ES/SB 6.17 El resumen


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


Se resume a continuación el capítulo decimośeptimo. Este capítulo explica que Citraketu, por haberse burlado del Señor Śiva, recibió un cuerpo de asura, de demonio.

Después de hablar personalmente con la Suprema Personalidad de Dios, el rey Citraketu disfrutó de la vida en su avión, en compañía de las mujeres del planeta Vidyādhara. Ocupándose en el canto congregacional de las glorias del Señor, comenzó a volar con su avión, recorriendo el espacio exterior. Un día, en el curso de sus viajes, recorría los jardines de la montaña Sumeru, cuando vio al Señor Śiva abrazado a Pārvatī ante una asamblea de siddhas, cāraṇas y grandes sabios. Al ver al Señor Śiva en aquella actitud, Citraketu rompió a reir a carcajadas, pero Pārvatī, muy irritada con él, le maldijo. Por esa maldición, más tarde Citraketu tuvo que aparecer en la forma del demonio Vṛtrāsura.

Sin embargo, Citraketu, sin espantarse de la maldición de Pārvatī, habló de la siguiente manera: «En la sociedad humana, todo el mundo disfruta de la felicidad y la aflicción conforme a sus actos pasados, y de ese modo viaja por el mundo material. Por lo tanto, nadie es responsable de su felicidad y su aflicción. En el mundo material, nos encontramos sometidos a la influencia de la naturaleza material, pero, aun así, creemos que somos el hacedor de todo. En el mundo material, que está hecho de la energía externa del Señor Supremo, a veces somos maldecidos, y a veces, favorecidos; así, a veces disfrutamos en los sistemas planetarios superiores, y a veces sufrimos en los planetas inferiores; pero todas esas situaciones son una misma cosa, pues se dan dentro del mundo material. Ninguna de esas posiciones tiene existencia real, ya que todas ellas son temporales. La Suprema Personalidad de Dios es el controlador supremo; bajo Su control, el mundo material es creado, mantenido y aniquilado, pero Él permanece neutral a las diversas transformaciones del mundo material en el tiempo y el espacio. Es la energía material, la energía externa de la Suprema Personalidad de Dios, quien se ocupa del mundo material. El Señor ayuda al mundo creando situaciones para las entidades vivientes que se encuentran en él».

Al oír hablar a Citraketu de este modo, todos los miembros de la gran asamblea en que se encontraban el Señor Śiva y Pārvatī quedaron asombrados. Entonces, el Señor Śiva habló de los devotos del Señor. El devoto se mantiene neutral en todas las circunstancias de la vida, en los planetas celestiales y en los infernales, liberado del mundo material o condicionado por él, bendecido con felicidad o sometido al sufrimiento. Bajo la influencia de la energía externa, la entidad viviente recibe un cuerpo material denso y sutil, y en esa posición ilusoria parece sufrir, aunque todos los seres son partes integrales del Señor Supremo. Los supuestos semidioses se consideran señores independientes, y de ese modo se desvían, sin entender que todas las entidades vivientes son partes del Supremo. Este capítulo concluye con la glorificación del devoto y de la Suprema Personalidad de Dios.