāṁ
prakṛtiṁ viddhi me parām
(BG 7.5)

Como se afirma en el Bhagavad-gītā, el Señor dice que por encima de esta energía material hay otra energía superior. Jīva-bhūtāṁ mahā-bāho, allí están las entidades vivientes superiores. Yayedaṁ dhāryate jagat, son aquellos que llevan a cabo las actividades del mundo material. Por lo tanto, son seres superiores.

kṛṣṇa bhuli' sei jīva anādi-bahirmukha
ataeva māyā tāre deya saṁsāra-duḥkha
(CC Madhya 20.117)

Ahora la pregunta es, ¿por qué se crean o existen estas energías materiales que están destinadas a causar problemas y miserias a las entidades vivientes? El Señor Caitanya responde a la pregunta: kṛṣṇa bhuli 'sei jīva anādi-bahirmukha. Cuando la entidad viviente olvida su relación eterna con Kṛṣṇa, comienza el sufrimiento. Kṛṣṇa no crea los sufrimientos de estas entidades vivientes, sino cuando se olvidan de Kṛṣṇa. Cuando olvidan a Dios, comienza el sufrimiento. Esa es la ley de la naturaleza.

Al igual que cuando una persona comete un robo, de inmediato se encuentra bajo la custodia de la policía. Si esa persona tonta pregunta: “Oh, ¿por qué se ha creado esta fuerza policial?”. Es una fuerza policial que para usted ha sido creada, debido a que Dios sabe que habrá mal uso de la independencia, mal uso de la conciencia, por lo tanto, Él ha creado esto muy amablemente. “Está bien, puedes disfrutar de tu mal uso de la independencia”. El sufrimiento lo hemos creado, tan pronto como olvidamos. Hay otro verso, Kṛṣṇa bhuliya:

kṛṣṇa bhuliya jīva bhoga vāñchā kare
pāśate māyā tāre jāpaṭiyā dhare
(Prema-vivarta 6.2)

Māyā, la energía material está allí porque Dios está allí. Por lo tanto, su energía está ahí. Entonces, si quieren imitar o convertirse en un Dios de imitación: “Seré el Señor, seré el Señor de todo lo que examino”. Entonces esta imitación de energía material se les da. Al igual que el niño y la madre. El ejemplo que he dado varias veces. Él está molestando a su madre: “Quiero cocinar”. La madre le da algunos materiales de cocina falsos. “Está bien, hazlo, sí”.

De manera similar, sucede tan pronto como queremos ser imitaciones de Dios. Esa imitación de la conciencia de Dios aún continúa incluso después de muchos, muchos años. Muchos, muchos nacimientos de especulaciones filosóficas y todavía piensa que es Dios. Ese es el poder de la ilusión. Tan pronto como olvidemos nuestra posición constitucional y nuestra relación con Dios, māyā estará allí.

Aquí el Señor Caitanya dice: kṛṣṇa bhuli 'sei jīva anādi-bahirmukha (CC Madhya 20.117). Bahirmukha: es reacio, siempre que sea reacio a Dios, tendrá que sufrir mucho tiempo. No hay otra salida. Ataeva māyā tāre deya saṁsāra-duḥkha, porque han olvidado su relación eterna con Dios, por lo tanto, los sufrimientos materiales se le imponen. ¿Y cómo es ese sufrimiento? Aquí se dice:

kabhu svarge uṭhāya, kabhu narake ḍubāya
daṇḍya-jane rājā yena nadīte cubāya
(CC Madhya 20.118)

Ahora, debido a este sufrimiento, a veces vamos a un planeta superior. Svarge, al cielo, a los planetas celestiales. Y porque en el mundo material la gente tiene la idea de que el cielo es un lugar muy feliz, justo por eso, ahora están tratando de ir al planeta lunar. El planeta lunar se considera uno de los planetas celestiales según la literatura védica.

Así pues, existe esa tendencia. ¿Por qué están viajando? Por la tendencia, porque quieren mejorar. Piensan que yendo al planeta lunar mejoraremos. Este es el dictado de la naturaleza: “Si vienes al planeta lunar, serás más feliz”.

Por eso están sufriendo, ese también es otro sufrimiento. Esa tontería de tratar de ir al planeta lunar es otro sufrimiento. Preparan el sputnik y crean innecesariamente algo de maquinaria, pierden el tiempo y van de aquí para allá y regresan nuevamente. Vuelven de nuevo y simplemente están perdiendo el tiempo.

Entonces, ese es otro sufrimiento. Como una criatura tonta que no sabe, piensan que están mejorando. Están sufriendo, pero están pensando que van a mejorar. Sucede, a veces, que ese sufrimiento aumenta. Se dice claramente kabhu svarge uṭhāya. A veces, se van a los planetas celestiales y kabhu narake ḍubāya. Y a veces se van al infierno, porque también hay planetas infernales. Entonces:

kabhu svarge uṭhāya, kabhu narake ḍubāya
daṇḍya-jane rājā yena nadīte cubāya
(CC Madhya 20.118)

Esto es como si a un culpable lo ahogaran en el río, es algo así. Y este ejemplo es muy bueno. Quizás no tengan información que antes en la India, había un cruel padecimiento para alguien culpable. El culpable es llevado en un bote en medio del agua del río y lo sumergen. Al agarrarlo del cabello, se ahogará. No lo dejarán salir, simplemente se ahogará. Y cuando está a punto de asfixiarse, lo elevarán un poco y luego respirará y sentirá algo de alivio. “Oh por favor señor, por favor no me ahogue, nunca lo haré en esta vida”. Luego, cuando está un poco fuerte, lo sumergen de nuevo, se ahoga de nuevo. De esta manera lo sumergen y lo sumergen y lo sumergen.

Entonces, estamos igual, estamos pensando que ahora estamos aliviados. “Ahora estoy en el planeta lunar, oh, estoy aliviado” y después vuelve al infierno. Sí, esto está pasando. Entonces, todos estos planetas no están vacíos. Al igual que cuando estamos viajando, a veces América, a veces India, a veces Honolulu. Algo más. Checoslovaquia. Del mismo modo, también estamos viajando a otros planetas, sarva-ga. Estamos viajando a diferentes planetas y estamos pensando que somos felices, felices. Viajando y sufriendo, pero todavía estamos pensando que somos felices.

kabhu svarge uṭhāya, kabhu narake ḍubāya
daṇḍya-jane rājā yena nadīte cubāya
(CC Madhya 20.118)

Así pues, nuestra felicidad es así. Un hombre que se ahoga y se levanta nuevamente, se ahoga y se levanta, se ahoga y se levanta.

Muchas gracias. Esta es nuestra civilización.

¿Alguna pregunta? (fin)