ES/730504 - Clase SB 01.08.42 - Los Angeles

His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda



730504SB-Los Angeles, 04 mayo 1973 - 38:30 minutos



Pradyumna: Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. (dirige el canto del verso, etc.) (Prabhupāda y los devotos repiten)

tvayi me 'nanya-viṣayā
matir madhu-pate 'sakṛt
ratim udvahatād addhā
gaṅgevaugham udanvati
(SB 1.8.42)

(pausa)

“(¡Oh, Señor de Madhu!, así como el Ganges fluye siempre hacia el mar sin obstáculos, que mi atracción se dirija constantemente hacia Ti, sin que se desvíe hacia nadie más”).

Prabhupāda: En el verso anterior, Kuntī oró: sneha-pāśam imaṁ chindhi dṛḍhaṁ pāṇḍuṣu vṛṣṇiṣu (SB 1.8.41). Ella oró: “Mi querido Señor, por favor corta mi atracción por la familia Pāṇḍu, la familia Pāṇḍava, y la familia Vṛṣṇi”. Pero no es suficiente con abandonar la atracción por las cosas materiales. Los filósofos māyāvādīs dicen: brahma satyaṁ jagan mithyā: “Este mundo es falso y Brahman es la verdad”. También nosotros decimos lo mismo. Pero ¿cuál es la diferencia? La diferencia es que ustedes son entidades vivientes, quieren disfrute, y disfrute significa diversidad. Sin diversidad no pueden disfrutar. Aquí por ejemplo hay un jarrón con flores, y en él hay tantas flores. ¿Por qué Dios ha creado tantos colores, y tantas formas? Porque crean disfrute, la diversidad. “En la variedad está el gusto”. Es un refrán.

Los filósofos māyāvādīs echan a perder la diversidad. Son impersonalistas. Y ¿cuál es el resultado? El resultado es āruhya kṛcchreṇa paraṁ padaṁ tataḥ patanty adhaḥ anādṛta-yuṣmad-aṅghrayaḥ (SB 10.2.32), esto dice el Bhāgavata. Ellos trabajan muy intensamente, se someten a rigurosas penitencias. Nuestros sannyāsīs, por ejemplo, pueden estar aquí sentados, aunque hay muchas mujeres. Un sannyāsī māyāvādī nunca estaría aquí, no se sentarían en un lugar donde haya mujeres. Son muy estrictos. Y un sannyāsī māyāvādī, si por casualidad toca a una mujer, de una forma u otra, tiene que someterse a penitencias. Los sannyāsīs, por supuesto, deben ser muy prudentes en su relación con las mujeres. Para el sannyāsī... no para el sannyāsī, para cualquier persona que desee ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios…

Ese es el objetivo supremo en nuestra vida. Ese es el objetivo de la forma de vida humana, que en esta vida tenemos que entender nuestra relación con Dios, sambandha, y trazar nuestro plan de acción conforme a esa relación, porque debemos poner en práctica esa relación. Esto en sanscrito se llama sambandha, abhidheya y prayojana. Sambandha, abhidheya, prayojana. Es como en la vida cotidiana, un hombre de negocios va a hacer negocios con otro. En primer lugar se establece la relación mediante algún acuerdo, entonces se produce la transacción. Uno provee, otro compra, y el resultado es ganancia. Hay tres cosas. Lo mismo ocurre en la relación entre marido y mujer. En primer lugar sambandha, la relación, con quién me voy a casar, con que muchacha, con qué joven. Primero el plan… al principio... en el pasado esto lo decidían los padres. En la India todavía hoy lo organizan los padres. Eso se llama sambandha. Entonces se produce el matrimonio. Después el marido y la mujer se relacionan, viven juntos, y de ahí se obtiene la ganancia, un hijo.

Del mismo modo, la vida humana es para restablecer nuestra relación con Dios. En el mundo material... mundo material significa olvido... olvidar nuestra relación con Dios. Eso es lo que se llama mundo material. Nada de conciencia de Kṛṣṇa, eso es el mundo material. Tan pronto como hay conciencia de Kṛṣṇa y se actúa basándose en esa conciencia de Kṛṣṇa, ya no es el mundo material, es el mundo espiritual.

En este verso, Kuntīdevī, en primer lugar deseó: “Que todo este amor que siento por mis dos familias, la familia de mi padre y la familia de mi suegro...”. En India esto se dice bāper bāṛi śvaśura-bāṛi. Bāper bāṛi significa la casa del padre, y śvaśura-bāṛi significa la casa del suegro. Kuntī como mujer, tiene relación con dos familias. El hombre puede tener tantas relaciones, pero a la mujer, él no ha… no tiene esa facilidad para establecer más relaciones. Eso no se le permite. Pero por lo menos tiene estas dos relaciones con dos familias. Y ese es su apego. Ella ora a Kṛṣṇa: “Por favor, corta esta relación. Permíteme liberarme”.

Y ¿qué van a hacer después de estar libres? Esa es la pregunta. Supongamos que una persona trabaja en una empresa y no se siente bien: “Este trabajo no me gusta, mejor voy a dimitir”. Dimiten. Y si tienen un trabajo mejor, esa dimisión está bien. Pero si al dimitir se quedan sin trabajo, sin ocupación, ¿de qué les sirve toda esa dimisión? ¿De qué sirve el haber dimitido?

Del mismo modo, los que están desengañados, frustrados, confusos, no quieren el mundo material. Es como los hippies en su país, están desengañados, confusos. Ustedes no quieren… eso es no, pero ¿qué es lo que sí quieren? Y eso es… lo que ellos no saben. Eso es lo que les falta. Dicen: “Yo esto no lo quiero”. Pero ¿qué quieren entonces? Eso no lo saben. Y ese querer, lo que en realidad quieren, Kuntī lo explica. Tvayi me ananya-viṣayā matir madhu-pate asakṛt: “A Ti… que esta relación familiar, este afecto familiar quede reducido a nada, pero que mi relación contigo se confirme… se confirme”. Tvayi me ananya-viṣayā: ”No más atracción por nada más, únicamente atracción por Ti, Kṛṣṇa”.

Eso es lo que se requiere. Eso es la perfección. Tvayi me ananya-viṣayā. Ananya-viṣayā significa ananya-bhakti, sin más distracción. Las veinticuatro horas del día, nada más que apego por Kṛṣṇa. Eso es lo que se precisa. Entonces su renunciación es perfecta. Si piensan que este apego con el otro pueden ir bien juntos —no. No, eso no puede funcionar. Eso no va a ir bien... Es como si encienden fuego y al mismo tiempo derraman agua sobre él. ¿Cuál va hacer entonces el resultado? El fuego no actuará.

De forma similar, si quieren renunciar… es como el sannyāsī māyāvādī, dice: brahma satyaṁ jagan mithyā: “Renuncia a este mundo”. Se ponen un laṅgoṭā, un tapa rabos, y predican: “¿Quién es tu esposa? ¿Quiénes son tus hijos? ¿Qué es tu país?”. Tantas cosas, en forma negativa. Bhaja govindaṁ bhaja govindaṁ bhaja govindaṁ mūḍhā mate. Predicar la renuncia a este mundo es muy bueno. Pero al mismo tiempo tenemos que sentir apego por algo. Porque, sino… no va a permanecer. Por eso vemos tantos sannyāsīs que dicen: brahma satyaṁ jagan mithyā. Y ellos abandonan el mundo, entran en la orden de sannyāsa, pero tras entrar en la orden de sannyāsa, al cabo de unos días o unos años, regresan al mundo material para abrir hospitales, obras filantrópicas, escuelas.

¿Por qué? Si han abandonado este mundo considerandolo mithyā, falso, ¿por qué vuelven de nuevo a la política, a la filantropía, a la sociología y a tantas otras cosas? ¿Por qué vuelven de nuevo? Porque tenía que ser así. Porque somos entidades vivientes, somos activos. Si simplemente nos quedamos inactivos por la frustración, será un fracaso. Tenemos que ocuparnos en actividades. Y la actividad es el servicio devocional. Esa es la actividad Brahman. Esto los māyāvādīs no lo saben.

Es como esta mañana en la playa, hablábamos del mundo espiritual. El mundo espiritual es exactamente igual al mundo material —diversidad. Allí también hay casas, allí también hay árboles, también hay caminos, también hay vehículos. Allí… hay de todo —pero sin embriagueces. Sin embriagueces. Allí, cintāmaṇi-prakara-sadmasu kalpa-vṛkṣa-lakṣāvṛteṣu surabhīr abhipālayantam (BS 5.29). Por ejemplo, allí también hay árboles. Cintāmaṇi-prakara-sadmasu kalpa-vṛkṣa. Pero esos… árboles no son como estos. Supongamos que aquí quieren una fruta, supongamos un mango, y pasan por el árbol de mango, cogen un mango y al mismo tiempo desean: “¿Por qué no unas uvas?”. Pero ese árbol de mango no puede darles uvas. Pero en el mundo espiritual están comiendo mango y al mismo tiempo desean uvas, el mismo árbol se las dará. Es lo que se llama un árbol de los deseos. Y... algunas ideas del mundo espiritual, están… es como aquí, para tener luz, necesitan la luz del Sol y de la Luna. Pero en el mundo espiritual no se necesitan ni la luz del Sol, ni la luz de la Luna, porque todo el mundo es refulgente. Se puede ver todo con la propia luz.

Es como en el kṛṣṇa-līlā, Kṛṣṇa robaba mantequilla. Y los vecinos los amigos de Yaśodā-mātā se quejaban… no se quejaban exactamente, era para ver la diversión con Kṛṣṇa. Kṛṣṇa estaba allí, y ellas se quejaban. Y ellas observaban los rasgos del cuerpo, la manera en que siente Kṛṣṇa. Había otras señoras que venían a quejarse: “Madre Yaśodā, tu hijo viene a nuestra casa y nos roba la mantequilla”. ¿Lo ven? “Tratamos de esconder la mantequilla en habitaciones oscuras para que este niño no la pueda ver, pero aun así la encuentra. Así que es mejor que le quites todas Sus alhajas, porque las joyas, la luz de las joyas le ayudan a encontrar el cántaro de mantequilla”. Y Yaśodā dijo: “Sí, así lo haré. Le quitaré todas esas alhajas. Sí”. Entonces ellas le dicen: “No, no, es inútil. Oh, este niño tiene una refulgencia propia. Sin alhaja alguna Él puede... Él también puede encontrarlo”.

Esa es la posición. El cuerpo transcendental es refulgente. Y debido a la refulgencia del cuerpo transcendental de Kṛṣṇa, existe la luz. Cualquier luz que vean, es luz prestada de la refulgencia de Kṛṣṇa. Así lo afirma el Brahma-saṁhitā: yasya prabhā prabhavato jagad-aṇḍa-koṭi-koṭiṣv aśeṣa-vasudhādi-vibhūti-bhinnam (BS 5.40). En la luz, en la luz de la refulgencia corporal de Kṛṣṇa, que genera millones de universos. ¡Yasya prabhā... es como la luz del Sol. Todo está ahí. Tienen que estudiarlo. La luz del Sol produce estos y otros planetas. Eso es científicamente cierto. Y debido a la luz del Sol, los planetas están calientes. Entonces las estaciones cambian y hay árboles, le salen las hojas verdes y hay frutas, flores. Todo se debe a la luz del Sol. Del mismo modo, cualquier creación que veamos se debe a la refulgencia corporal de Kṛṣṇa. A la refulgencia corporal de Kṛṣṇa.

Los māyāvādīs simplemente ven esa refulgencia, algo impersonal, una refulgencia. No pueden ver nada más. Es como la luz del Sol. La luz del Sol, hay tantas cosas. Supongan que a la brillante luz del Sol ven un avión que asciende, pero al cabo de un tiempo no pueden seguir viéndolo. No lo pueden ver. No lo pueden ver debido al resplandor de la luz del Sol, aunque el avión está en el aire. De forma similar, si simplemente tratamos de ver la refulgencia del brahma-jyotir, no seremos capaces de ver dentro. En el Īśopaniṣad se afirma esto, un devoto ora al Señor, le pide: “Retira por favor esta Tú refulgencia para que pueda verte debidamente”.

Y los filósofos māyāvādīs no pueden ver las actividades personales o los planetas donde Kṛṣṇa está activo personalmente. Eso no pueden verlo. Por eso el Bhāgavata dice: anādṛta-yuṣmad-aṅghrayaḥ. Porque dejaron de lado el ver los pies de loto de Kṛṣṇa, por eso, a pesar de todas sus austeridades y penitencias tan rigurosas, por no contemplar los pies de loto de Kṛṣṇa, vuelven de nuevo al mundo material. Āruhya kṛcchreṇa paraṁ padaṁ tataḥ patanty adhaḥ (SB 10.2.32).

De modo que el simple hecho de ser renunciantes, no nos va a servir de nada. Porque de nuevo volveremos a ser disfrutadores, supuestos disfrutadores. Es como un péndulo, oscila, tak-tak, de este modo de aquí para allá. Si simplemente se concentran en este lado, ser un renunciante, de nuevo irán al otro lado, a ser un disfrutador. Y aquí está el remedio. Si de verdad quieren el desapego del mundo material, deben aumentar su apego por el cultivo de la conciencia de Kṛṣṇa. Porque si no, ese tipo de supuesta renunciación no les servirá de nada. Así es. Por eso Kuntīdevī ora: tvayi me ananya-viṣayā: “Sin ningún tipo de distracción”.

Esa es la definición del bhakti dada por Rūpa Gosvāmī. Anyābhilāṣitā-śūnyam: ningún otro deseo. Anyābhilāṣitā-śūnyaṁ jñāna-karmādy-anāvṛtam (CC Madhya 19.167). Anyābhilāṣitā-śūnyam. En el mundo material hay algunos que son jñānīs y hay otros que son karmīs. Karmīs significa necios, que innecesariamente trabajan sin parar, muy intensamente —son karmīs'. Y los jñānīs, cuando se han elevado un poco más, piensan: “Y ¿para qué trabajo tanto? No necesito tantas cosas. ¿Por qué, pese a todo, estoy acumulando tanto dinero, tanta comida, tanto prestigio?”. Entonces es un jñānī. Eso es jñānī.

Por eso el bhakti está más allá del karma y del jñāna. Anyābhilāṣitā. Karma, jñāna, y si hay también otros deseos, eso también debe reducirse a cero, sin deseos. Y eso es lo que se llama ausencia de deseo. Pero estar libre de deseos solo es posible cuando desean servir a Kṛṣṇa. Si no, no es posible. Por eso, bhakti significa que debemos estar libres de deseos en lo que se refiere a jñāna, karma o cualquier otra cosa. Apeg... libre de todo apego. Pero debemos estar apegados a Kṛṣṇa. Entonces durará.

Ānukūlyena kṛṣṇānuśīlanam (CC Madhya 19.167). Ese apego, anuśīlanam, el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, ānukūlyena... Ānukūlyena significa de modo favorable: “¿Cómo satisfacer a Kṛṣṇa?”. Esa es la conciencia de Kṛṣṇa, con actitud favorable. Simplemente piensen siempre en Kṛṣṇa... como las gopīs. Su conciencia de Kṛṣṇa es perfecta porque no tenían más deseos que el de tratar de complacer a Kṛṣṇa. Y esa es la perfección. Por eso Caitanya Mahāprabhu ha aconsejado: ramyā kācid upāsanā vraja-vadhū-vargeṇā yā kalpitā (Caitanya-manjusa): “No hay mejor proceso para adorar a la Suprema Personalidad de Dios que el método seguido por las gopīs”.

Las gopīs no tenían otro deseo, su único deseo era como satisfacer a Kṛṣṇa, todas las gopīs. Las gopīs mayores, Yaśodā-mā y sus amigas, los gopas mayores, Nanda Mahārāja, y su hermano, sus amigos, y los de la misma edad, los niños y las niñas de Vṛndāvana que tenían la misma edad—todo el mundo, incluso las vacas, incluso las flores, las frutas, incluso el agua de Vṛndāvana... porque allí todo es espiritual, no hay nada material. Y eso debemos entenderlo, espiritual y material. Material significa que no tienen señales de vida, y espiritual significa todos los signos de la vida. Aquí, aunque el árbol es también una entidad viviente, y aunque el árbol sea una entidad viviente, aquí en este mundo los síntomas de vida están ausentes. ¿Por qué el árbol? Incluso en los seres humanos. El ser humano es también una entidad viviente, y también los devotos. Pero aquí, los verdaderos signos de vida —es decir la conciencia de Kṛṣṇa— están ausentes. Mientras que allí, los verdaderos signos de vida —la conciencia de Kṛṣṇa— son muy, muy claros. No hay otra conciencia que la conciencia de Kṛṣṇa. Y eso es espiritual.

De forma similar, incluso en el mundo material, por el simple hecho de aumentar su conciencia de Kṛṣṇa, están también en el mundo espiritual. Es como en este templo. En este templo estamos viviendo en el mundo espiritual, porque la única actividad que llevamos a cabo es el cultivo de la conciencia de Kṛṣṇa. No hay otra ocupación. Aunque se practique a nivel de aprendices… la adoración de la Deidad, śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ smaraṇaṁ pāda-sevanam arcanaṁ vandanaṁ dāsyam (SB 7.5.23), y tantas ocupaciones. Pero es para Kṛṣṇa. Por eso, aquellos que siguen estrictamente las regulaciones del cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, están viviendo en el mundo espiritual, no están en el mundo material. Nosotros no estamos viviendo en Los Ángeles, vivimos en Vaikuṇṭha. Sí. Es así. Es la conciencia.

La conciencia… puedo darles otro ejemplo. En este asiento hay un insecto, el insecto y yo estamos sentados en el mismo sitio, pero el insecto no tiene conciencia, y por eso es un insecto, yo tengo conciencia, soy su maestro espiritual. Pero estamos sentados en el mismo lugar… en el mismo lugar. El insecto no tiene su conciencia desarrollada y sigue siendo un insecto, pero quien ha desarrollado la conciencia es un maestro espiritual. Pero la situación es la misma… del mismo modo, tanto si están en el mundo material o en el mundo espiritual, no es diferente, si su conciencia de Kṛṣṇa es muy fuerte, no están en el mundo material. No están en el mundo material.

Por eso, el simple hecho de renunciar: “Yo abandono mi apego por las cosas mundanas”, no es suficiente. El simple hecho de renunciar no nos va a servir. Puede ser de ayuda, pero no nos va a ayudar en forma absoluta. Cuando aumenten su apego por Kṛṣṇa, esa renuncia será perfecta. Así pues hagan su renuncia perfecta, o, si aumentan el apego por Kṛṣṇa, de forma natural su apego por este mundo disminuirá. Las dos cosas no pueden ser a la vez. Nuestro apego… es como una mujer, una mujer si está apegada a dos hombres —a su marido y a un amante— las dos cosas a la vez no pueden ser. Su apego por el amante es mayor, ¿por qué sino acepta a un amante? Son ejemplos que se dan. Aunque está trabajando en casa del marido con suma atención, su mente está con el amante. Porque: “Cuándo le veré, en qué noche, esto y lo otro”. ¿Lo ven?

De modo que si aumentamos nuestro apego por Kṛṣṇa, entonces el desapego o la renuncia al mundo material vendrá por si sola. Bhaktiḥ pareśānubhavo viraktir anyatra syāt (SB 11.2.42). Si aumentamos nuestro apego, entonces, Kuntīdevī ora. Eso es también la misericordia de Kṛṣṇa. No pueden aumentar su apego por Kṛṣṇa sin la misericordia de Kṛṣṇa. No pueden ser devotos… por eso simplemente tenemos que servir a Kṛṣṇa, sevonmukhe. Kṛṣṇa se siente muy satisfecho con el servicio. Kṛṣṇa no necesita del servicio de nadie, Él es perfecto en Sí mismo. Pero si le ofrecen servicio de todo corazón, con gran sinceridad, entonces por la misericordia de Kṛṣṇa, progresarán. Sevonmukhe hi jihvādau svayam eva sphuraty adaḥ (Brs. 1.2.234). Dios se revelará. No pueden ver a Dios con sus ciegos ojos. No puede ser. Premāñjana-cchurita-bhakti-vilocanena santaḥ sadaiva (BS 5.38). Tienen que ungir sus ojos con el bálsamo del amor. Entonces Kṛṣṇa se revelará. Kṛṣṇa vendrá ante ustedes.

Como ante Dhruva Mahārāja. Dhruva Mahārāja se estaba sometiendo a tapasya, y meditaba en la Viṣṇumūrti en su corazón. De pronto la Viṣṇumūrti desapareció, su meditación se interrumpió, inmediatamente abrió los ojos y vio a la Viṣṇumūrti ante él. Ahí estaba. Del mismo modo, si piensan siempre en Kṛṣṇa, si piensan siempre en Él —cuando alcancen la perfección, verán a Kṛṣṇa ante ustedes, hablando con ustedes. Ese es el proceso. Un día lo verán. Pero tampoco deben tener tanta prisa: “Oh...”. Por supuesto, eso es bueno: “¿Por qué no veo a Kṛṣṇa? ¿Por qué no veo a Kṛṣṇa...?”. No debemos tener demasiada prisa. Debemos esperar al momento en que maduren las cosas.

Se da el ejemplo de que por lo general las mujeres quieren tener un hijo. Ahora se ha casado, y piensa: “Quiero tener un hijo inmediatamente”, pero eso no puede ser. “Espera. Ahora que estás casada, tienes un marido y vas a tener un hijo”. Eso es así. Del mismo modo, debido a que ahora están ocupados en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, avyarthe kalatvaṁ nāma-gāne sadā ruciḥ... eso es lo que se llama una fe firme: “Ahora, debido a que estoy ocupado en actividades conscientes de Kṛṣṇa, seré capaz de ver a Kṛṣṇa directamente, cara a cara, veré a Kṛṣṇa cara a cara. Eso tengo que tenerlo”. No se desanimen. Continúen con sus actividades conscientes de Kṛṣṇa, y llegará el día en que verán a Kṛṣṇa, tal como lo está viendo Kuntī, directamente cara a cara. No hay duda de ello.

El verso dice: tvayi me ananya-viṣayā matir madhu-pate. Otro nombre de Kṛṣṇa Madhu-pati. Él tiene miles de nombres. Madhu-pati significa que Él mató al demonio Madhu. De ahí viene el nombre, madhu-pate. ¿Qué dice aquí? ¿Madhu-pate?

Devoto: “Oh Señor Madhu”.

Prabhupāda: “Oh Señor Madhu”. Madhu-pate ratir... ratim udvahatād addhā. El ejemplo es muy bueno. Igual que el río. Especialmente... la conciencia de Kṛṣṇa no es un río ordinario, pero es como el Ganges. El Ganges es muy puro, directamente conectado con Kṛṣṇa. Así que: “A medida que el río fluye hacia los mares, de forma similar, mi atracción bajará incesantemente al tocar Tus pies de loto como el Ganges”. Esta es la oración de nuestra Kuntīdevī. Incesantemente, sin ninguna desviación, ananya-bhakti... esto se llama ananya-bhakti. Ananya, en el ananya-bhakti... en el Bhagavad-gītā se dice ananya-bhāva: “Sin ninguna desviación”. Incluso si tal persona se ha portado un poco mal, aun así debe ser considerada como un sādhu. Así lo afirma Kṛṣṇa en el Bhagavad:

api cet su-durācāro
bhajate mām ananya-bhāk
sādhur eva sa mantavyaḥ
samyag vyavasito hi saḥ
(BG 9.30)

Al igual que a veces nuestros amigos hindúes critican a nuestros europeos, americanos: “Oh, no son muy”, quiero decir, lo que se llama, “finos al servicio de la Deidad”. Hay tantos errores, tantos...”. Así que Kṛṣṇa dice: “No importa. Pero como su atención es para servirme, aunque algunas discrepancias, él es un sādhu”. Sādhur eva sa mantavyaḥ samyag vyavasito hi saḥ.

La conciencia de Kṛṣṇa es tan buena. Traten de ejecutarla a su mejor capacidad, eso es todo. Incluso si hay algún error... no lo cometan intencionadamente. Pero debido a mi hábito, un hábito pasado, puedo cometer algún error. Eso está excusado. Si arreglamos nuestra mente para servir a Kṛṣṇa con severidad y seriedad, entonces incluso aunque haya algún error... También Rūpa Gosvāmī dice: yena tena prakāreṇa manaḥ kṛṣṇe... (Brs 1.2.4).

En primer lugar, fijen su mente en Kṛṣṇa. Y las demás reglas, las demás regulaciones… por supuesto, hay que seguirlas, pero al comienzo debemos hacer todo lo que podamos para fijar la mente en los pies de loto de Kṛṣṇa. Y las demás cosas de forma natural se corregirán por sí solas.

Muchas gracias.

Devotos: Hari bol. Jaya Prabhupāda. (los devotos ofrecen reverencias) (fin)