ES/SB 10.2.35
TEXTO 35
- sattvaṁ na ced dhātar idaṁ nijaṁ bhaved
- vijñānam ajñāna-bhidāpamārjanam
- guṇa-prakāśair anumīyate bhavān
- prakāśate yasya ca yena vā guṇaḥ
PALABRA POR PALABRA
sattvam—śuddha-sattva, trascendental; na—no; cet—si; dhātaḥ—¡oh, receptáculo de todas las energías, causa de todas las causas!; idam—este; nijam—personal, espiritual; bhavet—podría haber sido; vijñānam—conocimiento trascendental; ajñāna-bhidā—que aparta la influencia de las modalidades materiales; apamārjanam—completamente destruida; guṇa-prakāśaiḥ—por el despertar de ese conocimiento trascendental; anumīyate—se manifiesta; bhavān—Tu Señoría; prakāśate—manifiesta; yasya—cuya; ca—y; yena—por la cual; vā—o bien; guṇaḥ—cualidad o inteligencia.
TRADUCCIÓN
¡Oh, Señor, causa de todas las causas!, si Tu cuerpo trascendental no estuviese más allá de las modalidades de la naturaleza material, no se podría entender la diferencia entre la materia y la realidad trascendental. Solo por Tu presencia es posible entender la naturaleza trascendental de Tu Señoría, que eres el controlador de la naturaleza material. Sin el influjo de la presencia de Tu forma trascendental, Tu naturaleza trascendental es muy difícil de entender.
SIGNIFICADO
Traiguṇya-viṣayā vedā nistraiguṇyo bhavārjuna. Quien no esté situado en el plano trascendental no podrá entender la naturaleza trascendental del Señor. Como se afirma en el Śrīmad-Bhāgavatam (10.14.29):
- athāpi te deva padāmbuja-dvaya-
- prasāda-leśānugṛhīta eva hi
- jānāti tattvaṁ bhagavan-mahimno
- na cānya eko 'pi ciraṁ vicinvan
A la Suprema Personalidad de Dios solo se Le puede entender por Su misericordia.
Quienes se hallan en el seno de las modalidades de la naturaleza material no podrán
entenderle aunque especulen durante miles de años. El Señor tiene infinidad de
formas (rāmādi-mūrtiṣu kalā-niyamena tiṣṭhan), como, por ejemplo, Rāmacandra,
Nṛsiṁhadeva, Kṛṣṇa y Balarāma. Si esas formas no fuesen trascendentales, ¿cómo iban
los devotos a seguir adorándolas desde tiempo inmemorial? Bhaktyā mām abhijānāti
yāvān yaś cāsmi tattvataḥ (Bg. 18.55). Los devotos que despiertan su naturaleza trascendental en presencia del Señor y que siguen las reglas y regulaciones del servicio
devocional pueden entender al Señor Kṛṣṇa, al Señor Rāmacandra y a las demás
encarnaciones, que no son de este mundo material, sino que han venido del mundo espiritual para beneficio de todos. Los que no siguen ese proceso, se imaginan o inventan
alguna forma de Dios en función de cualidades materiales, y nunca pueden alcanzar
una verdadera compresión de la Suprema Personalidad de Dios. Las palabras bhaktyā
mām abhijānāti yāvān yaś cāsmi tattvataḥ significan que, sin adorar al Señor conforme
a los principios regulativos devocionales, no es posible despertar la propia naturaleza
trascendental. Incluso en ausencia de la Suprema Personalidad de Dios, la adoración
de la Deidad despierta la naturaleza trascendental del devoto, quien, de ese modo, se va
apegando cada vez más a los pies de loto del Señor.
El advenimiento de Kṛṣṇa es la respuesta a toda la iconografía imaginativa de la Suprema Personalidad de Dios. Cada quien se imagina la forma de la Suprema Personalidad de Dios conforme a la modalidad de la naturaleza material que le cubre. Como en la Brahmasaṁhitā se explica que el Señor es la persona más anciana, buena parte de los seguidores de la religión imaginan que Dios debe de ser muy viejo, de modo que representan al Señor con el aspecto de un anciano. Sin embargo, la misma Brahma-saṁhitā contradice esa idea: pese a ser la más anciana de todas las entidades vivientes, posee la forma eterna de un joven lozano. En relación con esto, el Śrīmad-Bhāgavatam emplea exactamente las palabras vijñānam ajñāna-bhidāpamārjanam. Vijñāna significa conocimiento trascendental de la Personalidad Suprema, o, también, «conocimiento comprobado». El conocimiento trascendental debe recibirse mediante el proceso descendente de sucesión discipular, conforme al conocimiento de Kṛṣṇa que Brahmā presenta en la Brahmasaṁhitā. La Brahma-saṁhitā es el conocimiento vijñāna que Brahmā adquirió mediante su experiencia trascendental, y en virtud del cual reveló la forma y los pasatiempos de Kṛṣṇa en la morada trascendental. Ajñāna-bhidā significa «lo que puede hacer frente a todas las formas de especulación». Dominada por la ignorancia, la gente imagina la forma del Señor; unas veces se imaginan que no tiene forma, y, otras, que sí tiene forma. Pero la imagen de Kṛṣṇa de la Brahma-saṁhitā es vijñāna, conocimiento científico, comprobado, que fue revelado por el Señor Brahmā y aceptado por el Señor Caitanya. No hay duda al respecto. La forma, la flauta o el color de Kṛṣṇa, son todos realidad. Y en este verso se indica que ese vijñānam siempre destruye todas las formas de conocimiento especulativo. «Por lo tanto —oraron los semidioses—, si Tú no vinieses en la forma de Kṛṣṇa, tal y como eres, no sería posible comprender ni ajñāna-bhidā (la nesciencia del conocimiento especulativo), ni vijñānam. Ajñāna-bhidāpamārjanam: Tu advenimiento destruirá el conocimiento especulativo de la ignorancia, y establecerá el conocimiento real y comprobado de autoridades como el Señor Brahmā. Los hombres que se hallan bajo la influencia de las tres modalidades de la naturaleza material se imaginan su propio Dios en función de las modalidades de la naturaleza material. Así, ahora se representa a Dios de varias formas, pero Tu advenimiento establecerá cuál es la verdadera forma de Dios».
El error más grande de los impersonalistas es pensar que la encarnación de Dios, cuando desciende, acepta una forma de materia bajo la influencia de la modalidad de la bondad. En realidad, las formas de Kṛṣṇa o Nārāyaṇa son trascendentales a toda idea material. Así lo admite el propio Śaṅkārācarya, el más grande de los impersonalistas: nārāyaṇaḥ paro 'vyaktāt: La creación material tiene su causa en avyakta, la manifestación impersonal de materia, el receptáculo global no fenoménico de materia, y Kṛṣṇa es trascendental a ese concepto material. Esto se expresa en el Śrīmad-Bhāgavatam con la palabra śuddha-sattva, «trascendental». El Señor no pertenece a la modalidad material de la bondad, pues está por encima de la esfera de la bondad material. Él pertenece al ámbito eterno y trascendental de bienaventuranza y conocimiento.
«Querido Señor —oraron los semidioses—, cuando advienes en Tus diversas encarnaciones, recibes distintos nombres y formas conforme a distintas situaciones. Como eres completamente atractivo, Tu nombre es Śrī Kṛṣṇa; por Tu belleza trascendental, Tu nombre es Śyāmasundara. Śyāma significa “negruzco”, pero dicen que Tú eres más hermoso que miles de cupidos. Kandarpa-koṭi-kamanīya. Aunque desciendes con un color que se compara al de una nube negruzca, Tú eres el Absoluto trascendental, y, por ello, Tu belleza es muchísimas veces más atractiva que el delicado cuerpo de Cupido. A veces recibes el nombre de Giridhārī, porque levantaste la colina Govardhana. A veces se Te llama Nanda-nandana, Vāsudeva o Devakī-nandana, porque advienes como hijo de Mahārāja Nanda, Devakī o Vasudeva. Los impersonalistas creen que Tus muchos nombres o formas se refieren a un determinado tipo de actividad o de cualidad, porque Te ven desde el punto de vista del observador material.
«Querido Señor nuestro, el estudio de Tu naturaleza absoluta, Tu forma y Tus actividades mediante la especulación mental no es la manera de entender. Para entender Tu naturaleza absoluta, Tu forma, Tu nombre y Tus cualidades, que son trascendentales, hay que ocuparse en servicio devocional. En realidad, solo aquel que ha logrado un pequeño gusto por el servicio de Tus pies de loto puede entender Tu naturaleza trascendental, Tu forma y Tus cualidades. Los demás, aunque especulen durante millones de años, no podrán entender ni un fragmento de Tu verdadera posición.» En otras palabras, los no devotos no pueden entender a la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, pues los verdaderos rasgos de Kṛṣṇa están cubiertos por una cortina de yoga-māyā. Como se confirma en el Bhagavad-gītā (7.25): nāhaṁ prakāśaḥ sarvasya. El Señor dice: «Yo no Me revelo a todos». Kṛṣṇa vino y acudió personalmente al campo de batalla de Kurukṣetra, donde todos Le vieron. Sin embargo, no todos pudieron entender que Él era la Suprema Personalidad de Dios. Aun así, todos los que murieron en Su presencia alcanzaron la liberación completa del cautiverio material y se elevaron al mundo espiritual.
Los necios mūḍhas que no reviven su naturaleza espiritual no pueden entender a Kṛṣṇa o a Rāma (avajānanti māṁ mūḍhā mānuṣīṁ tanum āśritam). Hay grandes sabios académicos que, sin tener en cuenta los esfuerzos de los ācāryas, que han recomendado el servicio devocional en numerosos y muy elaborados comentarios y notas, siguen creyendo que Kṛṣṇa es ficticio. Ello se debe a la falta de conocimiento trascendental y a su incapacidad de despertar su conciencia de Kṛṣṇa. Debemos tener un poco de sentido común y preguntarnos por qué razón iban a emplear tanto tiempo en escribir acerca de Kṛṣṇa en notas y comentarios sobre el Śrīmad-Bhāgavatam, unos eruditos tan destacados como Śrīdhara Svāmī, Rūpa Gosvāmī, Sanātana Gosvāmī, Vīrarāghava, Vijayadhvaja, Vallabhācārya y muchos otros ācāryas de renombre. Si Kṛṣṇa y Rāma fuesen simples personajes de ficción, no lo habrían hecho.