ES/SB 8.4 El resumen


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


El capítulo cuarto habla de la vida anterior de Gajendra y del cocodrilo. En él se explica que el cocodrilo se transformó en un gandharva, y Gajendra en un sirviente personal de la Suprema Personalidad de Dios.

En el planeta de los gandharvas había un rey llamado Hūhū. En cierta ocasión, el rey Hūhū mientras disfrutaba de un baño en compañía de mujeres, en su afán de divertirse, quiso gastar una broma a Devala Ṛṣi, que también estaba allí bañándose, y, tirándole de la pierna, lo hundió bajo el agua. El sabio se enfadó mucho e inmediatamente le maldijo, condenándole a ser un cocodrilo. Ante aquella maldición, el rey Hūhū se sintió muy desgraciado, y pidió perdón al sabio; este se compadeció de él y le bendijo asegurándole que quedaría libre cuando Gajendra fuese liberado por la Suprema Personalidad de Dios. Así, cuando Nārāyaṇa lo mató, el cocodrilo se vio libre de la maldición.

Gajendra, por la misericordia del Señor, obtuvo un cuerpo de cuatro brazos, con el que sirvió personalmente al Señor en Vaikuṇṭha. Esa liberación, sārūpya-mukti, consiste en recibir un cuerpo espiritual idéntico al del Señor Nārāyaṇa. Gajendra, en su vida anterior, había sido un gran devoto del Señor Viṣṇu. Se llamaba Indradyumna, y era el rey de Tāmila. Conforme a los principios védicos, el rey se retiró de la vida familiar y construyó una pequeña choza en las montañas Malayācala, donde adoraba a la Suprema Personalidad de Dios en silencio. Un día llegaron al āśrama del rey Indradyumna Agastya Ṛṣi y sus discípulos, pero el rey, como estaba meditando en la Suprema Personalidad de Dios, no pudo ofrecerles un recibimiento adecuado. Esto enfadó muchísimo al ṛṣi, quien, entonces, maldijo al rey, condenándole a ser un torpe elefante. Conforme a esa maldición, el rey nació como elefante y olvidó todas sus pasadas actividades de servicio devocional. Sin embargo, ante el peligroso ataque del cocodrilo, el elefante recordó una oración que había aprendido en su pasada vida de servicio devocional. Gracias a esa oración, recibió de nuevo la misericordia del Señor. Así, fue liberado inmediatamente, y pasó a ser uno de los sirvientes personales del Señor, con cuatro brazos.

Śukadeva Gosvāmī pone fin al capítulo con una clara explicación de la buena fortuna del elefante. Śukadeva Gosvāmī dice que quien escuche la narración de la liberación de Gajendra recibirá, a su vez, la oportunidad de alcanzar la liberación. De ese modo termina el capítulo.