ES/SB 2.10.49-50: Difference between revisions
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Śrī Sūta Gosvāmī estaba hablando acerca de los temas referentes a la creación y destrucción del mundo material, pero parece que los ṛṣis encabezados por Śaunaka sentían más inclinación por oír hablar de temas trascendentales, los cuales se encuentran en un nivel superior al físico. Existen dos clases de hombres, a saber, aquellos muy adictos al cuerpo tosco y al mundo material, y otros, de un nivel superior, que están más interesados en el conocimiento trascendental. El Śrīmad-Bhāgavatam le da facilidades a todo el mundo, tanto al materialista como al trascendentalista. Por oír la exposición del Śrīmad-Bhāgavatam en lo referente a las gloriosas actividades que ejecuta el Señor tanto en el mundo material como en el mundo trascendental, los hombres pueden obtener el mismo beneficio. Los materialistas están más interesados en las leyes físicas y en cómo estas actúan, y ellos ven maravillas en esos encantos físicos. Algunas veces, debido a los encantos físicos, ellos olvidan las glorias del Señor. Ellos deben saber, definitivamente, que las actividades físicas y sus maravillas son todas iniciadas por el Señor. La rosa del jardín gradualmente cobra su forma y color para volverse bella y dulce, pero no mediante una ciega ley física, aunque parezca ser así. Tras esa ley física se encuentran la dirección de la conciencia completa del Señor Supremo, pues, de lo contrario, las cosas no adquirirían forma de una manera tan sistemática. El artista dibuja un cuadro de una rosa muy cuidadosamente, con plena atención y sentido artístico, y sin embargo, no queda tan perfecto como la verdadera rosa. Si ese es el hecho cierto, ¿cómo podemos decir que la verdadera rosa ha adquirido su forma sin que haya inteligencia alguna tras la belleza? Esta clase de conclusión se debe a un escaso acopio de conocimiento. Uno debe concluir de la descripción anterior de la creación y aniquilación, que la conciencia suprema, siendo omnipresente, puede cuidar de todo con perfecta atención. Esa es la realidad de la omnipresencia del Señor Supremo. Algunas personas aún más necias que la gente muy materialista, proclaman, sin embargo, ser trascendentalistas y poseer una suprema conciencia omnipresente, pero no dan ninguna prueba de ello. Esas personas necias no pueden saber lo que está ocurriendo tras la pared más próxima, y, aun así, están falsamente orgullosos de poseer la conciencia cósmica y omnipresente de la Persona Suprema. También para ellos, el oír el Śrīmad-Bhāgavatam es una gran ayuda. Ellos les abrirán los ojos para que vean que uno no se vuelve supremamente consciente con solo proclamar que se posee esa suprema conciencia. Uno tiene que demostrar en el mundo físico que de hecho la posee. Sin embargo, los ṛṣis de Naimiṣāraṇya se encontraban por encima de la gente muy materialista y de los falsos trascendentalistas, y, así pues, siempre estaban ansiosos de conocer la verdad real de los asuntos trascendentales, tal como lo discuten las autoridades. | Śrī Sūta Gosvāmī estaba hablando acerca de los temas referentes a la creación y destrucción del mundo material, pero parece que los ṛṣis encabezados por Śaunaka sentían más inclinación por oír hablar de temas trascendentales, los cuales se encuentran en un nivel superior al físico. Existen dos clases de hombres, a saber, aquellos muy adictos al cuerpo tosco y al mundo material, y otros, de un nivel superior, que están más interesados en el conocimiento trascendental. El ''Śrīmad-Bhāgavatam'' le da facilidades a todo el mundo, tanto al materialista como al trascendentalista. Por oír la exposición del ''Śrīmad-Bhāgavatam'' en lo referente a las gloriosas actividades que ejecuta el Señor tanto en el mundo material como en el mundo trascendental, los hombres pueden obtener el mismo beneficio. Los materialistas están más interesados en las leyes físicas y en cómo estas actúan, y ellos ven maravillas en esos encantos físicos. Algunas veces, debido a los encantos físicos, ellos olvidan las glorias del Señor. Ellos deben saber, definitivamente, que las actividades físicas y sus maravillas son todas iniciadas por el Señor. La rosa del jardín gradualmente cobra su forma y color para volverse bella y dulce, pero no mediante una ciega ley física, aunque parezca ser así. Tras esa ley física se encuentran la dirección de la conciencia completa del Señor Supremo, pues, de lo contrario, las cosas no adquirirían forma de una manera tan sistemática. El artista dibuja un cuadro de una rosa muy cuidadosamente, con plena atención y sentido artístico, y sin embargo, no queda tan perfecto como la verdadera rosa. Si ese es el hecho cierto, ¿cómo podemos decir que la verdadera rosa ha adquirido su forma sin que haya inteligencia alguna tras la belleza? Esta clase de conclusión se debe a un escaso acopio de conocimiento. Uno debe concluir de la descripción anterior de la creación y aniquilación, que la conciencia suprema, siendo omnipresente, puede cuidar de todo con perfecta atención. Esa es la realidad de la omnipresencia del Señor Supremo. Algunas personas aún más necias que la gente muy materialista, proclaman, sin embargo, ser trascendentalistas y poseer una suprema conciencia omnipresente, pero no dan ninguna prueba de ello. Esas personas necias no pueden saber lo que está ocurriendo tras la pared más próxima, y, aun así, están falsamente orgullosos de poseer la conciencia cósmica y omnipresente de la Persona Suprema. También para ellos, el oír el ''Śrīmad-Bhāgavatam'' es una gran ayuda. Ellos les abrirán los ojos para que vean que uno no se vuelve supremamente consciente con solo proclamar que se posee esa suprema conciencia. Uno tiene que demostrar en el mundo físico que de hecho la posee. Sin embargo, los ''ṛṣis'' de Naimiṣāraṇya se encontraban por encima de la gente muy materialista y de los falsos trascendentalistas, y, así pues, siempre estaban ansiosos de conocer la verdad real de los asuntos trascendentales, tal como lo discuten las autoridades. | ||
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Latest revision as of 13:41, 7 December 2024
TEXTOS 49-50
- kṣattuḥ kauśāraves tasya
- saṁvādo ’dhyātma-saṁśritaḥ
- yad vā sa bhagavāṁs tasmai
- pṛṣṭas tattvam uvāca ha
- brūhi nas tad idaṁ saumya
- vidurasya viceṣṭitam
- bandhu-tyāga-nimittaṁ ca
- yathaivāgatavān punaḥ
PALABRA POR PALABRA
kṣattuḥ—de Vidura; kauśāraveḥ—como las de Maitreya; tasya—sus; saṁvādaḥ—noticias; adhyātma—en lo referente al conocimiento trascendental; saṁśritaḥ—llenas de; yat—que; vā—cualquier otra cosa; saḥ—él; bhagavān—Su Gracia; tasmai—a él; pṛṣṭaḥ—inquirió; tattvam—la verdad; uvāca—respondió; ha—en el pasado; brūhi—por favor di; naḥ—a nosotros; tat—esos asuntos; idam—aquí; saumya—¡oh, bondadosa persona!; vidurasya—de Vidura; viceṣṭitam—actividades; bandhu-tyāga—renunciando a los amigos; nimittam—la causa de; ca—también; yathā—como; eva—también; āgatavān—regresó; punaḥ—de nuevo (en casa).
TRADUCCIÓN
Śaunaka Ṛṣi dijo: Haznos saber, por favor, qué asuntos se discutieron entre Vidura y Maitreya —quienes conversaron acerca de temas trascendentales—, y qué preguntó Vidura y respondió Maitreya. También, por favor, haznos saber cuál fue la razón por la que Vidura abandonó la relación con los miembros de su familia, y por qué regresó de nuevo al hogar. Por favor, también danos a conocer cuáles fueron las actividades de Vidura mientras se encontraba en los lugares de peregrinaje.
SIGNIFICADO
Śrī Sūta Gosvāmī estaba hablando acerca de los temas referentes a la creación y destrucción del mundo material, pero parece que los ṛṣis encabezados por Śaunaka sentían más inclinación por oír hablar de temas trascendentales, los cuales se encuentran en un nivel superior al físico. Existen dos clases de hombres, a saber, aquellos muy adictos al cuerpo tosco y al mundo material, y otros, de un nivel superior, que están más interesados en el conocimiento trascendental. El Śrīmad-Bhāgavatam le da facilidades a todo el mundo, tanto al materialista como al trascendentalista. Por oír la exposición del Śrīmad-Bhāgavatam en lo referente a las gloriosas actividades que ejecuta el Señor tanto en el mundo material como en el mundo trascendental, los hombres pueden obtener el mismo beneficio. Los materialistas están más interesados en las leyes físicas y en cómo estas actúan, y ellos ven maravillas en esos encantos físicos. Algunas veces, debido a los encantos físicos, ellos olvidan las glorias del Señor. Ellos deben saber, definitivamente, que las actividades físicas y sus maravillas son todas iniciadas por el Señor. La rosa del jardín gradualmente cobra su forma y color para volverse bella y dulce, pero no mediante una ciega ley física, aunque parezca ser así. Tras esa ley física se encuentran la dirección de la conciencia completa del Señor Supremo, pues, de lo contrario, las cosas no adquirirían forma de una manera tan sistemática. El artista dibuja un cuadro de una rosa muy cuidadosamente, con plena atención y sentido artístico, y sin embargo, no queda tan perfecto como la verdadera rosa. Si ese es el hecho cierto, ¿cómo podemos decir que la verdadera rosa ha adquirido su forma sin que haya inteligencia alguna tras la belleza? Esta clase de conclusión se debe a un escaso acopio de conocimiento. Uno debe concluir de la descripción anterior de la creación y aniquilación, que la conciencia suprema, siendo omnipresente, puede cuidar de todo con perfecta atención. Esa es la realidad de la omnipresencia del Señor Supremo. Algunas personas aún más necias que la gente muy materialista, proclaman, sin embargo, ser trascendentalistas y poseer una suprema conciencia omnipresente, pero no dan ninguna prueba de ello. Esas personas necias no pueden saber lo que está ocurriendo tras la pared más próxima, y, aun así, están falsamente orgullosos de poseer la conciencia cósmica y omnipresente de la Persona Suprema. También para ellos, el oír el Śrīmad-Bhāgavatam es una gran ayuda. Ellos les abrirán los ojos para que vean que uno no se vuelve supremamente consciente con solo proclamar que se posee esa suprema conciencia. Uno tiene que demostrar en el mundo físico que de hecho la posee. Sin embargo, los ṛṣis de Naimiṣāraṇya se encontraban por encima de la gente muy materialista y de los falsos trascendentalistas, y, así pues, siempre estaban ansiosos de conocer la verdad real de los asuntos trascendentales, tal como lo discuten las autoridades.