ES/760812 - Clase SB 03.22.22 - Teheran


His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda


760810SB - Teherán, 10 agosto 1976 - 15:30 minutos



Prabhupāda: Hum. ¿Él conoce las reglas y regulaciones?

Atreya Ṛṣi: Sí, Śrīla Prabhupāda.

Prabhupāda: Que él lo diga. Deja que lo diga.

Atreya Ṛṣi: (Farsi a Mustafá) ¿Puedes decirlo en inglés?

Mustafá: Sí. No puedo decirlo completamente, correctamente.

Prabhupāda: Que lo diga en inglés. (Atreya Ṛṣi traduce del farsi) Nada de sexo ilícito, nada de apuestas, nada de embriagarse, nada de comer carne.

Mustafá: ...y huevos y pescado.

Atreya Ṛṣi: Su nombre en farsi, su nombre es Mustafá.

Prabhupāda: Entonces su nombre espiritual, Vallabha dāsa.

Atreya Ṛṣi: ¿Balab?

Prabhupāda: Vallabha dāsa. No así, aquí.

Atreya Ṛṣi: Vallabha dāsa. Su nombre es, en farsi, Hussein. Significa “totalmente compasivo”.

Prabhupāda: En cuanto a las diez ofensas, tú se las enseñarás. Tu nombre, Śrīdhara dāsa.

Hussein: ¿Śrīdhara?

Atreya Ṛṣi: Śrīdhara dāsa.

Hari-śauri: Jaya. Hare Kṛṣṇa.

Prabhupāda: Hare Kṛṣṇa. Lee un pasaje de los libros.

Pradyumna: Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. (los devotos repiten) (dirige el canto, etc.)

so 'nu jñātvā vyavasitaṁ
mahiṣyā duhituḥ sphuṭam
tasmai guṇa-gaṇāḍhyāya
dadau tulyāṁ praharṣitaḥ
(SB 3.22.22)

Traducción: (04:42) “Ni la decisión de la reina ni la de Devahūti dejaban lugar a dudas. Después de conocerla, el emperador, lleno de alegría, entregó su hija al sabio, cuyas innumerables virtudes eran iguales a las de ella”.

Prabhupāda:

so 'nu jñātvā vyavasitaṁ
mahiṣyā duhituḥ sphuṭam
tasmai guṇa-gaṇāḍhyāya
dadau tulyāṁ praharṣitaḥ
(SB 3.22.22)

Aquí está el Emperador Manu, que decidió darle su hija a Kardama Muni. Y la aprobación de la Reina, que también se esperaba. Eso significa la aprobación del padre, la aprobación de la madre, y la muchacha que se va a casar, su aprobación. Estas cosas se requieren antes de que se lleve a cabo el matrimonio. Hoy en día, dāmpatye ratim eva hi svīkāram eva udvāhe: el matrimonio tiene lugar simplemente por acuerdo entre las partes, el muchacho y la muchacha. Pueden acudir a cualquier magistrado y registrarlo. Pero según el sistema védico, ese no es el sistema. El sistema es que el padre y la madre también debe estar de acuerdo. El acuerdo tiene que estar, la aprobación de los padres tiene que estar ahí.

Guṇa-gaṇāḍhyāya, Kardama Muni, un gran yogī, qué decir de sus cualidades. Dadau tulyām, y Devahūti también están igualmente calificados. Este tipo de matrimonio es un matrimonio muy feliz, y el resultado de tal matrimonio es Kapiladeva. Debido a que el matrimonio era muy atractivo, el Señor Kapiladeva, una encarnación de Kṛṣṇa, apareció en el vientre de Devahūti. Hay dos Kapilas. El Kapila original es hijo de Devahūti y Kardama Muni; por lo tanto, se le conoce particularmente como Devahūti-putra Kapila. La filosofía Sāṅkhya fue enunciada por Él. También enseñó a su madre. Encontrarán todas esas instrucciones de Kapila Muni a Su madre. El sistema era muy bueno. Todo estaba allí. No se trataba simplemente de brahmacārīs. No. Hay parejas casadas. Este Kardama Muni fue un gran yogī. Aún así, se casó. No hubo disturbios. Aunque le prometió solo un hijo a Devahūti, creo que tuvo otras nueve hijas.

Muy buen sistema, todo estaba allí, pero con el propósito de la realización de la verdad más elevada. Esa es la civilización. Nada se tiene que detener; todo puede seguir. Estamos muy ocupados con las comodidades corporales; qué bien. Pero si aumentan las comodidades corporales, no hay límite. Ese no debería ser el propósito de la vida. En un proverbio bengalí se dice: śarīre na mahaseya ye sahaye taya saba. Este cuerpo es tan bueno que si practican algo, se acostumbrará. Como si estuviéramos sentados en el suelo. Si practicamos sentarnos en el suelo, no hay necesidad de este sofá. No rechazamos el sofá si está disponible, pero no es que sin sofá no pueda sentarme. Este tipo de civilización está condenada. Además de eso, tenemos nuestro propio interés. El verdadero interés es athāto brahma jijñāsā. Jīvasya tattva-jijñāsā (SB 1.2.10). En el Śrīmad-Bhāgavatam encontrarán: kāmasya nendriya-prītir (SB 1.2.10). Hay algunas necesidades para la complacencia de los sentidos, pero no para los sentidos, sino para la elevación espiritual. Jīvasya tattva-jijñāsā. La vida está destinada a indagar acerca de la Verdad Absoluta.

No podemos dedicar nuestro valioso tiempo a las comodidades corporales, sacrificando nuestro verdadero objetivo de la vida, la autorrealización. Eso no es civilización. Esa es la civilización animal. La primera consideración es la autorrealización. Por lo tanto, encontrarán que la civilización védica es muy simple porque tomaron su interés principal, la autorrealización. Las comodidades corporales... Grandes, grandes reyes, porque tenían que gobernar el país, algún tipo de estilo de vida hermoso. Eran... Personas corrientes, estaban satisfechas en una cabaña. Todavía encontrarán en la India en los pueblos, creo que aquí también lo mismo, no les importa. Veo desde la calle los muros originales. No les interesa mucho cómo vivir cómodamente. El verdadero propósito de la vida debería ser es. En la actualidad la civilización es simplemente para la comodidad corporal. Divasa-śarīra-sāje. Se echa a perder todo el día tratando de hacer que el... mantener el cuerpo en una situación cómoda. Ese no es el propósito de la vida. El propósito de la vida es que debemos suplir las necesidades del cuerpo a medida que pueda mantenerse en forma para ejecutar el propósito espiritual. Pero en la actualidad no hay un propósito espiritual, simplemente comodidades corporales. Esta es la civilización de los animales. Como animales, no conocen nada excepto las comodidades corporales. Si la sociedad humana se vuelve así, entonces es una sociedad animal. Y debido a que es una sociedad animal, no hay paz a pesar del avance de las comodidades materiales.

Podemos aprender de los ejemplos vívidos, ejemplos vivientes de Kardama Muni y Devahūti. Kardama Muni era una asceta, de vida muy sencilla, y Devahūti es la hija del emperador. Y accedió a casarse con Kardama Muni, por lo que se dedicó al servicio de su esposo. Imagínense una persona, asceta. ¿Qué bienes tiene? Sin hogar, sin buena comida, nada. Aún así ella accedió gustosa. Aquí se dice: dadau tulyāṁ praharṣitaḥ. Nu jñātvā vyavasitaṁ mahiṣyā duhituḥ sphuṭam. Duhituḥ, consentimiento de la hija. Fue... Se tomó el consentimiento de la hija: “¿Quieres?”. Y ella eligió a su marido. Ella dijo: “Ahí está Kardama Muni. Quiero casarme con él, ese Kardama Muni”. Expresó su deseo a su padre, y el padre y la madre vinieron a ofrecerle la hija a Kardama Muni. El primer consentimiento fue el de la hija. Solo miren, ella era la hija del emperador, cuán cómodamente vivía, pero aceptó voluntariamente todas las dificultades para convertirse en la esposa de un asceta. No pueden esperar ningún consuelo real cuando uno se convierte en la esposa de un asceta. Por supuesto, más tarde todo le fue dado por el poder místico de Kardama Muni, pero al principio aceptó vivir en una cabaña muy humilde con su esposo y servirlo.

Muchísimas gracias.

Devotos: Jaya. Gracias, Prabhupāda. (fin).