ES/SB 8.5.46

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Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 46

tais taiḥ svecchā-bhūtai rūpaiḥ
kāle kāle svayaṁ vibho
karma durviṣahaṁ yan no
bhagavāṁs tat karoti hi


PALABRA POR PALABRA

taiḥ—con esas apariciones; taiḥ—con esas encarnaciones; sva-icchā-bhūtaiḥ—todas las cuales advienen por Tu propia voluntad personal; rūpaiḥ—con formas reales; kāle kāle—en distintos milenios; svayam—personalmente; vibho—¡oh, Supremo!; karma—actividades; durviṣaham—extraordinarias (que nadie más puede llevar a cabo); yat—lo que; naḥ—a nosotros; bhagavān—la Suprema Personalidad de Dios; tat—eso; karoti—haces; hi—en verdad.


TRADUCCIÓN

¡Oh, Señor!, ¡oh, Suprema Personalidad de Dios!, por Tu propia voluntad apareces en diversas encarnaciones, milenio tras milenio, y actúas de un modo maravilloso, realizando actividades extraordinarias que a nosotros nos serían imposibles.


SIGNIFICADO

En el Bhagavad-gītā (4.7), el Señor dice:

yadā yadā hi dharmasya :glānir bhavati bhārata
abhyutthānam adharmasya :tadātmānaṁ sṛjāmy aham

«Cuando quiera y dondequiera que disminuya la práctica religiosa, ¡oh, descendiente de Bharata!, y aumente la irreligión de manera predominante, en ese momento, desciendo personalmente». Por lo tanto, el hecho de que la Suprema Personalidad de Dios aparezca, por Su propia voluntad, en diversas encarnaciones, como Matsya, Kūrma, Varāha, Nṛsiṁha, Vāmana, Paraśurāma, Rāmacandra, Balarāma, Buddha, y muchas otras formas, no es una fantasía, sino la realidad. Los devotos siempre están deseosos de ver alguna de las infinitas formas del Señor. Se explica que, del mismo modo que no podemos contar las olas del mar, las formas del Señor tampoco se pueden contar. Eso, sin embargo, no significa que se acepte como encarnación al primero que se presenta diciendo que es una forma del Señor. La encarnación de la Suprema Personalidad de Dios se reconoce en función de las descripciones de los śāstras. El Señor Brahmā estaba deseoso de ver a la encarnación del Señor, o a la fuente original de todas las encarnaciones; no tenía el menor interés en ver a un impostor. La prueba de la identidad de una encarnación son Sus actividades. Todas las encarnaciones descritas en los śāstras actúan de modo maravilloso (keśava dhṛta-mīna-śarīra jaya jagadīśa hare). La Suprema Personalidad de Dios aparece y desaparece solo en virtud de Su propia voluntad, y únicamente los devotos afortunados pueden esperar verle cara a cara.