ES/Discusion filosofica sobre Soren Aabye Kierkegaard (Hayagriva)



KIEREGAARD.HAY
Kierkegaard
Soren Kierkegaard (1813 - 1855)

Hayagrīva: Este es Kierkegaard, un filósofo danés que vivió entre 1813 y 1855. Se le considera generalmente como el padre del existencialismo. Era cristiano. Escribió, o creía que si las verdades de la religión no son innatas en el hombre, deben ser traídas por un maestro. Si Dios viene a enseñar tal como es, el hombre estaría sobrecogido o sobre..., superado. Por lo tanto, viene como un sirviente de Dios en forma humana.

Prabhupāda: La posición general del hombre es tan buena como la del animal. Por lo tanto, en la sociedad humana hay un sistema de educación. Pero el hombre, al estar avanzado en conciencia, puede ser educado apropiadamente para que pueda entender lo que es Dios por las enseñanzas de la autoridad, y ese es nuestro sistema védico. En la forma de vida humana -no generalmente sino en casos especiales- son muy inquisitivos para entender a Dios. Eso se llama técnicamente brahma-jijñāsā, indagar sobre el Absoluto. Y eso sólo es posible en la forma de vida humana. En general, cualquier ser humano puede ser educado en la vida espiritual o en la conciencia de Dios, pero si alguien despierta su indagación, como se afirma: tasmād guruṁ prapadyeta jijñāsuḥ śreya uttamam (SB 11.3.21), si uno está realmente ansioso por indagar sobre Dios o el conocimiento supremo, entonces tiene que acercarse a un guru. Eso es un hecho. Sin acercarse a un guru fidedigno no hay posibilidad de entender la naturaleza de Dios y nuestra relación con Él. Uno tiene que acercarse a un guru. Aceptar un guru no es una moda, es una necesidad. Si uno es realmente inquisitivo, es una necesidad. La calificación del guru también se da allí, que tipo de guru se debe buscar. Śābde pare ca niṣṇātam (SB 11.3.21). Un guru es aquel que ha tomado un entrenamiento completo en el océano del conocimiento espiritual o conocimiento védico, śābde pare. Śābde significa las palabras védicas, o la vibración del sonido, pero ese no es el sonido ordinario, el sonido material, sino el sonido espiritual. Así como estamos cantando el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa, este sonido espiritual. Uno que ha tomado un baño completo en el océano del sonido espiritual, y como se ha dado cuenta del síntoma de su vida, tal guru no está más interesado en la forma de vida materialista. Ese guru no fabrica oro o malabares con palabras para atraer a algunos hombres tontos y hacer dinero. Eso no es un guru. Guru significa que no tiene más interés en las cosas materiales. Śābde pare ca niṣṇātaṁ brahmaṇy upaśamāśrayam. Ha tomado refugio en el Señor Supremo, saciando por completo su deseo material. Uno debe acercarse a ese guru, tad viddhi praṇipātena paripraśnena sevayā (BG 4.34). Sirviendo a ese guru, a un guru fidedigno, y rindiéndose a él, y luego haciéndole preguntas, puede hacer un progreso real en la vida espiritual, y entonces entiende correctamente qué es Dios, cuál es nuestra relación con Él. Esa es la perfección de la vida humana.

Hayagrīva: Pero no se equivoca al decir..., al sostener que si Dios viene a enseñar tal como es, el hombre se sobrecogería; por lo tanto, viene como un sirviente de Dios en forma humana.

Prabhupāda: Sí.

Hayagrīva: Pero Kṛṣṇa vino como era y enseñó.

Prabhupāda: No. Kṛṣṇa vino tal como era, pero la gente lo malinterpretó, porque hablaba igual que un ser humano. Pero la gente... Y ellos, cuando Él pidió sarva-dharmān parityajya (BG 18.66), la gente pensó: “Es demasiado”, por lo que están equivocados. Por eso más tarde vino como devoto, Caitanya Mahāprabhu, para enseñar cómo acercarse a Dios. Esa es la función de Śrī Caitanya Mahāprabhu. Sārvabhauma Bhaṭṭācārya comprendió Sus actividades, y escribió unos cien versos apreciando la actividad de Caitanya Mahāprabhu, y el primero es,

vairāgya-vidyā-nija-bhakti-yoga-
śikṣārtham ekaḥ puruṣaḥ purāṇaḥ
śrī-kṛṣṇa-caitanya-śarīra-dhārī
kṛpāmbudhir yas tam ahaṁ prapadye
(CC Madhya 6.254)

Él comprendió a Śrī Caitanya Mahāprabhu, mientras hablaban sobre la filosofía Vedānta, que Śrī Kṛṣṇa Caitanya Mahāprabhu es el mismo Kṛṣṇa; ahora ha venido a enseñar a la sociedad humana el bhakti-yoga, que es vairāgya-vidyā. Vida devocional significa vida renunciante. Vairāgya-vidyā, vairāgya significa renuncia. Cualquiera que no tenga más interés en el modo de vida materialista, eso es bhakti-yoga. Vairāgya-vidyā-nija-bhakti... Así que aquí está la persona, Śrī Kṛṣṇa Caitanya, en la forma del Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu. Él no es más que el mismo Kṛṣṇa original. Él ha venido a enseñarnos la misma filosofía que impartió mientras enseñaba a Arjuna el Bhagavad-gītā, pero esta vez ha venido como un devoto de Kṛṣṇa. Del mismo modo, otra autoridad, Rūpa Gosvāmī, lo entendió así: “Aquí está Kṛṣṇa, y Él es la encarnación más magnánima, porque Kṛṣṇa, para entregarse al devoto, exigió una entrega total”. Y aquí Caitanya Mahāprabhu, sin ninguna exigencia, no solo está dando a Kṛṣṇa sino el amor por Kṛṣṇa. Por lo tanto, Él es namo mahā-vadānyāya kṛṣṇa-prema-pradāya”. Kṛṣṇa, el Señor Supremo, es afectuoso con nosotros porque todos somos Sus hijos. Nos estamos pudriendo en esta forma de vida material. Él mismo viene, tal como es. Viene como un devoto. Él deja Su instrucción en el Bhagavad-gītā. De nuevo aconseja a Sus devotos que prediquen la filosofía del Bhagavad-gītā. Él siempre está ansioso por iluminar al ser humano cómo volver al hogar, a Dios.

Hayagrīva: Kierkegaard escribió un libro llamado Obras de Amor, en el que vio a Dios como la fuente oculta de, del amor. Dice: “Un hombre debe amar a Dios en la obediencia incondicional, en la adoración. Sería impiedad si algún hombre se atreviera a amarse a sí mismo de esta manera o se atreviera a amar a otro hombre de esta manera o se atreviera a permitir que otro hombre lo amara de esta manera. Debes amar a Dios con una obediencia incondicional, aunque lo que te exija te parezca injusto, porque la sabiduría de Dios es incomparable con la tuya”.

Prabhupāda: Sí. Esa es la instrucción del Bhagavad-gītā. Dios exige que: “Abandonen sus propios planes o los de cualquier otra persona llamada inteligente o filósofo. Acepten Mi plan”, sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja (BG 18.66), “solo ríndanse a Mí plenamente, entonces cuidaré de ustedes para que no sufran”. Esa es nuestra posición. Si dependemos plenamente de Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, entonces Él nos guiará en cómo progresar de vuelta al hogar, de vuelta a Dios.

Hayagrīva: En cuanto a la definición del amor, lo que es el amor -la gente habla del amor- dice: “Si alguien pregunta qué es el amor, Pablo responde: 'Es el cumplimiento de la ley'. El amor es una cuestión de conciencia, y por lo tanto no es una cuestión de impulso e inclinación, ni es una cuestión de emoción, ni una cuestión de cálculo intelectual. Sólo hay un tipo de amor”. Y dice que es el amor espiritual.

Prabhupāda: Sí. El amor en el mundo material es imposible. En el mundo material todos están interesados en su propia gratificación de los sentidos. El amor entre un hombre y una mujer, un joven y una joven, eso no es amor, es lujuria, porque ambas partes están interesadas en la gratificación de los sentidos. Pero eso no es amor. El amor significa que las partes no piensan en su propia gratificación sensorial, sino en la gratificación sensorial del amado. Eso es amor puro. Eso no es posible en el mundo material, pero vemos el ejemplo de amor en el cuadro de Vṛndāvana. En la aldea de Vṛndāvana, todos -hombres, animales y frutas, flores, agua, todo- están sólo para amar a Kṛṣṇa. No quieren ningún retorno de Kṛṣṇa. Ese es el verdadero amor, anyābhilāṣitā-śūnyam (Brs. 1.1.11). Si uno ama a Dios con algún motivo, eso es amor material. El amor puro es simplemente para satisfacer los deseos de la Suprema Personalidad de Dios. Por lo tanto, en el mundo material el amor, la palabra “amor”, es mal utilizada. La propensión a los deseos lujuriosos se presenta como amor. El verdadero amor es sólo con Dios-individualmente, colectivamente, de todos modos. Y ese Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, es el objeto supremo del amor, ya sea adorando o sirviendo o haciendo amistad con Él, o amándolo como hijo, o amándolo como amado -hay cinco relaciones diferentes: śānta, dāsya, sākhya, vātsalya, mādhurya- ese es el amor real.

Hayagrīva: Y dice: “En última instancia, el amor a Dios es lo decisivo. De él se deriva el amor al prójimo. Si amas a Dios por encima de todo, entonces también amas a tu prójimo, y en tu prójimo a todo hombre. Ayudar a otro hombre a amar a Dios es amar al otro hombre. Ser ayudado por otro hombre a amar a Dios es ser amado”.

Prabhupāda: Ese es nuestro movimiento de conciencia Kṛṣṇa. Estamos aprendiendo a amar a Dios, y estamos enseñando el mismo principio a todo el mundo, sin ninguna discriminación, que: “Dios es uno”. No es que haya diferentes Dioses de diferentes credos. Dios no puede ser dos. Eko brahma dvitīyaṁ nāsti. Dios es uno. No puede haber ningún competidor. Su nombre es Asamordhva; nadie es igual a Él, nadie es más grande que Él. Por lo tanto, Dios es grande. Nadie es igual. Así que en cualquier forma de religión, si se instruye el amor a Dios, esa es una religión de primera clase. No importa si es la religión cristiana o la religión hindú o la religión musulmana. La prueba es cómo los seguidores han aprendido a amar a Dios. Y ahora, siendo Dios el centro del amor y siendo todo la expansión de Dios, un amante de Dios es amante de todos. Él no discrimina que: “Sólo el hombre debe ser amado, y el hombre debe recibir servicio”. No. Él está interesado en todas las entidades vivientes, no importa en qué forma exista. Está interesado en..., el amante de Dios ama a todos, y el amor llega a todos. El ejemplo se da en esta conexión. Sólo regar la raíz del árbol significa expandir el alimento para todas las demás partes del árbol, es decir, el tronco, las ramas, las hojas, las ramitas, todo. O suministrar comida en el estómago significa satisfacer las necesidades de todas las partes del cuerpo. Este es el hecho. Siendo Dios todo, mayā tatam idaṁ sarvam (BG 9.4), como se afirma en el Bhagavad-gītā, nada puede existir sin Dios, y todo es Su expansión. Otra palabra está allí en el Viṣṇu Purāṇa. Se dice que el fuego que permanece en un lugar distribuye su calor y su luz. Eka-sthāne sthitasyāgner jyotsnā vistāriṇī yathā. El fuego puede distribuir su calor y su luz aunque esté localizado en un lugar. De manera similar, Dios está en Su propia morada, pero por Su energía está presente en todas partes. Sarva-vyāpī, omnipresente. La característica omnipresente de Dios significa que todo es manifestación de Su energía. Nada puede existir sin Dios. Pero no significa que todo sea Dios. Todo se apoya en Su energía, pero no todo es Dios. A pesar de la expansión, Dios, por sus diferentes potencias, mantiene su personalidad. Eso es Dios.

Hayagrīva: Sobre la individualidad, Kierkegaard escribe: “Dios es el origen y la fuente de toda individualidad. Tener individualidad es creer en la individualidad de todos los demás, pues la individualidad no es mía. Es el don de Dios por el que me permite ser, y por el que permite ser a todos”.

Prabhupāda: Ese es el hecho. Él explica..., este hecho se explica en la literatura védica: nityo nityānāṁ cetanaś cetanānām (Kaṭha Upaniṣad 2.2.13), el Kaṭha Upaniṣad, que Él también es un ser vivo y nosotros también somos un ser vivo. Él también es eterno; nosotros también somos eternos. Cualitativamente somos uno, pero cuantitativamente somos diferentes, porque eko yo bahūnāṁ vidadhāti kāmān: ese único, número singular, eterno ser viviente, Kṛṣṇa, o Dios, Él está manteniendo a todos. Esa es la diferencia. La única entidad viviente, la Entidad Viviente Suprema, el gran ser viviente, está manteniendo a otras entidades vivientes que son parte y porción del Supremo. Ambos somos los entidades viviente, individuales, eternas, pero Dios es el Supremo; nosotros estamos subordinados. Esa es la diferencia. Nuestra posición natural debería ser amar a Dios, siendo parte y porción de Dios.

Hayagrīva: Con respecto a la...

Prabhupāda: (aparte:) Dale cuerda por la mañana.

Hayagrīva: Con respecto al propósito de la oración, escribe: “La verdadera relación en la oración no es cuando Dios escucha lo que se ora, sino cuando la persona que ora continúa orando hasta que es él quien escucha lo que Dios quiere”.

Prabhupāda: Sí. Eso es muy bueno. Se convierte en alguien calificado para entender a Dios y para hablar con Dios, para tomar la dirección de Dios. Eso se afirma en el Bhagavad-gītā:

teṣāṁ satata-yuktānāṁ
bhajatāṁ prīti-pūrvakam
dadāmi buddhi-yogaṁ taṁ
yena mām upayānti (te)
(BG 10.10)

Nuestro objetivo final es abandonar este mundo material y volver a casa, a Dios. Este es el objetivo final de la vida, si ofrecemos la oración al Señor Supremo... No sólo la oración. La oración es uno de los servicios. Esto también es de los nueve. Hay diferentes, nueve tipos de servicio:

śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ
smaraṇaṁ pāda-sevanam
arcanaṁ vandanaṁ dāsyaṁ
sakhyam ātma-nivedanam
(SB 7.5.23)

Vandanam. La oración significa vandanam. Esto también es servicio. Ya sea que tomes todos los nueve elementos diferentes, o que tomes algunos de ellos, o al menos uno de ellos, entonces progresarás en la vida espiritual. Algunos de ellos ofrecen oraciones, al igual que los cristianos, los mahometanos, ofrecen oraciones. Es tan bueno como los hindúes que dan servicio en el templo, decoran la Deidad, limpian el templo y ofrecen alimento. De esta manera se comprometen. Esto se llama arcanam. El arcanam es también servicio devocional, así como ofrecer oraciones. Mediante este servicio devocional uno progresa en la vida espiritual, y cuando es sincero en su servicio, entonces Dios que está dentro de él, se hace cargo de él y le da instrucciones de cómo acercarse a Dios rápida y velozmente. Esto es un hecho. Nuestro... Él no está anhelando nuestro servicio. Él es completo en Sí mismo. Él no requiere el servicio de nadie. Pero si le ofrecemos servicio a Él, entonces nos purificamos, y... (cortado) ...purificación completa. Podemos hablar con Dios, podemos ver a Dios, podemos tomar Su instrucción, como Arjuna está hablando con Dios, tomando personalmente Su instrucción y actuando de acuerdo con Su instrucción.

Hayagrīva: Kierkegaard sentía que la voluntad de Dios... Dice: “Hay un Dios. Su voluntad se me da a conocer en las sagradas Escrituras y en mi conciencia”.

Prabhupāda: Sí.

Hayagrīva: Dios interviene en el mundo a través del individuo que actúa según las Escrituras.

Prabhupāda: Sí. Estas son las palabras: sādhu śāstra guru vākya cittete koriyā aikya. Podemos acercarnos a Dios por entender a una persona santa, por el estudio de las Escrituras védicas, y explicado directamente por el maestro espiritual fidedigno. Sādhu significa persona santa, y śāstra significa Escrituras, y guru significa maestro espiritual y deben ser corroboradas. Un sādhu es aquel que habla en términos de las Escrituras. Del mismo modo, guru es aquel que habla en términos de las Escrituras. El guru no puede manufacturar palabras que no estén en las Escrituras. Y no es Escritura lo que no concuerda con las palabras del guru y del sādhu. Estos tres elementos deben ser corroborados, y entonces podemos entender quién es un guru, quién es un sādhu, y quién es, qué es la Escritura. Entonces tomamos la instrucción de ellos, y podemos progresar perfectamente hacia la comprensión de la Suprema Personalidad de Dios.

Hayagrīva: Él dice: “Lo único que entra en Él, Dios, quien es omnipresente, es la obediencia”.

Prabhupāda: Sí.

Hayagrīva: “Es tan fácil ver que alguien para quien todo es igual de importante e igual de insignificante sólo puede estar interesado en una cosa: la obediencia”.

Prabhupāda: Sí. Eso se quiere, y Kṛṣṇa, o Dios, lo exige. La obediencia plena. Sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja (BG 18.66). Esa es la cualificación. Tad viddhi praṇipātena (BG 4.34). La obediencia original es a la Suprema Personalidad de Dios, de manera similar la obediencia al maestro espiritual es representativa de Dios. Cualquiera que cumpla la orden de Dios, puede convertirse en un guru fidedigno, porque no está fabricando nada. Simplemente está presentando lo que Dios está hablando, o el śāstra está hablando. Dios, cuando viene como encarnación, no habla nada que no esté en las Escrituras. Eso, al igual que en el Bhagavad-gītā, Kṛṣṇa da referencia al Brahma-sūtra, al Vedānta-sūtra. Él es Dios. Todo lo que Él está hablando, eso es definitivo, eso es, eso es un hecho. Aun así, Él está honrando al Vedānta-sūtra. Brahma-sūtra-padaiś caiva hetumadbhir viniścitaiḥ (BG 13.5). Está dando referencia al Brahma-sūtra porque allí se afirma el conocimiento espiritual con lógica y filosofía. Así que no podemos aceptar a nadie como encarnación de Dios si habla sin sentido, sin corroborar con la Escritura estándar.

Hayagrīva: Con respecto a la adoración, escribe: “La única manera adecuada de expresar el sentido de la majestuosidad de Dios es adorarle, renunciar a todo como un acto de adoración ofrecido a Dios, y así no porque Él necesite utilizarte como instrumento, sino renunciar a todo tú mismo como la más insignificante superfluidad, un artículo de lujo. Eso significa adorar”. Es decir, la adoración es la renuncia.

Prabhupāda: Sí. La adoración es el principio, comienza con la renuncia, o la renuncia a cualquier motivo. Ahaituky apratihatā. Nuestro único asunto es amar a Dios. Ese es el sistema religioso de primera clase que enseña a los seguidores a amar a Dios sin ningún motivo. Ahaituky apratihatā. Esa clase de adoración no será frenada por ninguna condición material. En cualquier condición de la vida uno puede amar a Dios. Dios ayudará. Buddhi-yogaṁ dadāmi tam. Eso es adoración y amor puros a Dios. (pausa)

Hayagrīva: Este es el último punto que tratamos sobre Kierkegaard. Es referente a la personalidad de Dios.

Prabhupāda: Sí.

Hayagrīva: Él escribe: “Dios es ciertamente personal, pero si Él desea serlo en relación con el individuo depende de si le agrada a Dios”.

Prabhupāda: Sí.

Hayagrīva: “Es la gracia de Dios que Él desee ser personal en relación contigo. Si desechas Su gracia, Él te castiga comportándose objetivamente, o impersonalmente, contigo”.

Prabhupāda: (riendo) Así es. Eso está muy bien. La concepción impersonal de Dios es un asunto problemático. Eso se afirma en el Bhagavad-gītā: kleśaḥ adhikataras teṣām avyakta āsakta cetasām. Busca este verso.

Hari-śauri:

kleśo 'dhikataras teṣām
avyaktāsakta-cetasām
avyaktā hi gatir duḥkhaṁ
dehavadbhir avāpyate
(BG 12.5)

“Para aquellos que tienen la mente apegada al aspecto no manifestado e impersonal del Supremo, el adelanto es muy penoso. Progresar en esa disciplina siempre es difícil para aquellos que están encarnados”.

Prabhupāda: Significado.

Hari-śauri: “Los trascendentalistas que siguen la senda del aspecto impersonal, no manifestado e inconcebible del Señor Supremo, reciben el nombre de jñāna-yogīs, y las personas que se hallan en pleno estado de conciencia de Kṛṣṇa, dedicadas al servicio devocional del Señor, reciben el nombre de bhakti-yogīs. Ahora bien, aquí se expresa de un modo categórico la diferencia que hay entre el jñāna-yoga y el bhakti-yoga. El proceso de jñāna-yoga, aunque en fin de cuentas lo lleva a uno a la misma meta, es muy dificultoso, mientras que el sendero del bhakti-yoga, el proceso de estar al servicio directo de la Suprema Personalidad de Dios, es más sencillo y natural para el alma encarnada. El alma individual está encarnada desde tiempo inmemorial. Para ella es muy difícil entender simplemente de un modo teórico que no es el cuerpo. Por lo tanto, el bhakti-yogī acepta la Deidad de Kṛṣṇa como venerable, debido a que en la mente hay cierto concepto corporal fijo que de ese modo puede ser aplicado. Claro que, la adoración de la Suprema Personalidad de Dios en la forma que Él tiene en el templo no es idolatría. En la literatura védica se constata que la adoración puede ser saguṇa y nirguṇa: del Supremo con atributos o sin ellos. La adoración de la Deidad del templo es adoración saguṇa, ya que al Señor se lo representa con cualidades materiales. Pero la forma del Señor, aunque se represente por medio de elementos materiales tales como la piedra, la madera o un óleo, no es de hecho material. Esa es la naturaleza absoluta del Señor Supremo.

“En relación con esto se puede dar un ejemplo de la vida diaria. En la calle hay unos buzones de correo, y si ponemos en ellos nuestras cartas, es seguro que estas llegarán a su destino sin dificultades. Pero un buzón antiguo, o uno de imitación que encontremos en alguna parte y que no esté autorizado por la oficina de correos, no servirá. De igual manera, Dios tiene una representación autorizada en la forma de la Deidad, que se denomina arcā-vigraha. Ese arcā-vigraha es una encarnación del Señor Supremo. Dios aceptará a través de esa forma el servicio que se le preste a Él. El Señor es omnipotente, todopoderoso; por lo tanto, mediante Su encarnación arcā-vigraha puede aceptar los servicios del devoto, tan solo para la conveniencia del hombre que se encuentra en la vida condicionada.

“Así que para el devoto no hay ninguna dificultad en dirigirse al Supremo inmediata y directamente, pero para aquellos que están siguiendo el camino impersonal hacia la iluminación espiritual, el sendero es difícil. Ellos tienen que entender la representación no manifestada del Supremo a través de Escrituras védicas tales como los Upaniṣads, y tienen que aprender el idioma, entender los sentimientos que no se perciben, y comprender a la perfección todos esos procesos. Eso no es algo muy sencillo para un hombre común. La persona consciente de Kṛṣṇa, dedicada al servicio devocional, simplemente por la guía del maestro espiritual genuino, simplemente por ofrecerle reverencias a la Deidad tal como se estipula, simplemente por oír hablar de las glorias del Señor y simplemente por comer los remanentes de la comida que se le ofrece al Señor, llega a comprender de un modo muy fácil a la Suprema Personalidad de Dios. No hay ninguna duda de que los impersonalistas están emprendiendo sin necesidad un sendero penoso, con el riesgo de que al final de todo no lleguen a la plena comprensión de la Verdad Absoluta. Pero el personalista, sin ningún riesgo, problema ni dificultad, se dirige a la Personalidad Suprema directamente. En el Śrīmad-Bhāgavatam aparece un pasaje similar. Ahí se declara que si en fin de cuentas hay que entregarse a la Suprema Personalidad de Dios (este proceso de entrega se denomina bhakti), pero en vez de ello uno se toma la molestia de tratar de entender lo que es Brahman y lo que no lo es, y emplea toda su vida de ese modo, el resultado de ello es sencillamente una molestia. Por lo tanto, aquí se aconseja que uno no vaya por ese sendero difícil de la autorrealización, ya que el resultado final es incierto.


“La entidad viviente es eternamente un alma individual, y si ella quiere fundirse en el todo espiritual, puede que logre comprender los aspectos de eternidad y conocimiento de su naturaleza original, pero no comprenderá la porción de la dicha. Por la gracia de un devoto, esa clase de trascendentalista, sumamente entendido en el proceso de jñāna-yoga, puede llegar al plano del bhakti-yoga, o el servicio devocional. En ese momento, la larga práctica del impersonalismo también se vuelve una fuente de problemas, porque él no puede abandonar la idea. De modo que, el alma encarnada siempre está en dificultades con lo no manifiesto, tanto en el momento de la práctica, como en el momento de lograr la comprensión. Cada alma viviente es independiente de una manera parcial, y uno debe saber con toda certeza que esa comprensión de lo no manifestado va en contra de la naturaleza de su bienaventurado ser espiritual. Uno no debe emprender ese proceso. Para cada entidad viviente individual, el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, que implica el dedicarse plenamente al servicio devocional, es el mejor camino. Si uno quiere hacer caso omiso de ese servicio devocional, existe el peligro de caer en el ateísmo. Así pues, este proceso de centrar la atención en lo no manifestado, lo inconcebible, lo que se encuentra más allá del alcance de los sentidos, tal como ya se expresó en este verso, jamás debe fomentarse, especialmente en esta era. El Señor Kṛṣṇa no lo aconseja”.

Hayagrīva: Él dice: “Si desechas Su gracia, te castiga comportándose objetivamente contigo, y en ese sentido se puede decir que el mundo no tiene un Dios personal a pesar de todas las pruebas. Pero mientras que los líderes y los párrocos”, es decir, los sacerdotes, “siguen hablando de los millones de verdades sobre la personalidad de Dios, la verdad es que ya no hay hombres que puedan soportar la presión y el peso de tener un Dios personal”. Porque considera que un Dios personal exigiría al hombre, y por eso los hombres rechazan la idea de un Dios personal.

Prabhupāda: Sí. Dios personal significa que Él exige, como exige Kṛṣṇa: man-manā bhava mad-bhakto mad-yājī māṁ namaskuru (BG 18.65): “Piensa siempre en Mí, ofréceme adoración, ofréceme reverencias, y conviértete en Mi devoto. Y abandona todo otro compromiso. Simplemente dedícate a Mi servicio”. Esta es la demanda de Dios, y si llevamos a cabo Su demanda, entonces somos perfectos. Tyaktvā dehaṁ punar janma naiti (BG 4.9). Si simplemente cumples las órdenes de Dios, entonces te vuelves cualificado, apto para volver al hogar, a Dios. Esto está claramente establecido. Tyaktvā deham. Tenemos que renunciar a este cuerpo, pero un devoto, un devoto puro, después de renunciar a este cuerpo, no acepta otro cuerpo material, sino que en su cuerpo original, espiritual, regresa al hogar, de vuelta Dios.

Hayagrīva: Este es el fin de Kierkegaard. (fin)