ES/SB 7.4.20

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Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 20

evam aiśvarya-mattasya
dṛptasyocchāstra-vartinaḥ
kālo mahān vyatīyāya
brahma-śāpam upeyuṣaḥ


PALABRA POR PALABRA

evam—de este modo; aiśvarya-mattasya—de aquel que está ebrio de opulencia; dṛptasya—muy orgulloso; ut-śāstra-vartinaḥ—violando los principios regulativos que se mencionan en los śāstras; kālaḥ—duración de tiempo; mahān—una gran; vyatīyāya—pasó; brahma-śāpam—una maldición de brāhmaṇas excelsos; upeyuṣaḥ—habiendo recibido.


TRADUCCIÓN

De ese modo, Hiraṇyakaśipu pasó mucho tiempo muy orgulloso de sus opulencias y violando las leyes y regulaciones que se mencionan en los śāstras autoritativos. De este modo fue víctima de una maldición de los cuatro Kumāras, que eran grandes brāhmaṇas.


SIGNIFICADO

Muchos han sido los ejemplos de demonios que, después de obtener opulencias materiales, se han vuelto tan exageradamente orgullosos que han violado las leyes y regulaciones de los śāstras autoritativos. Ese fue el comportamiento de Hiraṇyakaśipu. Como se afirma en el Bhagavad-gītā (16.23):


yaḥ śāstra-vidhim utsṛjya
vartate kāma-kārataḥ
na sa siddhim avāpnoti
na sukhaṁ na parāṁ gatim


«Aquel que hace a un lado las disposiciones de las Escrituras y actúa según sus propios caprichos, no consigue ni la perfección, ni la felicidad, ni el destino supremo». La palabra śāstra se refiere a aquello que regula nuestras actividades. No podemos violar ni transgredir las leyes y principios regulativos que se mencionan en los śāstras. Esto se confirma repetidas veces en el Bhagavad-gītā:


tasmāc chāstraṁ pramāṇaṁ te
kāryākārya-vyavasthitau
jñātvā śāstra-vidhānoktaṁ
karma kartum ihārhasi


«Mediante las regulaciones de las Escrituras, debes entender lo que es tu deber y lo que no lo es. Conociendo esas reglas y regulaciones, actúa de manera que, gradualmente, vayas elevándote» (Bg. 16.24). Debemos actuar conforme a las directrices de los śāstras; pero la energía material es tan poderosa que, en el momento en que obtenemos opulencia material, comenzamos a transgredir las leyes de los śāstras. Y cuando violamos esas leyes, entramos en el sendero de la destrucción.