ES/SB 6.5.40


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 40

netthaṁ puṁsāṁ virāgaḥ
syāt tvayā kevalinā mṛṣā
manyase yady upaśamaṁ
sneha-pāśa-nikṛntanam


PALABRA POR PALABRA

na—no; ittham—de este modo; puṁsām—de personas; virāgaḥ—renunciación; syāt—es posible; tvayā—por ti; kevalinā mṛṣā—que tienes conocimiento falso; manyase—tú crees; yadi—si; upaśamam—renunciación al disfrute material; sneha-pāśa—los nudos del afecto; nikṛntanam—cortar.


TRADUCCIÓN

Prajāpati Dakṣa continuó: Y si piensas que con despertar un espíritu de renunciación es suficiente para desapegarse del mundo material, tengo que decirte que, si no hay conocimiento completo, el simple hecho de cambiar de ropas como tú has hecho no bastará para que surja el desapego.


SIGNIFICADO

Prajāpati Dakṣa estaba en lo cierto al afirmar que no es posible desapegarse del mundo material por el simple hecho de cambiarse de ropa. Los sannyāsīs de Kali-yuga, que cambian sus ropas blancas por ropas azafrán y piensan que, a partir de entonces, pueden hacer todo lo que quieran, son más abominables que los gṛhasthas materialistas. Eso no se recomienda en ninguna parte. Prajāpati Dakṣa tenía razón al denunciar este defecto, pero no sabía que Nārada Muni, al infundir en los Haryaśvas y los Savalāśvas el espíritu de la renunciación, lo había hecho mediante el conocimiento completo. Esa renunciación iluminada sí es de desear. En la orden de renuncia hay que entrar con pleno conocimiento (jñāna-vairāgya), pues solo quien renuncia de ese modo al mundo material puede alcanzar la perfección de la vida. En el Śrīmad-Bhāgavatam (1.2.7) se sostiene que alcanzar esa etapa elevada puede ser muy fácil:


vāsudeve bhagavati
bhakti-yogaḥ prayojitaḥ
janayaty āśu vairāgyaṁ
jñānaṁ ca yad ahaitukam


«Por ofrecer servicio devocional a la Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa, inmediatamente se adquiere conocimiento sin causa y desapego del mundo». Jñāna y vairāgya se manifiestan de modo natural en el corazón de la persona que es sincera en su dedicación al servicio devocional del Señor Vāsudeva. De esto no hay la menor duda. La acusación de Prajāpati Dakṣa, según la cual Nārada no había elevado a sus hijos al plano del conocimiento, no tenía fundamento. Antes de renunciar de modo natural a este mundo, todos los hijos de Prajāpati Dakṣa se habían elevado hasta el nivel de jñāna. En resumen, no puede haber renunciación sin un despertar del conocimiento, pues sin un conocimiento elevado no se puede abandonar el apego por el disfrute material.