ES/760319 - Clase SB 07.09.41 - Mayapur

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His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda



760319SB - Mayapur, 19 marzo 1976 - 30:02 minutos



Śāstrījī: (canta los mantras) Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. (Prabhupāda y los devotos repiten) Śrīmad-Bhāgavatam, 7.9.41 (canta el verso; Prabhupāda y los devotos responden; Prabhupāda corrige la pronunciación) (pausa)

evaṁ sva-karma-patitaṁ bhava-vaitaraṇyām
anyonya-janma-maraṇāśana-bhīta-bhītam
paśyaṁ janaṁ sva-para-vigraha-vaira-maitraṁ
hanteti pāracara pīpṛhi mūḍham adya
(SB 7.9.41)

Puṣṭa Kṛṣṇa: Traducción: (03:52) “Mi querido Señor, Tú Te encuentras siempre en una posición trascendental a la otra orilla del río de la muerte, pero nosotros, debido a las reacciones de nuestras propias actividades, estamos sufriendo en esta orilla. En verdad, hemos caído en este río, donde sufrimos reiteradamente los tormentos del nacimiento y la muerte y comemos cosas horribles. Ahora, por favor, vuelve Tus ojos hacia nosotros —no solo hacia mí, sino hacia todas las personas que sufren— y, por Tu compasión y Tu misericordia sin causa, libéranos y mantennos.”

Prabhupāda:

evaṁ sva-karma-patitaṁ bhava-vaitaraṇyām
anyonya-janma-maraṇāśana-bhīta-bhītam
paśyaṁ janaṁ sva-para-vigraha-vaira-maitraṁ
hanteti pāracara pīpṛhi mūḍham adya
(SB 7.9.41)

Este es nuestro condicionamiento de la vida material. Prahlāda Mahārāja lo describe punto tras punto. A veces las personas tontas que acusan a Dios diciendo: “¿Por qué nos ha puesto en esta situación tan miserable, en distintos... niveles de vida? Alguien es rico, alguien es pobre, alguien está enfermo, alguien está sano —tanta diversidad”. Bhaktivinoda Ṭhākura ha dicho: keśava tuyā jagata vicitra. Vicitra significa “diversidad”. ”Y, si Dios es bueno, ¿por qué ha creado tanta diversidad?”. ¿No es esta la pregunta más común que se encuentran? Están predicando. Y hacen está pregunta, hum: “¿Por qué Dios no es bueno con todos? ¿Por qué ha hecho esta distinción?”.

Esto no es creación de Dios, debemos saber que es mi creación. Por eso, Prahlāda Mahārāja dijo: evaṁ sva-karma-patitam. Es como cuando un hombre es condenado a muerte. En el tribunal, el juez dicta la sentencia de que: “Este asesino debe ser ahorcado”. No es el juez quien está dando la orden de que se ahorque el asesino, es el asesino quien ha creado la situación que lo lleva a ser ahorcado. Eso hay que entenderlo. No es que el juez sea parcial, que le está ordenando a alguien que debe recibir una indemnización por dos millones de dólares: “Debe tenerla”, y a otra persona la condena a muerte. No es que el juez sea parcial, le está dando a alguien dos millones de dólares y a otro ordena que lo ahorquen. El juez es imparcial. Ye yathā māṁ prapadyante tams… (BG 4.11). Karmaṇā daiva-netreṇa (SB 3.31.1). Así lo explican las Escrituras. Actuamos de acuerdo con nuestros caprichos y obtenemos la acción resultante de inmediato. Ahí está la ley de la naturaleza, la ley de Dios. Tenemos experiencia de que si nos contagiamos de alguna enfermedad, una enfermedad contagiosa, debemos sufrir esa enfermedad. No es creación de Dios que una persona sufra de alguna situación dolorosa y otro disfrute. No. Nosotros mismos nos contagiamos con alguna contaminación porque este mundo, el mundo material, está lleno de contaminación. Lleno de contaminación. Es como cuando hay una epidemia, toda la situación es contagiosa. Por eso, tenemos que inyectarnos una vacuna para protección. Todo el que ha venido al mundo material debe saber que ha venido a un lugar que es un lugar de epidemia. Debemos ser muy prudentes. De no ser así, tendrán que sufrir.

En distintas eras, en distintas épocas, se recomiendan diferentes tipos de medicamentos y vacunas, pero la era actual, Kali, es tan peligrosamente contaminante que ningún otro proceso medicinal funcionará. ¿Cuál es…? ¿Cuál es, entonces, el remedio? La única medicina es harer nāma. Por lo tanto, Kṛṣṇa… Caitanya Mahāprabhu ha dicho: harer nāma harer nāma harer nāma eva kevalam, kalau… (CC Adi 17.21)

Devotos:nāsty eva nāsty eva nāsty eva gatir anyathā.

Prabhupāda: Esta es la única medicina. Para librarse de la infección, harer nāma es la única medicina, bhavauṣadhi. Auṣadhi significa medicina. Parīkṣit Mahārāja dijo que harer nāma, este canto de Hare Kṛṣṇa no es para el alma condicionada, porque tan pronto como cantamos el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa, inmediatamente quedamos libres de esta situación contaminada y contagiosa. Este verso dice: eka hari nāme yato pāpa hare, pāpī haya tato pāpa kari bare nāre(?). Cuando cantamos una vez el mantra Hare Kṛṣṇa es tan poderoso que todas las reacciones de la vida pecaminosa se van inmediatamente. Han leído la vida de Ajāmila. Era muy, muy pecador. Cometió tantas actividades pecaminosas. Pero en el último momento simplemente cantó “Nārāyaṇa”. Inmediatamente quedó libre. Inmediatamente, los Viṣṇudūtas vinieron a rescatarlo de las manos de los Yamadūtas. Solo vean cuál es el poder de cantar el santo nombre de…

Es un hecho que si cantamos Hare Kṛṣṇa, inmediatamente nos liberamos de toda la contaminación de este mundo material, siempre y cuando que no los volvamos a cometer. Eso es necesario, eso… Ponemos fin a todas las acciones resultantes de la contaminación de la vida material, siempre y cuando permanezcamos sin caer de nuevo. Por eso, tenemos las daśa-vidha-nāmāparādha. Conocen los diez tipos de ofensas. Si cantan el mantra Hare Kṛṣṇa teniendo cuidado de no cometer los diez tipos de ofensas, inmediatamente están liberados. La ofensa más peligrosa es nāmnād balād yasya hi pāpa-buddhiḥ. Si pensamos que: “Soy tan afortunado. Tengo este hari-nāma que puede acabar con todo tipo de reacciones pecaminosas. Es un instrumento muy bueno. Puedo continuar cometiendo todo tipo de actividades pecaminosas y cantando Hare Kṛṣṇa. De este modo serán neutralizadas”, esta es la ofensa más peligrosa. Nāmnād balād yasya hi pāpa-buddhiḥ. “Porque si canto… Sé que al cantar Hare Kṛṣṇa me liberaré de toda acción pecaminosa resultante… así que voy a continuar, durante todo el día cometeré toda clase de actividades pecaminosas, y por la noche cantaré Hare Kṛṣṇa. Entonces todo habrá terminado”. Esa desvergüenza es muy, muy peligrosa. Debemos tener mucho cuidado. No tomen el mantra Hare Kṛṣṇa como un instrumento para neutralizar sus actividades pecaminosas. No lo tomen así. Es un hecho que tan pronto como reciben iniciación en el mantra Hare Kṛṣṇa, quedan libres, pero no lo vuelva na cometer. Āra nāre bāpa.

Como Jagāi-Mādhāi. Jagāi-Mādhāi eran personas pecaminosas y sumamente peligrosas, y se sometieron a Caitanya Mahāprabhu. Ya conocen la historia, que hirieron… ambos hermanos hirieron a Nityānanda Prabhu. Aun así, Nityānanda Prabhu era tan persistente que decidió que: “A pesar de todas las faltas de estas dos personas, las libraré”. Y cuando fue herido por estos dos hermanos, Caitanya Mahāprabhu se enojó mucho, e inmediatamente invocó a Su cakra para matar a estos pecadores. Pero Nityānanda Prabhu le pidió: “Mi querido Señor, en esta encarnación prometiste que no empuñarías ningún arma para matar. Así que no los mates. Ten misericordia de ellos”. Así es el vaiṣṇava. Caitanya Mahāprabhu se tranquilizó. Mientras tanto, los dos hermanos se postraron a los pies de loto de Caitanya Mahāprabhu: “Señor, perdónanos y sálvanos”. De esta forma se entregaron. Caitanya Mahāprabhu puso una condición: “Han cometido tantas actividades pecaminosas. Las perdonaré inmediatamente, siempre y cuando Me prometan no volver a cometerlas”. Eso es la iniciación. A esto se le llama iniciación, que nos entregamos al maestro espiritual o a Kṛṣṇa, y él inmediatamente nos perdona todas las reacciones de nuestra vida pecaminosa. Pero si seguimos cometiéndolas una y otra vez, no es una buena propuesta. Cantando el mantra Hare Kṛṣṇa quedamos inmediatamente libres indudablemente, pero si lo tomamos como un instrumento para cometer actividades pecaminosas, entonces el peligro es muy grande… Es como en el cristianismo, ¿hay un proceso la confesión?

Devotos: Si.

Prabhupāda: Que durante toda la semana cometerán toda clase de actividades pecaminosas, y el domingo simplemente reconocerán, o…. ¿cómo se llama eso?

Devoto: Se confiesan.

Prabhupāda: Ese: “He cometido”, sí. “He cometido estos pecados, y pagaré algo por ellos”. Este proceso no es bueno. No debemos hacer eso, esa confesión: “Sí, señor, lo soy...”. Creo que en su país hubo un movimiento, la Rearmada Moral. Su proceso consistía en que: “Tú cometes actividades pecaminosas, pero luego te confiesas, entonces todo será neutralizado”. Esa era su fórmula. Pero no creo que haya tenido buen resultado. No pudo tener buen resultado. No era posible. El proceso consiste en que: “Por mi karma me he vuelto pecador. Ahora tengo la medida correctiva, el canto de Hare Kṛṣṇa, pero no volveré a hacerlo”. Esa persona alcanza el éxito. Alcanza el éxito, inmediatamente. Nāmnād balād… Pero no debemos sacar provecho de eso.

En este verso Prahlāda Mahārāja dice: evaṁ sva-karma-patitam: “Por mis propias actividades pecaminosas, ahora me encuentro en este estado de vida condicionado en el mundo material”. No lo ha creado Dios, nosotros lo creamos. Karmaṇā daiva-netreṇa (SB 3.31.1). Dios, o la autoridad suprema… Como Yamarāja, él es, él representante de Dios. Él dicta sentencia, qué tipo de cuerpo tendré que recibir después de la muerte. Por eso, la clase de hombres ateos se niegan a aceptar que exista una siguiente vida. Pero no es así. La siguiente vida está esperando. Kṛṣṇa da un ejemplo muy bueno:

dehino 'smin yathā dehe
kaumāraṁ yauvanaṁ jarā
tathā dehāntara-prāptir
dhīras tatra na muhyati
(BG 2.13)

Si un niño… Ahora hay tantos niños. Si él dice: “No, no, no. Yo no me convertiré en un hombre joven, seguiré siendo un niño”, eso no es posible. Tiene que cambiar su cuerpo. No tiene sentido que a él no le guste cambiar de cuerpo. No, tiene que hacerlo. De manera similar, este cuerpo, cuando se termine, pueden decir: “No creo que haya otro cuerpo”, pero si lo hay —“debe”— de la misma manera, que un joven puede pensar: “Este cuerpo es muy bueno, estoy disfrutando de él, yo no me haré viejo”. No, tendrá que serlo. Esa es la ley de la naturaleza. No pueden decirlo. De manera similar, después de la muerte, cuando este cuerpo se termina, tienen que recibir otro cuerpo. Tathā dehāntara-prāptiḥ. Y ¿quién lo dice? El Señor Supremo, la Persona Suprema, Él es quien lo dice, la autoridad suprema. Y si ustedes, con sus razonamientos comunes y corrientes tratan de comprender cuál es la ley, allí se da un ejemplo muy sencillo. Hay vida, no pueden negarlo. Hay vida. Pero, esa vida, ese cuerpo no está en sus manos. Ahora mismo, cuando tienen la vida, están muy orgullosos de tu conocimiento, son muy insolentes a la hora de aceptar la existencia de Dios. Eso pueden hacerlo como un necio. Pero después de la muerte están completamente bajo el control de la naturaleza. Es decir, eso no lo pueden evitar. Es como si son necios, pueden decir: “No creo en la ley del gobierno. Haré lo que quiera”. Pero cuando les arresten, todo se acabó. Entonces, lo único que les queda es darles de bofetadas, eso es todo.

Pero somos tan necios que no creemos en la próxima vida. Eso no es más que necedad. Existe una siguiente vida, especialmente cuando Kṛṣṇa lo dice. Pueden decir: “No creemos”. Pero que crean o no crean, no importa. Están sometidos a las leyes de la naturaleza. Prakṛteḥ kriyamāṇāni guṇaiḥ karmāṇi sarvaśaḥ (BG 3.27). Kāraṇaṁ guṇa-saṅgo 'sya sad-asad-janma-yoniṣu (BG 13.22), esto lo ha dicho Kṛṣṇa. ¿Por qué una persona se sitúa de una forma tan buena? Por qué uno está situado, un hombre está… ¿Por qué una entidad viviente está comiendo muy bien, muy buenos alimentos, mientras que otro animal tiene que comer excremento? Eso no es accidental. No es accidental. Karmaṇā daiva-netreṇa (SB 3.31.1). Debido a que uno ha actuado de tal manera que tiene que comer excremento, ahora tiene que comerlo. Pero māyā, la energía ilusoria, es tan inteligente que mientras el animal come excremento, está pensando: “Estoy disfrutando del cielo”. A esto se le llama māyā. Incluso comiendo excremento, piensa que está disfrutando de placeres celestiales. A menos que esté cubierto por esa ignorancia, él… Si recuerda que: “Yo era... en mi vida anterior era un ser humano y comía alimentos tan sabrosos. Ahora estoy obligado a comer excremento”, no podrá seguir. Eso se llama prakṣepātmika-śakti-māyā. Olvidamos. El olvido.

Y ese olvido está actuando. Evaṁ sva-karma-patitaṁ bhava-vaitaraṇyām anyonya-janma maraṇa. Aquí está de nuevo, anyonya-janma: “No sólo esta vida, sino otra vida, otra vida, otra vida”. No se puede decir que: “Este es el final o este es el comienzo”. No. No es así. Anyonya-janma-maraṇa. En otro cuerpo también encontrarán nacimiento y muerte. Tal como en este cuerpo tenemos nacimiento y muerte, de manera similar, también en otro cuerpo tanto si nazco como el Señor Brahmā o como una hormiga pequeña e insignificante, no importa. Cualquier cuerpo material que reciban, encontrarán el nacimiento y la muerte. Pueden vivir… Como nosotros que somos seres humanos, podemos vivir muchos años, cien años en comparación con la vida de la hormiga, y de manera similar, podemos vivir cien años, y Brahmā vive millones de años. Pero eso no significa que no haya muerte. La muerte debe estar ahí. Quien ha nacido, tiene que morir. El janma-maraṇa. Y tan pronto como nacen, tienen que aceptar todos los condicionamientos materiales, tri-tāpa-yātana —adhyātmika, adhibhautika, adhidaivika— tienen que aceptarlos. No hay remedio. Tan pronto como nacen, janma-maraṇa, jarāJanma-mṛtyu-jarā-vyādhi (BG 13.9). Tan pronto como nacen, tienen que aceptar jarā, la vejez; y vyādhi, la enfermedad; y finalmente, maraṇa.

Eso no lo entendemos. A esto se le llama ignorancia, necedad. Prahlāda Mahārāja, un vaiṣṇava, lo entiende que: “He caído en esta condición miserable”, evaṁ sva-karma-patitam, “por mis propias actividades. No solo yo, todos en este mundo material...”. Eso debemos saberlo. No piensen que: “Él está sufriendo, mientras yo estoy disfrutando”. Yo también sufro. Si ahora no estoy sufriendo, tendré que sufrir. El sufrimiento debe existir. Este mundo está destinado al sufrimiento. Duḥkhālayam aśāśvatam (BG 8.15), Kṛṣṇa dice: “Este es un lugar para sufrir”. No pueden disfrutar. Eso no es posible. Duḥkhālayam aśāśvatam, nāpnuvanti mahātmānaḥ saṁsiddhiṁ paramāṁ gataḥ (BG 8.15). A menos que logren la completa perfección de la vida, saṁsiddhiṁ paramām, no es posible detener su miserable condición de vida. Por eso, Prahlāda Mahārāja dice: paśyañ janaṁ sva-para-vigraha-vaira-maitram. Y en todas y cada una de las vidas habrá esta distinción: “Esto es mío y esto es tuyo, tú eres mi amigo, o tú eres mi enemigo, y yo soy tu amigo, yo soy...”. Esa contradicción continuará. No se puede… Por eso ven que el mundo entero, a veces están peleando como enemigos, y a veces tratan de formar las Naciones Unidas. Lo ven en la práctica. A veces vaira, enemigos y a veces maitram, amigos. Pero todo esto es una ilusión. Nunca serán amigos. No es posible. Esa contradicción continuará, sva-para-vairam, y creará una situación: “Tú sufres, yo sufro. Te rasco las orejas y tú me rascas las orejas”, eso es todo. ¿Han visto el castigo que se imponen dos niños? Crearemos esta enemistad y la supuesta amistad y el sufrimiento. Eso está sucediendo.

Sva-para-vairaṁ hanteti pāracara pīpṛhi mūḍham. Mūḍham. Somos todos sinvergüenzas. Estamos tratando de crear una situación pacífica. Pero no hay la menor posibilidad de una situación pacífica. Esos sinvergüenzas deben saber claramente que no puede haber… Con inventar una Liga de Naciones o las Naciones Unidas, no es posible. En Nueva York hemos visto las Naciones Unidas, y cada año hay una bandera nueva, hay otra bandera, y otra, y otra. ¿Dónde está la “unión”? El número de banderas aumenta. Eso significa desunión. “No estoy de acuerdo contigo. No queremos quedarnos contigo. Debemos tener Pakistán. No queremos permanecer con Hindostán”. “Está bien”. “No queremos esto. No queremos eso” —esto es luchar, continuar, sva-para-vairam. Ésta es la situación del mundo material. Y debemos sufrir las tres miserias. Entonces, ¿dónde está la felicidad? Pero debido a que estamos ilusionados por la energía externa, pensamos que: “Estamos haciendo un buen arreglo para vivir en paz y viviremos en paz”. ¿Dónde está la paz? Tienen que morir. Ustedes no quieren morir, pero tienen que morir. No quieren la enfermedad, pero deben sufrir enfermedades. No quieren envejecer, pero deben hacerse viejos. Entonces, ¿dónde está su felicidad? Todo esto es una tontería. Por eso, Prahlāda Mahārāja ha dicho: hanteti pāracara pīpṛhi mūḍham: “Somos sinvergüenzas, somos necios, por eso estamos sufriendo de esta manera. Por favor, sálvanos”.

Muchas gracias.

Devotos: Jaya Prabhupāda! (fin).