ES/681201 - Clase Iniciación y Diez Ofensas - Detroit
Prabhupāda: ...adoración evita las mordeduras de serpientes. Esa es una adoración del pueblo. Así que en cada adoración a los semidioses, hay tambores. Así pues, se organizó una fiesta de tambores, y cuando se pagaron las tarifas, la cuenta de los tambores debía ser pagada, el semidiós mansa(?) fue vendido. No podían pagar la cuenta. Del mismo modo, podemos imprimir nuestros libros, pero los cargos adjuntos son tan altos, que costará más alto que obtenerlos de Japón. (risas contenidas)
Jayānanda se parece a Śrī Caitanya Mahāprabhu. (risas) Sí. Él era alto, robusto y fuerte, Caitanya Mahāprabhu. (riendo) Sí. Muy bueno. Y en Vṛndāvana, cuando a Kīrtanānanda se le dio sannyāsa, se veía tan bien con esa vestimenta y la daṇḍa, oh, prácticamente todos los devotos de Vṛndāvana vinieron para ofrecerle respeto. Sí.
En el día de Janmāṣṭamī le ofrecí sannyāsa. Entonces, muchos devotos vinieron a verlo al templo. Había una gran multitud. Él lucía muy bien. Caitanya Mahāprabhu también era de tez muy blanca. Así que con esta ropa, las personas de tez blanca, se ven muy bien, son muy atractivas.
¿Las personas no se sienten atraídas por esta vestimenta en el festival de kīrtana? (risas) Esta cabeza descubierta y esta vestimenta, sabrán que provienen… del mundo espiritual. (risas) (risas) Realmente es así. Se han olvidado de Dios, de lo contrario habrían recibido muy bien a estos brahmacārīs. En India, oh, serían recibidos como dioses con esta vestimenta. Cientos y miles de personas vendrían a recibirles. Sí.
(al lado) Eso es suficiente.
(kīrtana) (prema-dhvani) Muchas gracias. (los devotos ofrecen reverencias)
Entonces, ¿cómo se siente Bīrabhadra? ¿Tiene dolores en el cuerpo?
Viṣṇujana: Él está bien.
Prabhupāda: Todo está bien. ¿Está comiendo bien? ¿Comiendo? (Bīrabhadra responde; Prabhupāda no puede escuchar) ¿Hum? ¿Estás cantando bien? Todo bien. Gracias. (risas contenidas) Solamente estaba buscándote, te extrañaba. Estás aquí. (risas contenidas) Gracias. Hare Kṛṣṇa. (japa)
(comienza el fuego de sacrificio)
Hazlo así, como lo he hecho yo. Sí. Toma agua. Sí. Un poco, un poco. Sí. Una vez más. Tres veces. Sí. Sí. Toma agua, toma un poco de agua, lávate las manos, tírala aquí. Eso es todo. Así. Ahora te gustará. Un poco, un poco. Mantenlo ahí.
(canta con los devotos respondiendo:)
- namaḥ apavitraḥ pavitra vā
- sarvāvasthāṁ gato 'pi vā
- yaḥ smaret puṇḍarīkākṣaṁ
- sa bahyābhyantaraḥ śuciḥ
(:Garuḍa Purāṇa)
- śrī viṣṇu, śrī viṣṇu, śrī viṣṇu
Ahora hazlo de nuevo. (japa)
Quédate ahí.
- namaḥ apavitraḥ pavitra vā
- sarvāvasthāṁ gato 'pi vā
- yaḥ smaret puṇḍarīkākṣaṁ
- sa bahyābhyantaraḥ śuciḥ
- śrī viṣṇu, śrī viṣṇu, śrī viṣṇu
Hazlo otra vez. (japa)
Ahora, el significado de este mantra lo he explicado ya varias veces, pero lo explicaré de nuevo. Namaḥ. Namaḥ significa entrega. Namaḥ oṁ namaḥ, esta es la forma de cantar mantras védicos. Oṁ significa que uno se está dirigiendo al Absoluto, y namaḥ significa: “Yo me entrego”.
Todo mantra védico se inicia con estas palabras oṁ namaḥ. Oṁ significa dirigirse. Este mantra se canta con entrega, namaḥ. No se puede hacer nada sin entregarse, porque nuestra vida condicionada es una forma de vida rebelde. Nos hemos rebelado en contra de la supremacía de la Personalidad de Dios. Esa es vida condicionada.
Hay muchas tesis para apoyar esta condición rebelde. Una persona está pensando que: “Yo soy uno con Dios”; alguien más está pensando: “Dios ha muerto”; alguien piensa: “No hay Dios”; otro está pensando: “¿Por qué estás buscando a Dios? Hay tantos dioses vagando por la calle”. De esta forma, hay muchas teorías.
Todos ellos son diferentes síntomas de nuestra condición rebelde. La suma y la sustancia... Como los ateos, abiertamente dicen: “Oh, no hay Dios”. Ahora... los impersonalistas dicen: “Puede haber Dios, pero no tiene ni cara, ni cruz. Eso es todo”. De esta forma, nuestra condición es una condición rebelde. Por eso, el Bhagavad-gītā instruye: “Entrégate”. Sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja (BG 18.66). Así que, sin entregarse, no hay posibilidad de hacer ningún progreso espiritual. Como cuando una persona se rebela contra el gobierno, la primera condición que se le impone es que tiene que rendirse, entregarse; de otra forma no hay cuestión de piedad por parte del gobierno. Del mismo modo, para nosotros, las entidades vivientes, que nos hemos rebelado en contra de la supremacía del Señor, el comienzo de la vida espiritual es entregarnos.
Este es el mantra de iniciación, namaḥ. Namaḥ significa entregarse. Y ¿quién puede entregarse? Aquel que ha entendido al Señor, puede entregarse, como se afirma en el Bhagavad-gītā: bahūnāṁ janmanām ante jñānavān māṁ prapadyate (BG 7.19): Después de muchos, muchos nacimientos de cultivo del conocimiento, cuando alguien es perfectamente sabio, en ese momento él se entrega. La perfección de adquirir conocimiento, o sabiduría, es entregarse. Namaḥ. Namaḥ significa: “Yo me entrego”. ¿Y en que condición estás? No importa cuál sea esa condición. Apavitraḥ pavitro vā. Apavitraḥ significa contaminado, y pavitra significa liberado.
Tenemos dos condiciones. Es como podemos estar sanos o enfermos. No hay una condición intermedia. Este es un ejemplo muy claro. Del mismo modo, las entidades vivientes pueden estar en dos condiciones. Una es la condición liberada, otra es la condición contaminada.
Por lo tanto, a la entidad viviente se le llama marginal, porque está entre esas dos condiciones la contaminación y la liberación. Cada una de las entidades vivientes puede estar contaminada o liberada. No hay una tercera condición. Por eso, este mantra dice: apavitraḥ pavitro vā. Ya sea que uno este contaminado o liberado, eso no importa.
Namo apavitraḥ pavitro, sarvāvasthām. Sarva significa todo; avasthām significa condición. En cualquier condición. Sarvāvasthāṁ gato 'pi vā. En cualquier condición que puedan estar. Porque hay dos condiciones. Para las entidades vivientes... La entidad viviente está en una posición marginal.
Puede estar en la naturaleza material o en la naturaleza espiritual. La naturaleza espiritual significa liberación, y la naturaleza material significa contaminación. Así que, en este mantra se dice que no importa la condición en la que uno esté, ya sea que uno esté en la condición material o en la condición espiritual.
Sarvāvasthāṁ gato 'pi vā. Vā significa ya sea en una o en la otra; yaḥ, significa cualquiera; smaret, smaret significa recordar; puṇḍarīkākṣam. Puṇḍarīkākṣam significa aquel cuyos ojos son como los pétalos de una flor de loto. Eso se refiere a Kṛṣṇa o Viṣṇu. Yaḥ smaret puṇḍarīkākṣaṁ sa bahya... Bahya significa externamente. Externamente, esto se refiere a este cuerpo. Abhyantaram. Abhyantaram significa internamente. Internamente yo soy espíritu. Tal como, estoy dentro de este vestido, yo estoy internamente.
Externamente soy este vestido. Del mismo modo, yaḥ smaret puṇḍarīkākṣam. O se está en el concepto corporal de la vida o se está en el concepto espiritual de la vida, o se está contaminado o se está liberado; en cualquier condición, alguien que recuerda a Kṛṣṇa o Viṣṇu, bahyābhyantaram, inmediatamente se purifica interna y externamente. Este es el significado esencial de este mantra.
Y al final estamos cantando śrī viṣṇu śrī viṣṇu śrī viṣṇu. Porque tal vez podría haber un malentendido porque en este verso se dice: yaḥ smaret puṇḍarīkākṣam: “Alguien que recuerde aquel de los ojos de loto”. Tal vez alguien puede pensar: “Mi amante tiene ojos de loto”, o algo así. Puede haber muchas personas por ahí con ojos de loto. Por lo tanto, al final de este verso se dice específicamente: śrī viṣṇu śrī viṣṇu śrī viṣṇu. “Ojos de loto” se refiere a Viṣṇu, a nadie más. Śrī viṣṇu śrī viṣṇu. Este es el principio básico de la vida devocional. En el Nārada Pañcarātra se recomienda... También estamos explicando estas cosas en El Néctar de la Devoción. El principio básico de la purificación es smartavyaḥ satato viṣṇuḥ: siempre hay que recordar a Viṣṇu o Kṛṣṇa. Kṛṣṇa y Viṣṇu son la misma persona. Cuando hablan de Kṛṣṇa, eso incluye a Viṣṇu.Smartavyaḥ satato viṣṇu vismartavyaḥ na jātucit.
No debemos olvidar a Viṣṇu ni siquiera por un momento. Este es el principio básico de la vida devocional. De una forma u otra, tenemos que recordar siempre a Kṛṣṇa. En ese caso, cualquiera que sea nuestra condición, nos mantendremos puros. Sa bahyābhyantaraṁ śuciḥ. Este canto nos ayuda a recordar constantemente a Kṛṣṇa. Tan pronto como cantamos Hare Kṛṣṇa, y escuchamos, inmediatamente recordamos a Kṛṣṇa.
Y tan pronto como yo recuerdo, yo me vuelvo śuciḥ, puro, y no hay lugar para la contaminación material. Por lo tanto si continuo mi vida en ese estado de pureza, entonces yo soy elegible para ir de vuelta a Dios. Porque nadie puede entrar en el reino de Dios sin ser completamente puro. Completamente puro significa anyābhilāṣitā-śūnyam (Bhakti-rasāmṛta-sindhu 1.1.11), que no hay deseos materiales. Aquí en el mundo material, fabricamos tantos planes para ser felices, tantos deseos materiales. Alguien piensa: “Seré feliz de esta manera o de esta otra”. No hay cuestión de felicidad aquí. El lugar está contaminado. Al igual que en un lugar infectado, no pueden ser felices. El médico les pedirá que salgan de ese lugar: “Este cuarto ha sido infectado por la enfermedad. Mejor vete, vete a otro lado”. Ese es el tratamiento. Un lugar infectado debe ser abandonado inmediatamente.
De forma similar, en este mundo, este mundo material de tres modalidades diferentes de cualidades, debemos mantenernos siempre antisépticos, puros, recordando a Kṛṣṇa. Ese es el proceso. Tan pronto como uno olvida a Kṛṣṇa, inmediatamente queda afectado por la infección, de Māyā. Kṛṣṇa bhūliya jīva bhoga-vāñchā kare (Prema-vivarta). ¿Qué es esa māyā? Māyā significa hacer planes para llegar a ser materialmente feliz. Eso es māyā. Todas las personas del mundo, están simplemente consagradas haciendo planes de cómo van a ser felices en este mundo material. Eso es todo. Eso es māyā.
Si estudiamos la historia del mundo, podemos ver la experiencia del Imperio Romano de sus planes, y los planes del Imperio Británico. Tantos imperios, que han florecido, pero finalmente todos fracasan. Los británicos, hace doscientos años, estaban haciendo planes para gobernar sobre esta extensa tierra de América. Pero George Washington declaró su independencia; y sus planes fracasaron. Del mismo modo, en la India estaban planeando explotarla.
El movimiento de Gandhi hizo que fracasaran. Estos son grandes planes. De forma similar también hay planes más pequeños. Individualmente, también hacemos muchos planes: “Yo seré feliz de esta manera, de esa manera, de esa otra manera”. Así que esta actividad de planificación es māyā, porque eso nunca tendrá éxito. Analicen la historia del mundo entero. Nadie ha obtenido la felicidad así. Hitler hizo un plan, un plan genial. ¿Lo ven? Pero fue frustrado.
La persona cuerda, la persona inteligente... Por lo tanto, el Bhagavad-gītā dice que una persona que es realmente inteligente, que es sabia... ¿Cómo puede un hombre volverse sabio? Después de sentirse desconcertado o frustrado muchas, muchas veces, puede entender que este no es el proceso. Y en el primer aforismo del Vedānta-sūtra encontramos este, athāto brahma jijñāsā.
Cuando uno está frustrado en todos sus intentos de hacer planes, para él, el Vedānta-sūtra le da la oportunidad: “Ahora todos tus planes han fracasado. Ven aquí”. Athāto brahma jijñāsā: “Ahora trata de entender qué es el Brahman”. Este es el primer aforismo del Vedānta-sūtra. “Solo trata de entender el Brahman”.
Esta iniciación es algo así. La iniciación significa el comienzo de la purificación. Esto es iniciación. Porque este servicio devocional es un proceso de purificación. Ahora cada uno de ustedes, individualmente, pueden comprender cómo se están purificando de su vida pasada. Eso es algo práctico. Sí.
Cómo se están purificando. Así pues, esta iniciación significa el comienzo del proceso purificador. Y ¿en qué consiste el proceso purificador? Este mantra nos está revelando esto: yaḥ smaret puṇḍarīkākṣaṁ sa bahyābhyantaraṁ śuciḥ. Cualquiera que siempre recuerde, o cada vez que lo recuerde, si no siempre, tan pronto como lo recuerde, puṇḍarīkākṣaṁ sa bahyābhyantaraṁ śuciḥ, se purifica inmediatamente interna y externamente.
Entonces, aquellos que van a iniciarse hoy, deben recordar que... No solamente aquellos que van a ser iniciados. todos nosotros debemos recordar. No es que hayamos superado todos los exámenes. No. Māyā es muy fuerte. En cualquier momento ella puede ponerse al día. (risas contenidas) Tan pronto como... Como en el caso de un tipo de enfermedad virulenta, en cuanto hay una pequeña negligencia, hay una recaída inmediata, como por ejemplo en el caso de la fiebre tifoidea.
Así que, los médicos toman muchas precauciones en lo que ellos llaman el estado de convalecencia después de la cura, porque existe la posibilidad de una recaída. De forma similar, nosotros estamos tratando de purificarnos. Esta iniciación significa, aceptar el sendero de la purificación. Ahora tenemos que continuar esa senda de purificación, y luego, si somos lo suficientemente fuertes, entonces podremos progresar fácilmente para lograr el resultado final. No hay ninguna duda de eso.
El bhakti-mārga, este servicio devocional, la conciencia de Kṛṣṇa, significa recordar siempre a Kṛṣṇa. Smartavyaḥ satato viṣṇuḥ vismartavyaḥ na jātucit. Este es el principio básico, de la conciencia de Kṛṣṇa. Siempre debemos recordar a Kṛṣṇa y nunca olvidarle. Y el método es muy sencillo, simplemente cantar Hare Kṛṣṇa. Kṛṣṇa nos ha dado la lengua para que podamos utilizarla, y este es el comienzo de la vida espiritual. Este es el primer paso en la comprensión de Dios, o Kṛṣṇa. De otra forma, no podemos entender qué es Dios.
Ataḥ śrī-kṛṣṇa-nāmadi na bhaved grāhyam indriyaiḥ (CC Madhya 17.136). Nāmadi, Dios tiene nombre. La gente dice: “¿Por qué Dios debería tener un nombre? No tiene nombre”. Los impersonalistas dicen: “No tiene nombre”. ¿Por qué? El Vedānta-sūtra dice: janmādy asya yataḥ: “Todo emana de Él”. Así que, si todos tienen nombre, ustedes tienen nombre, yo tengo nombre, cualquier cosa tiene nombre... Esta grabadora tiene nombre, este plato tiene nombre, este lugar tiene nombre, la alfombra tiene nombre, y ¿simplemente Dios no tiene nombre? ¿Por qué? (risas) Solo vean la falacia. La fuente original de todos los nombres es Dios, y Él no tiene nombre. ¿Lo ven? Él es cero. Estos son sus argumentos. Pero nosotros no estamos dispuestos a aceptarlo.
La cosa es que no conocen el nombre, porque sus sentidos no están purificados. No pueden entender a Dios a través de sentidos imperfectos. Por eso, el Bhāgavata dice: ataḥ śrī-kṛṣṇa-nāmadi. Nāmadi. Nāma significa nombre; Adi, porque el nombre es el comienzo de todo. Es como por ejemplo si yo quiero hacer amistad con ustedes, lo primero que les pregunto es: “¿Cuál es su nombre?”. Ese es el comienzo. Si van a la corte, antes de comenzar el juicio, les preguntan: “¿Cuál es su nombre? ¿Cuál es el nombre de su padre?” Si presentan cualquier solicitud, les preguntarán: “¿Cuál es su nombre?”. Nāmadi.
Si queremos entender a la Suprema Verdad Absoluta, debemos comenzar por el nombre, Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, el nombre, el santo nombre. Pero no podemos entender si este es el nombre de Dios, debido a nuestros sentidos imperfectos. Por lo tanto, la fórmula es ataḥ śrī-kṛṣṇa-nāmAdi na bhaved grāhyam indriyaiḥ (CC Madhya 17.136). No pueden entender. Es como por ejemplo, si nosotros estamos cantando Hare Kṛṣṇa, y estamos encontrando placer al escuchar el nombre de Kṛṣṇa. Alguien puede decir: “¿Qué es esta tontería? Están molestando”, porque no tiene conocimiento de lo que es el nombre.
Pero este nombre... No solamente el nombre. Nāmadi, comenzando por el nombre. En primer lugar, el nombre, después las cualidades, la forma, los pasatiempos, el séquito. De esta forma Dios lo tiene todo. Cuando decimos “rey”, “rey” significa su reino, su palacio, su secretario, su reina, su gobierno, su... continúan expandiéndose, tantas cosas, simplemente a partir de la palabra, “rey”. “Rey” no significa simplemente una persona. De manera similar, cuando decimos “Dios” o “Kṛṣṇa”, inmediatamente debe entenderse que Él tiene tantas cosas alrededor de Él. El mundo entero está detrás de Él.
Así que, ¿cómo entender esto? Ataḥ śrī-kṛṣṇa-nāmAdi. Su nombre, Sus cualidades, Su forma, Su entorno, Sus expansiones. Na bhaved grāhyam indriyaiḥ. Estos indriya, estos sentidos, contaminados materialmente, no pueden entender, no pueden comprender lo que significa el nombre de Kṛṣṇa, cuál es la forma de Kṛṣṇa, cuáles son las cualidades de Kṛṣṇa. ¿Luego? “¿Por qué estamos aceptando tantos inconvenientes? Si por estos sentidos no podemos entender a Kṛṣṇa, ¿de qué sirve perder el tiempo?”. No.
La siguiente línea es, sevonmukhe hi jihvādau svayam eva sphuraty adaḥ: no pueden entender a Kṛṣṇa por el hecho de ejercitar sus sentidos, pero Él se revela. ¿A quién? A quién tiene una actitud de servicio, jihvādau, comenzando con la lengua. Sevonmukhe hi jihvādau. De todos los sentidos, se considera que la lengua es el sentido principal. Así pues, si la lengua es entrenada, o la lengua es espiritualizada, entonces, de forma natural, todos los sentidos se espiritualizan. Jihvādau.
Nuestro entrenamiento consiste en entrenar a la lengua. Este entrenamiento consiste en cantar Hare Kṛṣṇa y dejarle saborear kṛṣṇa-prasādam. ¿Entonces cuál será el resultado? Los demás sentidos... Hay cinco sentidos para adquirir conocimiento, y cinco sentidos de trabajo. Y así todos quedarán bajo control. Y el servicio devocional, o la conciencia de Kṛṣṇa, significa sarvopādhi-vinirmuktaṁ tat-paratvena nirmalam (CC Madhya 19.170). Por el hecho de entrar en relación con Kṛṣṇa, los sentidos se purifican. ¿Y cuál es el síntoma de la purificación? Sarvopādhi-vinirmuktam, uno se libera de la contaminación de las identificaciones materiales. Hay tantas cosas.
Entonces, el proceso de conciencia de Kṛṣṇa es la purificación de los sentidos, y la purificación de los sentidos comienza entrenando la lengua en un espíritu de servicio. Así pues, aquellos que van a ser iniciados, deberían, especialmente... Todos deberían tomar nota de esto que debemos entrenar nuestra lengua para no hablar de tonterías. ¿Lo ven? Simplemente hablamos de Kṛṣṇa.
Tenemos tantos temas. Tenemos el Bhagavad-gītā, el Śrīmad-Bhāgavatam, Las Enseñanzas del Señor Caitanya, hay tantos libros, tenemos cientos y miles de libros, los Upaniṣads, los Vedas, el Vedānta, pueden elegir cualquiera de ellos, y hablar. Como Ambarīṣa. Sa vai manaḥ kṛṣṇa-padāravindayor vacāṁsi vaikuṇṭha-guṇānuvarṇane (SB 9.4.18). Mahārāja Ambarīṣa estableció un muy buen ejemplo a seguir, el fijó su mente en los pies de loto de Kṛṣṇa, y cuando hablaba, simplemente hablaba acerca de Kṛṣṇa.
Solo traten de utilizar su lengua. No importa si uno está contaminado o purificado, el proceso es purificador. Simplemente entrenen bien su lengua, ocupándola en el servicio a Kṛṣṇa. Así que, si pueden hablar, entonces vayan, prediquen, hablen de Kṛṣṇa, hablen del Bhagavad-gītā, del Śrīmad-Bhāgavatam, den conferencias en cualquier lugar. De ese modo estarán prestando el mejor servicio a la humanidad y a sí mismos. Si se consideran incapaces de dar charlas, entonces canten Hare Kṛṣṇa y coman prasādam. No hay ninguna dificultad. Entrenen la lengua. Sevonmukhe hi jihvādau (Bhakti-rasāmṛta-sindhu 1.2.234). Comenzando desde la lengua, serán capaces de purificar todos sus sentidos. Y tan pronto como se purifiquen sus sentidos, podrán ver a Kṛṣṇa, podrán comprender qué es Kṛṣṇa, cuál es Su nombre, cuál es Su forma, cuál es Su reino, todo.
Svayam eva sphuraty adaḥ. No tienen que esforzarse. Tan pronto como sus sentidos se purifican, Kṛṣṇa está presente ahí, al igual que apenas termina la noche, el Sol está presente. No pueden buscar el Sol en la oscuridad. Simplemente esperen a que llegue la mañana y entonces el Sol estará en Su puerta. Del mismo modo, traten de apartar la oscuridad y Kṛṣṇa estará ahí ante ustedes. Y podrán ver: “Oh, Kṛṣṇa no está muerto. Él es tan maravilloso”.
Esta iniciación significa el comienzo del proceso purificador de los sentidos, y eso comienza con la lengua. Es un método muy simple. No les pedimos que muestren algunas proezas gimnásticas, o... No. Simplemente traten de controlar su lengua. Esto es algo que está a su alcance Y ¿cuál es el método para controlar la lengua? Simplemente dedicarse a cantar Hare Kṛṣṇa y tomar kṛṣṇa-prasādam. Les proporcionarán un buen prasādam. ¿Lo ven? Es muy fácil.
No tomen nada que no sea kṛṣṇa prasādam y no hablen de nada que no tenga relación con Kṛṣṇa. Entonces se liberan. Su senda hacia la liberación está abierta. Dos cosas: no hablen de nada excepto de Kṛṣṇa, y no coman nada excepto kṛṣṇa prasādam. ¿Es esto muy difícil? (risas) Hum. Todo bien.
Ahora dame tus cuentas. Sí. A partir de aquí. Que alguien ate sus cuentas pequeñas. Canta, tu. (japa) (Prabhupāda canta en las cuentas) Inclínate. Inclínate aquí.
- nama oṁ viṣṇu-pādāya kṛṣṇa-preṣṭhāya bhū-tale
- śrīmate bhaktivedānta-svāmin iti nāmine
Comienza desde un lado como este, Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare / Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare. Ven de este lado. Pregúntales a tus hermanos espirituales. Te enseñarán cómo es. Y tu nombre espiritual es Aravinda. Aravinda. A-r-a-v-i-n-d-a. Aravinda. Aravindākṣa. Otro nombre de Kṛṣṇa es Aravindākṣa. Aravinda significa flor de loto.
Devotos: ¡Oh!
Prabhupāda: Sí. Los ojos de Kṛṣṇa son como pétalos de loto y Sus pies son pies de loto. Su abdomen, de Su abdomen crece el loto. Así que en una palabra, Él es un loto, un loto completo.
(al lado) ¿Él está en alguna condición dolorosa?
Viṣṇujana: Él debe descansar. Debe descansar ahora. (niño llora al fondo)
Prabhupāda: Solo tómalo. Oh. Aravindākṣa es un nombre de Kṛṣṇa. Así que Aravinda dāsa, es tu nombre. Aravinda dāsa brahmacārī. Nos hemos olvidado de cantar los mantras preliminares.
- vande 'haṁ śrī-guroḥ śrī-yuta-pada-kamalaṁ śrī-gurūn vaiṣṇavāṁś ca
- śrī-rūpaṁ sāgrajātaṁ saha-gaṇa-raghunāthānvitaṁ taṁ sa-jīvam
- sādvaitaṁ sāvadhūtaṁ parijana-sahitaṁ kṛṣṇa-caitanya-devaṁ
- śrī-rādhā-kṛṣṇa-pādān saha-gaṇa-lalitā-śrī-viśākhānvitāṁś ca
- nama oṁ viṣṇu-pādāya kṛṣṇa-preṣṭhāya bhū-tale
- śrīmate bhaktivedānta-svāmin iti nāmine
- nama oṁ viṣṇu-pādāya kṛṣṇa-preṣṭhāya bhū-tale
- śrīmate bhaktisiddhānta-sarasvatīti nāmine
- śrī, vārṣa, bhānavī, devī, dayi, tāya, kṛpa, hare
- kṛṣṇa, sambandha, vijñāna, dāyine, prabhave, namaḥ
- mādhurya, ujjvala, premāḍhya, śrī, rūpānuga, bhaktida
- śrī, gaura, karuṇā, śakti, vigra, hāya, namaḥ, astu te
- namaste, gaura, vāṇī, śrī, mūrtaye, dīna, tāriṇe
- rūpa, anuga, viruddha, apa, siddhānta, dhvānta, hāriṇe
- (Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Praṇati)
- nama, oṁ, viṣṇu, pādāya, gaura, kiśorāya, vipra,
- lambha, rasām, bhode, pādām, bujāya, te, namaḥ
- (Śrīla Gaurakiśora Praṇati)
- nama oṁ, bhakti, vinodāya, sac-cida, ananda, nāmine
- gaura, śakti, svarū, pāya, rūpa, anuga, varāya, te
- (Śrīla Bhaktivinoda Praṇati)
- gaura, vir, bhāva, bhūmes, tvaṁ, nirdeṣṭā, saj-jana, priyaḥ
- vaiṣṇava, sārva, bhaumaḥ, ṣrī, jagat, nāthāya, te, namaḥ
- (Śrīla Jagannātha Praṇati)
- vāñchā, kalpa, taru, bhyaś ca, kṛpā, sindhu, bhya, eva ca
- pati, tānāṁ, pāva, nebhyo, vaiṣṇa, vebhyo, namo, namaḥ
- (Śrī Vaiṣṇava Praṇāma)
- nama oṁ, mahā, vadānyāya, kṛṣṇa, prema, pradāya, te
- kṛṣṇāya, kṛṣṇa, caitanya, nāmne, gaura, tviṣe, namaḥ
- (Śrī Gaurāṅga Praṇāma)
- pañca, tattva, atmakaṁ, kṛṣṇaṁ, bhakta, rūpa, svarū, pakam
- bhaktākhyaṁ, bhakta, avatāraṁ, namāmi, bhakta, śaktikam
- (Śrī Pañca-Tattva Praṇāma)
- he, kṛṣṇa, karuṇā, sindho
- dīna, bandho, jagat, pate
- gopeśa, gopikā, kānta
- rādhā, kānta, namaḥ, astu te
- (Śrī Kṛṣṇa Praṇāma)
- jayatāṁ, suratau, paṅgor, mama, manda, mater, gate
- mat, sarvasva, padām, bhojau, rādhā, madana, mohanau
- (Sambandhādhideva Praṇāma)
- dīvyad, vṛnda, araṇya, kalpa, drumādhaḥ
- śrīmad, ratna, agāra, siṁha, asana-sthau
- śrī, rādhā, śrīla, govinda, devau
- preṣṭhā, devī, sevya, mānau, smarāmi
- (Abhidheyādhideva Praṇāma)
- śrīmān, rāsa, rasa, arambhī, vaṁśī, vaṭa, taṭa, sthitaḥ
- karṣan, veṇu, svanair, gopīr, gopī, nāthaḥ, śriye, astu, naḥ
- (Prayojanādhideva Praṇāma)
- tapta-kāñcana-gaurāṅgi rādhe vṛndāvaneśvari
- vṛṣabhānu-sute devī praṇamāmi hari-priye
- hare kṛṣṇa hare kṛṣṇa kṛṣṇa kṛṣṇa hare hare
- hare rāma hare rāma rāma rāma hare hare
Canta Hare Kṛṣṇa. (japa)
(Prabhupāda canta en las cuentas del devoto)
Inclínate.
- nama oṁ viṣṇu-pādāya kṛṣṇa-preṣṭhāya bhū-tale
- śrīmate bhaktivedānta-svāmin iti nāmine
Śrīvāsa... Ahora, ya has terminado. Tómalo. Tu nombre es Gajendra.
Gajendra: ¿Gajendra?
Prabhupāda: Sí. G-a-j-e-n-d-r-a. Gajendra. Gaja significa elefante, e indra significa rey. El rey de los elefantes.
Devotos: ¡Hare Kṛṣṇa!
Prabhupāda: Había un gran devoto del Señor Kṛṣṇa que era el rey de los elefantes. Así pues, nos traerán algunos elefantes para predicar. Vengan.
(al lado) ¿Haz impreso las diez clases de ofensas? Deberían hacer... Para evitar las ofensas.
Devoto: Aquí están.
Devoto (2): En la trastienda.
Revatīnandana: ¿Adónde en la trastienda?
Prabhupāda: Ahora, dámelas.
Revatīnandana: Aquí están, Prabhupāda. ¿Debería leerlas, Prabhupāda?
Prabhupāda: Sí.
Revatīnandana: “Las diez ofensas que debes evitar al cantar el mahā-mantra. La primera es blasfemar contra el devoto del Señor”. ¿Solo leerlos?
Prabhupāda: Sí.
Revatīnandana: “La segunda, considerar al Señor y otros semidioses en el mismo nivel”.
Prabhupāda: Este es un punto muy importante, el hecho de no blasfemar a los devotos. Los devotos del Señor, en cualquier país, en cualquier lugar... Como por ejemplo el Señor Jesucristo, él también es un devoto del Señor. Mahoma, también es un devoto del Señor. Así pues, no es que, por el hecho de que somos conscientes de Kṛṣṇa, podemos innecesariamente criticar a otros devotos.
Puede ser, según el tiempo, el lugar y el país, los métodos sean diferentes, pero cualquiera que esté predicando devoción a Dios, es un devoto de Dios. Entonces nunca debe ser blasfemado. Sí.
Revatīnandana: “La segunda. Es considerar al Señor y otros semidioses en el mismo nivel”.
Prabhupāda: Sí. Uno no debe poner a la Suprema Personalidad de Dios... Como los māyāvādīs dicen: “Los semidioses y Dios son todos lo mismo”. Porque según ellos, Dios no tiene forma, por lo que cualquier forma que acepten, o imaginen, como la forma de Dios, es tan buena como cualquier otra. Pero no es así. Existen los semidioses y también existe el Dios Supremo. Así que no debemos colocar... Por ejemplo, el semidiós, el Señor Brahmā o el Señor Śiva, Indra, Candra, son semidioses. Entonces no debemos colocar...
En cierto sentido, no hay nada excepto Dios, porque todo es expansión de Dios. Pero eso no significa que yo soy igual a Dios. Yo también soy una expansión de Dios. Es un hecho. Como el padre y el hijo. El hijo es la expansión del padre; pero, aun así, el hijo no es el padre. No confundan eso. No hay diferencia entre padre e hijo, porque el mismo cuerpo se expande como hijo, pero, aun así, el hijo no es el padre. Padre es padre, hijo es hijo. Esto, quiero decir, esta variedad, los filósofos māyāvādī, no la entienden. ¿Luego?
Revatīnandana: “...o asumir que hay muchos dioses”.
Prabhupāda: Dios es uno. No puede haber muchos dioses. Si Dios no es uno, entonces la palabra Dios no tendría ningún sentido. Dios significa, según la definición védica, asamordhva. Asama significa alguien que no tiene igual. Nadie es igual a Dios. Y urdhva significa que nadie es más grande que Dios. Dios es grande. Nadie puede ser más grande que Dios. Por lo tanto, Dios es uno. Nadie es más grande, y nadie es igual a Él. Eso significa que todos los demás son inferiores a Él. ¿Luego?
Revatīnandana: “La tercera ofensa es desobedecer las órdenes del maestro espiritual”.
Prabhupāda: Sí. Esta es una ofensa. Esas son ofensas. Cuando aceptamos a un maestro espiritual, se entiende que no podemos desobedecer sus órdenes. Por ejemplo, Kṛṣṇa y Arjuna hablaban como amigos, pero cuando Arjuna aceptó a Kṛṣṇa como maestro espiritual, él estaba simplemente escuchando, y cuando había alguna dificultad para comprender, el preguntaba. No es que estuviera argumentando con Kṛṣṇa al mismo nivel. Antes de aceptar a Kṛṣṇa, estaba argumentando.
Así pues, esta es la posición. El Señor Caitanya Mahāprabhu, dijo que: “Mi maestro espiritual me consideró un gran tonto”. Caitanya Mahāprabhu no es un tonto, pero la mejor cualificación de un discípulo es seguir siendo un tonto ante el maestro espiritual. Por lo tanto, el nunca, argumentará, o se atreverá a discutir o desobedecer. Eso es una ofensa.
Eso no significa que cuando no han entendido, no pueden preguntar. Las preguntas deben estar ahí. Eso se afirma en este Bhagavad-gītā: tad viddhi praṇipātena paripraśnena sevayā (BG 4.34). Nuestra relación con un maestro espiritual es que tienen que aprender todo de él, pero esto debe hacerse a través de tres medios. ¿Qué es eso? Antes que nada, deben entregarse. Debemos aceptar al maestro espiritual como alguien más grande que nosotros. De otro modo, ¿qué sentido tiene aceptar un maestro espiritual? Praṇipāt.
Praṇipāt significa entregarse; y paripraśna, significa inquirir; y sevā, significa servicio. Debe haber dos lados, servicio y entrega, y en el medio debe haber preguntas. De otro modo no hay preguntas y respuestas. Dos cosas deben estar ahí: servicio y entrega. Y cuando estas cosas están ahí entonces preguntas y respuestas. Sí.
Revatīnandana: “La cuarta ofensa es minimizar la autoridad de los Vedas”.
Prabhupāda: Sí. Las Escrituras, la autoridad de los Vedas deben ser aceptadas. Como el otro día que estaba explicando, que los Vedas dicen que la caracola es pura, aunque es el hueso de un animal. En otros lugares, de los Vedas se da la orden de que el hueso de un animal es impuro. Pero dice que la caracola es pura. Se puede colocar ante la Deidad, se puede usar en la sala de la Deidad a Su servicio.
Ahora puede haber una discusión: “Oh, este es un hueso de un animal. ¿Como es eso? Es una contradicción”. Pero no. Uno debe aceptar el mandato de los Vedas de esa manera. Cuando dice que algo es impuro, es impuro; y cuando dice que es puro, es puro. Ahora, si hay alguna duda, eso debe entenderse haciendo preguntas de un modo sumiso y con el servicio del maestro espiritual. El maestro espiritual está ahí.
¿Luego? Pero siempre debemos aceptar las afirmaciones de las Escrituras como verdad. Como hay un proverbio, “verdad bíblica”, “verdad bíblica (sic)”. Nadie puede negar la Biblia. Esta debería ser la actitud. La Biblia también es parte de los Vedas. Por lo tanto, el mandato védico debe aceptarse tal como es, sin ninguna interpretación.
Por ejemplo, el Bhagavad-gītā es Veda. ¿Por qué es un Veda? Porque la Suprema Personalidad de Dios está hablando personalmente; por eso es Veda. No hay ningún error. Uno debe aceptar, sin interpretación, tal como es. Por lo tanto, presentamos el Bhagavad-gītā Tal Como Es. Sí. Continua.
Revatīnandana: “La quinta ofensa es dar una interpretación a los santos nombres de Dios”.
Prabhupāda: Sí. No se debe interpretar lo sagrado... Como por ejemplo, Gandhi ha escrito que: “Pāṇḍavas significa los sentidos; Kurukṣetra significa este cuerpo; Kṛṣṇa significa la mente”. No, no debe haber interpretaciones tan tontas. Kṛṣṇa es Kṛṣṇa. Sí. Continua.
Revatīnandana: “La sexta ofensa es cometer actividades pecaminosas con la idea de que el canto del santo nombre borrará la culpa”.
Prabhupāda: Sí. Lo hemos explicado que tan pronto como uno canta el mantra Hare Kṛṣṇa, inmediatamente, bahyābhyantaraḥ śuciḥ, se purifica. Ahora bien, si uno se aprovecha de este santo nombre: “Bueno ahora voy a cometer algunos pecados...”. Como a veces ocurre en la iglesia cristiana, ellos aprovechan esa idea de que al confesar el pecado uno se libera de la reacción pecaminosa.
Así que van a la iglesia y se confiesan, y vuelven a salir y cometen todo tipo de pecados, y de nuevo otra vez vuelven a confesarse. Esta forma de minimizar el santo nombre (risas) es una tontería. Es un hecho. Cuando se confiesan ante la iglesia, ante Dios, son libres de toda reacción pecaminosa. Está bien. Pero si cometen el mismo pecado de nuevo, la siguiente confesión no será aceptada.
Ellos no saben esto. No pueden... Supongamos que un niño ha cometido algún error. El padre dice: “Muy bien, no lo hagas más”. Si lo vuelve a hacer, oh, ya no hay excusa. Ellos no lo saben. Piensan: “Cometeremos pecado e iremos a la iglesia y confesaremos y ya está. Así que hagamos este balance”. Sí.
Del mismo modo, no hagan este negocio, que: “Porque cantar Hare Kṛṣṇa eliminará todas mis actividades pecaminosas acumuladas, así que por la mañana, de la mañana a la noche, voy hacer todo tipo de actividades pecaminosas, y por la noche, antes de ir a dormir, canto Hare Kṛṣṇa. y ya está”. No. (risas) No hagan eso. No hagan eso. Esa es la mayor ofensa. Si. Nunca serán perdonados.
Aquellos que a propósito lo hacen así... “Tengo un instrumento muy bueno para limpiar mis actividades pecaminosas. Así que todo el día voy hacer todas las actividades pecaminosas, y por la noche canto Hare Kṛṣṇa. Voy a meditar. Eso es todo. Ya está”. No. Deben tener en cuenta que el nombre, el santo nombre, tiene el poder. Ahora, a partir de esta fecha, están libres de todas las actividades pecaminosas, de todas las reacciones. Pero no vuelvan a pecar. Esa es la mayor de las ofensas. Sí.
Revatīnandana: “La séptima ofensa es predicar las glorias del santo nombre del Señor aquellos que carecen de fe”.
Prabhupāda: Sí. Aquellos que no creen en Dios, los ateos, ¿de qué sirve predicarles...? No los molesten, pero denles la oportunidad de escuchar. Eso los hará competentes para avanzar. Por eso, estamos distribuyendo este santo nombre. No es que todos se vuelven conscientes de Kṛṣṇa inmediatamente, pero estamos dando la oportunidad.
Si ellos escuchan... Tenemos la experiencia práctica: si alguien escucha, debe reformarse. Así que debemos darle la oportunidad. Pero si alguien es un ateo acérrimo, no deberíamos hablar mucho con él acerca de Kṛṣṇa. Puede decir algo en contra, algo ofensivo. Si. ¿Luego?
Revatīnandana: “La octava ofensa es comparar el canto del santo nombre con las actividades piadosas materiales”.
Prabhupāda: Sí. Por ejemplo, estamos celebrando esta ceremonia, ceremonia de iniciación. No debe aceptarse que solo estamos llevando a cabo alguna ceremonia ritualista. No. Es diferente de las ceremonias rituales. Aunque parezca ritualista, es trascendental. Las ceremonias ritualistas, tienen el propósito de avanzar para volverlos piadoso, para apartarles de la vida impía.
También otorga esos beneficios, pero no es el objetivo final. El objetivo final es darle amor a Dios, que es muy, muy trascendental a las actividades piadosas e impías. El amor a Dios es una cosa diferente, es algo que pertenece al mundo espiritual.
No es que sea una función realizada para anular nuestras actividades pecaminosas. Eso también está ahí automáticamente. Tal como si obtienen un millón de dólares, entonces la necesidad de diez dólares se resuelve automáticamente. Del mismo modo, esta aceptación del santo nombre de Dios limpiara automáticamente todas sus reacciones pecaminosas. Es un hecho.
Pero no es para ese propósito. Está destinado a un propósito mucho más elevado, alcanzar esta plataforma de amar a Dios, prestando un servicio amoroso trascendental al Señor. Ese es el objetivo.
Revatīnandana: “La novena ofensa es cantar el santo nombre sin la debida atención”.
Prabhupāda: Sí. Esta es la novena ofensa. Mientras cantan, también deben escuchar. No dirijan su atención a nada más, cantando mecánicamente y pensando en mil cosas. Pensar en Kṛṣṇa está bien, pero si estoy pensando en algo que no tiene nada que ver con la conciencia de Kṛṣṇa... Lo mejor es que canto Hare Kṛṣṇa, y debo escuchar cada palabra; entonces será muy efectivo.
Revatīnandana: “La décima ofensa es permanecer apegado a las cosas materiales aun estando ocupado en la práctica del canto”.
Prabhupāda: Ya he explicado esto, ahaṁ... Esta es la enfermedad, ahaṁ mameti (SB 5.5.8). La enfermedad material significa que estoy pensando que este cuerpo “soy yo”, y todo lo que pertenece a este cuerpo o tiene una relación con este cuerpo, “es mío”. Esa es una enfermedad material. Entonces ya veremos. Al cantar veremos cuánto estamos progresando, cuánto estoy libre de estos dos conceptos de la vida, que “yo soy este cuerpo, y todo lo que pertenece a este cuerpo es mío”.
Esta es la prueba, cuanto nos estamos liberando de estos dos conceptos de la vida. Si todavía existe el concepto de que “yo soy este cuerpo y todo lo que pertenece a este cuerpo es mío”, entonces tienen que cantar muy cuidadosamente para hacer progreso. Si. Eso es todo. Tienen que cuidarse de estos diez tipos de ofensas.
(japa) (cortado) (japa)
- nama oṁ viṣṇu-pādāya kṛṣṇa-preṣṭhāya bhū-tale
- śrīmate bhaktivedānta-svāmin iti nāmine
Ven. Tu nuevo nombre, Anurādhā. A-n-u-r-a-d-h-a. Anurādhā. Anu. Anu significa alguien que sigue, y Rādhā, Rādhārāṇī ya sabes. Así que alguien que sigue a Rādhārāṇī. Dondequiera que Rādhārāṇī va, ella la sigue.
Devotos: ¡Oh!
Prabhupāda: Sí. Anurādhā. Así...
(japa)
- oṁ apavitraḥ pavitro vā
- sarvāvasthāṁ gato 'pi vā
- yaḥ smaret puṇḍarīkākṣaṁ
- sa bahyābhyantaraḥ śuciḥ
- śrī viṣṇu, śrī viṣṇu, śrī viṣṇu
- vande 'haṁ śrī-guroḥ śrī-yuta-pada-kamalaṁ śrī-gurūn vaiṣṇavāṁś ca
- śrī-rūpaṁ sāgrajātaṁ saha-gaṇa-raghunāthānvitaṁ taṁ sa-jīvam
- sādvaitaṁ sāvadhūtaṁ parijana-sahitaṁ kṛṣṇa-caitanya-devaṁ
- śrī-rādhā-kṛṣṇa-pādān saha-gaṇa-lalitā-śrī-viśākhānvitāṁś ca
- svāhā, svāhā, svāhā
No, no. Todos tomen un poco, un poco. (continúan los mantras) Muy poco, muy poco. Todos. (continúan los mantras) Déjalo que venga. Tu ven también. Tu yajña no es... Puedes tomar.
(continúan los mantras) Svāhā. Ofrece. Svāhā. Tres veces. Yo diré svāhā tres veces; ustedes ofrecen. ¿Por qué usted no... Svāhā. ¿Por qué se han sentado? Tómenlo y ofrézcanlo. Lo mantienen en las manos y tres veces en tres puñitos lo ofrecen. Tómenlo todos.
- nama oṁ viṣṇu-pādāya kṛṣṇa-preṣṭhāya bhū-tale
- śrīmate bhaktivedānta-svāmin iti nāmine
- nama oṁ viṣṇu-pādāya kṛṣṇa-preṣṭhāya bhū-tale
- śrīmate bhaktisiddhānta-sarasvatīti nāmine
- śrī-vārṣabhānavī-devī-dayitāya kṛpābdhaye
- kṛṣṇa-sambandha-vijñāna-dāyine prabhave namaḥ
- mādhuryojjvala-premāḍhya-śrī-rūpānuga-bhaktida-
- śrī-gaura-karuṇā-śakti-vigrahāya namo 'stu te
- namas te gaura-vāṇī-śrī-mūrtaye dīna-tāriṇe
- rūpānuga-viruddhāpasiddhānta-dhvānta-hāriṇe
- svāhā, svāhā, svāhā
- namo gaura-kiśorāya sākṣād-vairāgya-mūrtaye
- vipralambha-rasāmbhodhe pādāmbujāya te namaḥ
- svāhā, svāhā, svāhā
- namo bhaktivinodāya sac-cid-ānanda-nāmine
- gaura-śakti-svarūpāya rūpānuga-varāya te
- svāhā, svāhā, svāhā
- gaurāvirbhāva-bhūmes tvaṁ nirdeṣṭā saj-jana-priyaḥ
- vaiṣṇava-sārvabhaumaḥ śrī-jagannāthāya te namaḥ
- svāhā, svāhā, svāhā
- vāñchā-kalpatarubhyaś ca kṛpā-sindhubhya eva ca
- patitānāṁ pāvenebhyo vaiṣṇavebhyo namo namaḥ
- svāhā, svāhā, svāhā
- namo mahā-vadānyāya kṛṣṇa-prema-pradāya te
- kṛṣṇāya kṛṣṇa-caitanya-nāmne gaura-tviṣe namaḥ
- svāhā, svāhā, svāhā
- pañca-tattvātmakaṁ kṛṣṇaṁ bhakta-rūpa-svarūpakam
- bhaktāvatāraṁ bhaktākhyaṁ namāmi bhakta-śaktikam
- svāhā, svāhā, svāhā
- he kṛṣṇa karuṇā-sindho dīna-bandho jagat-pate
- gopeśa gopikā-kānta rādhā-kānta namo 'stu te
- svāhā, svāhā, svāhā
- jayatāṁ, suratau, paṅgor, mama, manda, mater, gate
- mat, sarvasva, padām, bhojau, rādhā, madana, mohanau
- (Sambandhādhideva Praṇāma)
- svāhā, svāhā, svāhā
- dīvyad, vṛnda, araṇya, kalpa, drumādhaḥ
- śrīmad, ratna, agāra, siṁha, asana-sthau
- śrī śrī, rādhā, śrīla, govinda, devau
- preṣṭhā, devī, sevya, mānau, smarāmi
- (Abhidheyādhideva Praṇāma)
- svāhā, svāhā, svāhā
- śrīmān, rasa, arambhī, vaṁśī, vaṭa, taṭa, sthitaḥ
- karṣan, veṇu, svanair, gopīr, gopī, nāthaḥ, śriye, astu, naḥ
- (Prayojanādhideva Praṇāma)
- svāhā, svāhā, svāhā
- tapta-kāñcana-gaurāṅgi rādhe vṛndāvaneśvari
- vṛṣabhānu-sute devī praṇamāmi hari-priye
- hare kṛṣṇa hare kṛṣṇa kṛṣṇa kṛṣṇa hare hare
- hare rāma hare rāma rāma rāma hare hare
Ahora cada uno tome una banana. Levántense.
- namo brahmaṇya-devāya
- go-brāhmaṇa-hitāya ca
- jagad-dhitāya kṛṣṇāya
- govindāya namo namaḥ
Ahora pongan esas bananas lentamente así. Todos, pónganlas. Muy bien.
- hare kṛṣṇa hare kṛṣṇa kṛṣṇa kṛṣṇa hare hare
- hare rāma hare rāma rāma rāma hare hare
Ahora canta Hare Kṛṣṇa.
Joven devota: Solo quiero obtener un primer plano… (inaudible)
Prabhupāda: ¿Hum? No, no voy a cantar, ellos cantarán.
Canten. No, pueden continuar, canten.
(kīrtana) (prema-dhvanī) Muchas gracias. (los devotos ofrecen reverencias) Eso es todo... (fin)
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