ES/SB 4.26.26

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Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 26

tan me prasīda suhṛdaḥ kṛta-kilbiṣasya
svairaṁ gatasya mṛgayāṁ vyasanāturasya
kā devaraṁ vaśa-gataṁ kusumāstra-vega
visrasta-pauṁsnam uśatī na bhajeta kṛtye


PALABRA POR PALABRA

tat—por lo tanto; me—conmigo; prasīda—sé bondadosa; su-hṛdaḥ—amigo íntimo; kṛta-kilbiṣasya—haber cometido actividades pecaminosas; svairam—independientemente; gatasya—que se fue; mṛgayām—a cazar; vyasana-āturasya—bajo la influencia del deseo lujurioso; —qué mujer; devaram—al esposo; vaśa-gatam—bajo su control; kusuma-astra-vega—herido por la flecha de Cupido; visrasta—disparada; pauṁsnam—su paciencia; uśatī—muy hermosa; na—nunca; bhajeta—abrazaría; kṛtye—en su justo deber.


TRADUCCIÓN

Mi querida reina, debido a mis deseos pecaminosos me fui al bosque a cazar sin pedirte permiso. Por eso debo admitir que te he ofendido. Aun así, si recuerdas que soy tu servidor más íntimo, debes sentirte muy satisfecha conmigo. Lo cierto es que estoy desconsolado, pero Cupido me está hiriendo con sus flechas y siento deseos lujuriosos. ¿Qué mujer hermosa abandonaría a su esposo en esas circunstancias, negándose a unirse con él?


SIGNIFICADO

El hombre y la mujer se desean el uno al otro; ese es el principio básico de la existencia material. En general, las mujeres siempre procuran estar hermosas, para atraer con sus encantos a sus lujuriosos esposos. Cuando un hombre lujurioso se muestra fogoso ante su esposa, ella se aprovecha para disfrutar de la vida. Por lo general, ante el acoso de un hombre —ya sea su esposo o cualquier otro hombre—, la mujer disfruta, pues es demasiado lujuriosa. En otras palabras, cuando la inteligencia se usa correctamente, tanto el intelecto como la persona inteligente disfrutan el uno del otro con gran satisfacción. Como se afirma en el Śrīmad-Bhāgavatam (7.9.45):


yan maithunādi-gṛhamedhi-sukhaṁ hi tucchaṁ
kaṇḍūyanena karayor iva duḥkha-duḥkham


La verdadera felicidad de los karmīs es la vida sexual. Trabajan con tesón fuera de casa, y después de su ardua labor, regresan a casa y buscan saciarse en el disfrute de la vida sexual. El rey Purañjana fue al bosque a cazar, y después de una intensa jornada, regresó a casa para disfrutar de la vida sexual. Si un hombre vive fuera de casa, pasando la semana en una ciudad o en cualquier otro sitio, cuando llega el fin de semana está muy ansioso de regresar a casa y disfrutar con su esposa de la vida sexual. Esto se confirma en el Śrīmad-Bhāgavatam: yan maithunādi-gṛhamedhi-sukhaṁ hi tuccham. Los karmīs trabajan sin parar simplemente para gozar del disfrute sexual. En los tiempos actuales, la sociedad humana ha mejorado el nivel de vida materialista, induciendo por diversos medios a la gente a que se entregue a la vida sexual sin restricciones. Donde más se puede constatar este hecho es en el mundo occidental.


Así terminan los significados de Bhaktivedanta correspondientes al capítulo vigesimosexto del Canto Cuarto del Śrīmad-Bhāgavatam, titulado: «La cacería de Purañjana provoca el enfado de la reina».