ES/SB 5.5.5


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 5

parābhavas tāvad abodha-jāto
yāvan na jijñāsata ātma-tattvam
yāvat kriyās tāvad idaṁ mano vai
karmātmakaṁ yena śarīra-bandhaḥ


PALABRA POR PALABRA

parābhavaḥ—derrota, miserias; tāvat—mientras; abodha-jātaḥ—producto de la ignorancia; yāvat—mientras que; na—no; jijñāsate—indaga acerca de; ātma-tattvam—la verdad del ser; yāvat—mientras que; kriyāḥ—actividades fruitivas; tāvat—mientras; idam—esta; manaḥ—mente; vai—en verdad; karma-ātmakam—absorta en actividades materiales; yena—por la cual; śarīra-bandhaḥ—cautiverio en el cuerpo material.


TRADUCCIÓN

Mientras no nos planteemos averiguar cuáles son los valores espirituales de la vida, estaremos expuestos a la derrota y a las miserias que surgen de la ignorancia. El karma, tanto si es piadoso como si es pecaminoso, trae consigo unas determinadas reacciones resultantes. Cuando una persona se ocupa en algún tipo de karma, se dice que su mente es karmātmaka, es decir, que está teñida de actividad fruitiva. Mientras la mente sea impura, la conciencia no es clara, y mientras estemos absortos en actividades fruitivas, tendremos que aceptar cuerpos materiales.


SIGNIFICADO

Por lo general, la gente piensa que para liberarse del sufrimiento es necesario actuar de forma muy piadosa; pero no es así. Aunque nos ocupemos en actividades piadosas y en especulación, nos espera la derrota. Nuestro único objetivo debe ser la emancipación de las garras de māyā y de todas las actividades materiales. El conocimiento especulativo y las actividades piadosas no resuelven los problemas de la vida material. Debemos ser inquisitivos y tratar de entender nuestra posición espiritual. Como se afirma en el Bhagavad-gītā (4.37):


yathaidhāṁsi samiddho ’gnir
bhasmasāt kurute ’rjuna
jñānāgniḥ sarva-karmāṇi
bhasmasāt kurute tathā


«Así como un fuego ardiente reduce la leña a cenizas, ¡oh, Arjuna!, el fuego del conocimiento reduce a cenizas todas las reacciones de las actividades materiales».

Mientras no comprendamos el ser y sus actividades, debe considerarse que estamos bajo el cautiverio material. En el Śrīmad-Bhāgavatam (10.2.32), se dice también: ye ’nye ’ravindākṣa vimukta-māninas tvayy asta-bhāvād aviśuddha-buddhayaḥ: Una persona sin conocimiento del servicio devocional puede creerse liberada, pero en realidad, no lo está. Āruhya kṛcchreṇa paraṁ padaṁ tataḥ patanty adho ’nādṛta-yuṣmad-aṅghrayaḥ: Esa clase de personas pueden haberse acercado a la refulgencia impersonal del Brahman, pero como no tienen conocimiento acerca del servicio devocional, vuelven a caer en el disfrute material. Mientras sigamos interesados en el karma y en el jñāna, continuaremos padeciendo las miserias de la vida material: el nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte. En efecto, los karmīs tienen que seguir pasando de un cuerpo a otro. Y en cuanto a los jñānīs, a no ser que se eleven al plano más elevado de conocimiento, tienen que regresar al mundo material. Como se explica en el Bhagavadgītā (7.19): bahūnāṁ janmanām ante jñānavān māṁ prapadyate. Lo esencial es saber que Kṛṣṇa, Vāsudeva, lo es todo, y entregarse a Él. Aunque los karmīs lo ignoran, el devoto que está dedicado al servicio devocional del Señor el cien por ciento de sus posibilidades, sabe perfectamente lo que es karma y lo que es jñāna; por esa razón, el devoto puro no tiene el menor interés ni en el karma ni en el jñāna. Anyābhilāṣitāśūnyaṁ jñāna-karmādy-anāvṛtam: El verdadero bhakta no está influenciado en lo más mínimo por el karma y el jñāna. Su único objetivo en la vida es servir al Señor.