«Un alma espiritual, es parte y porción del Supremo Señor, y es por naturaleza muy poderoso. No sabemos cuánto poder espiritual hemos conseguido pero ha sido suprimido por la cobertura material. Como el fuego, este fuego, si hay muchas cenizas, el calor del fuego no está debidamente alimentado. Pero si mueves las cenizas y lo abanicas, cuando esta flameante entonces tienes el calor apropiado y puedes utilizarlo para muchos propósitos. Similarmente, como almas espirituales, tenemos inmenso poder. Y Dios es la suprema alma, no podemos imaginar cuanto poder tiene Dios».
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