ES/660812 - Clase BG 04.34 - Nueva York

His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda



660812BG-Nueva York, 12 agosto 1966 - 49:53 minutos



Prabhupāda:

tad viddhi praṇipātena
paripraśnena sevayā
upadekṣyanti te jñānaṁ
jñāninas tattva-darśinaḥ
(BG 4.34)

Ahora bien, este verso lo hemos discutido en nuestra última reunión. Śrī Kṛṣṇa, el Señor Kṛṣṇa afirma que, de todos los sacrificios que se supone hemos de realizar, el mejor sacrificio es adquirir conocimiento, adquirir conocimiento. Porque todo, nuestra vida material condicionada se debe a la ignorancia. Por lo tanto, el fin de los sacrificios, penitencias, yoga y debates filosóficos, todo, ha de ser la adquisición de conocimiento.

E incluso ese campo de conocimiento también… Por supuesto, el conocimiento trascendental se contempla desde tres diferentes, tres diferentes ángulos, conocimiento acerca del Brahmavāda, o la Verdad Absoluta impersonal, conocimiento acerca de Paramātmā, la Súperalma localizada; y el conocimiento acerca de Bhagavān, la Suprema Personalidad de Dios. La primera etapa del desarrollo del conocimiento consiste en comprender, “Yo no soy este cuerpo. Soy alma espiritual, y la finalidad de mi existencia debe ser abandonar el enredo material”. Eso es conocimiento. Eso es el principio del conocimiento.

Y ese conocimiento, cuando se desarrolla gradualmente… La primera, la primera etapa del conocimiento es la realización impersonal del Brahman, y la siguiente etapa es la realización de la Súperalma, y la última etapa es la comprensión de la Suprema Personalidad de Dios. En el Śrīmad-Bhāgavatam podemos leer que es posible comprender tattva, la Verdad Absoluta, bajo tres aspectos, brahmeti paramātmeti bhagavān iti śabdyate (SB 1.2.11). Brahman, significa la Verdad Absoluta impersonal, y Paramātmā significa la Súperalma, y Bhagavān significa la Suprema Personalidad de Dios. La Suprema Personalidad de Dios es Kṛṣṇa.

Paramātmā y Bhagavān. Y el Bhāgavatam, después de describir diferentes manifestaciones de Viṣṇu o Dios, afirma: kṛṣṇas tu bhagavān svayaṁ: “Bhagavān, la Suprema Personalidad de Dios, es Kṛṣṇa”.

Dios se manifiesta de muy distintas maneras. Nosotros, entidades vivientes, somos también extensiones de Dios. Hay diferentes grados de extensión y el origen, o Señor primigenio, es Śrī Kṛṣṇa. Hay muchas miles de encarnaciones de Dios. El Śrīmad-Bhāgavatam, después de ofrecer una lista de diferentes encarnaciones, concluye, ete cāṁśa-kalāḥ puṁsaḥ kṛṣṇas tu bhagavān svayam. El autor del Bhāgavatam llega a la conclusión de que todas las encarnaciones de Dios, o son manifestaciones plenarias de Kṛṣṇa o manifestación de otra manifestación plenaria. Y, del mismo modo en que advienen las encarnaciones, también adviene Kṛṣṇa en persona. Y Él afirma que adviene siempre que se produce un aumento de la irreligión. Por lo tanto, a Él se Le acepta como a la Suprema Personalidad de Dios original.

En el Brahma-saṁhitā, otro texto védico, se confirma también que:

īśvaraḥ paramaḥ kṛṣṇaḥ
sac-cid-ānanda-vigrahaḥ
anādir ādir govindaḥ
sarva-kāraṇa-kāraṇam
(BS 5.1)

Hay muchos dioses. En cierto sentido nosotros también somos dios. El significado literal del término “dios” es “controlador”, īśvara. Cada uno de nosotros dispone de una cierta capacidad de control. Controlamos la familia, el despacho, el estado o el municipio. Todos somos controladores, pero ninguno de nosotros es el controlador supremo.

Brahmā es el controlador del universo. Existen innumerables universos e innumerables Brahmās. Y su controlador es Garbhodakaśāyī Viṣṇu. A Garbhodakaśāyī Viṣṇu lo controla Mahā-Viṣṇu. Mahā-Viṣṇu es controlado por Saṅkarṣaṇa. A Saṅkarṣaṇa lo controla Nārāyaṇa. A Nārāyaṇa, Vāsudeva. A Vāsudeva, Baladeva. Y a Baladeva lo controla Kṛṣṇa. Por eso Kṛṣṇa dice en el Bhagavad-gītā: mattaḥ parataraṁ nānyat asti kiñcid dhanañjaya: “Mi querido Arjuna, nadie hay superior a Mí”. Y Arjuna lo acepta: “Tú eres asamordhva, nadie es igual a Ti y nadie es superior a Ti”.

Y nuestros Gosvāmīs de Vṛndāvana… Eran seis Gosvāmīs Eran grandes estudiosos pertenecientes a nuestra línea espiritual, en especial Jīva Gosvāmī. Analizaron las características de la Verdad Absoluta, la Personalidad de Dios, y demostraron que Kṛṣṇa cuenta con todas las cualidades que corresponden al Supremo. Nārāyaṇa cuenta con el noventa y cuatro por ciento de las cualidades trascendentales de la Verdad Absoluta, el Señor Śiva con el ochenta y cuatro por ciento y nosotros, entidades vivientes, disponemos del setenta y ocho por ciento. Y esas cualidades las detentamos únicamente en parte, no en su totalidad.

Pues bien, Kṛṣṇa afirma que el acopio de conocimiento es el mejor tipo de sacrificio. En el Gita se mencionan distintas clases de sacrificios, o yajña: dravya-yajña (el sacrificio de las posesiones personales), jñāna-yajña (sacrificio en conocimiento), yoga-yajña (sacrificio en el yoga). Sin embargo, aquí vemos que Kṛṣṇa concluye que todos los sacrificios son simplemente escalones hasta alcanzar el conocimiento verdadero. Aquí, en Nueva York, tienen el Empire State Building. Pueden subir hasta el piso veinticinco, el cincuenta, el setenta, setenta y cinco, ochenta. Pero hasta que no lleguen al piso ciento dos, no habrán llegado al destino. El Señor Kṛṣṇa dice en el Bhagavad-gītā: bahūnāṁ janmanām ante jñānavān mam prapadyate. Después de muchos, muchos nacimientos cultivando el conocimiento, una vez se alcanza el conocimiento verdadero llega la entrega al Supremo Señor, Kṛṣṇa. Este es el más elevado nivel de conocimiento. Kṛṣṇa aconseja a Arjuna, sarva-dharmān parityajya mam ekaṁ śaraṇam vraja: “Puesto que tú eres Mi muy confidencial amigo, Te comunico que no debes preocuparte de ninguna otra cosa. Tan sólo entrégate a Mí”. Este es el conocimiento más confidencial.

Si llevan a cabo un estudio analítico de las Escrituras védicas, descubrirán que el conocimiento último consiste en entregarse a Kṛṣṇa. ¿Qué clase de entrega? Entrega con pleno conocimiento. Después de examinar a fondo todos los procesos de conocimiento del yo, o comprensión trascendental, cuando se llega al nivel de la perfección se entiende vāsudevaḥ sarvaṁ iti: “Vāsudeva, Kṛṣṇa, es todo”. Esto lo confirma el Brahma-saṁhitā:

īśvaraḥ paramaḥ kṛṣṇaḥ
sac-cid-ānanda-vigrahaḥ
anādir ādir govindaḥ
sarva-kāraṇa-kāraṇam
(BS 5.1)

Sarva-kāraṇa-kāraṇam significa la causa de todas las causas. Yo tengo mi cuerpo, y la causa de dicho cuerpo fue mi padre. Y su padre fue la causa del cuerpo de mi padre. Sigan la búsqueda: padre, padre del padre, su padre, abuelo, bisabuelo… No crean que, porque no sean capaces de ver a su tatarabuelo, su abuelo no tuvo padre. No piensen: “Lo que no se encuentra ante mis ojos no existe”. No. Esa conclusión no es muy inteligente. El que yo no sea capaz de ver lo que está ocurriendo tras esa pared no significa que no haya nada tras ella.

Todo el mundo quiere ver a Dios de manera inmediata, pero sólo podrán ver a Dios cuando se encuentren perfectamente capacitados. Cuando dispongan del conocimiento perfecto podrán ver a Dios cara a cara, igual que me están viendo a mí y yo puedo verlos a ustedes. Pero ello requiere una preparación. Y la conciencia de Kṛṣṇa es esa capacitación.

La conciencia de Kṛṣṇa comienza con śravaṇaṁ kīrtanam (SB 7.5.23), oír y cantar. Debemos oír acerca de Kṛṣṇa. El Śrīmad Bhagavad-gītā es el estudio preliminar para comprender u oír acerca de Él.

Yo vine a su país, los Estados Unidos de América, después de oír acerca de él. En mi infancia oí hablar de él al estudiar historia o geografía. Primero oí. Lo primero que hice no fue venir. Así que, al escuchar comprendí: “Oh, es un país maravilloso, y está muy lejos, y si yo fuera…”. De modo similar, puede que primero oigan hablar de la India y luego piensen en ir allí.

Si queremos ver a Dios, primero debemos de oír hablar de Él. Ese es el proceso. El proceso consciente de Kṛṣṇa comienza con śravaṇaṁ. Luego viene kīrtanam. Kīrtanam significa cantar, repetir las glorias de Kṛṣṇa, Su santo nombre, Su forma, Sus cualidades. Esto es la relación con Kṛṣṇa, pues Kṛṣṇa, o Dios, es absoluto. Él no es distinto de Su nombre, Sus cualidades, Su forma, Sus pasatiempos. Y escuchar o cantar las cualidades, o forma, o nombre del Supremo, del Absoluto, significa estar en compañía del Supremo. Eso es relación trascendental directa. Y en la medida en que estamos en contacto con Kṛṣṇa, Él nos ayuda a comprenderle.

En el Śrīmad-Bhāgavatam encontraremos el siguiente verso:

śṛṇvatāṁ sva-kathāḥ kṛṣṇaḥ
puṇya-śravaṇa-kīrtanaḥ
hṛdy antaḥ-stho hy abhadrāṇi
vidhunoti suhṛt satām
(SB 1.2.17)

Suhṛt satām. Kṛṣṇa está sentado en su corazón. Desde allí actúa como su maestro espiritual, chaitya-guru. Escuchar krishna-katha, temas relacionados con Kṛṣṇa, es punya-sravana-kirtanah: aunque no lo comprendan acrecentará su virtud. Debido a haber pasado tantos años en relación con la materia, hemos acumulado múltiples cosas sucias en nuestro corazón. El corazón se va limpiando gradualmente si escuchamos acerca de Kṛṣṇa.

Sri Kṛṣṇa es el amigo de todos, aunque Él es, de manera especial, amigo del devoto. Esto lo pueden leer en el Bhagavad-gītā: Śamo ‘ham sarva-bhutesu na me dveso ‘sti na priyah: “Yo soy el amigo de todos. En realidad, nadie es Mi enemigo y nadie es Mi amigo, porque soy ecuánime con todos”. Sama significa “ecuánime”. Ye bhajanti tu mam bhaktyā mayi te teṣu: “Sin embargo, otorgo una atención especial a aquella persona que se encuentra dedicada a Mi servicio devocional”. Por consiguiente, uno de los nombres de Kṛṣṇa es suhrt satam. Suhrt significa “amigo”. Y satam significa “aquellos que buscan la vida eterna”.

En el mundo material no se consigue nada eterno; todo es temporal. Por lo tanto, el mundo material recibe el nombre de asat. La cita védica dice asato ma sad gamah: “No se queden en el mundo temporal. Busquen el mundo eterno”. Tamasi majyotir gamah: “No permanezcan en la oscuridad. Vayan al reino de la luz”. Son citas védicas.

Kṛṣṇa se encuentra en su corazón. Por ello, tan pronto como demostramos una cierta inclinación hacia Kṛṣṇa, Él, desde dentro de nuestro corazón, nos da una indicación favorable para que podamos progresar de manera gradual. Kṛṣṇa es el primer maestro espiritual, pero cuando crezca nuestro interés, hemos de acudir al maestro espiritual físico. Eso es lo que afirma el verso de hoy. Kṛṣṇa aconseja: “Si deseas conocer la ciencia trascendental, simplemente trata de acercarte a alguien que la conozca”.

Kṛṣṇa menciona los términos praṇipātena, paripraśnena, y sevayā. Praṇipātena significa entrega. Deben seleccionar a aquella persona a la que puedan entregarse. A nadie le gusta entregarse a otra persona. Nos enorgullecemos de la más pequeña muestra de conocimiento que obra en nuestro poder: “Oh, ¡no hay nadie que pueda darme conocimiento!”. Hay mucha propaganda relativa a que no hay ninguna necesidad de buscar un maestro espiritual para alcanzar la plenitud espiritual. Pero la literatura védica, el Bhagavad-gītā, el Bhāgavatam, y los Upaniṣads, no dicen lo mismo. Allí se afirma que es necesario un maestro espiritual.

Tomemos por ejemplo los Upaniṣads. En los Upaniṣads védicos se dice: tad vijñanartham sa gurum evabhigacchet (…) srotriyam brahma-nistham: “Si deseas aprender los temas trascendentales, debes acudir a un guru“.

También en el mundo material, si se desea aprender música, hay que acudir a un músico. Sin contar con la ayuda de un músico nadie puede aprender música.

Supongamos que alguien desea ser ingeniero. Deberá matricularse en la escuela técnica o en la facultad correspondiente y, allí, aprender. Y nadie puede ser médico con tan sólo comprar algunos libros en el mercado y leerlos en su casa. No es posible. Tienen que acudir a la facultad de medicina, aceptar las enseñanzas que allí se imparten y superar los exámenes. De manera similar, si quieren aprender el Bhagavad-gītā o cualquier tema trascendental, tienen que hacerlo de la manera que el Señor Kṛṣṇa lo instruye aquí. Él es el recitador del Gītā, y Él afirma: tad viddhi praṇipātena paripraśnena sevayā: “Debes acudir a una persona a la que puedas entregarte”.

Lo cual significa que tienen que determinar: “¿Quién es la persona que puede ofrecerme instrucciones sobre el Bhagavad-gītā?”. No tienen que buscar de manera caprichosa. Deben buscar seriamente a aquella persona que tenga verdadero conocimiento. Porque si no, ¿de qué sirve el entregarse? No habrá necesidad alguna de entregarse. Sin embargo, aquí se afirma con toda claridad: “Debes entregarte a esa persona”. Lo cual significa que tienen que encontrar a aquella persona a la que, de manera voluntaria, se puedan entregar. Sin encontrar a dicha persona, no se cumplirá su misión.

Al comienzo, Arjuna hablaba con Kṛṣṇa como si se tratara de un amigo. Kṛṣṇa decía: “Oh, tú eres un kṣatriya, un militar. ¿Cómo es posible que no luches?”. Tenían una conversación amistosa. Pero cuando Arjuna comprendió: “Nuestras charlas amistosas no son ninguna solución”, él se entregó a Kṛṣṇa. Sisyas te ‘ham sadhi mam tvam prapannam: “Soy un discípulo plenamente entregado a Ti. Por favor, dime cuál es mi deber”.

Ese es el proceso. También aquí Kṛṣṇa aconseja: “Si deseas aprender el Bhagavad-gītā, tienes que acudir a una persona a la que puedas entregarte”. No una entrega ciega. Tienen que ser capaces de preguntar. La cualidad siguiente es paripraśnena, preguntar. Sin preguntar no es posible avanzar. Aquel estudiante que en la universidad pregunta a sus profesores es inteligente. Incluso aquel niño que pregunta a su padre: “Padre, ¿qué es esto?, ¿qué es esto?”, demuestra su inteligencia.

Es necesario preguntar. No hay que pensar: “Ya he encontrado un buen maestro espiritual, tiene mucho conocimiento. Está bien, me he puesto a su disposición, mis esfuerzos han acabado”. No, eso no está bien. Es posible que tengan un buen maestro espiritual, pero si no cuentan con la energía necesaria para hacerle preguntas, no podrán avanzar.

Y ¿cómo hay que preguntar? Sin retos. No deben pensar: “Voy a comprobar qué clase de maestro espiritual es. Voy a desafiarle con algunas preguntas intrascendentes y a parlotear sin sentido”. Esa postura no será de ayuda alguna. Hagan preguntas oportunas. Paripraśnena significa hacer preguntas oportunas, y esas preguntas deben ir acompañadas de sevayā, servicio. No hay que pensar: “Le he hecho muchas cosas a tal persona y no le he ofrecido servicio alguno, ni le he pagado nada, yo he ganado”. No. Sin servicio sus preguntas serán inútiles.

En este verso se mencionan, pues, tres aspectos: pranipata, pariprasna y seva. Pranipata (entrega) implica que al menos deben tener la capacidad de encontrar a aquella persona adecuada para darles instrucciones reales. Eso es cuenta suya. Supongamos, por ejemplo, que tienen que comprar oro o joyas. Si no saben cómo comprar, si van a una tienda de comestibles a comprar una joya, los engañarán. Si se acercan al tendero y le preguntan: “¿Me podría vender un diamante?”. Él se dará cuenta: “Vaya un tonto, le voy a vender cualquier cosa por cuenta del diamante”. Les cobrará lo que le parezca. Y al regresar a casa, su familia les preguntará: “¿Qué has comprado?”. “Un diamante, lo compré en la tienda de comestibles”.

Buscar un maestro espiritual, como en el ejemplo, no servirá de nada. Deben ser un poco inteligentes, pues sin inteligencia no es posible hacer progreso espiritual. El Vedānta-sūtra afirma: athāto brahma-jijñāsā. Brahma-jijñāsā significa preguntar sobre el tema supremo, Brahman. Lo cual exige cierta capacidad. Esa capacidad la explica el término atha. Atha se refiere a aquellos que poseen la experiencia relativa a la miserable existencia en el mundo material. Ellos pueden preguntar acerca de la Verdad Absoluta, sobre la vida espiritual.

De la misma manera, el Śrīmad-Bhāgavatam dice: tasmād gurum prapadyeta jijñasuh sreya uttamam. Uttamam significa udgata-tamam: trascendental. Tama quiere decir oscuridad. Todo lo de este mundo material se encuentra sumido en la oscuridad, pues el mundo material es oscuro. Todo el mundo, todo el universo, es oscuro. Es por ello que es necesaria la luz del sol, la de la luna, electricidad. Uttamam significa asuntos trascendentales que se encuentran más allá de la oscuridad. En el mundo espiritual no hay oscuridad.

Si alguien quiere preguntar acerca del mundo espiritual, debe encontrar un maestro espiritual. De otro modo, no hay necesidad alguna de un maestro espiritual. Supongamos que yo deseo tener un maestro espiritual, o deseo estudiar el Bhagavad-gītā o el Vedānta-sūtra con la finalidad de lograr algún beneficio material. Para eso no lo necesito. Para mejorar en la vida material lo único que hay que hacer es trabajar como hacen muchos, en una fábrica o en otra cosa. Eso es lo necesario. Pero si tienen algún tipo de interés en lo relacionado con el Brahman, los asuntos espirituales, entonces sí necesitan un maestro espiritual. Eso se afirma con toda claridad: tasmād gurum prapadyeta. Tasmād significa “por lo tanto”. “Por lo tanto, hay que ponerse a la disposición de un maestro espiritual”. ¿Quién debe ponerse a la disposición? Aquel que esté jijñasuh sreya uttamam, ansioso por comprender los asuntos trascendentales.

Esa misma instrucción la encontrarán en cualquier texto védico. Por ejemplo, el verso de hoy del Bhagavad-gītā afirma: jñāninas tattva-darśinaḥ. Jñānī quiere decir un hombre que posee el conocimiento perfecto. Conocimiento perfecto quiere decir aquel que posee una imaginación perfecta, no teórica, sino imaginación real referida a los asuntos espirituales. Tattva se refiere a la Verdad Absoluta. En el Bhagavad-gītā descubrirán que Kṛṣṇa es la tattva suprema, la suprema Verdad Absoluta.

Kṛṣṇa dice: manuṣyāṇāṁ sahas-resu kaścid yatati siddhaye: “De entre miles y miles de personas, unos pocos alcanzan la salvación espiritual”. No se espera que todo el mundo se esfuerce tras la salvación espiritual. Llegar a ser merecedor de ese anhelo requiere muchos, muchos años. De entre muchos, muchos miles de personas, hay una ansiosa por lograr la comprensión espiritual. Y de entre muchos de tales espiritualistas perfectos, es posible que alguno de ellos llegue a conocer a Kṛṣṇa. Por lo tanto, lo relacionado con Kṛṣṇa no es tan sencillo de comprender. Es muy difícil. Pero puede comprenderse de manera sencilla siguiendo el proceso descrito en el Bhagavad-gītā:

bhaktyā mam abhijanati
yavan yas casmi tattvataḥ
tato mam tattvato jñātvā
vísate tad-anantaram

Si aceptan bhakti, el servicio devocional, es posible comprender el difícil tema relacionado con Kṛṣṇa de manera muy sencilla. Abhijanati significa que puede entenderse a la perfección. Tattvataḥ significa la Verdad Absoluta, tal y como es. Es posible comprenderla. Tato mam tattvato jñātvā: después de comprender la ciencia de Kṛṣṇa perfectamente, se es digno de entrar en el reino espiritual.

Ahora bien, si después de muchos, muchos nacimientos, cuando he alcanzado el conocimiento perfecto, tengo que ponerme a la disposición de Kṛṣṇa, ¿por qué no ponerme ya a Su disposición? ¿Por qué he de esperar a que pasen tantos nacimientos? Y esa es una inteligente propuesta. Si la culminación de la perfección es la entrega a Kṛṣṇa, ¿por qué no aceptar esa perfección de manera inmediata?

Pero la gente está cargada de dudas. Una vez alguien me preguntó: “¿Cuánto se tarda en alcanzar la perfección de la conciencia de Kṛṣṇa?”.

Yo le respondí que la conciencia de Kṛṣṇa puede alcanzarse en un segundo, o es probable que no se consiga ni en miles de nacimientos y muertes.

Pero si comprendemos que después de alcanzar el pleno conocimiento hay que, en último término, entregarse a Kṛṣṇa, y que por hacerlo nos convertimos en grandes almas, ¿por qué no entregarse a Kṛṣṇa ya mismo? ¿Por qué no convertirnos en grandes almas de inmediato?

Pero no nos encontramos preparados para aceptar a Kṛṣṇa como Supremo de manera inmediata. Tenemos muchas dudas. Por lo tanto, para esclarecer todas esas dudas, existe el Bhagavad-gītā y el Śrīmad-Bhāgavatam. Si estudiamos atentamente estos dos libros, podremos comprender muy bien la ciencia de Kṛṣṇa y, así, nuestro progreso en la conciencia de Kṛṣṇa será definitivo.

Muchas gracias. Si hay alguna pregunta, pueden preguntar. (cortado)

Prabhupāda: El Brahman y la Súperalma, ya lo hemos estado comentando esta mañana... Tal vez porque sólo comenzamos el verso, se han olvidado. Es como, yo soy el alma, el alma espiritual. Mi lugar está dentro del corazón. Ahora, en la ciencia médica, han encontrado que el corazón es el centro de toda la vitalidad de este cuerpo. La ciencia materialista moderna ha encontrado que todo lo que comemos se va al estómago y se transforma en varios tipos de secreciones, y las secreciones importantes llegan al corazón y se vuelven rojas al llegar al corazón y desde el corazón de nuevo salen muchas venas que las distribuyen a las diferentes partes del cuerpo. Así que... Pero no pudieron encontrar de dónde viene el punto de la vitalidad. ¿De dónde viene esa vitalidad? Eso no pudieron encontrarlo. Ellos han localizado que ahí está la fuente de toda la energía.

En el Bhagavad-gītā encontrarán que Kṛṣṇa dice: mattaḥ matvā pravartate... Ahaṁ sarvasya prabhavo mattaḥ matvā pravartate (BG 10.8): “Yo soy el origen, la fuente de todo, y todo lo que se produce viene de Mí”. Del mismo modo, el alma es una porción fragmentaria de Kṛṣṇa y ahora los científicos modernos han localizado el punto desde donde vienen las energías. Ese punto está ahí, esa porción fragmentaria de Kṛṣṇa está en el corazón. Eso es Brahman. Y... Pero eso es una porción fragmentaria. Brahman significa esta porción fragmentaria, y el Brahman Supremo... ¿Cuál era la pregunta? ¿Brahman? La Súperalma. La Súperalma es Kṛṣṇa. La Súperalma es Kṛṣṇa, y nosotros..., yo soy, ustedes son, ustedes son el alma, nosotros somos jīva, y el alma Suprema es Kṛṣṇa. Este verso lo vamos a comentar mañana por la mañana, esta mañana sólo hemos llegado hasta ese punto. Hemos llegado justo hasta ese verso. La Súperalma, la Súperalma es el Señor Supremo. La Súperalma también está ahí. Están situados juntos. De los Upaniṣads védicos se obtiene esta información, que dos pájaros están sentados en un árbol. Un pájaro está comiendo los frutos, y el otro es simplemente testigo. El pájaro testigo es la Súperalma, y el pájaro que está disfrutando y sufriendo de la contaminación material o del apego, es el alma. ¿Está claro?

Devoto (1): ¿Quiere decir que Kṛṣṇa está ahí?

Prabhupāda: Kṛṣṇa... Sí. Él está en el (inaudible) Eres muy inteligente. Esa Súperalma también es una representación parcial de Kṛṣṇa. Es como el Sol, el Sol verdadero, y el reflejo del Sol. Si tienen miles de potes en su presencia verán el reflejo del Sol en esos miles de potes, pero el verdadero Sol es uno. Del mismo modo, la Súperalma es el reflejo de la realidad, el reflejo parcial del Supremo. ¿Está claro? Es como, están aquí, y a mediodía el Sol está sobre su cabeza, y a 5.000 millas de distancia si preguntan a alguien: “¿Dónde está el Sol?”, él dirá: “Oh, está sobre mi cabeza”. Si preguntan a muchas personas, muchos miles de personas en una dirección o en otra a 5.000 millas ellas dirán, todo el mundo dirá que: “El Sol está sobre mi cabeza”. De manera similar, aunque el Sol es uno, podemos percibir que está presente sobre la cabeza de todos, y de manera similar, aunque Kṛṣṇa es uno sin segundo, mediante un poder trascendental inconcebible, puede estar presente en el corazón de todos. Akhilātma-bhūtaḥ. Goloka eva nivasaty akhilātma-bhūtaḥ (BS 5.37). Ese es el poder de Kṛṣṇa. Ese es el poder de la Súperalma. Nosotros no podemos hacerlo. Supongan que yo estoy sentado aquí y ustedes están sentados aquí. No están en su casa. Yo no estoy en la India, estoy sentado aquí. Yo no puedo estar simultáneamente en la India y en Estados Unidos. Eso no es posible, porque yo no soy la Súperalma. Pero la Súperalma puede estar presente en todas partes. Verán esta explicación en el Capítulo Trece del Bhagavad-gītā. Ahora estamos comentando el Cuarto Capítulo. Cuando lleguen al Capítulo Trece, este punto se explicará más claramente.

Pregunta: (inaudible) (cortado)

Prabhupāda: …sobre el maestro espiritual. Así que tu pregunta debería haber sido sobre el tema del maestro espiritual porque queremos que las preguntas se hagan sobre el tema que hemos comentado en el significado. Esta es también una pregunta pertinente, porque la vamos a leer en el Bhagavad-gītā. Ahora hemos comentado sobre la posición del maestro espiritual. Ahora bien, si tienen alguna pregunta sobre eso, sobre la relación entre el maestro espiritual y el discípulo, si tienen alguna duda, si tienen alguna pregunta, pueden hacerla.

Devoto (1): Si uno se entrega a un maestro espiritual, ¿cuál es entonces su relación con Kṛṣṇa?

Prabhupāda: Oh. El maestro espiritual es el representante de Kṛṣṇa. Por lo tanto, entregarse al maestro espiritual significa entregarse a Kṛṣṇa. Él es genuino. El maestro espiritual es igual..., es como acabo de explicar en el śloka, hṛdy antaḥ-stho hy abhadrāṇi vidhunoti suhṛt satām. Trataré de relacionar una bonita historia a este respecto, la historia de Dhruva Mahārāja. Dhruva Mahārāja era un niño que fue insultado por su madrastra, y fue a su propia madre y oró: “Mi querida madre” —él sólo tenía cinco años— “mi madrastra me ha insultado de esta manera. Yo estaba sentado en el regazo de mi padre y ella me arrastró fuera. Ella me dijo que ‘tú no puedes sentarse en el regazo de tu padre’ “. Él era el hijo del rey, y se sintió insultado y fue a su madre y lloró. Entonces le preguntó a su madre: “¿Cuál es el remedio?”. Debido a que era el hijo de un kṣatriya, estaba muy resentido y su madre le aconsejó: “Mi querido hijo, tu padre no se preocupa por mí y no escuchará nada de lo que yo diga. Sólo si Dios te ayuda podrás vengarte”. Entonces -él era un niño- dijo: “Oh, ¿dónde está Dios?”. Entonces la madre respondió: “Oh, entendemos que Dios está en el bosque. Alguien va al bosque y comprende a Dios, pero tú no puedes ir, mi querido hijo”. “No, voy a ir”, y se fue al bosque. Él fue al bosque, y le preguntó al tigre: “Oh, ¿tú eres Dios?”, y al elefante: “¿Tú eres Dios?”, tal como un niño. Entonces, debido a que él era tan serio, y porque Dios está dentro de él..., a él se le envió Nārada: “Ve donde ese niño. Debido a que está ansioso ese es el verdadero punto (inaudible). Trata de ayudarlo”. Este es el proceso. Cuando estamos seriamente ansiosos por entender la ciencia de Dios, entonces Dios que está dentro de nosotros creará una relación con un maestro espiritual que les iluminará cada vez más y más. El maestro espiritual es prácticamente el representante de Kṛṣṇa. Ahora, depende de mí. Ye yathā māṁ prapadyante tāṁs tathaiva bhajāmy aham (BG 4.11). Dependiendo del grado de mi seriedad, de si estoy serio en la percepción del Señor Supremo, conseguiré un maestro espiritual que me pueda dar información del Señor Supremo. Pero si quieren otra cosa, entonces Kṛṣṇa también les ayudará de esa manera y obtendrán otra cosa. Ye yathā māṁ prapadyante. El maestro espiritual es el representante de Kṛṣṇa, y Kṛṣṇa, está situado en nuestro corazón. En la medida en que estén ansiosos, Kṛṣṇa les ayudará dependiendo de su grado de ansiedad, enviando un maestro espiritual de cualidad similar.

Vamos a realizar kirtan. (fin)