ES/760527 - Clase SB 06.01.27 - Honolulu


His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda


760527SB - Hawái, 27 mayo 1976 - 18:36 minutos



******Documento pendiente de editar******


Pradyumna: Traducción: “Cuando le llegó la hora de la muerte, el necio Ajāmila pensaba solamente en su hijo Nārāyaṇa”. (SB 6.1.27)

Prabhupāda: En el verso anterior se ha explicado también, bhojayan pāyayan mūḍho (SB 6.1.26), y también este verso dice, sa evaṁ vartamāno ajñā. Ajñā significa alguien que no tiene suficiente conocimiento. Él es llamado ajñā. Y mūḍha significa asno, sinvergüenza. Entonces, en ambos versos, se describe a Ajāmila como un necio, sinvergüenza y sin suficiente conocimiento. ¿Por qué? Porque está apegado al niño y no sabe que la muerte se le acerca. La muerte viene. Esa es nuestra situación. Decimos “Dios ha muerto”. Dios no está muerto. Dios va a venir muy pronto. Espera unos años, estarás muerto. Esa es la situación. Tú eres un sinvergüenza, Dios no ha muerto. Dios viene a echarte a patadas, a matarte. (risas) Sí. Kṛṣṇa dice: mṛtyuḥ sarva-haraś cāham (BG 10.34).¿Qué es la muerte? Es como en tu vida anterior habías sido algo. Muerte significa que lo has olvidado todo. Supongamos que yo era un gran rey o primer ministro o presidente. Pero todo eso se acabó. Ahora he recibido otra vida, he iniciado un nuevo capítulo de la vida. Tathā dehāntara-prāptir (BG 2.13). Tienes que cambiar de cuerpo. Puede ser de inferior o superior grado, pero tienes que cambiar tu cuerpo. Hay 8.400.000 especies de vida, formas de vida. Y tú tienes que recibir uno de ellos. Ese es nuestro verdadero problema. Si olvidamos el verdadero problema y ciega o tontamente decimos que “Dios ha muerto..”.. Dios puede haber muerto, pero la ley de Dios no está muerta. Supongamos que muere un rey, que muere un presidente; ¿Significa eso que muere el gobierno? ¿Eh? El gobierno va a continuar. Puedes decir: “Dios ha muerto”. Ni Dios ha muerto, ni tú estás muerto. Pero si tú eres un necio y dices que Dios está muerto, eso no significa que Su ley también esté muerta. La ley va a continuar. Tal vez un rey muera; pero a continuación, su hijo o alguien será rey, y la ley del gobierno continuará. Entonces, ¿Qué sentido tienen esas necias palabras, “Dios ha muerto. Dios puede estar muerto?”. Dios nunca muere. Así son las cosas. De esto hablábamos esta mañana.

A nosotros nos interesan las leyes de Dios. Dios puede estar vivo o muerto, eso no importa. Supongamos que por ley somos prisioneros, estamos en la prisión, y de repente muere el presidente o el rey. ¿Significa eso que serás libre? No. Tienes que pudrirte ahí. Tal como dice el proverbio bengalí (bengalí), que, si el rey muere, su gobierno no se detiene. Deberíamos recordar eso. Ese gobierno es prakṛti, la naturaleza material. Prakṛteḥ kriyamāṇāni guṇaiḥ karmāṇi sarvaśaḥ (BG 3.27). Estás leyendo el Bhagavad-gītā. Entonces esto es… todo eso son tonterías, que “Dios está muerto”, “Dios no me importa”. Pero Dios, en realidad, Dios no ha muerto; eres tú quien ha muerto. Estás muerto porque… estás de verdad muerto, porque el cuerpo, el concepto corporal de la vida, el cuerpo está muerto. Es como si conduces un automóvil. Si piensas “yo soy el automóvil..”. El automóvil está muerto. El coche se mueve porque tú estás vivo. Del mismo modo, este cadáver… este cuerpo está muerto, está muerto ya desde el mismo principio, pero se mueve debido al alma. Eso es conocimiento. Está muerto desde el mismo comienzo. Por eso, los śāstras dicen que… ¿qué es eso? Ahora lo he olvidado. Aprāṇasya hi dehasya maṇḍanaṁ loka-rañjanam (Hari-bhakti-sudhodaya 3.11). Aprāṇasya hi dehasya. Deha, deha significa este cuerpo. Entonces, o esté vivo o muerto, no tiene vida. Aprāṇasya hi dehasya. Deha, no está vivo. Está siempre muerto. Simplemente entendemos, porque somos unos necios sinvergüenzas, entendemos que el cuerpo muere cuando el alma se va. El cuerpo está siempre muerto. Bhagavad-bhakti-hīnasya jatiḥ japas tapaḥ kriyaḥ (Hari-bhakti-sudhodaya 3.11). Para la persona que no es consciente de Kṛṣṇa, bhāgavata-bhakti-hīnasya, entonces su gran nacionalidad, jatiḥ, sus logros, japas tapaḥ, sus actividades, todo, bhagavad-bhakti-hīnasya jatiḥ japas tapaḥ kriyaḥ, todas estas cosas son como adornos en un cadáver. Aprāṇasya hi dehasya maṇḍanaṁ loka-rañjanam. Maṇḍanaṁ loka-rañjanam. Estamos adornando el cuerpo con flores, adornos, ropas bonitas. ¿Durante cuánto tiempo? Mientras vivimos. Mientras tanto es hermoso. De no ser así no es más hermoso. Si pones un collar de flores… Supongamos que yo muero y tú me pones un collar de flores. Tal vez a alguien le resulte agradable, pero ¿cuál es el valor? No tiene valor.

En esta civilización material, se dedican adornar el cuerpo. Pero el concepto corporal de la vida se condena desde el mismo comienzo del Bhagavad-gītā. Kṛṣṇa le dio este conocimiento a Arjuna cuando se sometió a Él. Mientras hablaban amistosamente, no se lo dijo. Cuando Kṛṣṇa… Cuando Arjuna dijo “Kṛṣṇa, ahora estoy muy perplejo. Entonces, ¿cómo puedo revivir mi inteligencia? Tú lo sabes”. Kṛṣṇa… Arjuna sabía que Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios, de modo que Kṛṣṇa podía resolver su situación de perplejidad. Eso él lo sabía. Por eso, dijo, śiṣyas te 'haṁ śādhi māṁ prapannam (BG 2.7): “Kṛṣṇa, no más conversaciones amistosas. Estamos perdiendo el tiempo. Ahora soy Tu discípulo, śiṣya””. Śiṣya significa discípulo. ”Por favor aconséjame. Yo me entrego a Ti”. Tad viddhi praṇipātena (BG 4.34). Maestro espiritual significa que debes rendirte a él. Si hablas necedades, entonces no te beneficiarás. Debes escuchar y aceptar sumisamente todo lo que él diga. Y, Kṛṣṇa cuando comenzó a enseñarle como su maestro, lo primero que le dijo… ¿Alguien puede decir lo primero que Él dijo? Devoto: Aśocyān anvaśocas tvam.

Prabhupāda: Ah.

aśocyān anvaśocas tvaṁ
prajñā-vādāṁś ca bhāṣase
gatāsūn agatāsūṁś ca
nānuśocanti paṇḍitāḥ
(BG 2.11)

“Mi querido Arjuna, hablas como si fueras un gran sabio erudito, pero eres tan sinvergüenza que hablas del cuerpo”.

Entonces, lo que se refiere al cuerpo, ya sea que esté vivo o muerto, no debe ser el tema de ninguna conversación. Nānuśocanti paṇḍitāḥ. Los sabios eruditos no hablan del cuerpo. Hablan del alma. Eso es paṇḍita. Cuál es el… este es un cadáver. Supongamos que esto es una tela. ¿Oh? Ahora, si te pones hablar de esta tela, puedes hablar mucho. Puedes escribir volúmenes de libros: “Esta seda se compró en esa tienda, y se fabricó en tal y tal fecha, y el hombre que la fabricó, es así..”.. Puedes seguir hablando tonterías como esa y puedes escribir libros. Así que todos estos filósofos sinvergüenzas, se dedican a escribir acerca de esta tela. Eso es todo. Yasyātmā-buddhiḥ kuṇape tri-dhātuke (SB 10.84.13).

Pero ese no es el tema de estudio para los sabios eruditos. Nānuśocanti paṇḍitāḥ. ¿Qué es el cuerpo? Una combinación de materia. Está muerto ya. Se mueve, porque el alma viviente está ahí, pero tan pronto como el alma viviente… el alma se va del cuerpo, resulta materia muerta e inútil. Entonces, ¿qué cosas importantes podemos hablar de este cadáver? Está hecho de tierra, ingrediente terrenal, bhūmir āpo 'nalo (BG 7.4), y de nuevo volverá a ser tierra. Se irá. O… hay tres, cómo decirlo, transformaciones del cuerpo. Una transformación es en cenizas. Otra transformación es en excremento. O también puede transformarse en tierra. Tres tipos distintos de transformaciones. Los cristianos, por ejemplo, entierran el cuerpo. Y, a su debido tiempo veras, digamos, al cabo de diez años, que tu cuerpo se habrá terminado. Se habrá convertido en tierra. El cuerpo se ha convertido en tierra. Los hindúes lo queman, por lo que el cuerpo se convierte en cenizas. Y los parsis, arrojan el cuerpo para que se lo coman los buitres. Acaba siendo excremento. Esa es la última, quiero decir, transformación del cuerpo. Y estamos muy ocupados con esta ceniza, materia fecal y tierra. Solo mira lo tontos que somos.

Por lo tanto, Kṛṣṇa le dijo a Arjuna, gatāsūn agatāsūṁś ca (BG 2.11). Igual que un automóvil: con conductor o sin conductor, ¿qué es? Es materia inerte. Eso es todo. ¿Por qué vamos a estar tan preocupados con este automóvil? Lo que debe preocuparnos es el conductor, si está bien pagado, si está comiendo bien, entonces conducirá. Si no cuidas al conductor, si simplemente lavas el auto, ¿de qué sirve? El coche no se moverá sin conductor. Del mismo modo, toda la civilización debe basarse en la comprensión del alma. Eso es civilización. Desafortunadamente, bajo el hechizo de māyā… como este Ajāmila. Comete actividades pecaminosas. Ahora es pícaro, ladrón, estafador. A él no le importa eso. Pero sí que le importa el cuerpo del niño. Él piensa: “Este niño me salvará cuando yo esté en peligro”. En el Segundo Canto encontramos otro verso:

dehāpatya-kalatrādiṣu
ātma-sainyeṣv asatsv api
pramatto teṣāṁ nidhanaṁ
paśyann api na paśyati
(SB 2.1.4)

Deha, deha significa el cuerpo. Apatya significa hijos. Dehapatya. Kalatra significa esposa. Dehāpatya kalatrādiṣu ātma-sainyeṣu. Aquí luchamos por la existencia, y pensamos que “Este es mi cuerpo y es fuerte y mis lindos hijos y mi esposa, ellos son mis soldados. Por eso estoy a salvo”. Es lo que piensa todo el mundo. ”Ahora he nacido en una buena familia. Tengo a los miembros de mi familia que son muy buenos. Tengo un cuerpo muy fuerte. Oh, ¿qué me importa, Dios está muerto?” Nada más.

Así que este es nuestro concepto erróneo. Nosotros pensamos en esas cosas, mi país, mi comunidad, mis paisanos, mi familia, mi esposa, mis hijos y tantas cosas mías, mías, mías, yo pienso que me van a brindar plena protección. No. Por eso, el Bhāgavata dice, dehāpatya-kalatrādiṣu asatsv api. La persona sabe que “les llegara el final. Ellos no pueden protegerse a sí mismos. ¿Qué protección me van a dar a mí?” Eso es conocimiento. Esto es conocimiento. Dehāpatya-kalatrādiṣu ātma-sainyeṣv asatsv api pramatta teṣāṁ nidhanam (SB 2.1.4). Él sabe que les llegara el final, paśyann api na paśyati. Tiene experiencia práctica, pero aun así no lo ve. Eso se llama māyā. Māyā significa que las cosas son de una forma y él las ve de otra forma. Su soldado, el supuesto soldado, el protector, no va a vivir, pero aun así depende de él. Supongamos que un pájaro vuela por el cielo con su familia. Pero si hay algún peligro, ningún otro pájaro podrá ayudarlo. Tiene que ayudarse a sí mismo. Como un avión. Podemos ver volar docenas de aviones, pero cuando uno de esos aviones está en peligro, ningún otro avión puede brindarle ayuda. Caerá y se estrellará. Se acabó.

Tenemos que cuidar de nosotros mismos. Cada día pensamos: “Mi país, mi comunidad”, todo mundo ocupado de esa manera, piensan “me salvarán”. No. Cuando la muerte venga, nadie te salvará. Eso tienes que recordarlo. Tu desafiaste, “Dios ha muerto”. Pero cuando Dios venga y te mate, nadie podrá salvarte. Somos tan necios, que pensamos “Dios ha muerto, yo seguiré viviendo, y mi esposa, mis hijos, mis compatriotas, mi nación me salvarán”. Eso no puede ser.

Muchas gracias.

Devotos: Jaya! (fin).