ES/750112 - Clase SB 03.26.35-36 - Bombay


His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda


750112SB - Bombay, 12 enero 1975 - 31:47 minutos



Nitāi: (dirige el canto de verso, etc.) (los devotos repiten)

nabhasaḥ śabda-tanmātrāt
kāla-gatyā vikurvataḥ
sparśo 'bhavat tato vāyus
tvak sparśasya ca saṅgrahaḥ
(SB 3.26.35)

Sonido. (pausa) (01:11)

“De la existencia etérea, resultado de la evolución del sonido, se produce la siguiente transformación bajo el impulso del tiempo, y de este modo adquiere relevancia la sensación del tacto como elemento sutil, y a partir de ella, el aire y el sentido del tacto”.

Prabhupāda:

nabhasaḥ śabda-tanmātrāt
kāla-gatyā vikurvataḥ
sparśo 'bhavat tato vāyus
tvak sparśasya ca saṅgrahaḥ
(SB 3.26.35)

Se va explicando todo, elemento tras elemento, las cosas sutiles, cambian del éter, del sonido, la percepción de los sentidos. En el espacio también hay éter, y la presencia del éter la podemos entender por el sonido. El sonido se produce debido al éter. Y cuando se desarrolla más, crea la percepción sensorial del tacto. Śabda, sparśa, después rūpa, rūpa, después gandha. De este modo se vuelve tangible o visible la existencia material. Rūpa es la última fase. Gandha, no rūpa, gandha. Rūpa, rasa, rasa. Entonces, después de sparśa surgirá la manifestación de rūpa, la forma, y después de la forma viene el sabor, y después del sabor viene gandha. Los elementos se explicarán uno tras otro.

(al lado:) Puedes también leer el significado.

Nitāi: “Con el paso del tiempo, cuando las formas sutiles se transforman en formas densas, se convierten en los objetos del tacto. Estos, junto con el sentido del tacto, también se forman después de esa evolución en el tiempo. El primer objeto de los sentidos que manifiesta su existencia material es el sonido; de la percepción sonora se manifiesta la percepción táctil, y de esta, la percepción visual. Así se produce la evolución gradual de los objetos de nuestra percepción”.

Prabhupāda: Puedes leer el verso siguiente. Mṛdutvaṁ kaṭhinatvaṁ ca.

Nitāi: (dirige el canto de verso, sinónimos, etc.)

mṛdutvaṁ kaṭhinatvaṁ ca
śaityam uṣṇatvam eva ca
etat sparśasya sparśatvaṁ
tan-mātratvaṁ nabhasvataḥ
(SB 3.26.36)

“Lo blando y lo duro, el calor y el frío son los atributos diferenciadores del tacto, que se caracteriza como forma sutil del aire”.

Prabhupāda:

mṛdutvaṁ kaṭhinatvaṁ ca
śaityam uṣṇatvam eva ca
etat sparśasya sparśatvaṁ
tan-mātratvaṁ nabhasvataḥ
(SB 3.26.36)

Todo esto son diversas transformaciones de la existencia etérea. El Bhagavad-gītā dice: mātrā-sparśās tu kaunteya śītoṣṇa-sukha-duḥkha-dāḥ (BG 2.14). Nuestros sufrimientos y placeres materiales los sentimos debido a este sparśa, la disposición del éter y la transformación de las actividades etéreas. En realidad, no tiene nada que ver con el alma espiritual. El alma espiritual no se ve afectada por todo esto. Es simplemente cuestión de comprensión. Grandes devotos como Bharata Mahārāja o Prahlāda Mahārāja, Haridāsa Ṭhākura, debido a su inmenso avance en la conciencia espiritual, no fueron tocados por las actividades etéreas del cuerpo externo. También en el mundo occidental, el Señor Jesucristo, que fue crucificado, pero nada de aquello le tocó.

Eso es algo que se debe practicar, no debemos perturbarnos por las transformaciones del éter en contacto con la piel y vernos con ello perturbados en nuestras actividades cotidianas de servicio devocional. Eso se llama sthita-prajña. Se emplea esta palabra en el Bhagavad-gītā, sthita-prajña. El devoto es sthita-prajña. No debe dejarse perturbar por esta condición material o el cambio de actividades etéreas. Debemos estar firmemente establecidos, ātma-stha, ātma-stha. Y entonces nuestro progreso en la vida espiritual no se verá obstaculizado. En realidad, como se afirma en el Śrīmad-Bhāgavatam: ahaituky apratihatā.

sa vai puṁsāṁ paro dharmo
yato bhaktir adhokṣaje
ahaituky apratihatā
yenātmā suprasīdati
(SB 1.2.6)

Este verso explica que cuando estamos firmemente establecidos en la práctica del servicio devocional, esa es la forma más trascendental de religión.

Hay muchos sistemas religiosos: la religión hindú, la religión musulmana, la religión cristiana, pero todo ello son conceptos materiales de la religión. El concepto material significa que estamos en el mundo material y, a través de un proceso o sistema, tratamos de comprender a Dios. Eso es lo que se llama religión. Dharmaṁ tu sākṣād bhagavat-praṇītam (SB 6.3.19). El esfuerzo por entender a Dios y Sus leyes, eso es religión. No importa si se pone en práctica a través de un sistema denominado religión hindú o un sistema denominado religión musulmana o un sistema denominado religión cristiana. Si el objetivo es el mismo, Adhokṣaja, entonces ese proceso es una religión de primer orden. Si simplemente nos ceñimos a un sistema sin hacer ningún progreso hacia el objetivo de comprender Adhokṣaja, entonces todo es śrama eva hi kevalam.

dharmaḥ svanuṣṭhitaḥ puṁsāṁ
viṣvaksena-kathāsu yaḥ
notpādayed ratiṁ yadi
śrama eva hi kevalam
(SB 1.2.8)

No se queden estancados en un sistema. El sistema lo necesitan, siempre y cuando progresen hacia la comprensión del Supremo. Pero si se limitan a seguir el sistema, pero no avanzan en lo que se refiere a la comprensión del Supremo, entonces, conforme al Śrīmad-Bhāgavatam o conforme al testimonio védico, simplemente están trabajando por amor al arte. No tiene ningún valor lo que hacen. Por lo tanto, el Bhāgavata dice: “Ese es un sistema religioso de primer orden”. No importa que lo llamen hindú, musulmán, cristiano o budista. “Es la religión de primera orden aquel que te ayuda a progresar en la comprensión de Adhokṣaja”. Adhokṣaja, es otro nombre de Kṛṣṇa. Adhokṣaja significa aquel tema que no se puede comprender simplemente mediante la especulación mental o mediante el conocimiento empírico, mediante el ejercicio de un conocimiento empírico. Eso es lo que se llama Adhokṣaja. Adhah-kṛtaṁ akṣa-jaṁ yatra. (?)

Tenemos que acercarnos a ese Adhokṣaja. Hay diferentes etapas de conocimiento: pratyakṣa, parokṣa, aparokṣa, adhokṣaja, aprākṛta. Tenemos que acercarnos al aprākṛta, a lo trascendental, que está por encima de la naturaleza material. Adhokṣaja es casi lo más cerca, los grados inferiores de conocimiento, pratyakṣa, parokṣāparokṣa. Se dan en el nivel de kaniṣṭha-adhikāra.

arcāyām eva haraye
yaḥ pūjāṁ ahate
na tad-bhakteṣu cānyeṣu
sa bhaktaḥ prākṛtaḥ smṛtaḥ
(SB 11.2.47)

La fase prākṛta es el conocimiento pratyakṣa, la percepción directa; y el conocimiento que se recibe de paramparā… Pratyakṣa, parokṣa, aparokṣa, la autorrealización, luego adhokṣaja, y aprākṛta. La conciencia de Kṛṣṇa es conocimiento aprākṛta. Es el plano más elevado en el conocimiento de Kṛṣṇa, el conocimiento aprākṛta. Entonces, mientras estemos en el del conocimiento adhokṣaja, es decir, los principios regulativos. Tenemos que seguir estrictamente los principios regulativos. Y el conocimiento aprākṛta es para los paramahaṁsas. Eso es lo que se llama rāga-bhakta. En esos niveles, pratyakṣa, parokṣa, se les llama viddhi-bhakti. Pero sin viddhi-bhakti no pueden alcanzar el plano de rāga-bhakti, aunque ese es nuestro objetivo. Rāgānugā, el rāga-bhakti se pone en práctica siguiendo las huellas de los devotos de Vṛndāvana. Eso se llama rāga-bhakti. De los acompañantes personales de Kṛṣṇa. No para convertirnos directamente en el asociado personal de Kṛṣṇa, pero siguiendo las huellas de los asociados eternos de Kṛṣṇa, de ese modo podemos elevarnos al plano de rāga-bhakti. Eso se llama parā-bhakti. Parā-bhakti es necesario.

brahma-bhūtaḥ prasannātmā
na śocati na kāṅkṣati
samaḥ sarveṣu bhūteṣu
mad-bhaktiṁ labhate parām
(BG 18.54)

El movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa es un desarrollo gradual hacia la etapa de rāga-bhakti o parā-bhakti. Entonces la vida es un éxito. De ese modo no debemos dejarnos perturbar por las interacciones etéreas. Como se afirma en este verso: mṛdutvaṁ kaṭhinatvaṁ ca śaityam uṣṇatvam eva ca. Estas cosas nos perturban. Supongamos que estamos tendidos en el suelo. Es kaṭhinatvam: es muy duro. Pero nos dan una almohada o un buen colchón, eso es mṛdutvam. De manera similar, śītoṣṇa. El agua, a veces se siente muy fría, mientras que otras veces la sentimos muy caliente. El agua es la misma; de acuerdo con el cambio de disposición del éter, el agua adquiere distintas posiciones, o condiciones. Y es fuente de sufrimientos y placeres en función de ese tacto, de la piel. La piel es tacto. Entonces, si entendemos perfectamente que: “Yo no soy el cuerpo”, eso requiere un nivel de comprensión, ātmānubhūti.

Cuanto más progresamos en la conciencia espiritual, más nos situamos en el plano de ātma-stha. Eso se llama sthita-prajña. A partir de ahí ya no nos veremos perturbados. Y debemos practicar el no dejarnos perturbar por estas condiciones o transformaciones del éter. Porque no pertenecemos, como almas espirituales, ahaṁ brahmāsmi, no pertenecemos a los elementos materiales, pero nos hemos habituado a ello. Y mediante la práctica tengo que elevarme al nivel espiritual. Y durante la práctica se requiere tolerancia. Eso es lo que se llama bhajana, sādhana o tapasya, austeridad, penitencia, tolerancia. Hay cosas que nosotros no somos, pero de una u otra forma, nos hemos identificado con tales cosas materiales, y para practicar nuevamente, para llegar al plano espiritual, esa tolerancia es lo que se denomina tapasya. Ese es el significado de tapasya. Tapaḥ significa dolor, sufrimiento, aceptar voluntariamente algún sufrimiento. Es como el sannyāsa, kali-kāra (?). En esta era es muy difícil. Pero Caitanya Mahāprabhu nos dio el ejemplo, Él se acostaba en el suelo. Su devoto quiso darle una manta, una ropa de cama suave, pero se negó. No lo aceptó. Caitanya Mahāprabhu nos está enseñando. Caitanya Mahāprabhu es el maestro. Āpani ācari 'prabhu jīvere śikhaila. Pero, aun así, es muy difícil seguir estrictamente. Pero debemos intentar seguirlo en la medida de lo posible.

Por eso Caitanya Mahāprabhu nos ha enseñado: tṛṇād api sunīcena taror api sahiṣṇunā (CC Adi 17.32, Śikṣāṣṭaka 3). Debemos ser tolerantes como un árbol, o más que un árbol. Los árboles están al aire libre y hay tantos disturbios: tormentas, calor abrasador y alguien le quita las hojas, hay quien los corta, pero el árbol no protesta, tolera. Este es un ejemplo de tolerancia muy bueno. Entonces, para poner en práctica nuestra conciencia espiritual, o nuestra conciencia de Kṛṣṇa, tenemos que aprender a tolerar. La tolerancia, como nos aconseja el Bhagavad-gītā: tāṁs titikṣasva bhārata:(BG 2.14): “No te dejes perturbar”. Es como el brāhmaṇa o el sannyāsī tienen que bañarse tres veces al día. Y si hace mucho frío, eso no significa que él va a dejar de bañarse tres veces al día, temprano por la mañana. Tiene que hacerlo. Eso se llama tolerancia. Este es un ejemplo de tolerancia. Hace un frío intenso, un frío helado, pero tengo el deber de bañarme temprano por la mañana. De modo que tengo que tolerarlo. Debo tolerar ese frío helado y, aun así, me voy a bañar. A esto se le llama tapasya. No que: “Hace mucho frío, no me baño”. No, eso no se permite. Entonces se están quedando atrás. Tienen que bañarte. Por supuesto, si la persona está muy enferma, eso es otra cosa. Por eso, por lo general Kṛṣṇa aconseja: tāṁs titikṣa… Mātrā-sparśās tu kaunteya śītoṣṇa-sukha-duḥkha-dāḥ, anityāḥ (BG 2.14). Anitya. Anitya significa que no son permanentes. Āgamāpāyino 'nityāḥ. Son cambios estacionales. Cosas que vienen y van. Simplemente disposiciones del éter, debemos saber, que son disposiciones externas. Es más bien una ilusión.

La disposición externa significa ilusión. No tenemos nada que ver con eso. Pero debido especialmente a este Kali-yuga, nos vemos muy afectados por estas perturbaciones externas. Y esas perturbaciones a veces nos obligan a olvidar nuestra relación con el Supremo, y eso se llama ilusión, eso se llama māyā. Pero si somos estrictos seguidores del proceso de conciencia de Kṛṣṇa… Lo cual es fácil de hacer en Kali-yuga. Kīrtanād eva kṛṣṇasya mukta-saṅgaḥ paraṁ vrajet (SB 12.3.51). Kīrtanād eva kṛṣṇasya. Si cantamos estrictamente el mantra Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare / Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare. Es algo que se recomienda especialmente para los hombres de la era actual. Entonces nos volvemos mukta-saṅga. Mukta-saṅga significa que, aunque estamos en el mundo material, no estamos en contacto con él. Eso es lo que se llama mukta-saṅga. Mukta-saṅgaḥ paraṁ vrajet. Permanecemos libres del contacto con la contaminación material y poco a poco alcanzamos la perfección. Entonces podemos elevarnos al mundo espiritual.

Lo que este movimiento Hare Kṛṣṇa busca, siguiendo los pasos de Śrī Caitanya Mahāprabhu.

harer nāma harer nāma harer nāmaiva kevalam
kalau nāsty eva nāsty eva gatir anyathā
(CC Adi 17.21)

Todo esto según los mandamientos védicos. Este movimiento Hare Kṛṣṇa no es algo que nosotros nos hayamos inventado. Esto es seguir realmente los principios védicos. Así lo dice el Agni-Purāṇa, Brahmāṇḍa-Purāṇa, Brahma-vaivarta-Purāṇa, el Kali-santaraṇa-Upaniṣad. Hay muchas Escrituras védicas que aconsejan este canto de Hare Kṛṣṇa. A veces dicen: “Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare”; otras veces dicen “Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare”. La gente se pregunta cuál de los dos hay que cantar primero. Cualquiera de los dos, lo pueden pronunciar. Tanto si cantan Hare Kṛṣṇa como si cantan Hare Rāma al principio, eso no importa. No hay diferencia entre los santos nombres de Kṛṣṇa y Rāma. Pero a pesar de ello, hay una distinción. En el śāstra se dice que: “Si cantan mil veces el nombre del Señor Viṣṇu, eso equivale a cantar una sola vez un nombre del Señor Rāma”. Sahasra, sahasra, Viṣṇu-sahasra-nāma. Y si cantan tres veces el nombre del Señor Rāma, equivale a cantar una vez el nombre de Kṛṣṇa. Esa es la declaración de los śāstras.

De modo que, tanto si cantan el nombre de Viṣṇu o el nombre del Señor Rāma o el nombre del Señor Kṛṣṇa, no hay diferencia, porque personas distintas se vuelven devotas de formas distintas. A veces son devotos del Señor Rāmacandra, quieren adorar a Sītā-Rāma. Eso también es bueno. Hay quienes quieren adorar a Lakṣmī-Nārāyaṇa, lo cual también es bueno. Y hay quienes quieren adorar a Rādhā-Kṛṣṇa, lo cual es también lo mismo. No hay diferencia. Rāmādi-mūrtiṣu kalā-niyamena tiṣṭhan nānāvatāram akarod bhuvaneṣu kintu, kṛṣṇaḥ svayaṁ samabhavat (BS 5.39). Hay muchísimas manifestaciones de Viṣṇu, advaitam acyutam anādim ananta-rūpam (BS 5.33), pero la manifestación original o Kṛṣṇa original… Kṛṣṇas tu bhagavān svayam (SB 1.3.28). En realidad, cuando hablamos de Bhagavān, nos referimos a Kṛṣṇa. Las expansiones de Kṛṣṇa también son Bhagavān. Y aquellos que son muy, muy poderosos, como el Señor Śiva, el Señor Brahmā, Nārada y muchos otros devotos y sabios, también a ellos a veces se les da este calificativo de Bhagavān en los śāstras. Pero no a los hombres corrientes. Los hombres comunes no pueden volverse Bhagavān. Eso no es posible. Pero todos podemos llegar a ser devotos muy elevados. Como Nārada Muni. En su vida anterior, había sido hijo de una sirvienta, ni siquiera había nacido en una familia brāhmaṇa. Pero gracias a la buena compañía de los devotos, en su siguiente vida llego a ser Nārada Muni, el maestro espiritual de tantísimos devotos muy elevados. El nombre de Nārada Muni lo escuchamos en relación con Prahlāda Mahārāja, con Dhruva Mahārāja y con muchos otros devotos. Todo el mundo tiene esa potencia, como Nārada Muni. No importa dónde han nacido, Nārada Muni nació como hijo de una sirvienta, pero gracias a las buenas compañías… Satāṁ prasaṅgān mama vīrya-saṁvidaḥ. Por buena asociación, en su siguiente vida nació como Nārada.

De modo que sat-saṅga es una asociación muy importante. Por eso hemos llamado a esta “sociedad para la conciencia de Kṛṣṇa”. Cualquiera puede unirse. No importa lo que sea esa persona. Y de hecho eso es lo que hacemos en la práctica. Hacemos miembros de todas partes del mundo sin ninguna distinción. Las distinciones se dan en el plano material. Esas diferencias no se hacen en el plano espiritual. Paṇḍitāḥ sama-darśinaḥ (BG 5.18). Samaḥ sarveṣu bhūteṣu. Esa es la visión del devoto. Ellos ven solamente el alma espiritual, parte integral de Kṛṣṇa. Su simpatía va dirigida al alma espiritual: “Aquí hay un alma espiritual, y es parte integral de Kṛṣṇa. Ahora está atada por este cautiverio material, voy a tratar de rescatarla”. Prahlāda Mahārāja dice: śoce tato vimukha-cetasa, māyā-sukhāya bharam udvahato vimūḍhān (SB 7.9.43). Son necios. Piensan que atados al cautiverio material van a ser felices. No es posible. Por eso, los vaiṣṇavas, como Prahlāda Mahārāja y sus seguidores, ellos piensan muy seriamente en estas almas condicionadas caídas y tratan de rescatarlas. Y en Kali-yuga es muy fácil. Como ya he explicado: kaler doṣa-nidhe rājann asti hy eko mahān guṇaḥ: “Kali-yuga es un océano de defectos. Hay defectos por todas partes, se suceden continuamente, uno tras otro. Pero hay un beneficio”, doṣa-nidhe asti hy eko mahān guṇaḥ, “una cualidad muy buena”. ¿Cuál es? Kīrtanād eva kṛṣṇasya mukta-saṅgaḥ paraṁ vrajet: “No tienen que hacer nada más. Basta con que canten el mantra Hare Kṛṣṇa”, kīrtanād eva kṛṣṇasya (SB 12.3.51), “de ese modo se liberan del cautiverio material y van de regreso al hogar, de vuelta a Dios”. Lo único que pedimos a todos los aquí presentes es cantar este mahā-mantra:

Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare
Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare

Muchas gracias.

Devotos: ¡Jaya! (cortado) (fin).