ES/SB 10.11.11: Difference between revisions
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:''yat tapasyasi kaunteya'' :''tat kuruṣva mad-arpaṇam'' | :''yat karoṣi yad aśnāsi'' | ||
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«Todo lo que hagas, todo lo que comas, todo lo que ofrezcas y todo lo que des, así como | «Todo lo que hagas, todo lo que comas, todo lo que ofrezcas y todo lo que des, así como |
Revision as of 19:27, 9 March 2019
TEXTO 11
- phala-vikrayiṇī tasya
- cyuta-dhānya-kara-dvayam
- phalair apūrayad ratnaiḥ
- phala-bhāṇḍam apūri ca
PALABRA POR PALABRA
phala-vikrayiṇī—la campesina vendedora de frutas, que era una mujer mayor; tasya—de Kṛṣṇa; cyuta-dhānya—habiéndosele caído casi todo el arroz que llevaba para el trueque; kara-dvayam—las palmas de las manos; phalaiḥ apūrayat—la vendedora Le llenó de frutas Sus pequeñas manos; ratnaiḥ—a cambio de joyas y de oro; phalabhāṇḍam—la cesta de fruta; apūri ca—llena.
TRADUCCIÓN
Casi todos los granos que Kṛṣṇa llevaba en la mano se Le cayeron por el camino mientras corría a toda prisa hacia la vendedora. Ella, sin embargo, Le llenó las manos con fruta. Entonces, su cesto se llenó de joyas y oro.
SIGNIFICADO
En el Bhagavad-gītā (9.26), Kṛṣṇa dice:
- patraṁ puṣpaṁ phalaṁ toyaṁ
- yo me bhaktyā prayacchati
- tad ahaṁ bhakty-upahṛtam
- aśnāmi prayatātmanaḥ
Kṛṣṇa es tan bondadoso que, si alguien Le ofrece una hoja, una fruta, una flor o un poco de
agua, Él lo aceptará de inmediato. La única condición que pone es que esos artículos deben
ofrecérsele con bhakti (yo me bhaktyā prayacchati). De lo contrario, si, envanecidos de
prestigio falso, pensamos: «Tengo muchísima opulencia y voy a dar algo a Kṛṣṇa», Kṛṣṇa
no aceptará nuestra ofrenda. La vendedora de frutas, pese a ser una campesina pobre, trató
a Kṛṣṇa con mucho cariño, y Le dijo: «Kṛṣṇa, has venido para llevarte un poco de fruta a
cambio de unos cereales. Aunque se Te han caído todos los granitos que traías, puedes
llevarte lo que quieras». Entonces llenó las manos de Kṛṣṇa con todas las frutas que podía
cargar. Kṛṣṇa, por ello, le llenó toda la cesta de joyas y de oro.
La lección que debemos aprender de esta anécdota es que Kṛṣṇa, por cualquier cosa que Le ofrezcamos con amor y cariño, puede recompensarnos millones de veces, tanto material como espiritualmente. El principio básico es un intercambio de amor. Kṛṣṇa, por ello, enseña en el Bhagavad-gītā (9.27):
- yat karoṣi yad aśnāsi
- yaj juhoṣi dadāsi yat
- yat tapasyasi kaunteya
- tat kuruṣva mad-arpaṇam
«Todo lo que hagas, todo lo que comas, todo lo que ofrezcas y todo lo que des, así como
todas las austeridades que realices, hazlo, ¡oh, hijo de Kuntī!, como una ofrenda a Mí».
Con amor y cariño, debemos tratar de dar a Kṛṣṇa algo que tomemos de nuestra fuente
de ingresos. De ese modo, nuestra vida será un éxito. Kṛṣṇa goza de plenitud en toda
opulencia; Él no necesita nada de nadie. Pero si estamos dispuestos a dar algo a Kṛṣṇa,
nosotros seremos los beneficiados. El ejemplo que se da en relación con esto es que, si nos
maquillamos la cara, el reflejo de nuestra cara también aparece maquillado. Del mismo
modo, si tratamos de servir a Kṛṣṇa con todas nuestras opulencias, nosotros, como partes
integrales, reflejos de Kṛṣṇa, seremos, a cambio de ello, felices. Kṛṣṇa siempre es feliz, pues
es ātmārāma, está perfectamente satisfecho con Su propia opulencia.