ES/SB 4.30.33
TEXTO 33
- yāvat te māyayā spṛṣṭā bhramāma iha karmabhiḥ
- tāvad bhavat-prasaṅgānāṁ saṅgaḥ syān no bhave bhave
PALABRA POR PALABRA
yāvat—mientras; te—Tuya; māyayā—por la energía ilusoria; spṛṣṭāḥ—contaminados; bhramāmaḥ—vaguemos; iha—en el mundo material; karmabhiḥ—por la reacción de las actividades fruitivas; tāvat—mientras; bhavat-prasaṅgānām—de Tus devotos amorosos; saṅgaḥ—compañía; syāt—haya; naḥ—nuestra; bhave bhave—en todas las especies de vida.
TRADUCCIÓN
Querido Señor, Te pedimos que mientras tengamos que permanecer en este mundo debido a nuestra contaminación material, vagando de un cuerpo a otro y de un planeta a otro, podamos estar en compañía de aquellos que se ocupan en comentar Tus pasatiempos. Te oramos para que nos concedas esa bendición vida tras vida, en distintas formas corporales y en distintos planetas.
SIGNIFICADO
Esa es la mejor bendición que un devoto puede pedir del Señor Supremo. Así lo confirma también Śrī Caitanya Mahāprabhu: sthāne sthitāḥ śruti-gatāṁ tanu-vāṅ-manobhiḥ (Bhāg. 10.14.3). La posición en que nos encontremos puede ser una u otra según nuestro destino, pero en todo caso debemos continuar escuchando las actividades y pasatiempos del Señor Supremo, sin tener en cuenta las circunstancias. El devoto puro no ora pidiendo la liberación, o el cese del ciclo de nacimientos y muertes, ya que no considera que eso sea importante. Para el devoto, lo más importante es tener la oportunidad de escuchar los pasatiempos y las glorias del Señor. Los devotos que se ocupan en el servicio del Señor en este mundo, tendrán la misma oportunidad también en el mundo espiritual. De este modo, el devoto ve el mundo espiritual en todas partes, pues allí donde pueda escuchar o cantar los pasatiempos del Señor, el Señor está presente en persona (yatra gāyanti mad-bhaktāḥ tatra tiṣṭhāmi nārada). Si los devotos puros se reúnen para cantar, escuchar y hablar acerca de la Suprema Personalidad de Dios, el lugar en que se reúnen se vuelve Vaikuṇṭha. El devoto no necesita orar al Señor pidiéndole la elevación al mundo Vaikuṇṭha. El devoto puro puede convertir cualquier lugar en Vaikuṇṭha o Vṛndāvana mediante el sencillo método de cantar sin ofensas las glorias del Señor. Los Pracetās oran pidiendo una oportunidad de escuchar las glorias del Señor en toda forma de vida (bhave bhave). Aunque la entidad viviente transmigra de un cuerpo a otro, el devoto no está particularmente deseoso de detener ese proceso. Caitanya Mahāprabhu ora: mama janmani janmanīśvare bhavatād bhaktir ahaitukī tvayi: «Mi querido Señor, que pueda estar vida tras vida fijo en Tu servicio devocional». Por humildad, el devoto no se considera merecedor de la elevación al mundo espiritual. Siempre se considera contaminado por las modalidades de la naturaleza material. Tampoco tiene necesidad de pedir la liberación de las modalidades de la naturaleza material. El servicio devocional se encuentra de por sí en la posición trascendental; por lo tanto, no tiene sentido pedir esa ventaja especial. La conclusión es que el devoto puro no está ansioso por detener el ciclo de nacimientos y muertes, sino que su deseo es siempre estar en compañía de otros devotos que se ocupen en cantar y escuchar las glorias del Señor.