ES/SB 3.25.42: Difference between revisions

(Srimad-Bhagavatam Compile Form edit)
 
m (Text replacement - "\[\[[A-Z]{2,}\/(.*)\|Click here for English\]\]" to "Click here for English")
 
Line 14: Line 14:


<div class="verse">
<div class="verse">
:nānyatra mad-bhagavataḥ
:mad-bhayād vāti vāto ’yaṁ
:pradhāna-puruṣeśvarāt
:sūryas tapati mad-bhayāt
:ātmanaḥ sarva-bhūtānāṁ
:varṣatīndro dahaty agnir
:bhayaṁ tīvraṁ nivartate
:mṛtyuś carati mad-bhayāt
</div>
</div>


Line 24: Line 24:


<div class="synonyms">
<div class="synonyms">
''na''—no; ''anyatra''—de otro modo; ''mat''—que yo; ''bhagavataḥ''—la Suprema Personalidad de Dios; ''pradhāna-puruṣa-īśvarāt''—el Señor tanto de prakṛti como de puruṣa; ''ātmanaḥ''—el alma; ''sarva-bhūtānām''—de todos los seres vivos; ''bhayam''—temor; ''tīvram''—terrible; ''nivartate''—es eliminado.
''mat-bhayāt''—por temor a Mí; ''vāti''—sopla; ''vātaḥ''—el viento; ''ayam''—esto; ''sūryaḥ''—el Sol; ''tapati''—brilla; ''mat-bhayāt''—por temor a Mí; ''varṣati''—derrama lluvias; ''indraḥ''—Indra; ''dahati''—arde; ''agniḥ''—el fuego; ''mṛtyuḥ''—la muerte; ''carati''—va; ''mat-bhayāt''—por temor a Mí.
</div>
</div>


Line 31: Line 31:


<div class="translation">
<div class="translation">
Jamás podrá deshacerse de los terribles temores del nacimiento y la muerte aquel que recurra a un refugio diferente de , pues Yo soy el Señor Todopoderoso, la Suprema Personalidad de Dios, la fuente original de toda la creación, y también el Alma Suprema de todas las almas.
Por Mi supremacía sopla el viento, por temor a Mí; por temor a Mí brilla el Sol; y el Señor de las nubes, Indra, envía lluvias por temor a Mí. El fuego arde por temor a Mí, y la muerte va y viene cobrando su tributo por temor a Mí.
</div>
</div>


Line 38: Line 38:


<div class="purport">
<div class="purport">
Aquí se indica que solamente el devoto puro del Señor Supremo puede escapar del ciclo de nacimientos y muertes. Se dice: hariṁ vinā na mṛtiṁ taranti: No se puede superar el ciclo de nacimientos y muertes a menos que se reciba la gracia de la Suprema Personalidad de Dios. Aquí se confirma la misma idea: podemos tratar de comprender la Verdad Absoluta valiéndonos de nuestra imperfecta especulación basada en los sentidos, o podemos tratar de comprender el ser con el sistema del yoga místico; pero hagamos lo que hagamos, si no nos entregamos a la Suprema Personalidad de Dios, no podremos conseguir la liberación por ningún medio. Podría preguntarse si eso quiere decir que aquellos que siguen estrictamente las reglas y regulaciones, sometiéndose a grandes penitencias y austeridades, están esforzándose en vano. La respuesta la da el Śrīmad-Bhāgavatam (10.2.32): ye ’nye ’ravindākṣa vimukta-māninaḥ. El Señor Brahmā y otros semidioses oraron al Señor cuando Kṛṣṇa estaba en el vientre de Devakī: «Mi querido Señor de los ojos de loto, hay personas que están envanecidas pensando que se han liberado, que se han vuelto uno con Dios, o que se han vuelto Dios, pero a pesar de la vanidad que hay en sus pensamientos, su inteligencia no es digna de alabanza. Son poco inteligentes». Se afirma que su inteligencia, mucha o poca, ni siquiera está purificada. Con una inteligencia purificada, la entidad viviente no puede pensar sino en entregarse. Por lo tanto, el Bhagavad-gītā confirma que la inteligencia purificada es característica de los hombres más sabios. Bahūnāṁ janmanām ante jñānavān māṁ prapadyate: Después de muchísimos nacimientos, aquel que tiene una inteligencia verdaderamente avanzada se entrega al Señor Supremo.
La Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, dice en el Bhagavad-gītā que las leyes de la naturaleza actúan siempre correctamente debido a Su supervisión. No hay que pensar que la naturaleza funciona de forma automática, sin una supervisión. Las Escrituras védicas dicen que el semidiós Indra controla las nubes, que el dios del Sol distribuye el calor, que Candra distribuye la reconfortante luz de la luna, y que el viento sopla bajo la supervisión del semidiós Vāyu. Pero por encima de todos estos semidioses está la Suprema Personalidad de Dios, la entidad viviente principal. Nityo nityānāṁ cetanaś cetanānām. Los semidioses también son simples entidades vivientes, pero por su fidelidad, por su servicio devocional, han sido elevados a esos puestos. Estos semidioses o directores, como Candra, Varuṇa y Vāyu, reciben el nombre de adhikārī-devatā. Los semidioses son como ministros del gobierno. El área de gobierno del Señor Supremo no consiste solo en uno, dos o tres planetas; hay millones de planetas y millones de universos. La Suprema Personalidad de Dios gobierna un territorio inmenso, para lo cual precisa de asistentes. Los semidioses son considerados como miembros de Su cuerpo. Las Escrituras védicas nos hablan de ellos. El dios del Sol, el dios de la Luna, el dios del fuego y el dios del aire actúan bajo la dirección del Señor Supremo. Esto se confirma en el Bhagavad-gītā (9.10): mayādhyakṣeṇa prakṛtiḥ sūyate sa-carācaram. Él dirige el funcionamiento de las leyes de la naturaleza. Él es quien está detrás de todo, y por eso todo se ejecuta puntual y regularmente.


Sin entrega no puede lograrse la liberación. El Bhāgavatam dice:«Aquellos que están envanecidos, creyendo que se han liberado mediante algún proceso no devocional, no poseen una inteligencia elevada y clara, pues todavía no se han entregado a Ti. A pesar de llevar a cabo toda clase de austeridades y penitencias, e incluso llegar a un paso de la comprensión del Brahman, solo imaginan que están en la refulgencia del Brahman, pero en realidad, como no realizan actividades trascendentales, caen al plano de las  actividades materiales». No debemos contentarnos con saber que somos Brahman. Debemos ocuparnos en el servicio del Brahman Supremo; eso es bhakti. El Brahman debe ocuparse en servir al Parabrahman. Se dice que sin ser Brahman no se puede servir al Brahman. El Brahman Supremo es la Suprema Personalidad de Dios, y la entidad viviente es también Brahman. El que no entiende perfectamente que él es Brahman, alma espiritual, servidor eterno del Señor, sino que simplemente se imagina que es Brahman, tiene una comprensión solamente teórica. Tenemos que comprender perfectamente, y al mismo tiempo, ocuparnos en el servicio devocional del Señor; entonces podremos existir en el estado de Brahman. Quien no lo haga así, caerá.
Aquel que se ha refugiado en la Suprema Personalidad de Dios está completamente protegido de toda otra influencia. No sirve a nadie más, ni está obligado a hacerlo. Por supuesto, él no es desobediente, pero todo su poder de pensamiento está absorto en el servicio del Señor. Las afirmaciones de Kapila, la Suprema Personalidad de Dios, de que bajo Su orden sopla el viento, arde el fuego, calienta el Sol, etc., no son sentimentales. Puede que los impersonalistas digan que los devotos del Bhāgavatam crean e imaginan un personaje como la Suprema Personalidad de Dios, y que Le asignan cualidades; pero en realidad no se trata ni de imaginación ni de la imposición de un poder artificial en nombre de Dios. En los Vedas se dice: bhīṣāsmād vātaḥ pavate bhīṣodeti sūryaḥ: «El dios del viento y el dios del Sol actúan por temor al Señor Supremo». Bhīṣāsmād agniś candraś ca mṛtyur dhāvati pañcamaḥ: «Agni, Indra y Mṛtyu actúan también bajo Su dirección». Esto es lo que afirman los Vedas.
 
El Bhāgavatam dice que la inteligencia de los no devotos no es pura, pues menosprecian el servicio amoroso trascendental a los pies de loto del Señor, y que por ello caen. Toda entidad viviente debe tener alguna actividad. Si no se ocupa en las actividades del servicio trascendental, tiene que caer al plano de las actividades materiales. Tan pronto como cae al plano de las actividades materiales, no puede ser rescatado del ciclo de nacimientos y muertes. El Señor Kapila afirma aquí: «Sin Mi misericordia» (nānyatra mad-bhagavataḥ). En este verso se dice que el Señor es Bhagavān, la Suprema Personalidad de Dios, indicando con ello que posee todas las opulencias, y que, por lo tanto, es perfectamente capaz de liberarnos del ciclo de nacimientos y muertes. El Señor también recibe el nombre de pradhāna, porque Él es el Supremo. Él es imparcial con todos, pero favorece de modo especial a aquel que se entrega a Él. Por la gracia del Señor, con tan solo entregarnos a Él podemos salir de este ciclo de nacimientos y muertes. De lo contrario, podemos continuar durante muchísimas vidas tratando de liberarnos con otros procesos.
</div>
</div>



Latest revision as of 14:05, 9 June 2018


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 42

mad-bhayād vāti vāto ’yaṁ
sūryas tapati mad-bhayāt
varṣatīndro dahaty agnir
mṛtyuś carati mad-bhayāt


PALABRA POR PALABRA

mat-bhayāt—por temor a Mí; vāti—sopla; vātaḥ—el viento; ayam—esto; sūryaḥ—el Sol; tapati—brilla; mat-bhayāt—por temor a Mí; varṣati—derrama lluvias; indraḥ—Indra; dahati—arde; agniḥ—el fuego; mṛtyuḥ—la muerte; carati—va; mat-bhayāt—por temor a Mí.


TRADUCCIÓN

Por Mi supremacía sopla el viento, por temor a Mí; por temor a Mí brilla el Sol; y el Señor de las nubes, Indra, envía lluvias por temor a Mí. El fuego arde por temor a Mí, y la muerte va y viene cobrando su tributo por temor a Mí.


SIGNIFICADO

La Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, dice en el Bhagavad-gītā que las leyes de la naturaleza actúan siempre correctamente debido a Su supervisión. No hay que pensar que la naturaleza funciona de forma automática, sin una supervisión. Las Escrituras védicas dicen que el semidiós Indra controla las nubes, que el dios del Sol distribuye el calor, que Candra distribuye la reconfortante luz de la luna, y que el viento sopla bajo la supervisión del semidiós Vāyu. Pero por encima de todos estos semidioses está la Suprema Personalidad de Dios, la entidad viviente principal. Nityo nityānāṁ cetanaś cetanānām. Los semidioses también son simples entidades vivientes, pero por su fidelidad, por su servicio devocional, han sido elevados a esos puestos. Estos semidioses o directores, como Candra, Varuṇa y Vāyu, reciben el nombre de adhikārī-devatā. Los semidioses son como ministros del gobierno. El área de gobierno del Señor Supremo no consiste solo en uno, dos o tres planetas; hay millones de planetas y millones de universos. La Suprema Personalidad de Dios gobierna un territorio inmenso, para lo cual precisa de asistentes. Los semidioses son considerados como miembros de Su cuerpo. Las Escrituras védicas nos hablan de ellos. El dios del Sol, el dios de la Luna, el dios del fuego y el dios del aire actúan bajo la dirección del Señor Supremo. Esto se confirma en el Bhagavad-gītā (9.10): mayādhyakṣeṇa prakṛtiḥ sūyate sa-carācaram. Él dirige el funcionamiento de las leyes de la naturaleza. Él es quien está detrás de todo, y por eso todo se ejecuta puntual y regularmente.

Aquel que se ha refugiado en la Suprema Personalidad de Dios está completamente protegido de toda otra influencia. No sirve a nadie más, ni está obligado a hacerlo. Por supuesto, él no es desobediente, pero todo su poder de pensamiento está absorto en el servicio del Señor. Las afirmaciones de Kapila, la Suprema Personalidad de Dios, de que bajo Su orden sopla el viento, arde el fuego, calienta el Sol, etc., no son sentimentales. Puede que los impersonalistas digan que los devotos del Bhāgavatam crean e imaginan un personaje como la Suprema Personalidad de Dios, y que Le asignan cualidades; pero en realidad no se trata ni de imaginación ni de la imposición de un poder artificial en nombre de Dios. En los Vedas se dice: bhīṣāsmād vātaḥ pavate bhīṣodeti sūryaḥ: «El dios del viento y el dios del Sol actúan por temor al Señor Supremo». Bhīṣāsmād agniś candraś ca mṛtyur dhāvati pañcamaḥ: «Agni, Indra y Mṛtyu actúan también bajo Su dirección». Esto es lo que afirman los Vedas.