ES/730723 - Clase BG 01.30 - Londres

His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda



730723BG-Londres, 23 julio 1973 - 30:24 minutos



Pradyumna: Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. (dirige el canto del verso) (Prabhupāda y los devotos repiten)

na ca śaknomy avasthātuṁ
bhramatīva ca me manaḥ
nimittāni ca paśyāmi
viparītāni keśava
(BG 1.30)

na — ni; ca — también; śaknomi — soy capaz; avasthātum — de quedarme; bhramati — olvidando; iva — como; ca — y; me — mi; manaḥ — mente; nimittāni — causa; ca — también; paśyāmi — veo; viparītāni — justo lo opuesto; keśava — ¡oh, destructor del demonio Keśī (Kṛṣṇa)!.

Traducción: "Con la destrucción de la dinastía, se destruye la tradición familiar eterna, y, con ello, el resto de la familia se entrega a la irreligión".

Prabhupāda: Viparītāni. Nimittāni ca paśyāmi viparītāni keśava. Viparītāni significa “todo lo contrario”. “He venido aquí a luchar para recuperar mi reino, esa es la causa por la que he venido aquí a luchar, pero ahora mismo veo que es todo lo contrario, será inútil que luche. He venido aquí para luchar con alguna finalidad útil, pero ahora veo que viparītāni, todo lo contrario, será inútil”. ¿Por qué inútil? Porque cuando alguien trata de hacerse rico, opulento, —es la naturaleza material— simplemente lo hace para mostrar a sus familiares, a sus amigos, a sus parientes: “Miren cómo me he vuelto rico, opulento”, esa es la psicología. Una persona trabaja arduamente día y noche para hacerse rico, simplemente para ostentar ante sus amigos y parientes, diciéndoles: “Mis queridos amigos y familiares, miren cómo soy rico ahora”, no tiene otro propósito. Nadie se esfuerza, trabaja arduamente para servir a Kṛṣṇa, y eso es māyā. Y conciencia de Kṛṣṇa significa soportar las mismas penalidades, trabajar igual de intensamente pero para Kṛṣṇa. Es como la señora Sharma, trabajaba en su familia, pero ahora ha venido a trabajar para Kṛṣṇa, y, esa es la solución, eso es mukti. No que tenemos que poner punto final a nuestra capacidad de trabajar, simplemente tenemos que cambiar la situación. En la vida familiar trabajamos inútilmente por nuestros familiares, pero ese mismo trabajo cuando lo empleamos al servicio de Kṛṣṇa resulta útil hasta en sus más pequeños detalles.

En esta canción de Govinda dāsa, dice que: śīta ātapa bāta bariṣaṇa e dina jāminī jāgi re, biphale sevinu kṛpaṇa durajana, capala sukhalaba lāgi re: “He trabajado sin preocuparme del calor abrasador y del intenso frío”. Realmente la gente trabaja así de arduamente, tienen que ir a la oficina, pongamos que ha nevado, no puede dejar de ir, tiene que ir. O hace un calor abrazador. En su país no conocen este calor abrazador, pero en la India llega a 122º grados (fahrenheit). Tan sólo imaginen, este mismo año, y aun así tienen que ir a trabajar. En un sitio hace un frío muy intenso, y en otro sitio hace un calor abrasador y muy intenso también. Es ley de la naturaleza, tienen que sufrir. Cuando están en un país frío, piensan: “¡Oh, la India es muy caliente, muy cálido, es muy feliz la gente allí!”. Y en la India la gente piensa: “¡Oh, en Inglaterra sí que son felices!”. Así son las cosas, es ilusión. No hay nadie que piense que en los tres mundos, desde Brahmaloka hasta Pātālaloka, no hay ni rastro de felicidad. Ābrahma-bhuvanāl lokāḥ punar āvartino 'rjuna (BG 8.16). No hay felicidad, incluso si van a Brahmaloka hasta Pātālaloka. No hay felicidad, incluso si van a Brahmaloka y reciben la oportunidad de vivir como Brahmā por millones de años, y un nivel de vida miles de veces mejor, aun así no hay felicidad, pero no lo saben. Janma-mṛtyu-jarā-vyādhi-duḥkha-doṣānudarśanam (BG 13.9), por lo tanto mad-dhāma gatvā punar janma na vidyate. Por eso, nuestro objetivo debe ser solamente cómo ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios, ese debe ser nuestro objetivo.

Nimittāni viparītāni; viparītāni, cuando poseemos conciencia material vemos que: “Sin mi felicidad, sin mi familia, mi sociedad, mi país, mi comunidad...”. Conciben la felicidad como un egoísmo expandido. “En primer lugar, mi propia felicidad personal”. Como un niño, el niño no piensa en la felicidad de nadie, todo lo que toma lo quiere comer, y así, mientras crecemos expandimos nuestra felicidad un poco más: “Mi felicidad, la felicidad de mi hermano, la felicidad de mi familia, la felicidad de mi comunidad, o la felicidad de mi nación”. Pueden continuar aumentando el alcance de la felicidad, pero no hay felicidad, no hay felicidad y esos necios no lo saben. Y Arjuna también está actuando como un necio común y corriente. Nimittāni viparītāni. ¿Dónde está mi felicidad? He venido aquí a luchar para ser feliz, y tengo que matar a mis propios familiares. ¿Dónde está, entonces, mi felicidad? Yo solo no puedo disfrutar de la propiedad del reino, tienen que estar también mis familiares, mis hermanos, y entonces me sentiré muy orgulloso. “Miren, ahora soy el rey, pero si ellos mueren, ¿a quién, a quién les voy a mostrar mi opulencia?”. Esa es la psicología. Nimittāni ca viparītāni paśyāmi. Todo lo contrario, y eso es ilusión, eso es ilusión.

No hay verdadera felicidad en aumentar el propio egoísmo. Es como un líder nacional, como en nuestro país Mahātma Gandhi. Hizo un plan, pensaba: “Que se vayan los ingleses, entonces mis compatriotas serán felices, mis compatriotas serán felices”. Pero cuando los ingleses se fueron, dejando a los hindúes la responsabilidad del imperio indio, Gandhi por la mañana pensaba: “¡Oh, que desdichado me siento! Ahora sólo la muerte me daría placer”. Y al día siguiente, esa misma tarde le mataron. Se sentía tan desgraciado, porque todo estaba revuelto, muy desordenado, quería la unidad de hindúes y musulmanes, pero se había dividido el país, los musulmanes se separaron, todo su plan cambió. Había tantas cosas..., él quería un gobierno muy simplificado, pero veía que sus discípulos, sus seguidores estaban buscando puestos oficiales, ser funcionarios, oficinistas. Nimittāni, él pensaba: “Voy a ser feliz y todos mis compatriotas van a ser felices”, pero al final vio viparītāni, todo lo contrario. Todo el mundo tiene esa experiencia, mientras estemos apegados a la materia, nos encontraremos con viparītāni. “Yo quería ser...”. Sukhera lāgiyā e ghara bandhinu, agune puriyā gelā (?). “Yo construí esta hermosa casa para ser feliz, pero hubo un incendio y todo se vino abajo”. Así funciona, construyen algo, lo construyen todo para ser felices, pero pasará algo que los pondrá en una situación más desdichada, eso es lo que se llama el mundo material, pero no lo saben. Por eso la persona inteligente piensa: “Si tengo que trabajar tan duro por una supuesta felicidad, y está Kṛṣṇa que me está animando, me está diciendo, me pide: ‘Trabaja para Mi’. ¿Por qué no trabajar para Kṛṣṇa? Yo aquí veo viparītāni, todo lo contrario, no hay felicidad”, eso es inteligencia. “Tengo que trabajar arduamente, y Kṛṣṇa dice: ‘Entrégate a Mí’ ”. Sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja (BG 18.66). Y Kṛṣṇa me pide que trabaje para Él, abandonándolo todo. Eso es claro, todo el mundo lo sabe. “También yo, aquí, trabajo arduamente, trabajo arduamente para ser feliz, pero viparītāni, me siento desdichado. ¿Por qué, entonces, no trabajar para Kṛṣṇa?”. Eso es inteligencia. “Al fin y al cabo debo trabajar”. Jīvera svarūpa haya nitya-kṛṣṇera dāsa (CC Madhya 20.108-109). Por constitución, toda entidad viviente es sirviente, está sirviendo al eterno sirviente de Kṛṣṇa, y si no sirve a Kṛṣṇa tendrá que ser sirviente de māyā, eso es todo. Su servidumbre, su característica de servidor, no desaparecerá. Dheṇki svarga gele sva-dharmān. (?). Dheṇki, es como un ḍheṇki, esto no lo entienden. Es una máquina de quitar cáscaras. Digamos una máquina de escribir. ¿Qué quiere decir enviar la máquina de escribir al cielo? Es para que funcione como máquina de escribir. Significa que porque ha ido al cielo, ¿su función ha cambiado? No, su función, su trabajo continuará, tanto en el cielo como en el infierno la máquina de escribir será lo mismo, kat kat kat, eso es todo. Del mismo modo, nuestra posición es de sirvientes, si no son sirvientes de Kṛṣṇa, entonces tienen que servir, son sirvientes de su esposa, de sus hijos, de sus familiares, de su país, de su nación, de su perro. Al final, si no tienen familia, se hacen sirvientes de su perro. Es algo que saben porque es muy frecuente en su país. Quien no tiene a nadie cuida a un perro y lo saca a pasear por la calle, su perro pasa excremento, y él se queda esperando: “Sí señor, haz tus cosas, yo espero”. Ahí lo ven, es algo práctico. Si no se hacen sirvientes de Kṛṣṇa, acabarán como sirvientes del perro, así es la naturaleza. Por eso, la persona inteligente aprenderá esta lección: “Si tengo que ser sirviente, ¿por qué no ser el sirviente de Kṛṣṇa?, entonces seré feliz, hay tantos sirvientes de Kṛṣṇa y son tan felices ¿Por qué tengo que seguir siendo sirviente de māyā? Kāmādīnāṁ katidhā.

Permanecemos como sirvientes de māyā simplemente pensando en el propio placer de los sentidos, eso es todo. Continúo sirviendo a mi esposa porque quiero satisfacer mis sentidos, continúo sirviendo a mi marido porque quiero complacer los sentidos, y esa es la enfermedad. Todo el mundo, hasta el sirviente del sirviente, o el sirviente del perro, porque me gusta, un perrito faldero. Y de ese modo en realidad, en lugar de ser amos somos sirvientes. Es la realidad. Y, ¿sirvientes de quién? Kāmādīnāṁ kati na katidhā pālitā durnideśāḥ (CC Madhya 22.16). Sirvientes de la lujuria, sirvientes de la codicia. Kāma, krodha, moha, mātsarya, sirvientes de todos esos sentidos. Había un brāhmaṇa que dijo lo siguiente: “Mi querido Señor Kṛṣṇa, ahora soy un sirviente, he servido tanto”. Kāmādīnāṁ kati na katidhā durnideśāḥ: “Les he servido tan bien que he tenido que hacer algo que era abominable”. Si son sirvientes de alguien, y esa persona dice: “Tienen que hacer esto”, y su conciencia no le permite hacer eso, aun así, lo tienen que hacer, tienen que hacerlo pese a todo. Una persona roba para su familia, y no le gusta robar, aun así necesita dinero y tiene que robar. Kāmādīnāṁ kati na katidhā pālitā durnideśāḥ. Esto es un estudio de la psicología. Cuando soy sirviente de māyā, aunque no desee hacer algo que no es bueno, aun así me veo obligado a hacerlo. Pero el resultado es que nadie está satisfecho. Gandhi sirvió a su país tanto, tan bien, con tanta voluntad, y aun así el resultado fue que sus compatriotas le mataron. Ahí lo ven, el resultado, la recompensa fue que sirvió tanto a su país. Es indudable, nadie puede servir con tanta sinceridad, esto lo sabe todo el mundo. Pero el resultado fue que incluso una persona como Mahātma Gandhi, fue matado por sus propios compatriotas. Es como, esta mañana la señora Sharma me decía que ha trabajado tanto por su familia, pero aun así sus hijos y sus hijas quieren: “No, no, no puedes irte, tienes que servirnos, tienes que servirnos, todavía no estamos satisfechos”. Nunca estarán satisfechos. Sirve a māyā, māyā nunca estará satisfecha. Teṣāṁ na karuṇā jāta na trapā nopaśānti. (?)

La persona inteligente dice: “Mi querido Señor, he servido a mis sentidos, a mi lujuria, a mi ira, a mi codicia tantísimo. Pero aun así no son buenos conmigo, siempre continúan dándome órdenes, dándome órdenes: ‘Haz esto, haz esto, haz esto, haz esto’ ”. Por eso, samprataṁ labdha buddhi (?), “ahora por Tu gracia he adquirido inteligencia”. Guru-kṛṣṇa-kṛpayā. “Por la gracia de mi maestro espiritual, por Tu gracia he recibido esta inteligencia, ahora vengo a Ti para servir, por favor ocúpame”. Eso es entrega. “He sido tan fiel en el servicio de mis sentidos, de mi lujuria, de mi codicia, de tantas otras cosas, pero no están satisfechos, quieren que siga sirviéndoles, jamás me darán la jubilación, todavía quieren más: ‘¡oh, qué has hecho, tienes tantas cosas que hacer todavía!’, y ahora estoy harto”. Eso se llama vairāgya. Vairāgya. Jñana-vairāgya-yuktayā (SB 1.2.12). Y se necesita. En la vida humana se necesita esa inteligencia, vairāgya, no para servir al mundo material, sino para servir a Kṛṣṇa. Los filósofos māyāvādīs se limitan a poner fin a las actividades materiales. Como la filosofía budista, el nirvāṇa, simplemente aconseja poner fin a todo eso. Pero una vez que le ha puesto fin, ¿qué ocurre, señor? “Nada, el cero, el cero”, pero eso no puede ser, eso no es posible. Ese es su error. Pero la gente a quien se le predicó la filosofía de Buda, no era tan inteligente que pensaba que pudiese haber un servicio mejor tras abandonar el servicio material, por eso el señor Buda dijo: “Pon fin a ese servicio, tienes que ser feliz ahora, porque en última instancia todo es cero”, śūnyavādī. Nirviśeṣavādī.

Hay dos clases de māyāvādīs, los impersonalistas y los nihilistas. Son todos māyāvādīs. Su filosofía es buena hasta el punto en que un necio no puede entender más que eso. A un necio si se le informa que hay una vida mejor en el mundo espiritual, que consiste en ser sirviente de Dios, de Kṛṣṇa, ese necio qué pensará: “¡Oh!, yo he sido sirviente en el mundo material y he sufrido tanto, y ¿de nuevo sirviente de Kṛṣṇa? ¡Oh, no!, no, no, eso no es bueno”. Tan pronto como oyen hablar de servicio, piensan en este servicio, en este servicio necio. No logran pensar, concebir, que existe un servicio que sea simplemente ānanda. El deseo de servirle a Kṛṣṇa es siempre más intenso, ese es el mundo espiritual, y eso no lo pueden entender. Así es como piensan estos nirviśeṣavādīs, los impersonalistas. Es como un enfermo que está convaleciente en cama. Si se le dice que cuando se cure podrá comer bien y podrá caminar, piensa: “¡Ah! ¿Caminar de nuevo? ¿Comer de nuevo?”. Se ha acostumbrado a comer medicinas amargas y sāgudānā, que no son sabrosas, y a tantas otras cosas como evacuar excremento y orina, y hacer todas esas cosas en cama, y tan pronto como le dicen que cuando se cure también podrá evacuar excremento y orina y podrá comer, pero serán actividades más gustosas, no lo logra entender. Dice: “Es algo como esto”.

Los impersonalistas māyāvādīs no pueden entender que servir a Kṛṣṇa es simplemente placer y felicidad, no lo pueden entender. Por eso se hacen impersonalistas: “No, la Verdad Absoluta no puede ser una persona”. Es otro aspecto de la filosofía budista. Impersonal significa cero, eso también es cero. En la filosofía budista ponen como objetivo supremo el cero, y esos māyāvādīs también tienen su objetivo supremo. Na te viduḥ svārtha-gatiṁ hi viṣṇum (SB 7.5.31). No entienden que hay una vida bienaventurada en el servicio de Kṛṣṇa. Por eso aquí Arjuna actúa simplemente como un hombre común. Así, le dice a Kṛṣṇa: “Tú has querido que yo luche, que sea feliz para obtener el reino, pero matando a mis propios familiares. ¡Oh!, nimittāni viparītāni, me estás llevando por un mal camino”. Nimittāni ca paśyāmi viparītāni. “No me sentiré feliz si mato a los míos, eso no es posible. ¿Por qué me animas a hacerlo?”. Por eso dijo: Nimittāni ca viparītāni paśyāmi. “No, no”. Na ca śaknomy avasthātum. “No puedo seguir aquí, quiero volver atrás, lleva mi cuadriga atrás, no quiero quedarme aquí”. Na ca śaknomy avasthātum bhramativa ca me manaḥ. “Estoy confuso. Estoy desconcertado”.

Esa es la situación en el mundo material. Siempre vivimos en medio de grandes problemas, vivimos desconcertados, y cuando a la persona materialista se le propone algo mejor, se le dice: “Acepte el proceso de conciencia de Kṛṣṇa y será feliz”, él lo ve nimittāni viparītā, todo lo contrario. “¿Qué es esta conciencia de Kṛṣṇa? ¿Qué voy a ser feliz? Mi familia tiene problemas, y yo también tengo tantos problemas ¿Cómo va a ayudarme esta conciencia de Kṛṣṇa?”. Nimittāni ca viparītāni. Es la condición material de la vida. Por eso para entender se necesita tiempo, un poco de tiempo. Eso es el Bhagavad-gītā. El propio Arjuna ahora está pensando, nimittāni ca viparītāni. Cuando entienda el Bhagavad-gītā dirá: ”Sí Kṛṣṇa, lo que estás diciendo es correcto, es correcto”. Porque después de instruir a Arjuna, le preguntaba: “Y ahora, ¿qué quieres hacer?”. Porque Kṛṣṇa no obliga a nadie. Kṛṣṇa dice: “Entrégate a Mí”. Él no obliga a nadie. “Tienes que entregarte a Mí porque Yo soy Dios y tú eres Mi parte integral”. No, nunca dirá eso. Te ha dado una pequeña independencia, no se entrometerá en ella. ¿Cuál es sino la diferencia entre una piedra y una entidad viviente? La entidad viviente tiene que tener independencia, aunque sea muy pequeña, diminuta, y en eso Kṛṣṇa no se entromete, nunca la toca. Ustedes mismos tendrán que estar de acuerdo: “Sí, Kṛṣṇa, me entregaré a Ti, es por mi propio beneficio”. Eso es conciencia de Kṛṣṇa. Deben de estar de acuerdo voluntariamente, no de un modo estereotipado, mecánico: “Tu maestro espiritual dice que esto está bien. Muy bien, ahora lo haré así”. No. Tienen que entenderlo muy bien. Teṣāṁ satata-yuktānām bhajatāṁ prīti-pūrvakam (BG 10.10). Prīti, con amor. Cuando trabajan, cuando trabajan para Kṛṣṇa con amor y entusiasmo, esa es su vida consciente de Kṛṣṇa. Si piensan: “Esto es una cosa estereotipada, es problemática, pero, ¿qué puedo hacer? Esta gente me ha dicho que lo haga y yo lo tengo que hacer”. Eso no es conciencia de Kṛṣṇa, tienen que hacerlo voluntariamente y con gran placer. Entonces saben.

utsāhān dhairyāt niścayād
tat-tat-karma-pravartanāt
sato vṛtteḥ sādhu-saṅge
ṣaḍbhir bhaktiḥ prasidhyati
(Upadeśāmṛta 3)

Encontrarán este verso en el Upadeśāmṛta (3), siempre deben ser entusiastas, utsāhāt. Dhairyat, con paciencia. Tat-tat-karma-pravartanāt, niścayāt. Niścayāt significa con confianza. “Cuando me ocupo en actividades conscientes de Kṛṣṇa, las actividades de Kṛṣṇa, Kṛṣṇa seguramente me llevará de vuelta al hogar, de vuelta...”. Niścayāt. Y Kṛṣṇa dice: man-māna bhava mad-bhakto mad-yājī māṁ namaskuru (BG 18.65): “Te llevaré de regreso”. Así está escrito. Kṛṣṇa no es un mentiroso, de modo que tenemos que trabajar con entusiasmo. No viparītāni. Eso lo aceptará Arjuna al final. Kṛṣṇa le preguntará: “Querido Arjuna, ¿cuál es ahora tu decisión?” Arjuna dirá: “Sí”. Tvat prasādāt keśava naṣṭa-mohaḥ. “Toda mi ilusión se ha disipado ahora por Tu misericordia”. Kariṣye vacanam tava (BG 18.73). “Ahora debo luchar. Sí, yo debo matar a todos mis parientes”. Eso es todo.

Muchas gracias. Hare Krishna.

Devotos: Jaya Śrīla Prabhupāda. (fin)