ES/SB 1.13.10: Difference between revisions

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La Personalidad de Dios es omnipresente mediante Sus diversas potencias —que se hallan en todas partes—, tal como el poder de la electricidad se distribuye por todas partes del espacio. De modo similar, devotos puros del Señor tales como Vidura perciben y manifiestan Su omnipresencia, de la misma manera en que la electricidad se manifiesta en una bombilla eléctrica. Un devoto puro como Vidura siente siempre la presencia del Señor en todas partes. Él ve todo en la potencia del Señor, y al Señor en todo. Los lugares sagrados que hay por toda la Tierra tienen la función de purificar la conciencia contaminada del ser humano, y lo hacen mediante una atmósfera sobrecargada con la presencia de los devotos puros del Señor. Si alguien visita un lugar sagrado, debe buscar a los devotos puros que residen en ellos, oír lo que enseñan, tratar de aplicar sus instrucciones en la vida práctica, y así irse preparando gradualmente para la salvación final, el regreso a Dios. Ir a algún lugar sagrado de peregrinaje no significa únicamente irse a bañar en el Ganges o en el Yamunā o ir a visitar los templos que se encuentran en esos lugares. Uno debe buscar también a los representantes de Vidura, que no tienen más deseo en la vida que el de servir a la Personalidad de Dios. La Personalidad de Dios siempre está con esa clase de devotos puros debido a su servicio puro, que no tiene ningún vestigio de acción fruitiva o especulación utópica. Ellos participan de hecho en el servicio al Señor, específicamente por medio del proceso de oír y cantar. Los devotos puros oyen a las autoridades, y oran, cantan y escriben acerca de las glorias del Señor. Mahāmuni Vyāsadeva oyó a Nārada, y luego cantó por escrito; Śukadeva Gosvāmī estudió con su padre, y se lo describió a Parīkṣit; ese es el método del Śrīmad-Bhāgavatam. De manera que, por sus acciones, los devotos puros del Señor pueden convertir cualquier cosa en un lugar de peregrinaje, y solo gracias a ellos los lugares sagrados son dignos de su nombre. Esos devotos puros son capaces de limpiar la atmósfera contaminada de cualquier lugar, y ni qué hablar de un lugar sagrado, profanado por las acciones cuestionables de personas interesadas que tratan de adoptar una vida profesional a costa de la reputación de un lugar sagrado.
La Personalidad de Dios es omnipresente mediante Sus diversas potencias —que se hallan en todas partes—, tal como el poder de la electricidad se distribuye por todas partes del espacio. De modo similar, devotos puros del Señor tales como Vidura perciben y manifiestan Su omnipresencia, de la misma manera en que la electricidad se manifiesta en una bombilla eléctrica. Un devoto puro como Vidura siente siempre la presencia del Señor en todas partes. Él ve todo en la potencia del Señor, y al Señor en todo. Los lugares sagrados que hay por toda la Tierra tienen la función de purificar la conciencia contaminada del ser humano, y lo hacen mediante una atmósfera sobrecargada con la presencia de los devotos puros del Señor. Si alguien visita un lugar sagrado, debe buscar a los devotos puros que residen en ellos, oír lo que enseñan, tratar de aplicar sus instrucciones en la vida práctica, y así irse preparando gradualmente para la salvación final, el regreso a Dios. Ir a algún lugar sagrado de peregrinaje no significa únicamente irse a bañar en el Ganges o en el Yamunā o ir a visitar los templos que se encuentran en esos lugares. Uno debe buscar también a los representantes de Vidura, que no tienen más deseo en la vida que el de servir a la Personalidad de Dios. La Personalidad de Dios siempre está con esa clase de devotos puros debido a su servicio puro, que no tiene ningún vestigio de acción fruitiva o especulación utópica. Ellos participan de hecho en el servicio al Señor, específicamente por medio del proceso de oír y cantar. Los devotos puros oyen a las autoridades, y oran, cantan y escriben acerca de las glorias del Señor. Mahāmuni Vyāsadeva oyó a Nārada, y luego cantó por escrito; Śukadeva Gosvāmī estudió con su padre, y se lo describió a Parīkṣit; ese es el método del ''Śrīmad-Bhāgavatam''. De manera que, por sus acciones, los devotos puros del Señor pueden convertir cualquier cosa en un lugar de peregrinaje, y solo gracias a ellos los lugares sagrados son dignos de su nombre. Esos devotos puros son capaces de limpiar la atmósfera contaminada de cualquier lugar, y ni qué hablar de un lugar sagrado, profanado por las acciones cuestionables de personas interesadas que tratan de adoptar una vida profesional a costa de la reputación de un lugar sagrado.
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Latest revision as of 12:50, 18 August 2024


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 10

bhavad-vidhā bhāgavatās
tīrtha-bhūtāḥ svayaṁ vibho
tīrthī-kurvanti tīrthāni
svāntaḥ-sthena gadābhṛtā


PALABRA POR PALABRA

bhavat—tu buena persona; vidhāḥ—como; bhāgavatāḥ—devotos; tīrtha—los lugares sagrados de peregrinaje; bhūtāḥ—convertido en; svayam—personalmente; vibho—¡oh, tú, el poderoso!; tīrthī-kurvanti—conviertes en un lugar sagrado de peregrinaje; tīrthāni—los lugares sagrados; sva-antaḥ-sthena—habiéndose situado en el corazón; gadā-bhṛtā—la Personalidad de Dios.


TRADUCCIÓN

Mi señor, devotos como tu buena persona son en verdad lugares sagrados personificados. Como tú llevas a la Personalidad de Dios en el corazón, conviertes todos los sitios en lugares de peregrinaje.


SIGNIFICADO

La Personalidad de Dios es omnipresente mediante Sus diversas potencias —que se hallan en todas partes—, tal como el poder de la electricidad se distribuye por todas partes del espacio. De modo similar, devotos puros del Señor tales como Vidura perciben y manifiestan Su omnipresencia, de la misma manera en que la electricidad se manifiesta en una bombilla eléctrica. Un devoto puro como Vidura siente siempre la presencia del Señor en todas partes. Él ve todo en la potencia del Señor, y al Señor en todo. Los lugares sagrados que hay por toda la Tierra tienen la función de purificar la conciencia contaminada del ser humano, y lo hacen mediante una atmósfera sobrecargada con la presencia de los devotos puros del Señor. Si alguien visita un lugar sagrado, debe buscar a los devotos puros que residen en ellos, oír lo que enseñan, tratar de aplicar sus instrucciones en la vida práctica, y así irse preparando gradualmente para la salvación final, el regreso a Dios. Ir a algún lugar sagrado de peregrinaje no significa únicamente irse a bañar en el Ganges o en el Yamunā o ir a visitar los templos que se encuentran en esos lugares. Uno debe buscar también a los representantes de Vidura, que no tienen más deseo en la vida que el de servir a la Personalidad de Dios. La Personalidad de Dios siempre está con esa clase de devotos puros debido a su servicio puro, que no tiene ningún vestigio de acción fruitiva o especulación utópica. Ellos participan de hecho en el servicio al Señor, específicamente por medio del proceso de oír y cantar. Los devotos puros oyen a las autoridades, y oran, cantan y escriben acerca de las glorias del Señor. Mahāmuni Vyāsadeva oyó a Nārada, y luego cantó por escrito; Śukadeva Gosvāmī estudió con su padre, y se lo describió a Parīkṣit; ese es el método del Śrīmad-Bhāgavatam. De manera que, por sus acciones, los devotos puros del Señor pueden convertir cualquier cosa en un lugar de peregrinaje, y solo gracias a ellos los lugares sagrados son dignos de su nombre. Esos devotos puros son capaces de limpiar la atmósfera contaminada de cualquier lugar, y ni qué hablar de un lugar sagrado, profanado por las acciones cuestionables de personas interesadas que tratan de adoptar una vida profesional a costa de la reputación de un lugar sagrado.