ES/SB 5.1.14

Revision as of 20:28, 22 August 2018 by Vidjay (talk | contribs) (Srimad-Bhagavatam Compile Form edit)
(diff) ← Older revision | Latest revision (diff) | Newer revision → (diff)

Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 14

yad-vāci tantyāṁ guṇa-karma-dāmabhiḥ
sudustarair vatsa vayaṁ suyojitāḥ
sarve vahāmo balim īśvarāya
protā nasīva dvi-pade catuṣ-padaḥ


PALABRA POR PALABRA

yat—de quien; vāci—en la forma de instrucción védica; tantyām—a una larga cuerda; guṇa—de cualidades; karma—y actividades; dāmabhiḥ—por las cuerdas; su-dustaraiḥ—muy difíciles de evitar; vatsa—mi querido muchacho; vayam—nosotros; su-yojitāḥ—estamos ocupados; sarve—todos; vahāmaḥ—cumplir; balim—órdenes para complacerle; īśvarāya—a la Suprema Personalidad de Dios; protāḥ—atados; nasi—en la nariz; iva—como; dvi-pade—al de dos piernas (carretero); catuḥ-padaḥ—los de cuatro piernas (bueyes).


TRADUCCIÓN

mi querido muchacho, todos nosotros estamos atados por los mandamientos védicos a las divisiones de varṇāśrama conforme a nuestras cualidades y a nuestras actividades. Son divisiones científicamente dispuestas, que, por lo tanto, son muy difíciles de evitar. así pues, tenemos que cumplir con nuestros deberes de varṇāśrama-dharma, como bueyes obligados a seguir las órdenes del carretero que tira de las cuerdas atadas a sus narices.


SIGNIFICADO

En este verso son muy importantes las palabras tantyāṁ guṇa-karmadāmabhiḥ. Cada uno de nosotros recibe un cuerpo conforme a su relación con las guṇas, es decir, a las cualidades o modalidades de la naturaleza material, que determinan su actividad. Como se explica en el Bhagavad-gītā, las cuatro órdenes del sistema social, es decir, brāhmaṇa, kṣatriya, vaiśya y śūdra, se han dispuesto conforme a guṇa y karma, las cualidades y la actividad. Acerca de esto, sin embargo, hay disensiones; unos dicen que la pertenencia a una determinada clase social depende del nacimiento, ya que el cuerpo que ahora recibimos viene determinado por los aspectos de guṇa y karma de nuestra vida anterior. Otros, sin embargo, dicen que esos aspectos relativos al nacimiento y a la vida anterior no son la consideración esencial, ya que los factores de guṇa y karma pueden cambiarse en esta misma vida. Por lo tanto, sostienen que las cuatro divisiones del orden social —brāhmaṇa, kṣatriya, vaiśya, y śūdra— deben establecerse en función de las influencias de guṇa y karma en esta vida. Esta es la postura que Nārada Muni defiende en el Śrīmad-Bhāgavatam. En sus enseñanzas a Mahārāja Yudhiṣṭhira acerca de las características de guṇa y karma, Nārada Muni le indicó que esas características deben ser el criterio a seguir a la hora de establecer las divisiones sociales. En otras palabras, cuando una persona nacida en una familia brāhmaṇa manifiesta las características de un śūdra, se le debe considerar śūdra. Y a la inversa, si un śūdra tiene cualidades brahmínicas, debe admitírsele entre los brāhmaṇas.

El sistema de varṇāśrama es científico. Por consiguiente, si aceptamos las divisiones de varṇa y āśrama siguiendo las enseñanzas de los Vedas, alcanzaremos el éxito en la vida. Sin esa división y esa organización, la sociedad humana no puede ser perfecta. Como se afirma en el Viṣṇu Purāṇa (3.8.9):

varṇāśramācāravatā puruṣeṇa paraḥ pumān viṣṇur ārādhyate panthā nānyat tat-toṣa-kāraṇam

«A la Suprema Personalidad de Dios, el Señor Viṣṇu, se Le adora mediante la adecuada ejecución de los deberes prescritos en el sistema de varṇa y āśrama. No hay otra manera de satisfacer a la Suprema Personalidad de Dios. Es necesario actuar en el marco de la institución de cuatro varṇas y cuatro āśramas». La sociedad humana debe adorar al Señor Viṣṇu. Sin embargo, en la actualidad la sociedad humana no sabe que ese es el objetivo supremo, la perfección de la vida. Debido a ello, se está educando a la gente para que, en lugar de adorar al Señor Viṣṇu, adore la materia. Siguiendo las pautas de la sociedad actual, los hombres confunden el progreso de la civilización con la manipulación de la materia y la construcción de rascacielos, grandes carreteras, automóviles, etc. Esa civilización merece ciertamente el calificativo de materialista, pues en ella las personas no conocen el objetivo de la vida, que es llegar a Viṣṇu. En lugar de llegar a Viṣṇu, la gente se desorienta por la influencia de la manifestación externa de la energía material. Por lo tanto, el progreso material es un progreso ciego, y ciegos son los dirigentes que promueven ese progreso. Están llevando a sus seguidores por el mal camino.

Lo mejor, entonces, es aceptar los mandamientos de los Vedas, que en este verso se mencionan con la palabra yad-vāci. Siguiendo esos mandamientos, todo el mundo debe saber cuál es su posición, y recibir la educación adecuada para su rango de brāhmaṇa, kṣatriya, vaiśya o śūdra. Esa es la manera de lograr el éxito en la vida. De lo contrario, en la sociedad humana reinará la confusión. Si se establece esa división científica en función del varṇa y el āśrama, y se siguen las indicaciones de los Vedas, la vida de las personas, sea cual fuere su posición, culminará en el éxito. No es cierto que la elevación al plano trascendental les esté reservada a los brāhmaṇas y prohibida a los śūdras. Cuando se siguen los mandamientos de los Vedas, todas las clases sociales, brāhmaṇas, kṣatriyas, vaiśyas y śūdras, se elevan al plano trascendental y alcanzan el éxito en la vida. Los mandamientos de los Vedas son directrices explícitas de la Suprema Personalidad de Dios. En este verso se cita el ejemplo de los bueyes, que, atados de las narices con cuerdas, tienen que seguir las órdenes del carretero. De la misma manera, si seguimos las instrucciones de los Vedas, nuestras vidas llevarán el rumbo perfecto. Pero si no lo hacemos, y actuamos conforme a nuestras caprichosas ideas, echaremos a perder nuestras vidas, y finalmente no encontraremos más que confusión y desesperanza. En realidad, la gente se encuentra ya en ese estado de confusión, pues no están siguiendo las enseñanzas de los Vedas. Por consiguiente, debemos aceptar estas instrucciones del Señor Brahmā a Priyavrata, considerándolas verdaderas directrices científicas que llevan al éxito en la vida. Esto lo confirma también el Bhagavad-gītā (Bg. 16.23):

yaḥ śāstra-vidhim utsṛjya vartate kāma-kārataḥ na sa siddhim avāpnoti na sukhaṁ na parāṁ gatim

Si no vivimos conforme a los mandamientos de los śāstras, los Vedas, nunca alcanzaremos el éxito en la vida, y mucho menos, la felicidad o la elevación a niveles de vida superiores.