ES/SB 10.13.61

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Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 61

tatrodvahat paśupa-vaṁśa-śiśutva-nāṭyaṁ
brahmādvayaṁ param anantam agādha-bodham
vatsān sakhīn iva purā parito vicinvad
ekaṁ sa-pāṇi-kavalaṁ parameṣṭhy acaṣṭa


PALABRA POR PALABRA

tatra—allí (en Vṛndāvana); udvahat—adoptar; paśupa-vaṁśa-śiśutva-nāṭyam—el papel de niño en una familia de pastores de vacas (Kṛṣṇa Se llama también Gopāla, «el que mantiene a las vacas»); brahma—la Verdad Absoluta; advayam—sin par; param—el Supremo; anantam—ilimitado; agādha-bodham—con ilimitado conocimiento; vatsān—los terneros; sakhīn—y Sus amigos, los niños; iva purā—igual que antes; paritaḥ—por todas partes; vicinvat—buscar; ekam—solo, por Sí mismo; sa-pāṇi-kavalam—con un poco de comida en la mano; parameṣṭhī—el Señor Brahmā; acaṣṭa—vio.


TRADUCCIÓN

El Señor Brahmā vio entonces a la verdad absoluta, que es uno sin par, que posee conocimiento pleno y es ilimitado, haciendo el papel de un niño pequeño en una familia de pastores de vacas; al igual que antes, estaba solo, con un poco de comida en la mano, buscando por todas partes a los terneros y a Sus amigos los vaqueritos.


SIGNIFICADO

En este verso es significativa la palabra agādha-bodham, que significa «pleno de conocimiento ilimitado». El conocimiento del Señor es ilimitado, de modo que no es posible hallar dónde termina, del mismo modo que no se puede medir el mar. ¿Hasta dónde llega nuestra inteligencia en comparación con la inmensa extensión de agua que es el mar? En mi viaje a América, ¡qué insignificante era el barco en medio del océano! La inteligencia de Kṛṣṇa es como el océano, pues ni siquiera podemos imaginar su inmensidad. Lo mejor es, por lo tanto, entregarse a Kṛṣṇa. No tratemos de medir a Kṛṣṇa.

La palabra advayam, que significa «uno sin par», también es significativa. Cubierto por la māyā de Kṛṣṇa, Brahmā creía que era el Supremo. En el mundo material, todos piensan: «Yo soy el mejor del mundo. Yo lo sé todo». Pensamos: «¿Por qué tendría yo que leer el Bhagavad-gītā? Yo lo sé todo. Tengo mi propia interpretación». Brahmā, sin embargo, logró entender que la Personalidad Suprema es Kṛṣṇa. Īśvaraḥ paramaḥ kṛṣṇaḥ. Esa es la razón por la que Kṛṣṇa recibe también el nombre de parameśvara.

Brahmā veía ahora a Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, manifestándose en Vṛndāvana en la forma de un pastorcillo de vacas, no haciendo gala de Su opulencia, sino con la actitud de un niño inocente que, con un poco de comida en la mano, Se paseaba con Sus amigos los pastorcillos y con los terneros y las vacas. Brahmā no vio a Kṛṣṇa en Su forma de catur-bhuja, el opulento Nārāyaṇa; simplemente veía a un inocente niño. Sin embargo, se daba cuenta de que Kṛṣṇa, pese a no manifestar Su poder, era la mismísima Persona Suprema. Por lo general, la gente no aprecia a los demás mientras no realizan algo maravilloso, pero en aquella situación, aunque Kṛṣṇa no estaba haciendo nada fuera de lo común, Brahmā supo comprender que tenía ante sí al amo de toda la creación, aquella persona maravillosa, en la forma de un niño común y corriente. Brahmā oró entonces: govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi: «Tú eres la persona original, la causa de todo. Yo me postro ante Ti». Así lo había comprendido. Tam ahaṁ bhajāmi. Eso es lo que se requiere. Vedeṣu durlabham: El conocimiento védico no basta para llegar a Kṛṣṇa. Adurlabham ātma-bhaktau: Pero si somos devotos, podemos comprenderle. Teniendo esto en cuenta, Brahmā actuó como devoto. Al principio estaba orgulloso de ser Brahmā, el señor del universo, pero ahora había comprendido: «He aquí al Señor del universo. Yo no soy más que un insignificante agente Suyo. Govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi».

Kṛṣṇa actuaba como un actor de teatro. Como Brahmā tenía un poco de prestigio falso, y pensaba que poseía cierto poder, Kṛṣṇa le hizo ver su verdadera posición. Algo parecido ocurrió cuando Brahmā fue a ver a Kṛṣṇa a Dvārakā. Cuando el portero anunció al Señor Kṛṣṇa la llegada del Señor Brahmā, Kṛṣṇa constestó: «¿Qué brahmā? Pregúntale qué brahmā». El portero hizo la pregunta a Brahmā, y este se sorprendió. «¿Es que hay algún brahmā aparte de mí?», pensó. Cuando el portero informó al Señor Kṛṣṇa: «Es el brahmā de cuatro cabezas», el Señor Kṛṣṇa dijo: «¡Ah, el de cuatro cabezas!, llama a otros, para que vea». Esa es la posición de Kṛṣṇa. Para Kṛṣṇa, el brahmā de cuatro cabezas es insignificante, por no mencionar a los «científicos de cuatro cabezas». Los científicos materialistas creen que, aunque este planeta Tierra está lleno de opulencias, todos los demás están desiertos. Como solo saben especular, llegan a esa conclusión científica. Pero el Bhāgavatam nos indica que todo el universo está lleno por todas partes de entidades vivientes. El desatino de los científicos es tal que, aunque no saben nada, descarrían a la gente presentándose ante ellos como científicos, filósofos y hombres de conocimiento.