ES/740603 - Clase SB 01.13.12 - Ginebra


His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda


740603SB-Ginebra, 3 junio 1974 - 20:07 minutos



Nitāi: (dirige el canto del verso, etc.) (los devotos repiten)

ity ukto dharma-rājena
sarvaṁ tat samavarṇayat
yathānubhūtaṁ kramaśo
vinā yadu-kula-kṣayam
(SB 1.13.12)

(pausa)

Traducción: “Habiéndolo interrogado así Mahārāja Yudhiṣṭhira, Mahātmā Vidura le dio a conocer de un modo gradual todo lo que había experimentado personalmente, con excepción de las noticias acerca de la aniquilación de la dinastía Yadu”.

Prabhupāda:

ity ukto dharma-rājena
sarvaṁ tat samavarṇayat
yathānubhūtaṁ kramaśo
vinā yadu-kula-kṣayam
(SB 1.13.12)

Yadu-kula-kṣayam. La dinastía Yadu… cuando Kṛṣṇa estaba presente, los miembros de la familia eran unos diez millones. Así es Kṛṣṇa. Todo es maravilloso. Se casó con 16.108 esposas, y cada una de ellas tuvo diez hijos, y cada hijo engendró otros diez hijos. De ese modo, la Yadu-kula era una familia enorme. Y fueron destruidos.

Hay dos comentarios a este respecto, por qué fue destruida la Yadu-kula por el plan de Kṛṣṇa. El primer comentario dice que si hubiesen continuado viviendo, se habría establecido el mismo concepto erróneo de que un brāhmaṇa nace en una familia brāhmaṇa, ellos habrían dicho: “También nosotros somos dios, porque hemos nacido de la familia de Dios, la familia de Kṛṣṇa”. Es como en la India hay una clase, se llaman a sí mismos Nityānanda-vaṁśa, los descendientes del Señor Nityānanda. Pero en realidad no es así. Y otro comentario dice que todos estos miembros de la Yadu-kula, nacieron en esa dinastía, en la Yadu-kula simplemente para realzar la opulencia de Kṛṣṇa. Pero que venían de diversos planetas celestiales para ayudar a Kṛṣṇa en Su encarnación. Es como cuando una persona muy importante, si va a un lugar, a ese lugar acuden también muchas otras personas importantes para ayudarlo. Cuando un rey va a alguna parte, el rey no va solo. Va con sus secretarios, sus comandantes militares y tantas otras personas.

Y eso eran estos Yadu-kulas. Vinieron para ayudar a Kṛṣṇa en Su līlā, los pasatiempos en el mundo material. Muchos de ellos nacieron como hijos de Kṛṣṇa, algunos de ellos como nietos, otros como bisnietos, y Kṛṣṇa no quería que se quedaran aquí. Kṛṣṇa estaba planeando ya regresar a Su Vaikuṇṭha, el planeta Vṛndāvana y no le gustaba la idea de que se quedaran. Así que decidió que también deberían volver. Pero el regresar significa que deben pasar por la muerte… porque si no sería antinatural. Y ¿quién podía matarlos? Nadie puede matarlos. Ese es también otro comentario. La familia de Kṛṣṇa era tan poderosa, que no había en el mundo poder para acabar con ellos. De modo que Kṛṣṇa hizo un plan para que se mataran entre ellos luchando. Otra lección es que si luchamos entre nosotros, incluso si pertenecemos todos a la misma familia de Kṛṣṇa, moriremos. Ese es el ejemplo de la Yadu-kula. Aunque pertenecían directamente a la familia de Kṛṣṇa, aun así, debido a que lucharon entre ellos, todos ellos murieron, fueron vencidos.

No es un episodio muy agradable. Cuando Mahārāja Yudhiṣṭhira le preguntó a Vidura acerca del bienestar de los miembros de la familia de la Yadu-kula, Vidura prefirió no contárselo, porque estaban muy relacionados como miembros de la misma familia, por lo que sería un gran pesar para los Pāṇḍavas, el saber que Yadu-kula, los descendientes de la Yadu-kula, habían sido aniquilados de una forma tan desagradable. Así que no se lo contó. Yathānubhūtaṁ kramaśaḥ. Ity ukto dharma-rājena sarvaṁ tat samavarṇayat. Él se lo explico todo. Vinā yadu-kula-kṣayam. Vinā. Vinā significa “sin”, sin contarle el episodio de la destrucción del Yadu-kula que habían luchado entre ellos.

nanv apriyaṁ durviṣahaṁ
nṛṇāṁ svayam upasthitam
nāvedayat sakaruṇo
duḥkhitān draṣṭum akṣamaḥ
(SB 1.13.13)

No se lo contó porque tampoco le gustaba ver tristes a los Pāṇḍavas. Volvió a su casa después de tantos años y le estaban dando la bienvenida, y en ese momento Vidura no quería verles pesarosos debido a este episodio.

kañcit kālam athāvātsīt
sat-kṛto devavat sukham
bhrātur jyeṣṭhasya śreyas-kṛt
sarveṣāṁ sukham āvahan
(SB 1.13.14)

Vidura se había ido de su casa definitivamente. No es que ahora volvía para vivir de nuevo con sus familiares. No. Su única intención era ver a su hermano mayor Dhṛtarāṣṭra que se estaba pudriendo allí. Había sido vencido. Lo había perdido todo. Había perdido el reino, perdió a sus hijos, a sus nietos, lo había perdido todo. Y aun así, no podía abandonar aquella supuesta felicidad material. Él por supuesto, los Pāṇḍavas, estaban tratando a Mahārāja Dhṛtarāṣṭra y a su esposa Gāndhārī de manera muy suntuosa como cabeza de la familia, pero él no se avergonzaba de haber conspirado contra los Pāṇḍavas y de haberles puesto en tantas dificultades con sus intrigas. Después tuvo lugar la gran batalla de Kurukṣetra, en la cual él lo perdió todo. Y aun así se había quedado a vivir bajo su cuidado simplemente por algunas comodidades materiales. Era un asunto muy vergonzoso. Vidura estaba muy apegado a Mahārāja Dhṛtarāṣṭra. Por eso, bhrātur jyeṣṭhasya śreyas-kṛt. Bhrātuḥ significa hermano y jyeṣṭha significa mayor. En realidad, Vidura había ido allí en beneficio de Dhṛtarāṣṭra. Por eso, kañcit kālam atha avātsīt. Decidió vivir en casa junto con los miembros de la familia durante algún tiempo. Avātsīt.

Sat-kṛto devavat sukham. Vivía con la opulencia de los semidioses, porque todos eran sus sobrinos. Los Pāṇḍavas eran devotos cultos y educados, y Vidura también lo era. Y lo trataron como deva-vat, divino. Eso es obligatorio. Es como yo, cada vez que voy algún sitio, me tratan siempre muy bien, vivo muy cómodamente, del mismo modo, los Pāṇḍavas trataban a Vidura dándole una vida muy cómoda, deva-vat, a nivel divino. Pero él no vivía allí simplemente por el bienestar material. Su objetivo era que: “Este pobre hombre, Dhṛtarāṣṭra, mi hermano mayor, todavía no ha aprendido, cuál es el valor de estas comodidades materiales”. Vive aquí sin la menor vergüenza. Así que quería instruirlo, y por eso vivió allí durante algún tiempo.

kañcit kālam athāvātsīt
sat-kṛto devavat sukham
bhrātur jyeṣṭhasya śreyas-kṛt
sarveṣāṁ sukham āvahan
(SB 1.13.14)

De modo que, aunque él vivía especialmente en el palacio para el beneficio de su hermano mayor, aun así, el tiempo que pasó con ellos fue un periodo muy agradable para todos. Porque él no vivía ahí como un hombre aburrido o tonto, si no que él hablaba de Kṛṣṇa. Por eso, todo mundo se sentía muy feliz. “Las personas santas como Vidura deben ser tratadas tan bien como a los habitantes del cielo”. “Igual que a los habitantes del cielo”. Si. Si una persona santa llega a sus casas, en el pasado ese era el sistema. Lo he visto cuando era niño, venían muchas personas santas y mi padre siempre las recibía muy amablemente, a todas ellas. Sigue siendo así, el sistema es si van a cualquier pueblo en la India… Quiero decir, aquellos que son sannyāsīs, a las personas santas, los reciben muy bien. Como Caitanya Mahāprabhu, cuando viajaba por el sur de la India, muchos brāhmaṇas venían a invitarlo. Ese es el sistema. No tenían que preocuparse nunca por su comida o su refugio en ningún sitio. Ese es el sistema.

Y Vidura, que era una persona santa, fue recibido por los Pāṇḍavas y lo trataron como a los habitantes del cielo. “En aquella época, los habitantes de los planetas celestiales solían visitar hogares como el de Mahārāja Yudhiṣṭhira, y a veces personas como Arjuna y otros solían visitar los planetas superiores”. Tenemos esa información. Arjuna visitó los planetas celestiales, y cuando aquí se celebraban grandes yajñas, sacrificios, solían venir personas como Indra, Candra. Y a veces le gusta a la persona… (leyendo) “Nārada es un hombre del espacio que puede viajar sin restricciones no solo por los planetas dentro de los universos materiales sino también en los universos espirituales”. Él puede ir a donde quiera. Puede ir. Él todavía vive. Incluso Nārada solía visitar el palacio de Mahārāja Yudhiṣṭhira, y qué decir de otros semidioses celestiales. Solamente la cultura espiritual de estas personas es lo que hacía posible los viajes interplanetarios, incluso en el cuerpo actual. Mahārāja Yudhiṣṭhira recibió a Vidura en la forma de recepción ofrecida a los semidioses. Este ejemplo significa que los semidioses visitaban la tierra.

(leyendo) “Mahātmā Vidura había entrado ya en la orden de vida de renuncia, y por lo tanto no regresó a su palacio paterno para disfrutar de alguna comodidad material. Aceptó por su propia misericordia la recepción que le ofreció Mahārāja Yudhiṣṭhira, pero su finalidad era vivir en el palacio con el objeto de liberar a su hermano mayor a Dhṛtarāṣṭra, que estaba demasiado apegado materialmente. Dhṛtarāṣṭra había perdido todas sus propiedades y sus descendientes en la guerra contra Mahārāja Yudhiṣṭhira, y aun así, debido a sentirse desamparado e indefenso, no se sintió avergonzado de aceptar la caridad y la hospitalidad de Mahārāja Yudhiṣṭhira”. Supongamos que tienen algún enemigo, siempre han luchado contra su enemigo, y aceptan su hospitalidad y viven allí, pensando que: “Estoy viviendo muy cómodamente”, eso no es bueno.

(risas) “De parte de Mahārāja Yudhiṣṭhira, era muy adecuado mantener a su tío de una manera apropiada, pero la aceptación de tan magnánima hospitalidad por parte de Dhṛtarāṣṭra no era en absoluto adecuado. La aceptó porque pensó que no tenía otra opción. Vidura en particular había ido a iluminar a Dhṛtarāṣṭra y a elevarle a un estado superior de conocimiento espiritual. Las almas iluminadas tienen el deber de liberar a las almas caídas, y Vidura había ido allí con esa intención. Pero las conversaciones que tienen este tema de la iluminación espiritual son tan refrescantes, que mientras instruía a Dhṛtarāṣṭra, Vidura atrajo la atención de todos los miembros de la familia, y todos ellos se complacían en escucharle pacientemente. Esa es la forma de alcanzar la iluminación espiritual. El mensaje debe escucharse con atención, y si es una alma iluminada quien lo habla, actuará en el corazón dormido del alma condicionada. Y escuchando continuamente, podemos alcanzar el estado perfecto de autorrealización”.

Por eso, śravaṇam es muy esencial. Śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ smaraṇaṁ pāda-sevanam (SB 7.5.23). Por eso, en todos nuestros centros se debe seguir este proceso. Ahora tenemos tantos libros. Simplemente si leemos libros… nuestro Yogeśvara Prabhu está muy entusiasmado con la lectura de libros. Así que todos deberían leer libros y otros deberían escuchar. Eso es muy esencial, śravaṇam. Cuanto más escuchan… tenemos muchos libros. Todo lo que ya hemos publicado… como ahora estamos explicando un verso cada día. Así que al menos… Nos quedan tantos versos por explicar, que se puede seguir hablando durante cincuenta años. Con estos libros que ya hemos publicado, nadie va a querer parar. No habrá falta de versos.

De modo que, debemos seguir esta práctica. En la medida de lo posible, no pierdan el tiempo, traten de escuchar sobre este tema trascendental, el Bhāgavatam. Yad vaiṣṇavānāṁ priyam. Este verso afirma que: “El Śrīmad-Bhāgavatam es muy, muy querido por los vaiṣṇavas, por los devotos”. En Vṛndāvana encontrarán que siempre están leyendo el Śrīmad-Bhāgavatam Es su vida misma. Nosotros tenemos ya ahora seis volúmenes y más… ¿cuántos se publican? ¿Vienen ocho volúmenes? Así que tenemos en abundancia. Deben leer. Śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ (SB 7.5.23). Esa es nuestra principal ocupación. Eso es servicio devocional puro. Debido a que no podemos dedicar veinticuatro horas a escuchar y cantar, hemos extendido nuestras actividades, las actividades del programa, de muchas maneras. Por lo demás, el Śrīmad-Bhāgavatam es muy bueno que si practican en cualquier lugar, cualquier condición, simplemente leyendo el Śrīmad-Bhāgavatam, serán felices. Así que adopten esta práctica y hagan que su vida espiritual sea cada vez más perfecta.

Muchas gracias.

Devotos: Jaya Prabhupāda. (fin)