ES/CC Madhya 2.31
TEXTO 31
- kṛṣṇera madhura vāṇī, amṛtera taraṅgiṇī,
- tāra praveśa nāhi ye śravaṇe
- kāṇākaḍi-chidra sama, jāniha se śravaṇa,
- tāra janma haila akāraṇe
PALABRA POR PALABRA
kṛṣṇera — del Señor Kṛṣṇa; madhura — dulces; vāṇī — palabras; amṛtera — de néctar; taraṅgiṇī — olas; tāra — de esas; praveśa — entrada; nāhi — no hay; ye — ese; śravaṇe — en el oído; kāṇākaḍi — de una caracola rota; chidra — el agujero; sama — como; jāniha — por favor, sabed; se — ese; śravaṇa — oído; tāra — su; janma — nacimiento; haila — era; akāraṇe — sin un propósito.
TRADUCCIÓN
«Los temas que tratan de Kṛṣṇa son como olas de néctar. El oído por el que no entra ese néctar no es mejor que el agujero de una caracola rota. Su creación no cumple ningún propósito».
SIGNIFICADO
En relación con esto, Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura cita los siguientes versos del Śrīmad-Bhāgavatam (2.3.17-24):
- āyur harati vai puṁsām
- udyann astaṁ ca yann asau
- tasyarte yat-kṣaṇo nīta
- uttama-śloka-vārtayā
- taravaḥ kiṁ na jīvanti
- bhastrāḥ kiṁ na śvasanty uta
- na khādanti na mehanti
- kiṁ grāme paśavo ’pare
- śva-viḍ-varāhoṣṭra-kharaiḥ
- saṁstutaḥ puruṣaḥ paśuḥ
- na yat-karṇa-pathopeto
- jātu nāma gadāgrajaḥ
- bile batorukrama-vikramān ye
- na śṛṇvataḥ karṇa-puṭe narasya
- jihvāsatī dārdurikeva sūta
- na copagāyaty urugāya-gāthāḥ
- bhāraḥ paraṁ paṭṭa-kirīṭa-juṣṭam
- apy uttamāṅgaṁ na namen mukundam
- śāvau karau no kurute saparyāṁ
- harer lasat-kāñcana-kaṅkaṇau vā
- barhāyite te nayane narāṇāṁ
- liṅgāni viṣṇor na nirīkṣato ye
- pādau nṛṇāṁ tau druma-janma-bhājau
- kṣetrāṇi nānuvrajato harer yau
- jīvañ-chavo bhāgavatāṅghri-reṇuṁ
- na jātu martyo ’bhilabheta yas tu
- śrī-viṣṇu-padyā manujas tulasyāḥ
- śvasañ-chavo yas tu na veda gandham
- tad aśma-sāraṁ hṛdayaṁ batedaṁ
- yad gṛhyamāṇair hari-nāmadheyaiḥ
- na vikriyetātha yadā vikāro
- netre jalaṁ gātra-ruheṣu harṣaḥ
«El Sol, tanto al salir como al ponerse, disminuye la duración de la vida de todos, excepto de aquel que utiliza el tiempo para hablar de los temas relacionados con la Personalidad de Dios, que es absolutamente bueno. ¿No viven acaso los árboles? ¿Es que no respiran los fuelles del herrero? ¿No comen y eyaculan semen los animales que vemos a nuestro alrededor? Los hombres que son como perros, cerdos, camellos y asnos alaban a esos hombres que nunca escuchan los trascendentales pasatiempos del Señor Śrī Kṛṣṇa, el que libera de todo mal. Quien no se ha dignado a escuchar los mensajes que tratan del poder y de los maravillosos actos de la Personalidad de Dios, y no ha cantado ni recitado en voz alta las meritorias canciones que tratan del Señor, debe entenderse que tiene oídos como los orificios de las serpientes y una lengua como la de las ranas. La parte superior del cuerpo, aunque esté coronada con un turbante de seda, no es más que una pesada carga si no se postra ante la Personalidad de Dios, el que puede otorgar mukti [libertad]. Y las manos, aunque estén adornadas con pulseras resplandecientes, son como las de un muerto, si no se ocupan en el servicio de la Personalidad de Dios Hari. Los ojos que no contemplan las representaciones simbólicas de la Personalidad de Dios Viṣṇu [Sus formas, Sus nombres, Sus cualidades, etc.] son como los que los pavos reales llevan estampados en las plumas, y las piernas que no se desplazan hacia los lugares sagrados [donde se recuerda al Señor] se consideran iguales a troncos de árboles. La persona que nunca ha recibido sobre su cabeza el polvo de los pies de un devoto puro del Señor es, ciertamente, un cuerpo muerto. Y la persona que nunca ha sentido el aroma de las hojas de tulasī ofrecidas a los pies de loto del Señor, también es un cuerpo muerto, aunque respire. Ciertamente, es de acero el corazón que, a pesar de que se cante con concentración el santo nombre del Señor, no cambia y siente éxtasis, a raíz de lo cual los ojos se llenan de lágrimas y los vellos se erizan».