ES/CC Antya 3: Las glorias de Śrīla Haridāsa Ṭhākura

Śrī Caitanya-caritāmṛta - Antya-līlā, Capítulo 3: Las glorias de Śrīla Haridāsa Ṭhākura




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Resumen

En su Amṛta-pravāha-bhāṣya, Bhaktivinoda Ṭhākura ofrece el siguiente resumen del Capítulo Cuatro. Śrīla Sanātana Gosvāmī viajó solo de Mathurā a Jagannātha Purī para ver al Señor Caitanya. Por haberse bañado en aguas insalubres y no haber podido comer todos los días lo suficiente mientras cruzaba el bosque de Jhārikhaṇḍa, contrajo una enfermedad que le causaba escozor en todo el cuerpo. El escozor era tan insufrible que decidió suicidarse, tirándose bajo las ruedas del carro de Jagannātha en presencia de Śrī Caitanya Mahāprabhu.

Cuando llegó a Jagannātha Purī, Sanātana Gosvāmī pasó algún tiempo bajo el cuidado de Haridāsa Ṭhākura, y Śrī Caitanya Mahāprabhu Se sintió muy feliz de verle. El Señor dio a Sanātana Gosvāmī la noticia de la muerte de su hermano menor, Anupama, que tenía una gran fe en los pies de loto del Señor Rāmacandra. Un día, Śrī Caitanya Mahāprabhu dijo a Sanātana Gosvāmī: «Tu decisión de suicidarte es resultado de la modalidad de la ignorancia. Nadie puede obtener amor por Dios mediante el suicidio. Tú has consagrado ya tu vida y tu cuerpo a Mi servicio; tu cuerpo, por lo tanto, ya no te pertenece, ni tienes ningún derecho a suicidarte. Tengo muchos servicios que hacer mediante tu cuerpo. Quiero que prediques el culto del servicio devocional y vayas a Vṛndāvana a sacar a la luz los lugares sagrados perdidos». Dicho esto, Śrī Caitanya Mahāprabhu Se fue, y Haridāsa Ṭhākura y Sanātana Gosvāmī hablaron mucho acerca de todo eso.

Un día, Śrī Caitanya Mahāprabhu hizo llamar a Sanātana Gosvāmī, pues quería que fuese con Él a Yameśvara-ṭoṭā. Para reunirse con el Señor, Sanātana Gosvāmī tomó el camino de la playa, en la orilla del mar. Cuando Śrī Caitanya Mahāprabhu preguntó a Sanātana Gosvāmī qué camino había seguido, Sanātana contestó: «He preferido evitar el camino del Siṁha-dvāra del templo de Jagannātha, porque es el camino que siguen siempre los servidores del Señor Jagannātha, de modo que he venido por la playa». Sanātana Gosvāmī no se había dado cuenta de que sus pies, al contacto con la arena caliente, se habían llenado de ampollas. Śrī Caitanya Mahāprabhu Se sintió complacido de escuchar acerca del gran respeto que Sanātana Gosvāmī sentía por el templo del Señor Jagannātha.

Como la enfermedad le producía llagas húmedas en el cuerpo, Sanātana Gosvāmī evitaba abrazar a Śrī Caitanya Mahāprabhu. El Señor, sin embargo, le abrazaba a la fuerza. Sintiéndose por ello muy desdichado, Sanātana Gosvāmī preguntó a Jagadānanda Paṇḍita qué debía hacer. Jagadānanda le aconsejó que regresara a Vṛndāvana después del festival de los carros de Jagannātha. Cuando Śrī Caitanya Mahāprabhu supo de esa instrucción, riñó a Jagadānanda Paṇḍita y le recordó que Sanātana Gosvāmī, además de ser mayor que él, era también más erudito. Śrī Caitanya Mahāprabhu hizo saber a Sanātana Gosvāmī que el estado de su cuerpo no Le incomodaba de ninguna forma, puesto que Sanātana era un devoto puro. El Señor, como sannyāsī que era, no consideraba ningún cuerpo mejor que otro. El Señor le hizo saber también que Él era como un padre para Sanātana y los demás devotos, de modo que el líquido que trasudaba la piel de Sanātana no Le afectaba en lo más mínimo. Dichas estas palabras, el Señor volvió a abrazarle; tras recibir ese abrazo, Sanātana Gosvāmī quedó libre de la enfermedad. El Señor ordenó a Sanātana Gosvāmī que se quedase con Él todo ese año y que al año siguiente, después de asistir al festival de Ratha-yātrā, se fuese de Puruṣottama-kṣetra y regresase a Vṛndāvana.

Śrī Rūpa Gosvāmī, por su parte, después de su encuentro con Śrī Caitanya Mahāprabhu, regresó a Bengala, donde pasó un año entero. Allí repartió todo su dinero entre sus familiares, los brāhmaṇas y los templos. De ese modo se retiró por completo y regresó a Vṛndāvana para ver a Sanātana Gosvāmī.

Tras narrar estos episodios, Kṛṣṇadāsa Kavirāja Gosvāmī ha dado una lista de los principales libros de Sanātana Gosvāmī, Śrīla Rūpa Gosvāmī y Jīva Gosvāmī.


Antya 3.1: Ofrezco respetuosas reverencias a los pies de loto de mi maestro espiritual y de todos los demás preceptores en la senda del servicio devocional, a todos los vaiṣṇavas y a los Seis Gosvāmīs, Śrīla Rūpa Gosvāmī, Śrīla Sanātana Gosvāmī, Raghunātha dāsa Gosvāmī, Jīva Gosvāmī, y a sus compañeros. Ofrezco respetuosas reverencias a Śrī Advaita Ācārya Prabhu, a Śrī Nityānanda Prabhu, a Śrī Caitanya Mahāprabhu, y a todos Sus devotos, encabezados por Śrīvāsa Ṭhākura. Ofrezco a continuación reverencias respetuosas a los pies de loto del Señor Kṛṣṇa y a Śrīmatī Rādhārāṇī y a todas las gopīs, comenzando por Lalitā y Viśākhā.

Antya 3.2: ¡Toda gloria a Śrī Caitanya Mahāprabhu! ¡Toda gloria a Nityānanda Prabhu! ¡Toda gloria a Advaita Ācārya! ¡Y toda gloria a todos los devotos de Śrī Caitanya Mahāprabhu!

Antya 3.59: «Las letras del santo nombre poseen tanta potencia espiritual que actúan incluso si no se pronuncian correctamente.

Antya 3.60: «“El santo nombre del Señor, que haya sido pronunciado una vez por un devoto, o que haya penetrado en su mente o en su oído, que es el canal de la recepción auditiva, ciertamente le liberará del cautiverio material, tanto si lo pronuncia bien como si lo pronuncia mal, con corrección gramatical o sin ella, debidamente unido o con sus partes separadas. ¡Oh, brāhmaṇa!, la potencia del santo nombre es, por lo tanto, realmente grande. Sin embargo, si esa vibración del santo nombre se emplea para beneficio del cuerpo material, en busca de riquezas y seguidores, o bajo la influencia de la codicia o el ateísmo —en otras palabras, si se pronuncia con ofensas—, el canto no producirá el resultado deseado en poco tiempo. Por lo tanto, se deben evitar cuidadosamente las ofensas en el canto del santo nombre del Señor”».

Antya 3.61: Nāmācārya Haridāsa Ṭhākura continuó: «Quien pronuncia el santo nombre sin ofensas, aunque sea de forma imperfecta, puede liberarse de todos los resultados de la vida pecaminosa.

Antya 3.62: «“¡Oh, manantial de todas las buenas cualidades!, simplemente adora a Śrī Kṛṣṇa, el purificador de todos los purificadores, la más excelsa de las personalidades que se adoran con poesía selecta. Adórale con una mente fiel e inquebrantable, sin duplicidad y de forma muy elevada. Adora de ese modo al Señor, cuyo nombre es como el Sol, pues del mismo modo que los más tenues albores del amanecer disipan la oscuridad de la noche, un leve atisbo del santo nombre de Kṛṣṇa puede alejar toda la oscuridad de la ignorancia que surge en el corazón debido a actividades muy pecaminosas realizadas en vidas pasadas”.

Antya 3.63: «La más tenue luz del santo nombre del Señor puede arrancar todas las reacciones de la vida pecaminosa.