ES/SB 8.23.15
TEXTO 15
- śrī-śukra uvāca
- kutas tat-karma-vaiṣamyaṁ
- yasya karmeśvaro bhavān
- yajñeśo yajña-puruṣaḥ
- sarva-bhāvena pūjitaḥ
PALABRA POR PALABRA
śrī-śukraḥ uvāca—Śrī Śukrācārya dijo; kutaḥ—dónde está esa; tat—de él (de Bali Mahārāja); karma-vaiṣamyam—incorrección en la práctica de actividades fruitivas; yasya—de quien (de Bali Mahārāja); karma-īśvaraḥ—el amo de todas las actividades fruitivas; bhavān—Tu Señoría; yajña-īśaḥ—Tú eres el disfrutador de todos los sacrificios; yajña-puruṣaḥ—Tú eres la persona para cuyo placer se ofrecen todos los sacrificios; sarva-bhāvena—en todo aspecto; pūjitaḥ—habiendo adorado.
TRADUCCIÓN
Śukrācārya dijo: Mi Señor, Tú eres el disfrutador y quien dicta las leyes de todas las celebraciones de sacrificios. Tú eres además el yajña-puruṣa, la persona a quien se ofrecen todos los sacrificios. Cuando alguien Te ha satisfecho plenamente, ¿qué errores o incorrecciones se pueden encontrar en su celebración de sacrificios?
SIGNIFICADO
En el Bhagavad-gītā (5.29), el Señor dice: bhoktāraṁ yajña-tapasāṁ sarva-loka-maheśvaram: La verdadera persona a quien se trata de satisfacer con la celebración de yajñas es el Señor, el propietario supremo. El Viṣṇu Purāṇa (3.8.9) dice:
- varṇāśramācāravatā
- puruṣeṇa paraḥ pumān
- viṣṇur ārādhyate panthā
- nanyat tat-toṣa-kāraṇam
Todos los sacrificios rituales védicos se celebran con el objeto de satisfacer al Señor
Viṣṇu, el yajña-puruṣa. Las divisiones de la sociedad —brāhmaṇa, kṣatriya, vaiśya,
śūdra, brahmacarya, gṛhastha, vānaprastha y sannyāsa— tienen la finalidad de satisfacer al Señor Supremo, Viṣṇu. El hecho de actuar conforme a este principio de la
institución varṇāśrama se denomina varṇāśramācaraṇa. En el Śrīmad-Bhāgavatam
(1.2.13), Sūta Gosvāmī dice:
- ataḥ pumbhir dvija-śreṣṭhā
- varṇāśrama-vibhāgaśaḥ
- svanuṣṭhitasya dharmasya
- saṁsiddhir hari-toṣaṇam
«¡Oh, el mejor de los nacidos por segunda vez!, se concluye, entonces, que la perfección más
elevada que se puede alcanzar mediante el desempeño de los deberes prescritos conforme
a las divisiones de castas y órdenes de vida es complacer a la Personalidad de Dios». Todo
lo que existe tiene como propósito satisfacer a la Suprema Personalidad de Dios. Por lo
tanto, Bali Mahārāja estaba libre de culpa, pues había satisfecho a la Suprema Personalidad
de Dios, y Śukrācārya admitió que no había hecho bien en maldecirle.