ES/681209 - Carta a Janaki escrita desde Los Angeles

His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda




9 diciembre 1968

Mi querida Janaki,

Por favor, acepta mis bendiciones. Con la mayor satisfacción acabo de leer tu carta del 12 de diciembre de 1968, tan bien compuesta y escrita a mano, y te agradezco mucho los amables sentimientos que has expresado en ella. Yo también había pensado en ti porque pensabas en mí, pero como tu carta ha llegado primero me corresponde a mí responderla. En realidad, siempre pienso en ti como mi hija traviesa y desde el comienzo de este movimiento, tú y tu buen marido siempre han demostrado ser miembros muy sinceros e importantes de nuestra sociedad. Sé que los servicios de ambos son muy sinceros y siempre lo agradeceré.

Escribes que te sientes sola, creo que no es necesario. Tales sentimientos de desear que yo esté allí son buenos pero una joven está destinada a vivir con su marido y no con su padre, tal joven es muy afortunada que puede vivir con su marido. Y tú tienes un marido especialmente bueno y hermoso, y no sólo eso, sino que también es devoto, así que eres muy afortunada. Continúa ayudando fielmente a tu marido en la ejecución de la misión de su vida para difundir la Conciencia de Krishna y seguramente Krishna te bendecirá y te concederá toda la felicidad. Esta es mi bendición para los dos.

Pienso también que es una buena señal que Krishna se retrase en darnos un buen templo en Londres porque cuando finalmente llegue puede ser el templo ideal para nuestros propósitos. Ninguno de ustedes se desanime, sino que sigan con sus compromisos y todo vendrá automáticamente muy bien.

He observado que te describes a ti misma como una simple "masa de ignorancia". En realidad, el devoto debe pensar siempre así. Que el devoto se sienta tan bajo es la enseñanza del Señor Caitanya. Sri Caitanya Mahaprabhu también se presentó a Sí mismo como un discípulo muy tonto, a pesar de que demostró ser el más grande erudito y que en realidad era el propio Krishna. Aquel que se siente humilde y manso tiene la puerta del Reino de Dios abierta para él o ella. Te agradezco de nuevo tu bonita carta y por favor sigue informándome de tu bienestar. Espero que estén bien.

Tu eterno bienqueriente,

A.C. Bhaktivedanta Swami