ES/750116 - Clase SB 03.26.41 - Bombay
Nitāi: (dirige el canto de verso, etc.)
- rūpa-mātrād vikurvāṇāt
- tejaso daiva-coditāt
- rasa-mātram abhūt tasmād
- ambho jihvā rasa-grahaḥ
- (SB 3.26.41)
(pausa) (02:58)
“Por la interacción del fuego con la sensación visual, evoluciona el elemento sutil gusto bajo una disposición superior. Del gusto se produce el agua y la lengua que percibe el gusto, también se manifiesta”.
Prabhupāda:
- rūpa-mātrād vikurvāṇāt
- tejaso daiva-coditāt
- rasa-mātram abhūt tasmād
- ambho jihvā rasa-grahaḥ
- (SB 3.26.41)
Este verso explica cómo se fabrica el agua. Los científicos actuales hablan de fabricar agua mediante la combinación de dos gases: el hidrógeno y el oxígeno. Tal vez sea cierto en determinada medida. Pero las Escrituras védicas nos indican que por la interacción de la forma y el tacto por intermedio de la acción del fuego, tal vez se produzca una transpiración. Es como cuando nuestro cuerpo se calienta demasiado transpiramos, sale el agua, de igual forma, en un proceso similar obtenemos agua, ambho. Y tan pronto como hay agua, surge jihvā, el sentido del tacto, rasa-graha, que puede saborear. La jihvā tiene por objeto este saborear. Así funciona la manifestación física de distintas maneras. Pero en el fondo lo que hay detrás es daiva-codita. Todo entra en la existencia debido a disposiciones superiores o por un orden superior. Esa es la principal propuesta, mayādhyakṣeṇa prakṛtiḥ (BG 9.10). Estas cosas… las distintas transformaciones físicas, diferentes formas, las que se producen. Y que las podemos percibir en el mundo fenoménico. Pero son cosas que no suceden por sí solas, sino daiva-coditāt, mediante una intervención superior, impulsadas por la Suprema Personalidad de Dios.
Tal como explicamos anoche, toda acción y toda reacción la lleva a cabo la persona suprema, Kṛṣṇa. Pero Él posee tantas energías que no necesita… Es como nosotros tenemos que ver tantas cosas personalmente. Es como para dirigir nuestra institución, a veces tenemos que cuidar personalmente: “Cómo se organizan las cosas”. Porque tenemos que comprobar que no haya discrepancias en el servicio del Señor. Ese es nuestro deber. Pero si dependemos por completo de Kṛṣṇa, las cosas continuarán. Pero tenemos que depender de esa manera. Él dispone de una maquinaria tan perfecta. Lo primero es que Él está en el corazón de todos. Sarvasya cāhaṁ hṛdi sanniviṣṭaḥ (BG 15.15). De modo que puede instruirnos para realizar nuestros respectivos deberes, pero siempre y cuando haya otra cosa: una consideración personal. Se le da la oportunidad al ser vivo, a la persona de aprovechar esta oportunidad, de modo que no abuse de su pequeña independencia. Todos tenemos la oportunidad. Y otra actividad de Kṛṣṇa es que: Él no interfiere con la mínima independencia que tiene el ser viviente. Él debe renunciar voluntariamente a su pequeña independencia. Kṛṣṇa no nos fuerza, Kṛṣṇa desea, nos ordena: “Haz esto”. Sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja (BG 18.66). Pero no interfiere con nuestra pequeña independencia. Esa es la misericordia de Kṛṣṇa, cómo puede hacerlo. Kṛṣṇa no es como nosotros, que les doy algo y luego les pido que me lo devuelvan. No. Lo que sea que Kṛṣṇa nos haya dado, es permanente.
Él nos ha dado un poco de independencia porque somos partes integrales de Kṛṣṇa. Kṛṣṇa es completamente independiente. No depende de nadie. Pero, aunque hemos obtenido independencia hasta cierto punto, pero nos hallamos bajo el control de māyā. En la vida espiritual también hay māyā. Es lo que se llama yoga-māyā. Māyā también está en la vida material. Es lo que se llama mahā-māyā, Durgā. Entonces nosotros, siendo muy pequeños… Como los niños pequeños: se les pone en manos de la madre para que los cuide o bien de la nodriza para que los cuide. A los niños pequeños hay que cuidarlos, ya sea por la madre o por una nodriza, una sirvienta. Del mismo modo, siendo nosotros partes muy diminutas, pequeñas, fragmentarias, partes integrales atómicas de Kṛṣṇa, aunque contamos con todos los elementos de Kṛṣṇa, aun así, necesitamos protección. Como el niño y el padre. El niño posee toda la composición química del cuerpo del padre. Incluso si el padre está enfermo, el hijo también hereda la enfermedad. Esto es un hecho. Del mismo modo, tenemos todos los ingredientes o cualidades de Dios en nosotros, pero en porciones fragmentarias muy, muy pequeñas. Por eso, aunque poseemos las cualidades de Kṛṣṇa, a veces caemos. Porque siendo muy, muy pequeños, tan diminutos, fragmentarios, existe la posibilidad de que seamos cubiertos por otra cosa.
De modo que, necesitamos protección. Por eso, mahātmānas tu māṁ pārtha daivīṁ prakṛtim āśritāḥ (BG 9.13). Los mahātmās también reciben protección de daivī-prakṛti, de la māyā de Kṛṣṇa. Por eso cantamos “Hare Kṛṣṇa”, no solo “Kṛṣṇa”. Harā es la energía de Kṛṣṇa, así que, entes que nada, nos refugiamos en la energía de Kṛṣṇa, daivī-māyā, Rādhārāṇī. En Vṛndāvana cantan “Rādhā-Kṛṣṇa”, “Jaya Rādhe”. Se llaman unos a otros “Rādhe”, así. Mahātmānas tu māṁ pārtha daivīṁ prakṛtim āśritāḥ (BG 9.13). Si se refugian en esa daivī-māyā… Rādhārāṇī, entonces Ella nos dará inteligencia de tal manera que podamos refugiarnos en Kṛṣṇa perfectamente. Daivī-māyā āśritāḥ, tan pronto como nos encontremos bajo el refugio de daivī-māyā, ahí comienza nuestra actividad bhajanty ananya-manasaḥ: simplemente servir a Kṛṣṇa, nada más. Y en el mundo material, mientras estemos bajo la protección de mahā-māyā, tenemos muchas cosas a las que servir. Bahu-śākhā hy anantāś ca buddhayo 'vyavasāyinām (BG 2.41). Cuando estamos bajo el cuidado de daivī-māyā, nuestra única actividad es servir a Kṛṣṇa. Esa es nuestra posición constitucional original, kṛṣṇa-dāsa. Ya he dado varias veces este ejemplo, la parte integral de mi cuerpo, el dedo, siempre está sirviendo a la totalidad del cuerpo conforme a la orden; de manera similar, como partes integrales de Dios, Kṛṣṇa, nuestra única actividad es servirle. Todas sus propiedades…
Ahora lo explica Kapiladeva, cómo se forman las cosas, todo. Hemos hablado de ello esta tarde. Aquí lo tenemos, jihvā ambho. Surgen por la interacción de la sensación del tacto, por el fuego. De esa forma todo está emanando. Janmādy asya yataḥ (SB 1.1.1). La fuente original es Kṛṣṇa. Ahaṁ sarvasya prabhavo mattaḥ sarvaṁ pravartate (BG 10.8). Esta es la verdadera ciencia. Todo viene de Él. Todo lo que poseemos, las transformaciones físicas, el cuerpo denso, la mente sutil, la inteligencia, todo es producto de la fuente original, Kṛṣṇa. Y es lo mismo, cuando se utiliza con un entendimiento claro de que: “Todo es emanación de Kṛṣṇa. Todo pertenece a Kṛṣṇa. Así que vamos a utilizarlo para el servicio de Kṛṣṇa”, entonces de ese modo nos situamos en el daivī-māyā. Mahātmānas tu māṁ pārtha daivīṁ prakṛtim āśritāḥ (BG 9.13). Eso es daivī-prakṛti. Y el resultado es bhajanty ananya-manasaḥ. Sin ninguna desviación, están ocupados, los devotos están ocupados en el servicio de Kṛṣṇa. Esa es la perfección de la vida. Y en esta vida, mientras estemos sujetos al condicionamiento material, estamos practicando como ocuparnos en el servicio de Kṛṣṇa las veinticuatro horas del día. Y cuando alcanzamos la perfección… Tataḥ, tattvato jñātvā.
Kṛṣṇa dice en el Bhagavad-gītā que: bhaktyā mām abhijānāti (BG 18.55). Si quieren entender a Kṛṣṇa o si alguien quiere entender a Kṛṣṇa perfectamente, tattvataḥ, en verdad, entonces tiene que entenderlo a través del bhakti, no hay otro proceso, aunque hay muchos otros procesos, hay formas distintas. Algunos supuestos filósofos dicen que: “Podemos adoptar cualquier proceso. Que nos lleve al mismo objetivo”. Está bien, siempre y cuando progresen. Entonces llegarán al mismo objetivo. Pero si se quedan estancados simplemente en la práctica del proceso, si no progresan, entonces no les lleva al mismo objetivo. Como una escalera que sube al cuarto piso. Suben, digamos, veinticinco pasos. Están en una posición determinada. Si suben otros cincuenta escalones, están en otra posición determinada. Si suben sesenta escalones… De esta forma, van subiendo, el final puede ser de cien escalones. Pero, mientras no hayan recorrido esos cien peldaños, no alcanzan el final, aunque todos les llevan al mismo objetivo. Por lo tanto, tenemos que avanzar. Del karma-kāṇḍa tenemos que aprender cuál es nuestra verdadera situación de karma-kāṇḍa, porque nos ocupamos en karma-kāṇḍa. Eso se llama jñāna. Luego, nos elevamos del jñāna-kāṇḍa, al upāsanā-kāṇḍa. Luego, upāsanā-kāṇḍa, cuando alcanzamos el upāsanā más elevado, más elevado… Upāsanānāṁ sarveṣāṁ viṣṇor ārādhanaṁ param (CC Madhya 11.31), Padma Purana). Cuando se vuelven vaiṣṇavas, cuando adoran a Kṛṣṇa, a Viṣṇu, ese es el estado de perfección.
Mama vartmānuvartante manuṣyāḥ pārtha sarvaśaḥ (BG 4.11). Todo mundo está elevándose al mismo objetivo, pero tenemos que hacer más progreso. No piensen: “Con el karma-kāṇḍa hemos llegado a la fase final, o que lo hemos conseguido con el jñāna-kāṇḍa, o mediante upāsanā-kāṇḍa, con la adoración de los semidioses, hemos llegado a la fase final”. No. A esa fase final, podemos llegar directamente con bhakti, el upāsanā más elevado. Por eso, Kṛṣṇa dice directamente: bhaktyā mām abhijānāti yāvān yaś cāsmi tattvataḥ (BG 18.55). El proceso del bhakti es śravaṇam, ese es el comienzo. Śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ (SB 7.5.23). Tenemos que escuchar estos temas que se explican en el Bhagavad-gītā y el Śrīmad-Bhāgavatam. Entonces podemos entender cómo Kṛṣṇa dirige este mundo fenoménico. Eso tenemos que aprender escuchando. ¿Por qué tenemos el Bhāgavatam? Yad vaiṣṇavānāṁ priyaḥ. El vaiṣṇava disfrutará y aprenderá del Śrīmad-Bhāgavatam, cómo Kṛṣṇa actúa en todo. Eso iluminará al devoto viendo como Kṛṣṇa es grande, como mediante Sus diferentes energías, Él actúa en todos los campos de actividades.
Na tasya kāryaṁ karaṇaṁ ca vidyate (Śvetāśvatara Upaniṣad 6.7). Él está aquí presente, Kṛṣṇa. Él no tiene que hacer nada. Na tasya kāryaṁ karaṇaṁ ca vidyate. Todo está listo. Ya sea de forma natural o para aceptar el servicio del devoto, Él adopta la posición de: “Yo dependo de ti. Solo puedo vestirme, si tú Me vistes”. Pero en realidad no es así. Él se viste a Sí mismo dándoles a ustedes la inteligencia. Buddhi-yogaṁ dadāmi taṁ yena mām upayānti te (BG 10.10). A quienes sienten el deseo de servirle, Kṛṣṇa les da la inteligencia sobre cómo servirle. Él no depende de su servicio. Es más que autosuficiente. Pero Él adopta esa posición: “Soy una estatua de piedra. No puedo vestirme. Por favor, vísteme tú”. Esta es la misericordia de Kṛṣṇa, darles la oportunidad. Él no depende de ustedes. Na tasya kār… Hay muchas energías. A Kṛṣṇa le adoran infinidad de diosas de la fortuna. Lakṣmī-sahasra-śata-sambhrama-sevyamānam (BS 5.29). De modo que Él no necesita nuestro servicio. Pero está de acuerdo. Es tan bondadoso que accede a venir aquí para aceptar nuestro servicio. De modo que tenemos que ser muy cuidadosos que: “Kṛṣṇa ha tenido la gran bondad de venir aquí para aceptar nuestro servicio. Ahora somos nosotros los que no tenemos que hacer cosas que no Le satisfagan”. Eso es devoción. Eso es conciencia de Kṛṣṇa, siempre con un sentimiento de veneración plena. No piensen: “Aquí hay una estatua”. Aquí está Kṛṣṇa.
Kṛṣṇa está dispuesto a aceptar nuestro servicio de muchas formas. Si no pueden instalar la Deidad, entonces simplemente escuchar acerca de Él. Eso es lo más importante. No necesitamos establecer templos en todas partes. Si tenemos la posibilidad de establecer un templo y servir a Kṛṣṇa correctamente de acuerdo con las regulaciones que se mencionan en los śāstras o conforme a las instrucciones del maestro espiritual… Eso es lo que se llama vaidhī-bhakti. Vaidhī-bhakti. Vaidhī-bhakti significa llevar a cabo el servicio devocional conforme a los principios regulativos. Sin vaidhī-bhakti no pueden saltar al plano de rāga-bhakti. Rāga-bhakti es espontáneo. Para seguirlo no se necesita ningún principio regulativo. Lo hacen por amor, por sentimiento, todo el mundo quiere servir a Kṛṣṇa. Hablamos de las gopīs. Todos los habitantes de Vṛndāvana, no se sometieron a ningún principio regulativo. Pero, espontáneamente, están siempre dispuestos a servir a Dios, a Kṛṣṇa. Eso es lo que se llama rāga-bhakti.
Es como tenemos este ejemplo. Una madre, tan pronto como tiene un niño, un bebé, lo cuida. Ella se encarga. Aunque ella no va a una escuela para aprender cómo cuidar a un niño, de manera natural, lo cuida. Del mismo modo, servimos a Kṛṣṇa de forma natural, eso es lo que se llama rāga-bhakti. Eso se alcanza mediante viddhi-bhakti, con la práctica. Es como en el pasado se celebraban matrimonios, el matrimonio infantil: un niño pequeño, una niña pequeña. Pero simplemente por su compañía la niña aprendía cómo servir a su esposo y el esposo aprendía de forma natural a proteger a su esposa y la mayor parte de su vida era muy placentera, muy feliz. Desde el mismo comienzo, ella sabía: “Aquí está mi esposo”, y él sabe: “Ella es mi esposa”. Al menos lo hemos visto en nuestra India. No se plantea la separación. No se plantea el divorcio. Hay amor desde el principio. Existe la tendencia, e inmediatamente encuentra el objeto del amor. La muchacha tiene marido; el marido tiene esposa. Entonces el amor continúa de forma espontánea.
Debemos tratar de comprender la conciencia de Kṛṣṇa desde el mismo comienzo de nuestra vida, amar a Kṛṣṇa. Entonces de forma natural se manifiesta. Esa es la instrucción de Prahlāda Mahārāja: kaumāra ācaret prājño dharmān bhāgavatān iha (SB 7.6.1). Kaumāra. Kaumāra significa hasta los diez años, de los cinco a los diez años; alguien dice, incluso hasta los quince años. Sea como sea, durante este período de la vida debemos aprender a desarrollar este culto de la devoción, dharmān bhāgavatān. Dharma significa las leyes y las instrucciones dadas por Dios. Dharmaṁ tu sākṣād bhagavat-praṇītam (SB 6.3.19). Y cuando eso se lleva a la práctica directamente, la relación entre Dios y el devoto, ese es el verdadero dharma. Dharmān bhāgavatān. Hay distintos tipos de dharmas, pero el verdadero dharma es bhāgavata-dharma, lo que aprendemos del Śrīmad-Bhāgavatam, acerca de cómo tratar con la Suprema Personalidad de Dios, Bhagavān. Eso se llama bhāgavatān. Por eso, a los niños se les debe enseñar desde el principio de su vida este bhāgavatān-dharma. Estamos tratando hacer eso en nuestro movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa. Hemos creado una institución, el gurukula, en Dallas, en Texas, y aprenden muy bien. Como este niño: desde el principio está aprendiendo el bhāgavatān-dharma. Ofrece reverencias, canta, danza, ofrece una flor al maestro espiritual y ofrece una flor a los vaiṣṇavas. De ese modo en su infancia, mientras juega, se habitúa a este dharmān bhāgavatān. Esta es una verdadera civilización, realmente humana, desde el mismo comienzo de la vida. Porque si queremos, podemos aprender como perros y gatos, comer, saltar, dormir y aparearse. No. Esa no es la misión de la vida humana.
Por eso, Prahlāda Mahārāja dice: kaumāra ācaret prājño dharmān bhāgavatān iha (SB 7.6.1). “¿Por qué? ¿Por qué el bhāgavata-dharma es tan importante que tengo que aprenderlo desde el mismo comienzo de mi vida?”. Durlabhaṁ mānuṣaṁ janma tad apy adhruvam arthadam: “La vida humana se obtiene muy rara vez”, durlabham. Dur significa “muy difícil”. Después de muchísimas vidas, bahūnāṁ janmanām ante (BG 7.19), hemos obtenido esta forma humana, por el proceso evolutivo. Durlabham, con gran dificultad lo hemos conseguido. Y, ¿por qué es tan importante? Ahora es arthadam. Arthadam. Artha significa significativo o riqueza o con cierta riqueza. Arthadam, pueden lograr arthadam. Arthadam, aunque adhruvam… Pueden preguntar: “¿Cuál es la diferencia entre la vida humana y la vida de un perro? Ambas son temporales. ¿Por qué ponen tanto énfasis en la vida humana, son las mismas actividades: comer y dormir, vida sexual y defenderse? Entonces, ¿por qué dan más importancia a la vida humana?”. Arthadam. Yad apy adhruvam, es no permanente, y es arthadam. Arthadam significa alcanzar el objetivo de su vida. No debemos emplearlo mal. Debemos enseñar a nuestros hijos a convertirse en bhāgavatam, personas bhāgavatam, leyendo el Śrīmad-Bhāgavatam.
Les estamos enseñando desde el mismo comienzo el Bhagavad-gītā y el Śrīmad-Bhāgavatam, y ellos aprenden. Esa es la manera. Si simplemente aprende el Śrīmad-Bhāgavatam, obtienen tanto conocimiento de cómo se desarrollan las cosas, cómo surge la lengua, cómo aparece el sentido del gusto, el tacto, cómo funciona el fuego, cómo funciona el frio y el calor; de la interacción del calor y el tacto, cómo se desarrollan las cosas… Allí se explica todo. Físico y espiritual, todo está ahí. Y esto es el bhāgavata-dharma, estudiar el Śrīmad-Bhāgavatam con gran atención. Todo está ahí…Todo el conocimiento está ahí. Kiṁ vā parair īśvaraḥ (SB 1.1.2). No es necesario leer ningún otro libro. Kiṁ vā paraiḥ, así lo dice al comienzo. ¿Por qué? Sadyo hṛdy avarudhyate īśvaraḥ. La perfección de la vida es entender a Dios. Y, leyendo el Śrīmad-Bhāgavatam, sadyaḥ, inmediatamente, hṛdy avarudhyate īśvaraḥ: “La Suprema Personalidad de Dios, con simplemente leer el Bhāgavatam... Él ya está allí, pero inmediatamente lo podemos percibir”. Y esa es la perfección de la vida.
El Bhāgavata es tan poderoso que nityaṁ bhāgavata-sevayā: tenemos que leer el Śrīmad-Bhāgavatam cada día, las veinticuatro horas del día. Ese es el mandamiento: nityam. Nityam significa “siempre”. Nuestros miembros especialmente, así me refiero sobre todo a los que viven en los centros, ellos y los que se están haciendo miembros, miembros ordinarios o miembros patrocinadores, les damos libros. Por favor, léanlos con mucha atención. No tomen los libros pensando: “Soy un miembro. Es mi deber comprar estos libros y guardarlos en el armario”. No. Léanlos detenidamente. Nityaṁ bhāgavata-sevayā. Mediante la lectura regular del Śrīmad-Bhāgavatam, nuestra contaminación material acaba por desaparecer. Naṣṭa-prāyeṣu. Naṣṭa-prāyeṣv abhadreṣu nityaṁ bhāgavata-sevayā (SB 1.2.18). Tan pronto como comience a disminuir, finalmente acaba por desaparecer por completo, y acaban por situarles en su posición espiritual constitucional original, la conciencia de Kṛṣṇa, bhakti-yogataḥ. Evaṁ prasanna-manaso bhagavad-bhakti-yogataḥ (SB 1.2.20). Limpiando el corazón nos volvemos prasanna-manasaḥ, muy jubilosos. Bhagavad-bhakti-yogataḥ. Por eso, el bhāgavata-dharma debe practicarse desde el comienzo de la vida y debe estudiarse. Tenemos muchos libros. Se puede leer… Todo lo que ya tenemos, pueden leer durante cincuenta años continuamente y recibir siempre una nueva iluminación uno tras otro.
Bhāgavata significa el conocimiento completo. Bhāgavata, viene de bhagavān. De bhagavat-śabda viene bhāgavata. De modo que, en compañía de los bhāgavata, de los devotos, si leemos el Śrīmad-Bhāgavatam… Sajātīya snigdhasya. Sajātīya: con personas que piensan de la misma manera que nosotros. Eso significa que los devotos que están interesados en el bhagavad-bhakti, en entender a Bhagavān, deben leer el Śrīmad-Bhāgavatam en la asociación. Deben tener clases cotidianamente, como en las escuelas y las universidades, de seis, ocho horas. Participar siempre en la lectura del Śrīmad-Bhāgavatam, comentarlo entre ustedes. Entonces progresarán. Si no es así, si lo consideras como un trabajo de rutina oficial… Deben tomarlo, así como un trabajo rutinario, pero con la conciencia de que: “Tenemos que aprender algo”, no simplemente asistiendo a la clase, sino para aprender algo. De este modo, hacer que sus vidas sean un éxito. Porque, al fin y al cabo, todo se hace daiva-coditāt, bajo el impulso de la Persona Suprema. La Persona Suprema está detrás de todo. Si leemos el Śrīmad-Bhāgavatam en compañía de devotos con regularidad, entonces nuestra contaminación material acabará disolviéndose, y surgirá nuestra conciencia espiritual, y eso hará de nuestra vida un éxito.
Muchas gracias.
Devotos: Jaya Prabhupāda. (fin).
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