ES/SB 7.8.1

Revision as of 21:17, 4 September 2020 by Vanibot (talk | contribs) (Vanibot #0035: BhagChapterDiac - change chapter link to no diacritics form)
(diff) ← Older revision | Latest revision (diff) | Newer revision → (diff)

Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 1

śrī-nārada uvāca
atha daitya-sutāḥ sarve
śrutvā tad-anuvarṇitam
jagṛhur niravadyatvān
naiva gurv-anuśikṣitam


PALABRA POR PALABRA

śrī-nāradaḥ uvāca—Śrī Nārada Muni dijo; atha—a continuación; daitya-sutāḥ—los hijos de los demonios (los compañeros de clase de Prahlāda Mahārāja); sarve—todos; śrutvā—escuchar; tat—por él (Prahlāda); anuvarṇitam—las afirmaciones acerca de la vida devocional; jagṛhuḥ—aceptaron; niravadyatvāt—debido a la utilidad suprema de aquellas instrucciones; na—no; eva—en verdad; guru-anuśikṣitam—lo que les fue enseñado por sus maestros.


TRADUCCIÓN

Nārada Muni continuó: Todos los hijos de los demonios apreciaron las instrucciones trascendentales de Prahlāda Mahārāja y las tomaron muy en serio, rechazando las instrucciones materialistas de sus maestros, Ṣaṇḍa y Amarka.


SIGNIFICADO

Este es el efecto de la prédica de un devoto puro como Prahlāda Mahārāja. La prédica de un devoto será eficaz si el devoto tiene buenas cualidades, es sincero y serio en la práctica de conciencia de Kṛṣṇa, y sigue las instrucciones de un maestro espiritual genuino, como hizo Prahlāda Mahārāja cuando predicó las instrucciones de Nārada Muni. En el Śrīmad-Bhāgavatam (3.25.25), se dice:


satāṁ prasaṅgān mama vīrya-saṁvido
bhavanti hṛt-karṇa-rasāyanāḥ kathāḥ


Las instrucciones de las personas sat, los devotos puros, son muy gratas para el oído y atractivas para el corazón de aquel que trata de entender sus mensajes. Así, la persona que se siente inspirada a volverse consciente de Kṛṣṇa y a practicar el proceso en su vida, tiene asegurado el éxito en el sendero de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Por la gracia de Prahlāda Mahārāja, todos sus compañeros de clase, los hijos de los demonios, se volvieron vaiṣṇavas. No les gustaba escuchar a sus supuestos maestros, Ṣaṇḍa y Amarka, quienes solamente les enseñaban diplomacia, política, economía y temas por el estilo, destinados exclusivamente a la complacencia de los sentidos.