ES/SB 9.19.20
TEXTO 20
- dṛṣṭaṁ śrutam asad buddhvā
- nānudhyāyen na sandiśet
- saṁsṛtiṁ cātma-nāśaṁ ca
- tatra vidvān sa ātma-dṛk
PALABRA POR PALABRA
dṛṣṭam—el disfrute material que experimentamos en la vida actual; śrutam—disfrute material en cuanto promesa de felicidad futura para quienes se ocupan en actividades fruitivas (en esta vida, en la siguiente, en los planetas celestiales, etc.); asat—temporal y malo; buddhvā—sabiendo; na—no; anudhyāyet—se debe siquiera pensar en; na—ni; sandiśet—en realidad se debe disfrutar; saṁsṛtim—la prolongación de la existencia material; ca—y; ātma-nāśam—el olvido de la propia posición constitucional; ca—así como; tatra—en ese tema; vidvān—el que tiene plena conciencia; saḥ—esa persona; ātma-dṛk—el alma autorrealizada.
TRADUCCIÓN
La persona que sabe que la felicidad material, buena o mala, en esta vida o en la siguiente, en este planeta o en los planetas celestiales, es temporal e inútil, y que una persona inteligente no debe tratar de disfrutar de esas cosas, y ni siquiera pensar en ellas, conoce verdaderamente el ser. Esa persona autorrealizada sabe perfectamente que la felicidad material es la causa misma de la perpetuación de la existencia material y del olvido de la propia posición constitucional.
SIGNIFICADO
La entidad viviente es un alma espiritual, y el cuerpo material es su prisión. Ese es el comienzo de la comprensión espiritual.
- dehino 'smin yathā dehe
- kaumāraṁ yauvanaṁ jarā
- tathā dehāntara-prāptir
- dhīras tatra na muhyati
«Del mismo modo que el alma encarnada pasa en este cuerpo continuamente de la
niñez a la juventud y a la vejez, pasa también a otro cuerpo en el momento de la muerte.
La persona sensata no se confunde ante ese cambio» (Bg. 2.13). La verdadera misión de
la vida humana consiste en liberarse de la prisión del cuerpo material. Por esa razón,
Kṛṣṇa desciende para enseñar al alma condicionada acerca de la iluminación espiritual
y acerca de cómo liberarse del cautiverio material. Yadā yadā hi dharmasya glānir
bhavati bhārata. Las palabras dharmasya glāniḥ significan «contaminación de la propia
existencia». Vivimos una existencia contaminada que es necesario purificar (sattvaṁ
śuddhyet). La vida humana no es para pensar en la felicidad del cuerpo externo, que es
la causa del cautiverio material, sino para alcanzar esa purificación. Por lo tanto, en este
verso Mahārāja Yayāti nos advierte de que toda la felicidad material que ahora vemos
o cuyo disfrute futuro se nos promete, es inestable y temporal. Ābrahma-bhuvanāl
lokāḥ punar āvartino 'rjuna: Aunque nos elevemos hasta Brahmaloka, si no estamos
libres del cautiverio material, tendremos que regresar a este planeta y permanecer en
las miserables condiciones de la existencia material (bhūtvā bhūtvā pralīyate). Siempre
debemos tener bien presente esta comprensión, sin dejarnos distraer por ningún
tipo de disfrute de los sentidos, ya sea de esta vida o de la siguiente. La persona que
tiene plena conciencia de esta verdad está autorrealizada (sa ātma-dṛk); pero todos
los demás sufren en el ciclo de nacimientos y muertes (mṛtyu-saṁsāra-vartmani).
Esa comprensión es propia de la verdadera inteligencia; lo contrario solo es causa de
desdicha. Kṛṣṇa-bhakta—niṣkāma, ataeva ‘śānta’. Solo la persona consciente de Kṛṣṇa,
que conoce la finalidad y el objetivo de la vida, vive en paz. Todos los demás, ya sean
karmīs, jñānīs o yogīs, viven desasosegados, sin poder disfrutar de verdadera paz.