ES/SB 6.7.24


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 24

tripiṣṭapaṁ kiṁ gaṇayanty abhedya-
mantrā bhṛgūṇām anuśikṣitārthāḥ
na vipra-govinda-gav-īśvarāṇāṁ
bhavanty abhadrāṇi nareśvarāṇām


PALABRA POR PALABRA

tri-piṣṭa-pam—todos los semidioses, y el Señor Brahmā entre ellos; kim—qué; gaṇayanti—se preocupan de; abhedya-mantrāḥ—cuya determinación por cumplir las órdenes del maestro espiritual es inquebrantable; bhṛgūṇām—de los discípulos de Bhṛgu Muni, como Śukrācārya; anuśikṣita-arthāḥ—que deciden seguir las instrucciones; na—no; vipra—los brāhmaṇas; govinda—la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa; go—las vacas; īśvarāṇām—de personas que favorecen o que consideran dignos de adoración; bhavanti—son; abhadrāṇi—todas las desdichas; nara-īśvarāṇām—o de los reyes que siguen este principio.


TRADUCCIÓN

Gracias a su firme determinación en seguir las instrucciones de Śukrācārya, sus discípulos, los demonios, han perdido el temor a los semidioses. De hecho, los reyes y las personas que tengan una fe resuelta en la misericordia de los brāhmaṇas, de las vacas y de la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, y les adoren siempre, siempre se mantendrán fuertes en sus respectivas posiciones.


SIGNIFICADO

De las instrucciones del Señor Brahmā se desprende que todo el mundo debe adorar fielmente a los brāhmaṇas, a la Suprema Personalidad de Dios y a las vacas. La Suprema Personalidad de Dios es go-brāhmaṇa-hitāya ca: Él siempre es muy bondadoso con las vacas y los brāhmaṇas. Por lo tanto, quien adore a Govinda, debe satisfacerle adorando a los brāhmaṇas y a las vacas. Un gobierno que adore a los brāhmaṇas, a las vacas y a Kṛṣṇa, Govinda, nunca será derrotado; en caso contrario, no encontrará más que derrotas, y será condenado en todas partes. En la actualidad, los gobiernos del mundo no sienten respeto ni por los brāhmaṇas, ni por las vacas, ni por Govinda; por consiguiente, la situación en todo el mundo es caótica. En resumen, los semidioses, a pesar de su gran poder y sus grandes opulencias materiales, habían sido derrotados por los demonios, y ello era debido a la falta de respeto que habían cometido contra el brāhmaṇa Bṛhaspati, su maestro espiritual.