«Así que es una gran responsabilidad cuidar de las niñas. Según Manu-saṁhitā, principio Védico, la mujer no tiene independencia. Alguien debe ocuparse de ella. En la edad temprana el padre debe cuidar; en la edad más temprana el marido, un buen marido tiene que cuidar; y cuando ella es vieja, los hijos mayores, él tiene que cuidarla. Pero a la mujer nunca se le permite permanecer independiente. Ese es el principio Védico de la vida. En realidad, la mujer es el sexo débil. Necesitan la protección de un buen padre, un buen marido y un buen hijo».
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