«La angustia viene a mi sin ningún esfuerzo, similarmente, y de acuerdo a mi destino... Destino quiere decir que en cierta medida sufrimos, y en cierta medida disfrutamos. De hecho, no hay disfrute, pero lo tomamos como tal. La lucha por la existencia, la lucha por mitigar los sufrimientos, lo tomamos como felicidad. De hecho no hay felicidad en este mundo material. Así que cualquiera, ya sea felicidad o aflicción, dos términos relativos, uno lo obtenemos sin ningún esfuerzo; y el otro vendrá sin ningún esfuerzo».
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