ES/SB 9.4.15-16

Revision as of 10:31, 3 February 2019 by Jenny (talk | contribs) (Srimad-Bhagavatam Compile Form edit)
(diff) ← Older revision | Latest revision (diff) | Newer revision → (diff)

Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTOS 15-16

śrī-śuka uvāca
ambarīṣo mahā-bhāgaḥ
sapta-dvīpavatīṁ mahīm
avyayāṁ ca śriyaṁ labdhvā
vibhavaṁ cātulaṁ bhuvi
mene 'tidurlabhaṁ puṁsāṁ
sarvaṁ tat svapna-saṁstutam
vidvān vibhava-nirvāṇaṁ
tamo viśati yat pumān


PALABRA POR PALABRA

śrī-śukaḥ uvāca—Śrī Śukadeva Gosvāmī dijo; ambarīṣaḥ—el rey Ambarīṣa; mahābhāgaḥ—el muy afortunado rey; sapta-dvīpa-vatīm—compuesto de siete islas; mahīm—el mundo entero; avyayām ca—e inagotable; śriyam—belleza; labdhvā—tras alcanzar; vibhavam ca—y opulencias; atulam—ilimitadas; bhuvi—en esta Tierra; mene—decidió; ati-durlabham—que rara vez se logra; puṁsām—de muchas personas; sarvam—todo (él había obtenido); tat—lo que; svapna-saṁstutam—como imaginado en un sueño; vidvān—entender completamente; vibhava-nirvāṇam—la aniquilación de esa opulencia; tamaḥ—ignorancia; viśati—caída en; yat—debido a la cual; pumān—una persona.


TRADUCCIÓN

Śukadeva Gosvāmī dijo: Mahārāja Ambarīṣa, la más afortunada personalidad, obtuvo el gobierno del mundo entero, que está compuesto de siete islas; su prosperidad y su opulencia en la Tierra fueron inagotables e ilimitadas. Aunque esa posición rara vez se alcanza, Mahārāja Ambarīṣa no le dio la menor importancia, pues sabía perfectamente que toda aquella opulencia era material y que, como las cosas imaginadas en los sueños, acabaría destruida. El rey sabía que esa opulencia, en manos de un no devoto, se convierte en la causa de su progresivo hundimiento en la modalidad de la oscuridad de la naturaleza material.


SIGNIFICADO

Para el devoto, la opulencia material es algo insignificante, mientras que, para el no devoto, esa misma opulencia es la causa de un cautiverio cada vez mayor. Esto es así porque el devoto sabe que todo lo material es temporal, mientras que el no devoto considera que la supuesta felicidad material lo es todo, y olvida la senda de la autorrealización. Así, al no devoto, la opulencia material le resta posibilidades en la senda del avance espiritual.