ES/Prabhupada 0131 - Es muy natural rendirse al padre

Revision as of 13:52, 1 May 2015 by Rishab (talk | contribs) (Created page with "<!-- BEGIN CATEGORY LIST --> Category:1080 Spanish Pages with Videos Category:Prabhupada 0131 - in all Languages Category:ES-Quotes - 1966 Category:ES-Quotes - L...")
(diff) ← Older revision | Latest revision (diff) | Newer revision → (diff)


Invalid source, must be from amazon or causelessmery.com

Lecture on BG 7.11-16 -- New York, October 7, 1966

Esta locura, esta alucinación, esta ilusión de este mundo material, es muy difícil de superar. Es muy difícil. Pero el Señor Kṛṣṇa dice, mām eva ye prapadyante māyām etāṁ taranti te (BG 7.14). Si alguien voluntariamente, o comprendiendo su miserable vida, se entrega a Kṛṣṇa, "Mi querido Kṛṣṇa, me he olvidado de ti por tantas vidas. Ahora entiendo que eres mi padre, eres mi protector. Me entrego a Ti." Al igual que un niño perdido va al padre, "Mi querido padre, fue un malentendido mio lo que hizo que me fuera lejos de tu protección, pero he sufrido. Ahora vengo a ti." El padre lo abraza, "Mi querido muchacho, ven. Estaba muy ansioso todo el día. Oh, que felicidad que hayas vuelto." El padre es tan amable. Así que estamos en la misma posición. Tan pronto como nos entregamos al Señor Supremo... Eso no es muy difícil. La rendición de un hijo al padre, ¿es algo muy difícil? ¿Cree que es algo muy difícil? Un hijo que se rinde a su padre. Es muy natural. No hay ningún insulto. El padre es siempre superior. Así que si toco los pies de mi padre, si me inclino ante mi padre, es la gloria. Es glorioso para mí. No hay ningún insulto. No hay ninguna dificultad. ¿Por qué no rendirse a Kṛṣṇa?

Así que este es el proceso. Mām eva ye prapadyante. "Todas estas entidades vivientes confundidas, cuando se entregan a Mí," māyām etāṁ taranti te (BG 7.14), "no tienen más miserias en la vida." Se vuelve a la vez protegido por el padre. Encontrarás al final del Bhagavad-gītā, ahaṁ tvāṁ sarva-pāpebhyo mokṣayiṣyāmi mā śucaḥ (BG 18.66). Cuando el padre... Cuando el niño se ubica en el pecho de su madre, la madre lo protege. Si hay algún peligro, la madre está dispuesta a dar su vida primero, y luego la vida del niño. Del mismo modo, cuando estamos bajo la protección de Dios, entonces no hay miedo.