ES/SB 4.25.39
TEXTO 39
- dharmo hy atrārtha-kāmau ca prajānando ’mṛtaṁ yaśaḥ
- lokā viśokā virajā yān na kevalino viduḥ
PALABRA POR PALABRA
dharmaḥ—ritual religioso; hi—ciertamente; atra—aquí (en este gṛhastha-āśrama, en esta vida familiar); artha—crecimiento económico; kāmau—complacencia de los sentidos; ca—y; prajā-ānandaḥ—el placer de las generaciones; amṛtam—los resultados del sacrificio; yaśaḥ—fama; lokāḥ—sistemas planetarios; viśokāḥ—sin lamentación; virajāḥ—sin enfermedad; yān—que; na—nunca; kevalinaḥ—los trascendentalistas; viduḥ—conocen.
TRADUCCIÓN
La mujer continuó: En el mundo material, la vida de casado trae consigo todas las formas de felicidad en cuanto a la religión, el crecimiento económico, la complacencia de los sentidos y la generación de descendientes, hijos y nietos. Después de eso, se puede desear la liberación y la fama material. El casado puede valorar debidamente el resultado de los sacrificios, gracias a los cuales puede elevarse a los sistemas planetarios superiores. A los trascendentalistas, toda esta felicidad material les es prácticamente desconocida. No pueden ni imaginar una felicidad semejante.
SIGNIFICADO
Según las enseñanzas de los Vedas, las actividades humanas pueden discurrir por dos senderos, pravṛtti-mārga y nivṛtti-mārga, cuyo principio básico es, en ambos casos, la vida religiosa. En la vida animal solo hay pravṛtti-mārga. Pravṛttimārga significa disfrute de los sentidos, y nivṛtti-mārga significa avance espiritual. Los animales y los demonios no conocen el concepto de nivṛtti-mārga, y en realidad, tampoco el de pravṛtti-mārga. El sendero de pravṛtti-mārga afirma que, aun si se tienen tendencias de complacencia sensorial, esa complacencia puede regularse conforme a las directrices de los mandamientos védicos. Por ejemplo, todo el mundo tiene tendencia a disfrutar de la vida sexual, pero la civilización demoníaca no pone ninguna restricción a ese disfrute. En la cultura védica, el disfrute de la vida sexual debe seguir las regulaciones de los Vedas. Así pues, los Vedas marcan directrices a los seres humanos a fin de que puedan satisfacer su tendencia a complacer los sentidos. Sin embargo, en el sendero de la iluminación trascendental, nivṛtti-mārga, la vida sexual está completamente prohibida. Las órdenes sociales se dividen en cuatro partes: brahmacarya, gṛhastha, vānaprastha y sannyāsa; según las enseñanzas védicas, el sendero de pravṛtti-mārga solo se puede alentar y admitir en la vida matrimonial. En las órdenes de brahmacarya, vānaprastha y sannyāsa, no se permite la vida sexual. En este verso, la mujer aboga exclusivamente por pravṛtti-mārga, y desaconseja el sendero de nivṛtti-mārga. Dice claramente que los yatis, los trascendentalistas, que no tienen otro interés que la vida espiritual (kaivalya), no pueden ni imaginar la felicidad de pravṛtti-mārga. En otras palabras, el hombre que sigue los principios védicos disfruta del modo de vida materialista y obtiene la felicidad, no solo en esta vida, sino también en la siguiente, pues se eleva a los planetas celestiales. En esta vida está siempre ocupado en diversas clases de celebraciones religiosas, y goza de todo tipo de opulencias materiales, como hijos y nietos. Los sufrimientos materiales son el nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte, pero cuando esas circunstancias se presentan, los que están interesados en pravṛtti-mārga celebran diversas clases de ceremonias religiosas. Sin tener en cuenta los sufrimientos del nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte, son adictos a la celebración de funciones especiales siguiendo las ceremonias rituales de los Vedas. En realidad, sin embargo, el sendero de pravṛtti-mārga se basa en la vida sexual. Como se afirma en el Śrīmad-Bhāgavatam (7.9.45), yan maithunādi-gṛhamedhisukhaṁ hi tuccham. El casado que es demasiado adicto al pravṛtti-mārga, en realidad, no es un gṛhastha, sino un gṛhamedhī. El gṛhastha, a pesar de que desea la complacencia de los sentidos, actúa conforme a las instrucciones de los Vedas. Sin embargo, el grhamedhī, a quien solo le interesa la complacencia de los sentidos, no sigue ninguna de esas instrucciones. El gṛhamedhī se empeña en la defensa de la vida sexual, y también permite a sus hijos e hijas ocuparse en la misma causa, impidiendo de esa forma que sus vidas puedan alcanzar un fin glorioso. El gṛhastha disfruta de la vida sexual tanto en esta vida como en la siguiente, pero el gṛhamedhī lo ignora todo acerca de la vida futura, pues no tiene otro interés que el disfrute sexual en esta misma vida. En suma, la persona que siente demasiada inclinación por la vida sexual, no se preocupa por la vida espiritual trascendental. Característica especial de la era de Kali es que nadie tiene interés en hacer avance espiritual. Incluso en las ocasiones en que una persona tiene interés en avanzar espiritualmente, es muy probable que adopte un método falso de vida espiritual, dejándose descarriar por uno de tantos falsarios.