“Entonces estamos tratando de mejorar la situación porque, después de todo, tan pronto como obtienes este cuerpo material, hay sufrimiento. No hay cuestión de felicidad. Pero por la energía ilusoria, por la ilusión pensamos que estamos disfrutando. A eso se le llama ilusión, māyā. Igual que el ejemplo: un puerco come heces, pero él piensa que está disfrutando. A esto se le llama prakṣepātmikā-śakti. No solo el puerco; incluso en la sociedad humana, alguien come lo más abominable, el pescado más podrido, aun así, él piensa que está disfrutando.”
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