ES/731215 - Clase SB 01.15.37 - Los Angeles


His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda


731215SB-Los Angeles, 15 diciembre 1973 - 37:33 minutos



Pradyumna: (dirige el canto del verso) (Prabhupāda y los devotos repiten)

yudhiṣṭhiras tat parisarpaṇaṁ budhaḥ
pure ca rāṣṭre ca gṛhe tathātmani
vibhāvya lobhānṛta-jihma-hiṁsanādy-
adharma-cakraṁ gamanāya paryadhāt
(SB 1.15.37)

(pausa)

Prabhupāda: ¿Significados?

Pradyumna: yudhiṣṭhiraḥ —Mahārāja Yudhiṣṭhira; tat—esa; parisarpaṇam —expansión; budhaḥ —sumamente experimentado; pure —en la capital; ca —así como también; rāṣṭre —en el Estado; ca —y; gṛhe —en casa; tathā —así como también; ātmani —en persona; vibhāvya —observando; lobha —avaricia; anṛta —falsedad; jihma —diplomacia; hiṁsana-ādi —violencia, envidia; adharma —irreligiosidad; cakram —un círculo vicioso; gamanāya —para partir; paryadhāt —se vistió debidamente.

Traducción: “Mahārāja Yudhiṣṭhira fue lo suficientemente inteligente como para percatarse de la influencia de la era de Kali, caracterizada por una creciente avaricia, falsedad, engaño y violencia a todo lo largo de la capital, el Estado, el hogar, y entre los individuos. De modo que, muy prudentemente, se preparó para irse del hogar, y se vistió de una manera adecuada para ello”.

Prabhupāda: Hum. Yudhiṣṭhira… cualquiera, cualquier persona con experiencia puede ver cómo van las cosas. Es necesario poseer unos ojos tan perfectos. Cuando esas cosas van en aumento... ¿En qué consiste? Lobha, la codicia; anṛta, falsedad; juhma, juhma… jihma significa diplomacia; y hiṁsa, violencia o envidia. Cuando esas cosas aumentan, se debe saber que está incrementando la influencia de Kali-yuga. Todo el mundo puede entenderlo. Este mundo… el mundo material está hecho de tal manera que estas cosas son muy prominentes: la codicia, kāma-lobhādayaś, los deseos de disfrute y la lujuria, kāma y lobha. Por lo general, la gente está apegada a esas cosas. Y a partir de ahí viene la diplomacia: ¿Cómo satisfacer mis deseos de disfrute, mi lujuria, mi codicia?”.

Pero el rey era tan responsable que ahora quería retirarse. No hay otra manera. Él controló en la medida de lo posible. Esa es la función del rey, la función del gobierno es controlar esas cosas y los ciudadanos deben ser felices en todas las formas posibles. En la época de Mahārāja Yudhiṣṭhira no había ni frío ni calor excesivo. Ni tampoco eran relevantes las enfermedades, ni la peste, ni el hambre. Esas cosas no existían. Porque el propio Yudhiṣṭhira Mahārāja era muy piadoso, y dirigió su gobierno de tal manera que la gente también era piadosa. Yad yad ācarati śreṣṭhaḥ lokas tad anuvartate (BG 3.21). Si los líderes son perfectos, los súbditos serán perfectos. Pero si los líderes son sinvergüenzas…

Como en su país, ahora han descubierto a su presidente. ¿Lo ven? Un puesto de tanta altura ocupado por una persona sujeta a tantas críticas. ¿Por qué? Hay un refrán, “La mujer del cesar debe estar por encima de toda sospecha”. Hay una… ¿Por qué debería estar bajo sospecha el rey o el presidente? Y si está bajo sospecha, inmediatamente debe dimitir: “Oh, la gente sospecha de mí”. Pero ese sinvergüenza no dimite. ¿Lo ven? Tan solo vean hasta qué punto están contaminados nuestros líderes. Le han acusado de tantas cosas. ¿Por qué a él? Todo el mundo, todo el mundo lo es. Es débil y por eso le han descubierto. Eso es todo. Él no es un diplomático tan perfecto. Si lo fuese no lo habrían descubierto.

Los líderes tienen que ser perfectos. Por eso, según la civilización védica, en toda sociedad, debe haber por lo menos tres personas… la primera —el sacerdote o el maestro espiritual que se ocupa en enseñar a la gente acerca de la religiosidad, debe ser perfecto, por encima de toda sospecha. De forma similar, también los líderes públicos deben estar por encima de toda sospecha. Un brāhmaṇa… Un brāhmaṇa también significa sacerdote, tiene que estar libre de toda sospecha. Y el rey tiene que estar por encima de toda sospecha, si es así las cosas funcionarán. Pero no existen esas restricciones.

Ahora son los tiempos del voto. Cualquier sinvergüenza si se las arregla para conseguir los votos, entonces recibe el puesto elevado. Esto está escrito también en el Śrīmad Bhāgavatam, que en Kali-yuga no se harán consideraciones sobre quién es apto, quién está preparado para ocupar el excelso puesto de presidente o del trono real. Simplemente de alguna manera se las arreglará, por las buenas y por las malas ocupará el asiento. Por eso, la gente sufre. No es... hoy, en la época democrática, está el gobierno del pueblo, el gobierno para el pueblo. Y si es el pueblo quien gobierna, entonces, sí, eligen a su representante. Y si son tontos, elegirán a otro tonto.

El Bhāgavatam dice: śva-viḍ-varāha uṣṭra-kharaiḥ saṁstutaḥ puruṣaḥ paśuḥ (SB 2.3.19). Todo el que no es devoto, un devoto consciente de Kṛṣṇa, consciente de Dios, podrá ser elevado a una posición elevada pero será alabado por personas que son exactamente como śva. Śva significa perro, y viḍ-varāha significa cerdos que comen excremento. Śva-viḍ-varāha. Viḍ-varāha. Y uṣṭra, uṣṭra significa camello. Y uṣṭra-kharaiḥ, khara significa asno. Śva-viḍ-varāhoṣṭra-kharaiḥ. Si una persona que no es devota es alabada, o se la eleva a un puesto glorioso, entonces, quienes le alaban, las personas que le alaban, deben incluirse entre estos animales, el perro, el camello, el cerdo y el asno.

Toda la población es así, como los perros, como los camellos, como los asnos y como viḍ-varāha, como el cerdo, el que come excremento, toda la población en la actualidad. Elegirán a otro gran animal que este también en su misma categoría, porque no tienen conocimiento. Si dan el voto a los camellos, ¿a quién van a votar los camellos? A otro gran camello, eso es todo. ¿A quién van a elegir los perros si les dan el derecho al voto? A otro gran perro. Por eso, cualquiera que no es devoto de Dios, devoto de Kṛṣṇa, es alguno de estos animales. Y si se le alaba, debe entenderse que le está alabando un tipo similar de animal.

Si permanecemos śva-viḍ-varāhoṣṭra-khara, tendremos que elegir a otro gran śva-viḍ-varāhoṣṭra-khara. ¿Cómo puede haber una buena situación en el país? No es posible. Por eso, el público debe ser educado para que no elijan a otro gran perro, gran camello o gran asno y le eleven a un puesto de responsabilidad. Es culpa de la gente. Ahora vivimos en una época democrática. ¿Por qué tienen que quejarse de tal y tal persona o del presidente? Lo eligen y luego le buscan defectos. Es su culpa que haya elegido a este sinvergüenza, śva-viḍ-varāhoṣṭra. Esta es una conclusión correcta.

¿Por qué a ellos se les describen como perros? El perro es muy fiel a su amo. Pero si pasan por delante de él sin que le haya hecho nada, les ladrará: “Gow! Gow! Gow! Gow!”. Eso es culpa del perro. Su cualidad es que es muy fiel a su amo. Pero siempre es no amistoso con lo demás. Tienen experiencia, lo han visto en su país, escriben: “Cuidado con el perro”. Y si pasan por allí, aunque no vayan a entrar en casa, el perro innecesariamente les ladrará. Incluso si está en lo alto de un pasillo, de un corredor, o de una barandilla, al verles, al ver a una persona desconocida, ladrará. Eso es ofensivo.

Esa es la ocupación del perro. Y ahora mismo, los perros son felices solo si tienen un buen amo. De lo contrario, el perro no es feliz. Son perros callejeros, no tienen nada para comer, no tienen lugar para dormir. Son delgados y sucios. Lo han visto. Pero si tienen buenos amos, son fuertes, robustos, gordos y muy expertos en ladrar. (risas) Esa es la cualidad del perro. Es muy fiel.

La gente hoy en día es así. Reciben educación, pero los expertos en tecnología y en computadoras, o esto o lo otro, hay tantas cosas… El padre se gasta tanto dinero. Y el hijo llega a ser un experto. Pero si no tiene un buen jefe que le de trabajo es todo inútil. Inútil. Todo su conocimiento tecnológico será inútil sino tiene un jefe, un amo. De modo que, el moderno sistema educativo consiste en crear perros. Nunca serán felices a menos que tengan un buen amo. En realidad, todos somos perros por constitución, pero no sabemos a quién servir. Esa es nuestra falta de comprensión. Todos nosotros somos sirvientes, es un hecho. Pero no vemos como hacerlo, dónde ocuparnos en un servicio. En Kṛṣṇa. Tenemos que servir. Es algo que no se puede evitar.

Si no sirven a Kṛṣṇa, tendrán que servir a māyā. Eso es todo. Pero tendrán que servir. Y en ese sentido, si no sabemos quién es el mejor amo, tendremos que servir a nuestros sentidos, a nuestros deseos de disfrute. Si no soy sirviente de Kṛṣṇa, entonces tendré que servir a mis deseos lujuriosos de vida sexual. Tendré que servir. Es un hecho. No hay posibilidad de ser un jefe, un amo. Por eso, la persona más inteligente es la que sabe que: “¿Por qué voy a servir a mis deseos lujuriosos, a mis deseos de disfrutar? ¿Por qué no servir a Kṛṣṇa?”. Porque tengo que servir. Eso es inteligencia.

Y después śva-viḍ-varāha. Viḍ-varāha significa el que come excremento. No sabe distinguir. Todo el que come cualquier cosa que pueda conseguir es un viḍ-varāha. Le falta discriminación. El ser humano debe tener esa discriminación, la capacidad de distinguir. Comestible… lo es todo, hasta el excremento es comestible. ¿Significa eso que el ser humano deba comer excrementos comestibles? No. Es comestible para los cerdos, para los cerdos, no para ustedes. Del mismo modo, el ser humano que no sabe lo que es comestible para él, es como este viḍ-varāha, viḍ-varāha, un cerdo, el que no sabe distinguir: “Oh, todo está bien, come, come, todo está bien”. Eso es viḍ-varāha.

Y uṣṭra. Uṣṭra significa camello. El camello disfruta de su propia sangre. El camello come ramas espinosas. Se corta la lengua, le sale sangre, y esa sangre se mezcla con las espinas y a él le gusta mucho, le resulta muy sabroso. Está probando su propia sangre y le resulta sabrosa. Del mismo modo, en el mundo material, todos están disfrutando de la vida sexual. Disfrutan de su propia sangre pero piensan: “Oh, que gran disfrute”. Ese es el disfrute del camello. Para una gota de semen es necesaria tanta sangre. De modo que, emitir semen innecesariamente, significa que estamos disfrutando de consumir nuestra propia sangre. Pero el camello no lo sabe. Y del mismo modo, los hombres que son como camellos tampoco lo saben. Y debido a ello se enferman. Eso debe utilizarse solo con objeto de tener buenos hijos, no para disfrutar. Es un disfrute falso. Por eso, se le describe como un camello.

Y el asno, asno significa el tonto número uno, porque trabaja sin parar. Carga con toda la carga del lavandero, dos toneladas de ropa, pero ni una sola prenda le pertenece a él. Ni una sola prenda. Pero sí estará dispuesto a cargar con todo. ¿Qué va a ganar? Lo que va a ganar, el beneficio, es que el lavandero le dará un poquito de hierba y él se sentirá satisfecho. El sinvergüenza no sabe que: “La hierba la puedo conseguir donde sea, en todas partes, ¿por qué debo trabajar para el lavandero?”. Y otra cualidad del asno, es que cuando se acerca a su dama, asna, en busca de relación sexual, la asna le patea en la cara. Fut, fut, fut, fut. ¿Lo han visto? (risas)

Esos karmīs son como asnos. Comen un par de trozos de pan, y la dama karmī le da patadas en la cara en el momento de la relación sexual y él se siente muy feliz. Y para todo ello no tiene tiempo: “Oh, señor, no tengo tiempo”. Está muy ocupado. Van a la oficina de un karmī y les dirá: “Oh, no puedo recibirte, no puedo hablar, estoy muy ocupado”. Y, ¿cuál es el resultado de sus ocupaciones? “Pues, por la noche me comeré dos trozos de pan y mi esposa me pateará en la cara”. Eso es todo. (risas) Ahí está, el asno.

Por eso, ven que el Bhāgavatam ha escogido a los animales específicamente, como sufren, es muy instructivo. Śva-viḍ-varāhoṣṭra-kharaiḥ (SB 2.3.19). Se olvidan de su propia misión, de que ha recibido la forma humana de vida para entender: “¿Quién soy yo? ¿Por qué sufro? ¿Cuál es el remedio? ¿Cómo aliviarme… ¿Cómo aliviarme de este problema?”. Esto lo han olvidado. Simplemente se afanan para ganar dinero. Divā cārthehayā rājan kuṭumba-bharaṇena vā (SB 2.1.3). Esos karmīs, están pensando que...

dehāpatya-kalatrādiṣv
asatsv api sainyeṣv
pramatto teṣāṁ nidhanaṁ
paśyann api na paśyati
(SB 2.1.4)

Por falta de verdadero conocimiento, ātma-jñāna... en primer lugar, la persona tiene que entender quién es realmente. ¿Es el cuerpo o es otra cosa? Este es el comienzo. Pero no saben. Lo que piensan es que: “Yo soy el cuerpo, deha. Y debido al cuerpo, he establecido una relación con mi esposa: “Oh, ella es mi gran amiga”, y con sus hijos: “Ellos son mis soldados, me protegerán”. Dehāpatya-kalatrādiṣu ātma-sainyeṣu. Se siente muy seguro. “Tengo una buena esposa, tengo unos buenos hijos y ellos me salvarán”. Pero nadie le salvará, señor. Cuando venga la muerte, tendrán que presentar sus propias cuentas. Si en su próxima vida van a ser un perro, ni su esposa, ni sus hijos, ni su nación, ni su comunidad, ni nadie le salvará. Nadie puede salvarle.

El mismo ejemplo que he dado tantas veces. Cuando un avión va por el aire, está muy bien, pero cuando un avión está en peligro, ningún otro avión lo puede ayudar. Se acabó. Del mismo modo, todos nosotros somos responsables de nuestro propio trabajo. Nadie más. Incluso en el mundo material, supongan que han hecho algo mal, y les condenan. Son un delincuente y le condenan a muerte. No es que van a salvarle su esposa, sus hijos, su familia, su comunidad... No. Nadie les puede salvar.

De modo que, quienes piensan que: “Esta atmósfera material, tus familiares, me van a salvar” están equivocados, son asnos. No saben que todo ser individual es responsable de su propio trabajo. Por eso, deben ser muy cuidadosos: “¿Por qué tengo que perder el tiempo en trabajar tan arduamente, cuál es mi problema?”. Son cosas que hay que saber. Por eso, el mandamiento védico es cómo van a salvarse. Tad-vijñānārthaṁ sa gurum evābhigacchet (MU 1.2.12), entonces: “Tienen que acudir a un maestro espiritual genuino”. Él les hará saber cómo salvarse. De otra manera, los así llamados sociedad, amistad y amor, no los salvarán.

Yudhiṣṭhira Mahārāja era un rey tan elevado, y toda la batalla de Kurukṣetra se luchó por Yudhiṣṭhira Mahārāja. Kṛṣṇa lo quiso porque… Duryodhana no era la persona adecuada. Kṛṣṇa no tenía nada que perder en la batalla, porque Él es Dios, samo 'haṁ sarva-bhūteṣu na me dveṣyo 'sti na priyaḥ (BG 9.29), Él no tiene enemigos. Nadie puede ser Su enemigo. Si alguien es enemigo de Kṛṣṇa, Kṛṣṇa lo vencerá. Por eso, Kṛṣṇa no tiene enemigos. ¿Por qué entonces participó en la batalla? Porque quería que Yudhiṣṭhira Mahārāja, aquel rey piadoso, ocupase el trono. Esa es la misión de Kṛṣṇa. Yadā yadā hi dharmasya glānir bhavati (BG 4.7), paritrāṇāya sādhūnāṁ vināśāya ca duṣkṛtām dharma-saṁsthāpanārthāya (BG 4.8).

Otro nombre de Yudhiṣṭhira Mahārāja era Dharmarāja. Dharmarāja. Dharma-saṁsthāpanārthāya. Para elevar al trono a Mahārāja Yudhiṣṭhira… porque el rey es el representante de Dios. Así lo conciben los Vedas. El rey o el presidente, el jefe del poder ejecutivo, debe ser el representante exacto de Dios. Del mismo modo que el guru es el representante de Dios, también el rey o el presidente son representantes de Dios. En todos los planetas… porque en todo planeta… Īśāvāsyam idaṁ sarvam (Iso 1). Todo pertenece a Dios. Bhoktāraṁ yajña-tapasāṁ sarva-loka-maheśvaram (BG 5.29): “Yo soy el propietario Supremo de todos los planetas”.

Todos los planetas son propiedad de Kṛṣṇa. Por lo tanto, para gobernar este planeta tiene que haber un rey que sea un representante de Kṛṣṇa. La misión del rey o del presidente es velar porque los ciudadanos, erróneamente han venido al mundo material para disfrutar del placer de los sentidos, y el rey debe educarles, formarles de tal manera que puedan ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Esa es la responsabilidad del rey. Es también la responsabilidad del padre. Y del mismo modo, es la responsabilidad del guru, del maestro espiritual. Es la responsabilidad de los familiares. Supongamos que alguien no tiene padres, ni padre, ni madre, entonces, los familiares son responsables de él. Es la responsabilidad del rey.

El objetivo es educar a los ciudadanos en cómo ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Porque vienen de Dios… Kṛṣṇa-bahirmukha hañā bhoga vāñchā kare (Prema-vivarta). Han venido al mundo material a disfrutar de la gratificación de los sentidos. Y van vagando por todo el Universo, sin pensar más que: “¿Dónde hay una mejor gratificación para mis sentidos?”. Pero nunca están felices con la gratificación de los sentidos. No es posible. Han olvidado la verdadera felicidad. La verdadera felicidad no es la gratificación de los sentidos. Esto se explica en el Bhagavad-gītā: sukham ātyantikaṁ yat tad atīndriyaṁ grāhyam (BG 6.21). La verdadera felicidad debe entenderse más allá de la gratificación de los sentidos. No en la gratificación de los sentidos. Por eso, verán que nadie es feliz, aunque tengan facilidades para disfrutar de la gratificación de los sentidos. Pregunten a cualquiera: “¿Estás plenamente satisfecho?”. No. No es posible. Porque eso no es felicidad. Es ilusión. Ilusión. Tomamos por felicidad cosas falsas. Eso no es felicidad. La felicidad más allá de la gratificación de los sentidos. Sukham ātyantikaṁ yat tad atīndriyaṁ grāhyam.

Atīndriya significa los sentidos cuando están purificados, cuando tratan de disfrutar con esos sentidos, eso es verdadera felicidad. Es la verdadera felicidad. Es como si tienen la lengua enferma, o si están enfermo, no pueden saborear el verdadero gusto del rasagullā. Porque la lengua no lo sabe degustar, no puede disfrutarlo. Del mismo modo, mientras tengan los sentidos enfermos, no podrán disfrutar de los sentidos. Tendrán que purificarlos. Y ese método purificatorio es la conciencia de Kṛṣṇa. Purifiquen sus sentidos. Sarvopādhi-vinirmuktaṁ tat-paratvena nirmalam (CC Madhya 19.170). Nirmalam significa purificado.

Y, ¿cómo purificar esas cosas? Sarvopādhi-vinirmuktam. Tienen que estar libres de todas las designaciones. Falsas identificaciones. Ahora mismo estoy pensando: “Está es mi mano, soy estadounidense, y por eso, esta mano, está es mi mano estadounidense, o soy hindú y está es mi mano hindú”. Tienen que olvidar eso, esta mano no es ni estadounidense, ni africana, ni hindú, esta mano pertenece a Kṛṣṇa. Esto es purificación.

Mientras ocupen la mano bajo la influencia de la ilusión, en el servicio de Estados Unidos, o en el servicio de la India, nunca obtendrán felicidad. Tienen que purificar la mano: “Esta mano pertenece a Kṛṣṇa, por eso, hay que ocuparla en limpiar el templo con la mano”, entonces estarán satisfechos. Satisfechos entonces. Y lo mismo con la lengua, con las piernas, con todos los sentidos. Y cuando se hayan purificado de todas esas falsas designaciones, sarvopādhi-vinirmuktaṁ tat-paratvena nirmalam (CC Madhya 19.170), cuando con esos sentidos purificados ocupen los sentidos, hṛṣīkeṇa hṛṣīkeśa-sevanam, al servicio del amo de los sentidos entonces serán felices. Eso es el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa. De otra manera, nunca serán felices.

De modo que, el representante de Dios, el rey, ocupa un cargo de gran responsabilidad.. el rey o el presidente. Pero tan pronto como acepten su cargo para complacer sus propios sentidos. serán acusados de tantas cosas. De modo que, cuando ellos mismos están purificados... Por eso, Kṛṣṇa quería un alma así purificada como Mahārāja Yudhiṣṭhira. El cargo debía ser para él. El trono era para él. Esa es la batalla de Kurukṣetra —para hacer a la gente feliz. Kṛṣṇa es adorado, jagad-dhitāya: Viene en beneficio de todos.

namo brahmaṇya-devāya
go-brāhmaṇa-hitāya ca
jagad-dhitāya kṛṣṇāya
govindāya namo namaḥ
(Viṣṇu Purāṇa 1.19.65)

Jagad-dhitāya. Viene por el bienestar de todo el mundo.

A veces es necesario participar en la política. Pero a menos que uno esté perfectamente libre de toda designación, estará implicado en la política. Si me convierto en un político estadounidense o hindú, entonces estaré implicado. Pero si me convierto en un político en nombre de Kṛṣṇa, entonces no estaré implicado. Si mi objetivo es satisfacer a Kṛṣṇa... La misión de Kṛṣṇa es, que Él dice: sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja (BG 18.66). Si enseñamos a la gente esta filosofía, que: “Te rindes a Dios, ya sea por la política o por la filosofía o por la cultura o por cualquier cosa”, eso es la perfección. Si le enseñan a la gente que: “Te crees estadounidense, te crees indio, te crees hindú, te crees cristiano”, eso nunca les dará la felicidad, porque está contaminado. Sarvopādhi-vinirmuktaṁ tat-paratvena... (CC Madhya 19.170). Por eso Mahārāja Yudhiṣṭhira fue exaltado.

Ahora concluye que las cosas se han deteriorado. No es por culpa de Mahārāja Yudhiṣṭhira, sino del tiempo. Al igual que cuando hay una estación de invierno, por muy inteligente que sean, no pueden controlar el proceso del trabajo de la naturaleza. Kali-yuga es también otra fase de este mundo material. Así que vio que las cosas se han deteriorado. Pure ca rāṣṭre ca gṛhe tathātmani. “Las cosas se han deteriorado. Ahora están llenas de estas actividades pecaminosas”. ¿Qué es eso? Lobha anṛta jihma y hiṁsa. “La gente se está volviendo demasiado”, quiero decir, “envidiosa, demasiado diplomática, demasiada falsedad, y así las cosas se deterioran, no sólo a nivel estatal, familiar y personal; todo se deteriora”. Después de todo, uno tiene que retirarse. Uno tiene que re... llegó a la conclusión de que ahora debería retirarse.

Ahora la pregunta puede ser: “Un rey así, ¿por qué debe retirarse?”. Esa pregunta la plantearon los ṛṣis en Naimiṣāraṇya sobre Parīkṣit Mahārāja. Pero la respuesta es que tiene que cumplir con su deber. Mientras esté, debes esforzarse por hacer las cosas según la prescripción, según el mandato. Pero también es su deber retirarse de la vida familiar. Por lo tanto Yudhiṣṭhira Mahārāja... no es que tenga que trabajar hasta el punto final de su vida. No. La vida está dividida —eso es la civilización védica— brahmacārī, gṛhastha, vānaprastha, sannyāsa.

Al final de la vida, uno debe retirarse de la vida familiar. Por eso Yudhiṣṭhira Mahārāja decidió: “Ahora las cosas se están deteriorando”. Pero de eso se encargó Parīkṣit Mahārāja, su siguiente descendiente. Ese es el deber del rey. Pero en lo que respecta a Yudhiṣṭhira Mahārāja, no quiso molestarse más, porque también tiene su deber personal. Eso es el retiro: dedicarse completamente al servicio del Señor.

Todo el mundo debería jubilarse a cierta edad. Pañcāśordhvaṁ vanaṁ vrajet. Tan pronto como uno tiene cincuenta años, debe retirarse. Debe retirarse. No es que diga: “Tengo este deber, aquel deber, aquel deber”. No. Dentro de esta edad, cualquier deber que pueda realizar, está bien. Luego, retirarse. Esa es la civilización védica. Yudhiṣṭhira Mahārāja concluyó retirarse del servicio.

Muchas gracias.

'Devotos: Jaya. Todas las glorias a Prabhupād... (cortado) (fin)