ES/SB 10.2.14


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 14

sandiṣṭaivaṁ bhagavatā
tathety om iti tad-vacaḥ
pratigṛhya parikramya
gāṁ gatā tat tathākarot


PALABRA POR PALABRA

sandiṣṭā—tras recibir la orden; evam—así; bhagavatā—por la Suprema Personalidad de Dios; tathā iti—así sea; om—afirmación mediante el mantra om; iti—así; tat-vacaḥ—Sus palabras; pratigṛhya—aceptando la orden; parikramya—después de caminar alrededor de Él en señal de respeto; gām—a la superficie del planeta; gatā—fue inmediatamente; tat—la orden, que la Suprema Personalidad de Dios había dado; tathā—así mismo; akarot—cumplió.


TRADUCCIÓN

Yoga-māyā escuchó estas instrucciones de la Suprema Personalidad de Dios e, inmediatamente, asintió. Con el mantra védico om, confirmó que haría lo que el Señor le había pedido. Después de aceptar la orden de la Suprema Personalidad de Dios, caminó alrededor de Él en señal de respeto, y partió hacia el lugar de la Tierra llamado Nanda-gokula. Allí actuó tal y como le había sido indicado.


SIGNIFICADO

Tras recibir las órdenes de la Suprema Personalidad de Dios, Yogamāyā confirmó por dos veces que las aceptaba, diciendo: «Sí, Señor, haré lo que Tú ordenas», y, a continuación, pronunciando «oṁ». Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura comenta que om representa la confirmación védica. De ese modo, Yoga-māyā recibió fielmente la orden del Señor, considerándola un mandamiento védico. Es un hecho que todo lo que la Suprema Personalidad de Dios dice se convierte en un mandamiento védico que nadie debe descuidar. Los mandamientos védicos están libres de errores, ilusiones, engaño o imperfección. Si no se entiende la autoridad del testimonio védico, no tiene sentido citar los śāstras. Nadie debe violar los mandamientos védicos. Por el contrario, las órdenes de los Vedas deben seguirse estrictamente. Como se afirma en el Bhagavad-gītā (16.24):


tasmāc chāstraṁ pramāṇaṁ te
kāryākārya-vyavasthitau
jñātvā śāstra-vidhānoktaṁ
karma kartum ihārhasi


«Mediante las regulaciones de las Escrituras, debes entender lo que es tu deber y lo que no lo es. Conociendo esas reglas y regulaciones, actúa de manera que, gradualmente, vayas elevándote».