ES/690916 - Clase - Londres

His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda



690916GN-Londres, 16 septiembre, 1969 - 37:03 minutos



Prabhupāda: Están trabajando tan duro, como los animales, simplemente para la gratificación de los sentidos. Ese es el comienzo de su argumentación. Pero la forma de vida humana es para ahorrar tiempo para el cultivo espiritual. Debemos sentirnos satisfechos con las necesidades básicas de la vida, y debemos reservar tiempo para cultivar la autorrealización. Ese es el principio básico de la civilización védica. Por eso en la civilización védica, se consagra un determinado período para dedicarse a la orden de vida de renuncia, sannyāsa. Es obligatorio

Esta orden de vida de sannyāsa, que nosotros hemos aceptado, es un principio regulativo védico obligatorio. En el modo de vida védico, los primero 25 años uno debe ser un brahmacārī, una vida de estricto celibato, vida de estudiante, sin consentirse en absoluto la vida sexual, hasta los 25 años. Después, gṛhastha. Eso tampoco es obligatorio. Si alguien prefiere permanecer brahmacārī, el maestro espiritual le da permiso. Y si no quiere, el maestro espiritual le da permiso para casarse con una joven adecuada, y de ese modo, se dedica a ser jefe de familia. Eso es lo que se llama la vida de gṛhastha.

Entonces, hasta los 50 años, puede llevar esa vida de casado. La vida de casado, en la civilización védica, es un tipo de licencia para complacer los sentidos, pero no para toda la vida. El mandamiento es: pañcaśordhvaṁ vanaṁ vrajet. A los cincuenta años de edad, deben abandonarlo, deben abandonar su vida de casados. Y eso es lo que se llama vānaprastha. Vānaprastha significa que pueden llevar a su esposa ustedes y viajar por todo el mundo a los lugares sagrados de peregrinajes, Simplemente para abandonar el apego por la vida familiar. De ese modo, cuando la persona está completamente desapegada del afecto familiar, esa persona envía de vuelta a su esposa con los hijos mayores para que cuiden de ella y toma sannyāsa, la orden de vida de renuncia.

Esa orden de vida de renuncia significa dedicación completa al servicio del señor. En el Bhagavad-gītā se dice:

anāśritaḥ karma-phalaṁ
kāryaṁ karma karoti yaḥ
sa sannyāsī ca yogī ca
na niragnir na cākriyaḥ
(BG 6.1)

El Señor Kṛṣṇa dice que aquel que actúa por deber, no para disfrutar de los frutos, cuando sea posible… ahora, si son hombres de familia, tienes que trabajar para mantener a su familia, por lo tanto, tienen que disfrutar los frutos de su trabajo. Pero eso sólo le es posible a la persona que se ha dedicado completamente al servicio del señor.

Ṛṣabhadeva recomienda que la forma de vida humana tiene como finalidad especial, la austeridad, principios regulativos. No hacer nada por capricho. Una vida bien regulad, eso de vida humana. Mientras tengamos este cuerpo, vamos a necesitar cuatro cosas para el sustento del cuerpo: āhāra-nidrā-bhaya-maithunaṁ ca (Hitopadeśa 25). Necesitamos comer algo, todos; necesitamos dormir, por eso necesitamos un apartamento o un lugar dónde dormir. Puede ser un lugar muy bonito o… pero necesitamos algún lugar para dormir, descansar. Comer, dormir. Después un cierta protección, defensa, y complacer los sentidos. Tenemos unos sentidos que requieren de cierta satisfacción,

Esos principios son necesidades corporales, no son necesidades del alma espiritual. Mientras tengamos este cuerpo, tenemos que satisfacerlo, pero no, quiero decir, irrestrictamente. Eso no es vida humana. Esa es la diferencia entre la vida humana y la vida animal. Pero en la actualidad, la vida humana no es más que vida animal. Los animales tienen un periodo restringido para complacer los sentidos, pero en la vida humana no hay esa restricción…

Ṛṣabhadeva está instruyendo que: “eso no debe hacerse”. Si quieren purificar su existencia, entonces tienen que vivir bajo restricciones. Tal cómo un paciente, una persona enferma, si quiere curarse, debe llevar una vida con muchas restricciones siguiendo las directrices del médico, de no ser así, su muerte es segura o es seguro que va a sufrir, que su enfermedad se va a prolongar. Va a durar más. Por eso Ṛṣabhadeva aconsejó a sus hijos: “Mis queridos hijos, si quieren purificar su existencia, entonces tienen que llevar una vida regulada”.

tapo divyaṁ putrakā yena sattvaṁ
śuddhyed yasmād brahma-saukhyaṁ anantam
(SB 5.5.1)

Y ¿cuál es el beneficio de purificar mi existencia? También eso se explica, si purifican su existencia, se situarán en plataforma del Brahman. Entenderán que son brahma, que son almas espirituales, que no son este cuerpo. Así como los animales, ellos no pueden entender quiénes son. Se identifican con este cuerpo, pero el ser humano no se debe identificar con el cuerpo. Eso es ignorancia.

Yasyātma-buddhiḥ kuṇape tri-dhātuke (SB 10.84.13). Si alguien se identifica con este cuerpo, entonces esa persona conforme al testimonio de los Vedas, es un asno. Sa eva go-kharaḥ. Kharah significa asno, animal. Animal, esa persona no sabe quién es. La forma de vida humana es para preguntar: “¿Quién soy yo? ¿Soy este cuerpo?” Eso se llama meditación, pensar en que: “¿Yo soy el cuerpo o soy otra cosa?”. El proceso de autorrealización, en su conjunto, depende de esta pregunta: “¿Quién soy yo?”. Pero no pueden alcanzar esa comprensión a no ser que purifiquen s existencia.

Por eso cualquier proceso de autorrealización que sigas… al comienzo está el proceso del karma, las actividades fruitivas, ofrecer sacrificios, realizar grandes sacrificios. Y de entre muchos miles de esos karmīs, tal vez haya algún jñānī, una persona sabía, que entiende que: “Yo no soy el cuerpo, lo que a mí me interesa es otra cosa… Soy un alma espiritual”. Eso es un jñānī, una persona sabía. Y de entre muchos miles de jñānīs, tal vez alguno llegue a ser mukta. Simplemente por entender que: “Yo no soy este cuerpo, soy brahma”, no es suficiente. Deben situarse en el verdadero plano del Brahman. Eso se explica en el Bhagavad-gītā:

brahma-bhūtaḥ prasannātmā
na śocati na kāṅkṣati
samaḥ sarveṣu bhūteṣu
mad-bhaktiṁ labhate parām
(BG 18.54)

Después de alcanzar la autorrealización, todavía hay actividades. ¿Qué actividades son esas ? Mad-bhaktiṁ labhate parām. Es el servicio devocional. El servicio devocional comienza en la etapa de la liberación, cuando nos liberamos del concepto de la vida corporal. De ese concepto erróneo que: “Yo soy el cuerpo”. Ese es el comienzo del Bhagavad-gītā. Allí comienzan las enseñanzas del Bhagavad-gītā.

Kṛṣṇa quiso enseñar a Arjuna al comienzo, al principio de todo que: “Tú no eres el cuerpo”. Él hablaba con Kṛṣṇa. Kṛṣṇa le pedía que luchase, y él le ponía tantas excusas: “Si lucho, mis familiares van a morir y estas mujeres se van a quedar viudas. Se contaminarán”. Él presentó tantos argumentos. Tantas consideraciones, lo que significa que Arjuna se estaba identificando con el cuerpo.

Y Kṛṣṇa, cuando Arjuna se entregó a Kṛṣṇa, diciendo que: “Ahora yo estoy confuso, no logro entender cuál es mi deber ahora mismo, por eso yo me someto a Ti”, śiṣyas te 'ham (BG 2.7). Ahora soy tú discípulo. Śādhi māṁ prapannam: Me entrego a ti, por favor instrúyeme.

Porque al principio hablaban cómo amigos, y esos argumentos, cuando se habla como amigos, no nos lleva a ninguna conclusión. Aquí tenemos el proceso védico. Tal y como dice Arjuna que: śādhi māṁ prapannam, śiṣyas te 'ham: “Ahora soy tu śiṣya”. Śiṣya significa discípulo, lo cual significa que “cualquiera que sea el acto de disciplina que me indiques, lo haré”. Eso se llama śiṣyas. Śiṣyas viene de la palabra sánscrita, sas-dhātu. Sas-dhātu significa gobernar.

Gobernar mediante las instrucciones, o las leyes, o mediante la fuerza, las armas. Hay tres formas de gobierno. Si la instrucción falla, entonces se prueban con los libros de leyes. Y si eso tampoco funciona, se recurre a la fuerza. Eso es lo que se hace en todas partes.

La instrucción es que no deben robar, pero si la violan, van en contra de la ley, entonces son arrestados, mediante la ley. Y si aun así, vuelves a quebrantar la ley, se te castiga de muchas otras maneras, por la fuerza. Y del mismo modo que esto ocurre en nuestra vida cotidiana, lo mismo ocurre por voluntad de Dios también. El reino de Dios… este también es el reino de Dios, también existe. También hay otro reino espiritual, que también es el reino de Dios.

Aquí en este mundo, todas las entidades vivientes estamos condenadas. Estamos forzados. Prakṛteḥ kriyamāṇāni guṇaiḥ karmāṇi sarvaśaḥ (BG 3.27). Hemos desobedecido las leyes de Dios, por eso nos vemos forzados a entrar al mundo material, para seguir por la fuerza las leyes de dios. Por la fuerza. Nadie quiere morir, pero tienen que morir, no pueden evitarlo. Nadie quiere enfermarse, pero todos nos enfermamos, pero nadie quiere enfermarse. Nadie quiere hacerse viejo, pero todos envejecemos. Estamos forzados. Así ocurre, y en este paraíso de necios, pensamos que: “Somos felices. Estamos progresando”. ¿Qué progreso han hecho acaso? ¿Han superado las leyes del nacimiento, la muerte la vejez y las enfermedades? “No señor”. Entonces ¿qué progreso han hecho?

Eso no es progreso. Pero si de verdad quieren liberarse de estos cuatro principios del modo de vida materialista, entonces tienen que purificar su existencia. Si se purifican, se les permitirá entrar en el purificado cielo espiritual, y encontrar un lugar en uno de los planetas del cielo espiritual. Yad gatvā na nivartante tad dhāma paramaṁ mama. Estas cosas se explican en el Bhagavad-gītā:

na tad bhāsayate sūryo
na śaśāṅko na pāvakaḥ
yad gatvā na nivartante
tad dhāma paramaṁ mama
(BG 15.6)

Ahí se nos indica que en ese cielo de libertad, en cielo espiritual, no hace falta la luz del Sol. Esa es la diferencia, traten de entender. Eso se confirma también en los Upaniṣads. En el cielo espiritual no se necesita la luz del Sol, tampoco la luz de la Luna, ni la electricidad, porque allí todo es luminoso, todo es la refulgencia del Brahman. Del mismo modo que aquí tenemos un planeta luminoso, el planeta Sol, con su reful… refulgencia, resplandeciente, deslumbrante, en el cielo espiritual, todos los planetas son así. Por lo tanto, ni se puede hablar de oscuridad. La oscuridad está aquí.

Traten de entender que existe un cielo espiritual, que no es como este cielo, donde experimentamos las oscuridad. Ahora podemos percibir la noche… noche significa que estamos experimentando oscuridad, por eso necesitamos la electricidad o la luz de la Luna o la luz del Sol. Pero los Vedas dice: tamasi mā: “No permanezcan sumidos en estas tinieblas”. Jyotir gamaḥ: “Traten de alcanzar ese sistema, ese sistema planetario, donde todo es resplandeciente, deslumbrante”. Esa es la forma de vida humana. Es lo que necesitamos, cómo entrar en esa luz, cómo entrar a ese reino espiritual o ese cielo espiritual. Son cosas que se explican con gran detalle en el Bhagavad-gītā.

Aquí también, Ṛṣabhadeva dice que deben llevar una vida de restricciones, tapa. Y tapa, una vida de restricciones, de austeridades, ¿por qué? ¿Para qué? Tapo divyam (SB 5.5.1). Divyam significa para alcanzar una vida transcendental y bienaventurada. Tapo divyaṁ yena śuddhyet sattvam. Su existencia se purificará. Están en busca de la felicidad, y esa felicidad sólo pueden alcanzarla cuando su existencia, cuando sus vidas estén purificadas. Brahma-saukhyam anantam. Entonces… brahman significa lo más grande, ilimitado. Sukham, felicidad. Ananta, ilimitado. Están disfrutando de una supuesta felicidad, pero no es una verdadera felicidad, no es ananta, no es ilimitada. No es ilimitada.

Pero existe la felicidad ilimitada. Deben saberlo, existe esa felicidad ilimitada. Por eso las Escrituras védicas dicen: ramante yoginaḥ anante (CC Madhya 9.29). También los yogīs están buscando la felicidad. Buscan la satisfacción. No sólo los materialistas, sino también los yogīs, los bhaktas, los jñānīs, todos están buscando la felicidad, brahma-saukhyam. Pero quieren una felicidad ilimitada, felicidad sin límites, no está felicidad fluctuante. Ese es su objetivo. Rāmante yoginaḥ anante. Los que son yogīs —los bhakta-yogīs, los jñāna-yogīs o los haṭha-yogīs— todos los que tratan de alcanzar ese nivel, ¿para qué se ezfuerzan? Para alcanzar la felicidad ilimitada. Ramante yogino 'nante satyānande. Y esa es la verdadera felicidad.

Felicidad significa ilimitada, felicidad sin restricción, sin ningún tipo de condicionamiento. Esa es la verdadera felicidad. Si hay restricciones, si hay condiciones… es como aquí, si voy a un restaurante, la condición primero es que tengo que pagar, entonces podrán disfrutar. De la misma manera, si quiero disfrutar de un hermoso apartamento, una bonita casa, primero tengo que pagar muchísimos dólares, muchas libras, y después disfrutar. Hay condiciones. Pero en el brahma-saukhyam, no existen esas condiciones. Si simplemente se acercan a esa plataforma, entonces…

Ese es el significado, rāma. Iti rāma-padenāsau paraṁ brahma ity abhidhīyate (CC Madhya 9.29). Rāma. Rāma significa rāman. Rāma. La Suprema Personalidad de Dios, el Señor Rāma. Si se ponen en contacto con Él, Rāma o Kṛṣṇa o Viṣṇu, Nārāyaṇa… Nārāyaṇa parā avyaktāt. Él es trascendental.

De una u otra forma, si se relacionan con Él, si se elevan hasta esa posición, entonces obtienen ananta, felicidad ilimitada. Eso es lo que se necesita, porque somos partes integrales del Señor Supremo, sac-cid-ānanda-vigraha (BS 5.1). El Señor es eterno, bienaventurado y pleno de conocimiento. Del mismo modo, nosotros también somos Sus partes integrales, también somos eternos, estamos llenos de bienaventuranza y llenos de conocimiento, pero debido a que somos partes integrales, que somos pequeñas partículas, a veces nuestro conocimiento se ve perturbado. Es cómo un niño pequeño y una persona mayor, la persona mayor apenas comete errores, pero el niño pequeño comete muchos errores, porque su conocimiento es muy pequeño,

Porque nosotros, las entidades vivientes… tenemos conocimiento, pero cómo nuestro conocimiento es limitado, por lo tanto a veces nuestro conocimiento está cubierto por māyā. Pero el conocimiento del Supremo nunca se ve cubierto por māyā. Tal como la nube, la nube cubre el cielo, es una parte insignificante del cielo que cubre la nube, la nube no puede cubrir la totalidad del cielo. Nunca escuchareis que: “Hay una nube sobre Londres, por lo tanto, la nube está también en todo el mundo”. No. Del mismo modo, el conocimiento queda cubierto para la pequeña partícula del Brahman, no para Brahman Supremo. Hay muchos ejemplos.

De una, u otra forma, ahora nuestro conocimiento está cubierto en esta existencia material, debemos salir de esta ignorancia. Y con ese fin, necesitamos practicar tapasya, tapo divyam (SB 5.5.1). Tapasya significa aceptar voluntariamente ciertos inconvenientes. Voluntariamente… Tal como una persona puede ser muy feliz en su vida familiar, tiene una buena casa, una buena esposa, buenos hijos y una buena cuenta bancaria, disfruta de la vida, pero la śāstra dice: “Ahora tienes cincuenta años, debes abandonarlo”. Y tienen que hacerlo, él no puede decir que: “Oh. pero yo soy tan feliz en mi vida familiar, tengo una esposa tan buena, unos hijos tan obedientes, tengo buenos ingresos, tengo buen dinero, ¿por qué me voy a ir?

Pero el śāstra dice: “No. Vanaṁ vrajet”. Vrajet significa que tienen que hacerlo, tienen que marcharse al bosque, pero si desobedecen, se encontrarán en problemas. Es como si desobedecen las leyes, van a tener problemas. Esto es lo que se llama tapasya. No me gusta irme de mi casa, una casa muy confortable, un hogar muy feliz, pero el śāstra dice: “Tienes que hacerlo”.

Tengo que aceptar esos inconvenientes. Si abandono mi hogar, mi hogar tan confortable, no sé cómo voy a vivir, cómo comer, dónde vivir. Eso es algo que experimentamos. Cuando tomé sannyāsa, en el comienzo pensaba así, pero por la gracia de Dios, de Kṛṣṇa , mi situación no es nada incómoda. Cuando nosotros, al principio, entramos a la orden de sannyāsa, tuvimos que luchar de esa manera. Pero ahora, por la gracia de Dios, Kṛṣṇa, no estamos una situación incómoda. Dejamos atrás… dejamos tres o cuatro hijos, y ahora tenemos cientos de hijos, sin ninguna clase de esposa (risas). Y son muy obedientes y muy hermosos, muy buenos, más de lo que yo podría esperar incluso de los hijos que yo mismo engendré en casa.

Por la gracia de Kṛṣṇa , por la gracia de Dos, tenemos de todo, siempre que dependamos de Él. No hay temor. Nārāyaṇa-parāḥ sarve na kutaścana bibhyati (SB 6.17.28). Si quieren depender de Dios, nunca van a tener miedo —svargāpavarga-narakeṣv api tulyārtha-darśinaḥ— aunque sean puestos en el infierno o el cielo o dónde sea,

Esto es tapasya. Si hacen tapasya por la comprensión trascendental, el resultado será que en su próxima vida, se elevarán al cielo espiritual. Tyaktvā dehaṁ punar janma naiti mām eti kaunteya (BG 4.9). Una vez que abandonen el cuerpo, no tendrán que volver de nuevo a esta existencia material, a esta existencia miserable. Pero desafortunadamente, no aceptamos lo miserable de las condiciones en que estamos viviendo. Eso se llama māyā, eso se llama ignorancia. En realidad, vivimos en unas condiciones de lo más miserable. Tratamos de ajustar las cosas, pero no se puede resolver nada. Tenemos que sufrir. La única manera es alcanzar la comprensión del ser, quiénes son y actuar conforme a ello.

Su posición es que son sirviente eterno de Kṛṣṇa. Simplemente deben practicar cómo servir a Kṛṣṇa, sus vidas entonces serán un éxito. En eso consiste nuestro movimiento. Este movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa está entrenando a las personas para que lleguen a ser sirvientes puros de Kṛṣṇa. Śuddha-bhakta, sin mesclas, sin adulteraciones. Y ¿qué son esas adulteraciones?

anyābhilāṣitā-śūnyaṁ
jñāna-karmādy-anāvṛtam
ānukūlyena kṛṣṇānu-
śīlanaṁ bhaktir uttamā
(Brs. 1.1.11)

Sin ningún otro deseo. No es que: “Por adorar a Kṛṣṇa o practicar servicio devocional, voy a recibir estas facilidades, estas oportunidades”, materiales o espirituales.

El verdadero devoto, no aspira ni siquiera por la liberación. No la quiere. Lo único que quiere: “Mi Señor Kṛṣṇa, no importa donde yo esté, por favor ocúpame siempre en Tu conciencia”. Eso es todo. Él devoto ni siquiera pide la elevación al cielo espiritual o Vaikuṇṭha... no le importa. “Que me pudra en el infierno durante miles de vida, lo único que quiero, mi Señor, es que allí donde me encuentre, que no Te olvide”. Mama janmani janmanīśvare bhavatād bhaktir ahaitukī (CC Antya 20.29), (Śikṣāṣṭaka 4). El Señor Caitanya nos enseña esto. Janmani janmani. Donde hay janmani janmani, significa que no hay liberación. Una vez que se liberan, no se espera que vuelvan a nacer de nuevo. Pero Caitanya Mahāprabhu dice: janmani janmani.

Él no aspira a la liberación. “Nacimiento tras nacimiento, por favor mantenme ocupado en Tu servicio devocional”. Eso es devoción pura. Ānukūlyena kṛṣṇānu-śīlanaṁ bhaktir uttamā (CC Madhya 19.167).

Este movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa, tiene por objeto purificar la existencia de la entidad viviente y ocuparla constantemente en el servicio del Señor, y de ese modo, alcanzar el éxito completo en la vida. Así lo confirma también el Bhagavad-gītā:

anyābhilāṣitā-śūnyaṁ
jñāna-karmādy-anāvṛtam
ānukūlyena kṛṣṇānu-
śīlanaṁ bhaktir uttamā
(Brs. 1.1.11)

“Cualquiera que se dedique al servicio devocional puro a Mí, es trascendental a las tres modalidades de la naturaleza material”. Sa guṇan samatītya etān. Todo eso. Hay tres modalidades de la naturaleza material, sattva-raja-tamaḥ. Y el devoto las supera fácilmente. Bhavāmbudhir vatsa-padaṁ paraṁ padam. Bhavāmbudhiḥ, el gran océano de la naturaleza material, se convierte en algo semejante al agua que cabe en la pezuña, de un ternero. ¿Lo ven?

bhavāmbudhir vatsa-padaṁ paraṁ padaṁ
padaṁ padaṁ yad vipadāṁ na teṣām
(SB 10.14.58)

Este lugar no es para el devoto. Este… ¿cuál lugar? Este mundo material. ¿Qué es este mundo material? Padaṁ padaṁ yad vipadāṁ. A cada paso hay peligro, a cada paso. Pero es para él, paraṁ padam. Paraṁ padam, es el puesto, la situación suprema, la morada suprema.

Eso también está confirmado en el Śrīmad-Bhāgavatam. Śukadeva Gosvāmī dice: kalau doṣa-nidhe rājann asti eko mahān guṇaḥ. En esta era de Kali es un gran océano de faltas, pero aun así hay un beneficio sublime. ¿Cuál es? Kīrtanād eva kṛṣṇasya (SB 12.3.51). Simplemente por kṛṣṇa-kīrtana, kīrtanād eva kṛṣṇasya mukta-saṅgaḥ, la persona llega a liberarse. Y paraṁ vrajet, y se eleva al reino supremo. Simplemente. Y tal como dice, Caitanya Mahāprabhu: paraṁ vijayate śrī-kṛṣṇa-saṅkīrtanam: “Todas las glorias al śrī-kṛṣṇa-saṅkīrtana”. Canten Hare Kṛṣṇa y vayan de regreso a Kṛṣṇa .

Devotos: Hari bol.

Prabhupāda: Canten Hare Kṛṣṇa. (los devotos ofrecen reverencias) (fin)