ES/750215 - Clase BG 02.15 - Mexico

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His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda



750215BG-México D.F., 15 febrero 1975 - 41:48 minutos

(traducida por Hṛdayānanda toda la conferencia)


Nitāi: Bhagavad-gītā, Segundo Capítulo, verso quince ...(inaudible)...

yaṁ hi na vyathayanty ete
puruṣaṁ puruṣarṣabha
sama-duḥkha-sukhaṁ
dhīraṁ so 'mṛtatvāya kalpate
(BG 2.15)

(cortado)

Hṛdayānanda: (recita el verso y traduce al español) (cortado)

Prabhupāda:

yaṁ hi na vyathayanty ete
puruṣaṁ puruṣarṣabha
sama-duḥkha-sukhaṁ
dhīraṁ so 'mṛtatvāya kalpate
(BG 2.15)

Hemos estado hablando por los últimos cuatro días acerca de la posición constitucional del alma. En primer lugar, hemos hablado sobre el ser vivo... Este cuerpo no es el ser vivo, sino que el ser vivo está dentro del cuerpo. Tal como el coche no es el conductor, el conductor está dentro del coche. Ahora, ese conductor, o el alma dentro del cuerpo es inmortal y está transmigrando de un cuerpo a otro. Esta transmigración de un cuerpo a otro no es muy buen asunto. Tal como si están viviendo en algún apartamento y tienen que cambiarse inmediatamente a otro, ¿no les disgusta? Naturalmente deseamos que: “Si tengo un apartamento permanente, eso es muy bueno”. Realmente queremos eso. Nadie quiere morir. Incluso aunque una persona o un ser vivo esté en la más miserable condición de vida, si le proponen: “Voy a matarte” no estará de acuerdo. Por lo tanto, la psicología es que ningún ser vivo quiere morir. Así..., pero realmente, no estamos sujetos a la muerte y al nacimiento. Eso lo vamos a discutir. De una manera u otra, por casualidad o por coincidencia, hemos adquirido este cuerpo material. De hecho no es por casualidad, sino que queríamos enseñorearnos del mundo material; por lo tanto, tenemos este cuerpo material.

Todos en este mundo material, tanto los seres humanos como los animales o las aves o las bestias estamos tratando de ser el señor del universo. Por lo tanto, si realmente queremos alivio de este cambio constante de la transmigración, entonces debemos prepararnos para ello. Ya lo hemos discutido que podemos tener nuestra siguiente vida, así como nos preparemos para ella. Si quiero, puedo ir a los sistemas planetarios superiores; si quiero, puedo ir a los sistemas planetarios inferiores; si quiero, puedo ir a la vida de las bestias o una vida divina. Así como lo desee, lo tendré. El Señor está situado en mi corazón y en su corazón y Él está trabajando... Él permanece ahí; no tiene que trabajar. Permanece para ver mis actividades. Y Él también entiende cuál es mi deseo. Conforme a ello, Él me ofrece una máquina. Esto es una máquina. Se dice yantrārūḍhāni māyayā (BG 18.61). Yantra quiere decir máquina. Tal como en nuestro coche podemos viajar de aquí para allá, similarmente, en la máquina de este cuerpo podemos ir a cualquier parte.

Como seres humanos, debemos saber que: “¿Por qué estoy deambulando por tantos lugares, en tantas especies de vida y en tantos planetas? ¿Por qué? ¿No puede ser cambiado por una vida permanente?”. Ésta debe ser la consideración. Por lo tanto, Śrī Caitanya Mahāprabhu dice:

ei rūpe brahmāṇḍa bhramite kona bhāgyavān jīva
guru-kṛṣṇa-prasāde pāya bhakti-latā-bīja
(CC Madhya 19.151)

La entidad viviente, de esta manera, vaga en diferentes especies de vida en diferentes plataformas planetarias, y por lo tanto, esto es muy desagradable. Si alguien es afortunado, entonces se pone en contacto con un devoto. Este movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa está creado para dar la oportunidad a todos. Estamos abriendo centros por todo el mundo, invitando a la gente: “Venga a visitarnos. Entienda la filosofía. Tenemos tantos libros. Y trate de salvarse de este trastorno de la repetición del nacimiento y la muerte”. Para poder llevar esto a cabo, aparentemente, hay un poco de dificultad. Tal como, prescribimos a nuestros miembros: “No intoxicación”. Así, no intoxicación... Aquel que está habituado a beber, a fumar, a tomar café, té, etc., siente un poco de malestar. Similarmente, decimos: “No comer carne”. Aquellos que son comedores de carne, encontrarán un poco de dificultad para abandonar este hábito. Similarmente, decimos: “No sexo ilícito” pero aquel que está habituado a esta vida sexual ilícita, siente alguna dificultad. Hay tantas cosas. En el comienzo parece un poco difícil. Realmente no es difícil, pero debido a que estamos habituados, sentimos dificultad.

Si están realmente ansiosos y serios por detener esta repetición de nacimiento y muerte, entonces deben adoptar la conciencia de Kṛṣṇa, porque sin la conciencia de Kṛṣṇa nadie puede detener la repetición del nacimiento y la muerte. Por lo tanto, Kṛṣṇa aconseja en este verso: “Acepta esta pequeña dificultad”. De hecho, no hay dificultad, pero porque estamos acostumbrados, al principio encontramos un poco de dificultad. Por lo tanto, aquí Kṛṣṇa dice, yaṁ hi na vyathayanty ete: “Todas estas, así llamadas, dificultades, si no molestan o producen un poco de dolor a una persona...”. Yam... Todas estas dificultades... Tal como, yo siento dificultades. Estoy habituado a fumar. Ahora, se me prohíbe, “no fumar”. Siento dificultades. Por lo tanto, Kṛṣṇa dice: “Aunque no es difícil, si uno siente dificultad, pero se aferra al principio, entonces se vuelve cualificado para ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios”. Así, indriyāṇi pramāthīni, en el Bhagavad-gītā lo encontrarán. Nuestros sentidos son muy fuertes, como serpientes que se han vuelto locas. Hay alguna afirmación en la literatura védica, indriya-kāla-sarpa-paṭalī. Indriya, los sentidos, son tal como terribles serpientes. Pero existe un medio para subyugar una serpiente. Se dice, indriya-kāla-sarpa-paṭalī protkhāta-daṁṣṭrāyate, que quiere decir, la serpiente puede ser muy peligrosa, pero si de una manera u otra, si se le arrancan sus colmillos venenosos, entonces deja de ser peligrosa. La serpiente es peligrosa debido a sus colmillos venenosos. Si de una manera u otra los colmillos venenosos son extirpados, entonces la serpiente deja de ser peligrosa. Nuestros fuertes sentidos, sentidos como serpientes, pueden ser despojados de su veneno, por aceptar la conciencia de Kṛṣṇa.

El simple método que nos ofrece Śrī Caitanya Mahāprabhu es este canto del mantra Hare Kṛṣṇa. Él dice personalmente, ceto-darpaṇa-mārjanaṁ bhava-mahā-dāvāgni-nirvāpaṇam (CC Antya 20.12), que quiere decir: “Por cantar el mantra Hare Kṛṣṇa su corazón se limpiará, y tan pronto como su corazón se limpie pueden sentir todo en el orden adecuado”. Cuando el corazón se limpia podemos entender nuestra verdadera posición, y cómo estamos sufriendo, y cómo tomar medidas en contra de ese sufrimiento. Eso es llamado bhava-mahā-dāvāgni-nirvāpaṇam, extinguir el ardiente fuego de la existencia material. En este verso se menciona de nuevo dhīram. Dhīra quiere decir, muy sobrio. En el principio Kṛṣṇa dice, dhīras tatra na muhyati (BG 2.13). Dhīra quiere decir aquel que es sobrio, él no se confunde. Así, dhīra quiere decir que aunque hay causa de perturbación, uno no se perturba. Aunque hay cigarrillos, debo prometer: “No voy a fumar”. Aunque hay facilidades para el sexo ilícito, no lo voy a hacer. Eso es llamado dhīra. Dhīra quiere decir que la causa de la agitación o la perturbación está presente, pero uno no se perturba. Para poder avanzar en la vida espiritual, tenemos que volvernos dhīra. Y se dice aquí, sama-duḥkha-sukhaṁ dhīram. Tan pronto como uno se vuelve dhīra, sobrio, estos así llamados sufrimientos y placeres materiales, no le perturban. Entonces, uno está capacitado para volverse inmortal. Todo el mundo es inmortal, pero hemos caído en una condición material tal que uno piensa que es mortal. Debido a que soy un alma espiritual, el mandamiento védico (inaudible), ahaṁ brahmāsmi, así 'ham quiere decir: “Yo soy como el Ser Supremo” que quiere decir, “Él es eterno, yo soy también eterno. Él es también un ser vivo, yo soy también un ser vivo”. Eso quiere decir, que cualitativamente somos uno, Dios y yo. Pero, cuantitativamente, Él es grande, nosotros somos pequeños.

Tenemos que comprender esto, que podemos volvernos eternos, inmortales, todos cualificados como Dios, si salimos de estas garras materiales. Y para esto tenemos que volvernos dhīra. Dhīra quiere decir, ya lo he explicado, no perturbarse, incluso aunque haya causa de perturbación. Ésta es la cualificación para volverse inmortal. Tolerar un poco la sensación... Tal como hay algunas sensaciones. Si tienen alguna comezón y sienten que “debo de frotar”, pero si dejan de rascar, se va a curar, pero si continúan rascando, aumentará. Así el picor... Todo el mundo tiene alguna experiencia de picazón, rascarse es muy placentero cuando está picando, pero después va a ser muy desagradable; ha producido tantas condiciones molestas. Por lo tanto, el śāstra dice que debemos tratar de controlar la comezón de nuestros sentidos. Entonces, uno es dhīra. Y tan pronto como uno se vuelve dhīra, uno es el candidato de primera clase para ir de vuelta al hogar, de vuelta a Dios. Existe un método, existe la práctica, existe un proceso. Si quieren, pueden adoptarlo —realmente no hay dificultad— y solucionar todos los problemas de su vida. Esto es el movimiento de la conciencia de Kṛṣṇa. Traten de entenderlo y adóptenlo.

Ahora, ¿alguna pregunta?

Hṛdayānanda: (traduciendo la pregunta) Él dice que si estamos, originalmente en el mundo espiritual y llenos de conocimiento, ¿Cómo tratamos de enseñorearnos, o, en otras palabras, cómo podemos tratar de hacer algo que, de hecho, no se puede hacer? Y si estamos originalmente llenos de placer, entonces, ¿por qué aceptaríamos una cosa inferior?

Prabhupāda: Eso ya lo he explicado, que aunque tenemos las cualidades de Dios, somos muy pequeños. Tal como un gran fuego y las chispas del fuego, similarmente, Dios es el gran fuego y nosotros somos como las chispas del fuego. Cuando las chispas caen del fuego, se extinguen. Debido a que somos muy pequeños, muy — ya les he dado la dimensión— tan pronto como salimos del gran fuego, sin contacto con Dios, entonces nos extinguimos. De una manera u otra, si de nuevo van al fuego, tienen su original y brillante, quiero decir, la iluminadora cualidad de la chispa. En la actualidad, de una manera u otra, habiendo caído en esta condición material, hemos perdido nuestras cualidades divinas. Podemos curar eso. Tal como un hombre enfermo pierde su apetito, pero, mediante un tratamiento él puede de nuevo despertar su apetito y comer adecuadamente. Nosotros, siendo muy pequeños —podemos decir: “Un pequeño dios”— por lo tanto, caemos bajo las garras de māyā, la ilusión. Pero se puede curar. Podemos revivir de nuevo nuestra posición original. (cortado)

Invitado: ...el Señor en el corazón es el alma o Él es parte del alma?

Prabhupāda: No. El alma es parte del Señor. El Señor es la Súperalma. Por lo tanto, la práctica del yoga quiere decir que el alma quiere encontrar la Súperalma. Dhyānāvasthita-tad-gatena manasā paśyanti yaṁ yoginaḥ (SB 12.13.1). Los yogīs, aquellos que son verdaderamente yogīs, no falsos yogīs, el verdadero yogī, quieren meditar en la Súperalma. La Súperalma o el alma, están sentados en el mismo árbol, el cuerpo. La Súperalma está simplemente presenciando las actividades del alma y dando sanción a todas sus maliciosas actividades. Pero el alma está sufriendo la secuencia o los resultados de sus actividades. La Súperalma está simplemente presenciando. Eso se afirma en el Bhagavad... Anumantā upadraṣṭā (BG 13.13). Anumantā quiere decir sin la sanción de Dios, sin la sanción de la Súperalma no se puede hacer nada. Pero debido a que él insiste, el alma insiste en hacer algo, la Súperalma dice, “Está bien, hazlo bajo tu responsabilidad”. Tal como un ladrón que va a robar. La Súperalma está ordenando: “;o lo hagas”, porque sin la sanción de Dios no se puede robar. Pero cuando el ladrón insiste, entonces Él dice: “Está bien, hazlo bajo tu responsabilidad”. Ésta es la posición de la Súperalma y el alma.

Hṛdayānanda: (traduciendo) ¿El alma sufre con su mente o está siempre disfrutando?

Prabhupāda: Si, crea. Piensa a su propia manera; por lo tanto, está creando una situación que será un trastorno para ella.

Hṛdayānanda: (traduciendo) Si somos tan pequeños, ¿Por qué existe el veneno de los sentidos?

Prabhupāda: ¿Veneno?

Hṛdayānanda: De los sentidos.

Prabhupāda: Si, sentidos. Porque hemos llegado a una condición venenosa, los sentidos se han vuelto venenosos. Tal como si van a un área donde hay una enfermedad contagiosa, se contaminan y sufren de esa enfermedad. Es su deber no ir a tales lugares en donde haya contaminación. Depende de ustedes. Ustedes crean su propia situación de sufrimiento o disfrute. Si.

Hṛdayānanda: (traduciendo) Ella dice que si no hemos alcanzado ya la perfección, entonces, ¿Cómo el alma alcanza la perfección? Parece como que tiene que reencarnarse lentamente con tiempo para alcanzar la perfección.

Prabhupāda: No, eso no es un argumento. Si están enfermos pueden curarse si toman la medicina apropiada, el tratamiento. Eso es todo. La enfermedad no es desesperanza. De lo contrario, ¿por qué la gente va a por tratamiento al médico? Similarmente, debido a la ignorancia están ahora en esta miserable condición, pero si son tratados por un maestro espiritual genuino, entonces serán curados. Originalmente, cada uno de nosotros es puro. Ahora, debido a la condición material, estamos ahora contaminados. Eso... Pero hay un proceso para salir de esta contaminación material. Y de nuevo volvernos puros. Y tan pronto como nos volvemos puros, no hay más nacimiento, muerte, vejez y enfermedad. Se acabó.

Hanumān: (traduciendo) ¿Cómo nos liberamos de māyā?

Prabhupāda: Simplemente vuélvanse conscientes de Kṛṣṇa y māyā no los tocará. Tal como, se ponen una inyección, una vacuna, y la infección no les tocará. Esto se afirma en el Bhagavad-gītā. Daivī hy eṣā guṇamayī mama māyā duratyayā. Busca ese verso. Mām eva ye prapadyante māyām etāṁ taranti te (BG 7.14), Capítulo Siete. Léelo.

Nitāi:

daivī hy eṣā guṇamayī
mama māyā duratyayā
mām eva ye prapadyante
māyām etāṁ taranti te
(BG 7.14)

(Hṛdayānanda lee la traducción en español)

Prabhupāda: ¿Alguna otra pregunta? ¿Sí?

Devoto o invitado: Quiero preguntarle (inaudible) ¿Cómo se puede saber que uno ha alcanzado la conciencia de Kṛṣṇa.

Prabhupāda: Tienen que pensar en Kṛṣṇa. ¿Eh? ¿Qué dijo, cuál es la pregunta?

Hṛdayānanda: Quiere saber cuáles son los síntomas de aquel que se ha vuelto consciente de Kṛṣṇa.

Prabhupāda: ¿Síntomas? Está siempre cantando Hare Kṛṣṇa. A menos que uno sea consciente de Kṛṣṇa, ¿por qué va a tomar la molestia, las veinticuatro horas: “Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa”? Éste es el síntoma. El síntoma aún se explica más: tan pronto como se ve a alguien que te haga recordar a Kṛṣṇa, eso significa que él es consciente de Kṛṣṇa. Nuestros devotos, donde quiera que van, la gente dice: “Hare Kṛṣṇa!” —tan solo por verlos. Por lo tanto, ellos son conscientes de Kṛṣṇa. Ésta es la prueba. Ésta es la afirmación de Caitanya Mahāprabhu: “Si al ver a una persona recuerdan a Kṛṣṇa, esa persona es consciente de Kṛṣṇa”.

Hṛdayānanda: (traduciendo) ¿Por qué parece que cuando el alma entra en contacto con la naturaleza material se vuelve contaminada?

Prabhupāda: Quiere disfrutar esta complacencia material. Tal como, todo el mundo va al restaurante para comer algo sabroso, pero nosotros no vamos; y alguien va al cine, pero, nosotros no vamos al cine. Similarmente, hay dos clases de hombres: uno está atraído y otro no está atraído. Aquellos que no están atraídos son llamados nitya-siddha, eternamente liberados. Y aquellos que han sido atraídos, son llamados nitya-baddha, eternamente condicionados. Vemos siempre dos clases de hombres. Uno está atraído y el otro no está atraído. En el mundo espiritual el número de personas liberadas— es muchas, muchas veces más grande que el de las almas condicionadas. Tal como la prisión y el exterior de la prisión. La población fuera de la prisión, su número es muy grande, y dentro de la prisión, hay un pequeño número, los criminales. Hay innumerables entidades vivientes. De entre ellas, algunas se han vuelto atraídas a este disfrute material; otras no. Aquel que no quiere servir a Kṛṣṇa y que quiere servir a sus sentidos, es puesto en este mundo material. Y se le dan facilidades para disfrutar, pero él se enreda. Ésa es la situación. ¿Si?

Hṛdayānanda: (traduciendo) Cómo es..., devoción por servicio: ¿Cómo nace? ¿Cómo surge?

Prabhupāda:

¿Eh?

Hṛdayānanda: ¿Cómo desarrollamos devoción por el servicio, deseo por el servicio?

Prabhupāda: Eso es, quiero decir... Si son serios, vienen a nosotros. Yo voy a enseñarles. Si quieren ser eruditos, deben ir a una escuela. No pueden aprender en casa. ¿Algo más?

Hṛdayānanda: (traduciendo) ¿Cómo podemos sentir la transmigración del alma?

Prabhupāda: ¿Cómo pueden sentir que están soñando en una tierra diferente? En el..., por la noche, cuando sueñan, olvidan todo esto, todo —su padre, madre, su casa, la dirección. Están en una plataforma diferente. Y de nuevo, durante el día, olvidan su sueño en esa tierra; van a otro lugar. Eso es la transmigración. Crean algún cuerpo y ven de forma diferente. Eso es la transmigración. Somos... Cada día, cada noche, estamos experimentando la transmigración, pero no tenemos inteligencia para entenderlo. Por lo tanto, tad-vijñānārthaṁ sa gurum evābhigacchet (MU 1.2.12). Tienen que acudir a un guru fidedigno y él les hará comprender las cosas.

Hṛdayānanda: (traduciendo) ¿Cómo podemos alcanzar samādhi?

Prabhupāda: ¿Samādhi? Cuando... Tal como, si están completamente absortos en algún pensamiento, eso es llamado, samādhi. Eso es samādhi. Si se vuelven absortos en pensamientos de Kṛṣṇa, eso es samādhi.

Hṛdayānanda: (traduciendo)

¿Está bien? Ahora, vamos a cantar.

Devotos: ¡Jaya! (ofrecen reverencias) (fin)