ES/SB 5.14.20
TEXTO 20
- sa eva punar nidrājagara-gṛhīto ’ndhe tamasi magnaḥ śūnyāraṇya iva
- śete nānyat-kiñcana veda śava ivāpaviddhaḥ.
PALABRA POR PALABRA
saḥ—esa alma condicionada; eva—ciertamente; punaḥ—de nuevo; nidrā-ajagara—por la serpiente pitón del sueño profundo; gṛhītaḥ—devorada; andhe—en profunda oscuridad; tamasi—bajo la ignorancia; magnaḥ—absorta; śūnya-araṇye—en el bosque solitario; iva—como; śete—yace acostada; na—no; anyat—lo demás; kiñcana—nada; veda—sabe; śavaḥ—un cuerpo muerto; iva—como; apaviddhaḥ—arrojado.
TRADUCCIÓN
Śukadeva Gosvāmī continuó hablando a Mahārāja Parīkṣit: Mi querido rey, el sueño es como una serpiente pitón que devora a los que vagan por el bosque de la vida material. Bajo los efectos de su picadura, permanecen siempre en la oscuridad de la ignorancia. Son como cadáveres arrojados en un bosque lejano. En esa situación, las almas condicionadas no pueden comprender lo que está sucediendo en la vida.
SIGNIFICADO
Vida material significa estar completamente absorto en comer, dormir, aparearse y defenderse. De entre esos principios, se concede importancia especial al sueño. Mientras dormimos, olvidamos por completo el objeto de la vida y qué tenemos que hacer. En la senda de la iluminación espiritual, el sueño debe evitarse lo más posible. Los Gosvāmīs de Vṛndāvana no dormían prácticamente nada. Por supuesto, como el cuerpo necesita dormir, ellos también dormían algo, pero nunca más de dos horas, y a veces ni siquiera eso. Estaban siempre dedicados al cultivo espiritual. Nidrāhāravihārakādi-vijitau. Siguiendo los pasos de los Gosvāmīs, debemos tratar de reducir a su mínima expresión las actividades de dormir, comer, aparearse y defenderse.