ES/SB 4.29.48

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Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 48

svaṁ lokaṁ na vidus te vai
yatra devo janārdanaḥ
āhur dhūmra-dhiyo vedaṁ
sakarmakam atad-vidaḥ


PALABRA POR PALABRA

svam—propia; lokam—morada; na—nunca; viduḥ—conocen; te—esas personas; vai—ciertamente; yatra—donde; devaḥ—la Suprema Personalidad de Dios; janārdanaḥ—Kṛṣṇa, o Viṣṇu; āhuḥ—hablan; dhūmra-dhiyaḥ—la clase de hombres poco inteligente; vedam—los cuatro Vedas; sa-karmakam—llenos de ceremonias rituales; a-tat-vidaḥ—personas carentes de conocimiento.


TRADUCCIÓN

Los poco inteligentes consideran que las ceremonias rituales de los Vedas son lo más importante. No saben que el objetivo de los Vedas es que entendamos nuestro propio hogar, donde vive la Suprema Personalidad de Dios. Como no sienten atracción por su verdadero hogar, buscan otros hogares bajo el influjo de la ilusión.


SIGNIFICADO

Por lo general, la gente no es consciente de su verdadero interés en la vida, que es regresar al hogar, de vuelta a Dios. No saben que su verdadero hogar está en el mundo espiritual, donde hay muchos planetas Vaikuṇṭhas, el principal de los cuales es Kṛṣṇaloka, Goloka Vṛndāvana. A pesar de su supuesto avance, la civilización actual carece de información acerca de los Vaikuṇṭhalokas, los planetas espirituales. En la actualidad, los supuestos hombres civilizados avanzados tratan de ir a otros planetas, pero no saben que, incluso si llegan al sistema planetario más avanzado, Brahmaloka, tendrán que regresar a este. Esto se confirma en el Bhagavad gītā (8.16):


ābrahma-bhuvanāl lokāḥ
punar āvartino ’rjuna
mām upetya tu kaunteya
punar janma na vidyate


«Desde el planeta más elevado del mundo material hasta el más bajo, son todos lugares de sufrimiento en los que tiene lugar el ciclo de nacimientos y muertes. Pero aquel que alcanza Mi morada, ¡oh, hijo de Kuntī!, nunca más vuelve a nacer».

Incluso el que se eleva al sistema planetario más elevado del universo tiene que regresar una vez que se terminen los efectos de sus actividades piadosas. Los vehículos espaciales pueden elevarse a gran altura en el cielo, pero en cuanto se les termina el combustible, tienen que regresar a este planeta terrestre. Todas esas actividades tienen lugar bajo el influjo de la ilusión. Lo que verdaderamente vale la pena intentar es regresar al hogar, de vuelta a Dios. Ese proceso se menciona en el Bhagavad-gītā: yānti mad-yājino ’pi mām: Los que se ocupan en el servicio devocional de la Suprema Personalidad de Dios regresan al hogar, de vuelta a Dios. La vida humana es muy valiosa, y no hay que desperdiciarla en una vana exploración de otros planetas. Hay que ser lo bastante inteligente como para regresar a Dios. Debemos centrar nuestro interés en la información acerca de los planetas espirituales de Vaikuṇṭha, y en particular, acerca del planeta llamado Goloka Vṛndāvana; también debemos aprender el arte de ir allí mediante el sencillo método del servicio devocional, que comienza con escuchar (śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ). Esto se confirma también en el Śrīmad-Bhāgavatam (12.3.51):


kaler doṣa-nidhe rājann
asti hy eko mahān guṇaḥ
kīrtanād eva kṛṣṇasya
mukta-saṅgaḥ paraṁ vrajet


Con el simple canto del mantra Hare Kṛṣṇa, podemos alcanzar el planeta supremo (paraṁ vrajet). Esa es la ventaja especial que se da a la gente de esta era (kaler doṣa-nidhe): Con tan solo cantar el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa, podemos purificarnos de toda la contaminación material y regresar al hogar, de vuelta a Dios. Sobre eso no hay la menor duda.