ES/750226 - Clase BG 13.03 - Miami

His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda



750226BG-Miami, 26 febrero 1975 - 41:18 minutos



Nitāi: “¡Oh, vástago de Bharata! debes saber que Yo también soy el conocedor que está en todos los cuerpos, y que entender el cuerpo y a su propietario se denomina conocimiento. Ésa es Mi opinión”.

Prabhupāda:

kṣetra-jñaṁ cāpi māṁ viddhi
sarva-kṣetreṣu bhārata
kṣetra-kṣetrajñayor jñānaṁ
yat taj jñānaṁ mataṁ mama
(BG 13.3)

La noche pasada hablamos acerca de las preguntas de Arjuna al Señor Kṛṣṇa. Tenía seis preguntas. Una pregunta es: ¿Qué es esta naturaleza, la naturaleza material prakṛti? Y otra pregunta es, puruṣaṁ, el ser vivo o el ser humano. El ser humano o el ser vivo. Realmente el ser vivo, pero especialmente la humanidad, tratan de explotar la naturaleza material. ¿Qué es esta naturaleza material, y que son estos seres vivos que intentan explotarla? Dos preguntas. La tercera: kṣetram, el campo de actividades. Pueden tomarlo como el cuerpo, o como su país, o como su propiedad, como ustedes… Eso se denomina kṣetra. Y kṣetra-jña significa el propietario o el conocedor. Cuatro preguntas. Y el jñānam y jñeyam: el conocimiento y el objeto de conocimiento, ¿cuál es el objeto de conocimiento? Estas seis preguntas se presentan ante Kṛṣṇa, el maestro espiritual de Arjuna.

La primera respuesta fue, que Kṛṣṇa dijo: idaṁ śarīraṁ kaunteya kṣetram ity abhidhīyate (BG 13.2). El cuerpo. Es una pregunta muy simple y una respuesta muy simple. Uno tiene que meditar sobre ello, y las cosas estarán muy claras. Él dijo que kṣetra significa “el campo de actividades”. Kṣetra… Se llama kṣetra. Tal como un labrador, el agricultor y el campo, es llamado el…, ¿cómo se llama, labrador? ¿El kṛśan? ¿El agricultor que trabaja el campo?

Devoto: ¿Granjero?

Prabhupāda: Granjero, sí. El granjero y el campo. El agricultor sabe que: “Yo estoy trabajando en este campo y habrá una producción, y yo la disfrutaré”. Así el granjero y la granja, dos cosas diferentes. El granjero nunca piensa que: “Yo soy la granja”. Él nunca se confunde. Nosotros tampoco cometemos ese error. Tal como si yo veo este dedo, digo: “Es mi dedo”. Nadie dice: “Yo dedo”. Nadie lo dice. Hasta si preguntan a un niño, pueden preguntarle: “Mi querido niño, ¿qué es esto?” él contestara de inmediato: “Mi dedo”. Así que el conocedor, de que: “Yo no soy este cuerpo. Yo soy el propietario o el dueño o el ocupante del cuerpo”, es un conocimiento muy simple. ¿Quién dice que “yo soy este cuerpo”? Todo el mundo dice: “Mi cuerpo, mi cabeza, mi mano, mi pierna”. Pero aun así están confusos, sobre el hecho de que “yo soy este cuerpo”. Ya ven, una cosa tan simple. ¿Quién dice: “Yo cuerpo”? Todos dicen “mi cuerpo”. Y, aun así, se identifican con este cuerpo. Esto se denomina ilusión, māyā.

Y el mundo entero se mueve bajo este concepto erróneo de vida: “Yo cuerpo”. Saben que es “mi cuerpo”, pero, aun así, dicen: “Yo cuerpo”. “Soy indio, soy estadounidense, soy blanco, soy negro, soy esto, soy aquello”. No. No son ni indios, ni estadounidenses, ni blancos, ni negros, ni gordos, ni delgados. Es su cuerpo que es negro, blanco, gordo, delgado o lo que sea. Eso es conocimiento. Esto es conocimiento. Pero el mundo entero carece de este conocimiento y, por lo tanto, hay confusión. Todos, aunque saben que no son el cuerpo, todo el mundo lo sabe. Pero cuando el padre muere, los hijos lloran: “Mi padre se ha ido”. ¿Dónde se ha ido su padre? Su padre está acostado en la cama. ¿Por qué dicen que mi padre se ha ido? Sin embargo, saben realmente que su padre se ha ido; este es el cuerpo del padre. Pero durante toda la vida nunca pensaron que: “Mi padre es diferente del cuerpo”. Esto es ignorancia.

Y alguien que entiende este hecho, que: “Mi padre es diferente del cuerpo de mi padre”, o que: “Yo soy diferente de mi cuerpo…”. Por eso, Kṛṣṇa, kṣetra-kṣetrajñayor jñānaṁ yat taj jñānaṁ mataṁ mama (BG 13.3). Eso es verdadero conocimiento. A menos que uno llegue a este punto, que comprenda que no es este cuerpo, que es el ocupante del cuerpo o el propietario del cuerpo… No el propietario; el que lo ocupa. El propietario es Dios. Como en una casa, ya lo he explicado, hay dos personas. Un ocupante, un inquilino, y el propietario, el dueño. Así mismo, este cuerpo me lo ha dado Dios, para que lo use. Tal como un agricultor toma una tierra del gobierno y la cultiva y produce su alimento, sus granos. Pero sabe que: “Aunque yo soy el ocupante de este campo, el verdadero dueño es el propietario”. Del mismo modo, si comprendemos este hecho, que Dios me ha dado este cuerpo para trabajar según mis deseos, pero el cuerpo no es mi propiedad, es la propiedad de Dios, Kṛṣṇa -esto es conocimiento. Y si la propiedad es de Kṛṣṇa se debe usar para el beneficio de Kṛṣṇa, no para mi beneficio. Puedo tomar unos beneficios de ella como prasādam de Kṛṣṇa, lo que Kṛṣṇa quiera darme. Tal como el propietario de la casa, pero la casa es usada por el propietario porque yo estoy pagando el alquiler. Pago el alquiler. El alquiler no es mío, es para beneficio del propietario. O, si ocupo algunas tierras del gobierno y trabajo en ellas, pero el beneficio va para el gobierno; yo solamente tomo algunos beneficios de ellas. Algo simple. Y si entendemos que: “Yo no soy el propietario del cuerpo, soy simplemente el ocupante, el inquilino y el alquiler debe pagarse al propietario para su beneficio”, del mismo modo, pueden tomar este cuerpo o el mundo entero, no es propiedad de nadie. Es propiedad de Dios. De hecho, esa es la realidad. Ustedes, los europeos, Colón vino a América, pero no era su propiedad, ni la propiedad de su padre. Era la propiedad de Dios. Y llegaron hasta aquí y la han ocupado. Está bien. Pero no pueden reclamar que sea su propiedad, la de ninguna tierra en ningún lugar, ya sea América o cualquier lugar. Pero por desgracia, lo estamos afirmando: “Esto es mi propiedad, esto es nuestra propiedad. ¿Por qué tuvieron que venir aquí? ¿Cómo es su propiedad?”

Así pues, esto es la conciencia de Kṛṣṇa: Entender realmente que cualquier cosa que usamos en el mundo pertenece a Dios. Īśāvāsyam idaṁ... Esta es la filosofía védica. Īśāvāsyam idaṁ sarvam (ISO mantra 1). Sarvam, todo. Todo pertenece a Dios. Esta es la verdadera filosofía. Desafortunadamente, todos nosotros estamos afirmando que: “Esto es mi propiedad, esto es nuestra propiedad, esto es propiedad de mi nación, esto es propiedad de mi comunidad”, pero esa no es la realidad. La realidad es que todo es propiedad de Dios. Simplemente se me ha dado un contrato de arrendamiento para utilizarlo correctamente y pagar los impuestos o el alquiler al propietario. Es mi deber.

Por lo tanto, según los principios védicos se deben ofrecer sacrificios. Yajñārthāt karmaṇo 'nyatra loko 'yaṁ karma-bandhanaḥ (BG 3.9). Yajña significa ofrecer sacrificios al Señor. En todas las religiones hay un proceso de sacrificio, conforme a sus ceremonias rituales. Sacrificio significa satisfacer al verdadero propietario o al gobierno. Eso se denomina sacrificio. Yo gano algo y un porcentaje de mis ingresos, lo sacrifico en beneficio del gobierno o del propietario. ¿Por qué no para Dios que es el verdadero propietario? ¿Cuál es la razón por la que se niegan a satisfacer a Dios, el propietario Supremo? ¿Cuál es la razón? Eso se llama ignorancia. En realidad, todo pertenece a Dios. Yo no he fabricado esta tierra, ni el agua, ni el agua en el mar, ni el aire, ni el cielo. Y todo está compuesto de estos cinco elementos, todo lo que puedan pensar. Como este micrófono. ¿Qué es un micrófono? Es un producto que es mezcla de tierra, agua, aire, fuego, cielo, eso es todo. El metal es tierra, y lo han derretido en el fuego. El fuego le pertenece a Dios; el material pertenece a Dios. ¿Y por qué ustedes lo han fabricado, se vuelve suyo? No. Supongamos que hay un carpintero que fabrica unos muebles. Hay una persona que le da la madera, le paga un sueldo, los costos del trabajo. Cuando se fabrica, ¿de quién es esa propiedad? ¿Pertenecerá al carpintero, o al propietario que le ha dado las facilidades? Estas son cosas muy simples.

Por lo tanto, el movimiento de conciencia de Kṛṣṇa es para hacer entender a la gente que todo pertenece a Dios, Kṛṣṇa. Nada es de ustedes, solo pueden trabajar en Su nombre. Pero el resultado de su trabajo, debe ir a Dios. Karmaṇy evādhikāras tu mā phaleṣu kadācana (BG 2.47). Eso es… Pueden trabajar honestamente para la satisfacción del Señor Supremo. Sva-karmaṇā tam abhyarcya saṁsiddhir labhyate naraḥ (BG 18.46). Si quieren perfeccionar su vida, entonces deben trabajar, pero el resultado debe ir a Dios, o Dios debe estar satisfecho con su trabajo. Esa es la perfección de su vida.

ataḥ pumbhir dvija-śreṣṭhā
varṇāśrama-vibhāgaśaḥ
svanuṣṭhitasya dharmasya
saṁsiddhir hari-toṣaṇam
(SB 1.2.13)

Cada quien trabaja según su capacidad, eso es un hecho. Pero nadie está tratando de ver, si: “Estoy logrando la perfección trabajando de esta forma”. Eso se desea. Y ¿cómo se puede entender esta perfección? Saṁsiddhir hari-toṣaṇam. Si pueden satisfacer a la Suprema Personalidad de Dios por su trabajo, esa es su perfección. Es su perfección. Tal como, trabajamos de forma habitual, pero quiero ver si el amo está satisfecho. Así mismo, el amo Supremo, el Supremo Señor, es Dios, Kṛṣṇa, y si pueden satisfacerlo por su trabajo, entonces su trabajo es exitoso. Si no, śrama eva hi kevalam (SB 1.2.8), simplemente es una pérdida de tiempo y energía. Esta es la filosofía de la conciencia de Kṛṣṇa, y esto es la realidad. Y Kṛṣṇa dice, por lo tanto, en el siguiente verso, kṣetra-jñaṁ cāpi māṁ viddhi sarva-kṣetreṣu bhārata (BG 13.3).

Tal como un gran propietario que tiene cincuenta casas. El inquilino es el ocupante, pero el dueño de las cincuenta casas es el propietario. Y aquí Kṛṣṇa está diciendo, Dios está diciendo, que la entidad viviente que ocupa este cuerpo, es kṣetra-jñaṁ, el conocedor de la ocupación. Todos saben que estoy ocupando esto. Ya lo he explicado. Esto es mi cuerpo, esta es mi cabeza, esta es mi pierna; estoy aquí. Así pues, ese conocedor es kṣetra-jñaṁ, alguien que conoce y hay otra persona también, que es Kṛṣṇa, Dios. Por lo tanto, Él dice, kṣetra-jñaṁ cāpi māṁ viddhi: “Yo soy también uno de los ocupantes o el propietario del cuerpo”. Por lo tanto, hay dos personas: una persona es el ocupante y la otra persona es el propietario. Por lo tanto, Kṛṣṇa dice, māṁ ca viddhi: “Y también deben entender que Yo también estoy en el cuerpo”.

Está la Súperalma, dentro de este cuerpo, del cuerpo de todo mundo. Así que yo soy una persona individual y ustedes son personas individuales. Ustedes conocen su cuerpo, no lo saben y yo no lo sé, pero hasta ahora sabemos que es mi cuerpo. Sin embargo, no sé lo que está sucediendo dentro de este cuerpo. Comemos los alimentos. Pero cómo se transforman en sangre y luego la sangre en músculos y huesos y tantas otras cosas, una fábrica grande que está funcionando, no lo sabemos. Pero Kṛṣṇa lo sabe, Dios lo sabe, porque Él nos ha dado este cuerpo. Él lo sabe todo. Por consiguiente, Él dice, kṣetra-jñaṁ cāpi māṁ viddhi. Janmādy asya yataḥ (SB 1.1.1). El cuerpo es fabricado por Su agente, la naturaleza material. Nosotros no lo fabricamos. El padre o la madre, nos dan este cuerpo, pero ellos no lo conocen; ni el padre sabe, ni la madre sabe cómo se fabrica este cuerpo. Eso lo conoce Dios, Kṛṣṇa. Él ha puesto en marcha la máquina. Por tanto, Él dice, kṣetra-jñaṁ cāpi māṁ viddhi: “Ustedes son los conocedores de este cuerpo. Yo también soy el conocedor del cuerpo, sarva-kṣetreṣu”. “Ustedes conocen solo su cuerpo; él conoce su cuerpo. Pero Yo conozco su cuerpo, el cuerpo de él, el cuerpo de los otros, el cuerpo de los otros…”. Esto recibe el nombre de Dios: omnisciente, omnipotente. Mis sufrimientos y placeres, yo los entiendo, sus sufrimientos y placeres, ustedes los entienden, pero yo no entiendo sus sufrimientos y placeres, y ustedes no entienden mis sufrimientos y placeres. Sin embargo, Dios conoce sus sufrimientos y placeres y mis sufrimientos y mis placeres, por lo tanto, Él es omnipresente. Si no, por qué acudimos a Dios para ofrecer nuestras oraciones y pedirle: “Mi Señor, estos son mis sufrimientos y placeres. Por favor dame alivio”. Él los conoce y puede dar alivio. Él es todopoderoso y puede dar alivio. Si no, ¿por qué existe el proceso de ir a la iglesia o ir al templo o ir a la mezquita y ofrecer oraciones? Eso es religión. En toda sociedad humana hay algún tipo de religión para ofrecer oraciones al Señor, todos lo saben, cualquiera que sea religioso, porque Él lo sabe todo y lo puede mitigar.

Y Dios viene a informarnos sobre cómo podemos ser felices. Él viene personalmente, o envía a Su hijo o Su devoto. Esto está sucediendo. Estamos engañados por la energía ilusoria. Hemos querido olvidar a Kṛṣṇa, o Dios, para vivir de forma independiente. Y Kṛṣṇa nos da inmensas oportunidades: “Pueden vivir de una manera independiente y hacer lo que quieran. Yo les daré todas las facilidades”. Estas facilidades Él las da, porque está dentro. Sarva-kṣetreṣu bhārata. Él está en el corazón de todos. Yo quiero algo y le ruego a Dios: “Señor, dame esta facilidad. Voy a disfrutar”, Dios no dice que serán felices con su propuesta. Él dice: “No, esta no es buena propuesta. No Me pidan nada fabricado por ustedes. Actúen como yo digo, entonces serán felices”. Tal como un niño. Si un niño dice: “Padre, voy a tocar este fuego”, el padre nunca dirá: “Mi querido hijo, sí tócalo”. El padre dirá: “No. No lo toques el fuego, vas a sufrir”. Pero si insiste, le dará permiso: “Está bien, toca el fuego con el dedo, pero bajo tu responsabilidad”. Eso está sucediendo. Oramos a Dios por la complacencia de nuestros sentidos de la misma manera: “Padre, déjame tocar este fuego”. Pero no lo sabemos. No es el padre que nos lo pide. Y de igual manera, por todo este mundo material esto está sucediendo, que este niño tonto pide al padre: “Dame esta facilidad”. El padre dice: “No, esto no te hará feliz, debes obedecerme”. Sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja (BG 18.66). Ese es Su deseo. Pero no podemos hacerlo. Y el padre dice: “Está bien, ¿quieres hacer eso? Puedes hacerlo bajo tu responsabilidad. ¿Qué puedo hacer?”.

Cuando actuamos según nuestros caprichos, conforme a nuestros procesos de complacencia de los sentidos, creamos nuestro cautiverio material. Eso se llama vida condicionada. Se nos dan facilidades bajo ciertas condiciones. Tenemos este cuerpo y estos sentidos que funcionan bajo ciertas condiciones, porque no somos independientes. Tengo los ojos, Dios me ha dado los ojos, pero solo puedo ver cuando hay luz. Cuando hay obscuridad, no es posible ver. Del mismo modo, en cada actividad, estamos condicionados. Tal como las personas están tratando de ir a la Luna. Hay tantas condiciones que no pueden cumplir y por tanto no tienen éxito. ¿Por qué tienen que ir a la Luna? No es para ustedes. Pero van a la fuerza. Piensan que: “Ahora nos hemos vuelto independientes mediante el supuesto conocimiento científico”. De manera que no han tenido éxito. Cada planeta está destinado a otros, a diferentes tipos de entidades vivientes. ¿Cómo se puede ir allí a la fuerza? Tal como, ningún hombre fuera de Estados Unidos, puede venir aquí por la fuerza. Debe tener permiso del gobierno estadounidense, la visa; y entonces puede venir. Y ¿cómo pueden ir a la Luna, sin tener la visa? ¿Simplemente por su fuerza corporal? No se les permitirá.

Todo está hecho para diferentes… En la literatura védica se dice:

yasya prabhā prabhavato jagad-aṇḍa-koṭi-
koṭiṣv aśeṣa-vasudhādi vibhūti-bhinnam
tad brahma niṣkalam anantam aśeṣa-bhūtaṁ
(BS 5.40)

Tal como si van… Si quieren ir al planeta del Sol, el planeta del Sol está ahí, pero no pueden ir, porque no son aptos para entrar en el planeta del Sol. Del mismo modo, tampoco son aptos para entrar en el planeta de la Luna o cualquier otro planeta. Su cuerpo está hecho de una forma diferente. ¿Por qué el planeta del Sol, o el planeta de la Luna? Si alguien quiere vivir en el agua, ¿pueden hacerlo? Estas son las condiciones. Los peces no pueden vivir en la tierra y ustedes no pueden vivir en el agua. Tienen que cumplir las condiciones. Los peces pueden vivir muy libremente en el agua y ustedes pueden vivir muy libremente en la tierra. Pero si quieren entrar en el agua a la fuerza morirán. Del mismo modo, si los peces quieren vivir a la fuerza en la tierra, morirán. Estamos condicionados para todo.

prakṛteḥ kriyamāṇāni
guṇaiḥ karmāṇi sarvaśaḥ
ahaṅkāra-vimūḍhātmā
kartāham iti manyate
(BG 3.27)

Las personas tontas, también están condicionadas. Pero quieren vivir de forma independiente. ¿Cómo es posible? No es posible.

Así pues, por falta de conocimiento, por falta de comprensión de nuestra relación con Dios y con este mundo, estamos sufriendo. Nadie puede decir que: “Yo no estoy sufriendo”. Todos estamos sufriendo. Esa es nuestra vida condicionada. Nadie puede decir que “yo no estoy sufriendo”. ¿Cómo no van a estar sufriendo? Están sufriendo por su condición corporal, por su condición mental, por algún obstáculo que ofrecen otras entidades vivientes, por obstáculos que ofrece la naturaleza. ¿Cómo son libres? Pero, aun así, todo el mundo está pensando: “Yo soy independiente, soy libre. Puedo hacer lo que quiera”. Eso se denomina, la vida material de la ignorancia. Mūḍhā. Esto se ha descrito en el Bhagavad-gītā, na māṁ duṣkṛtino mūḍhāḥ prapadyante narādhamāḥ (BG 7.15). Narādhamāḥ. Narādhamāḥ…, nara quiere decir el ser humano, y adhama quiere decir el más bajo. El narādhamāḥ, el más bajo de la especie humana, no acepta la autoridad de Dios. ¿Por qué? Herejes. Na māṁ duṣkṛtino. Porque nos dedicamos solo a las actividades pecaminosas, no podemos comprender a Dios. Ni tampoco nos entregamos a Dios. Estas son las fórmulas. Y mūḍhā. Mūḍhā significa sinvergüenza, necio. Él es dependiente a cada paso, pero aun así piensa que es independiente. Cada momento es dependiente, y piensa: “¡Ah, soy independiente! ¿Qué es Dios? No me preocupo por Él”. Por lo tanto, él es un mūḍhā, un sinvergüenza. Está siendo pateado a cada momento por la naturaleza material, el agente de Dios, y aún piensa que es libre.

Por consiguiente, en el Bhagavad-gītā se dice, na māṁ duṣkṛtino mūḍhāḥ prapadyante narādhamāḥ (BG 7.15). Narādhamāḥ significa el más bajo de la humanidad. ¿Por qué es el más bajo de la humanidad? Porque este cuerpo de forma humana está hecho para la comprensión de Dios. Los gatos y los perros, no pueden comprender a Dios. No es posible. No tienen inteligencia. Pero un ser humano, si quiere, puede entender lo que es Dios, lo que soy, cuál es mi relación con Dios, cómo debo actuar. Por lo tanto, quien no hace esto, si a pesar de que la naturaleza nos ha dado la oportunidad de entender todas estas cosas, si no lo hacemos, solo actuamos como los perros y los gatos -comer, dormir, aparearse y defenderse, nos volvemos mūḍhā, duṣkṛtina.

Y se puede decir: “Esta gente que pasó la educación de la Universidad, licenciaturas, doctorados y tantas cosas ¿son mūḍhās o sinvergüenzas?”. Kṛṣṇa dice: “Sí, son mūḍhās”. ¿Por qué? Māyayāpahṛta-jñānā. Han luchado por tener educación y por muchas otras cosas, pero no saben lo que es Dios. Por lo tanto, el verdadero conocimiento se les ha arrebatado. Se sienten orgullosos de su falso conocimiento. El verdadero conocimiento es: kṣetra-jñaṁ cāpi māṁ viddhi sarva-kṣetreṣu bhārata (BG 13.3). Etaj jñānam. Esto es conocimiento. Dios está en el corazón de todos, pero la persona supuestamente educada, no sabe lo que es Dios. ¿Cuál es el valor de su conocimiento? Por lo tanto, māyayāpahṛta-jñānā. Māyā, la energía ilusoria, le ha quitado su conocimiento. Es un tonto. Verdadero conocimiento es… Este conocimiento tecnológico, no es conocimiento. Kṛṣṇa dice: “Esto es conocimiento”. ¿Qué es conocimiento? Que uno tiene que saber que: “Yo no soy este cuerpo, yo soy el propietario o el ocupante del cuerpo”. Y del mismo modo, Dios es también el propietario Supremo de este cuerpo. Si conocen estas tres cosas, eso es conocimiento. De lo contrario, todo es simplemente ilusión, ignorancia. Esta es la realidad.

Así que nuestro movimiento de conciencia de Kṛṣṇa está tratando de dar ese conocimiento por todo el mundo. No tenemos esta discriminación: “Este conocimiento se le debe negar a este hombre o aquel hombre”. No. Todos son hijos de Dios. Kṛṣṇa dice, mamaivāṁśo jīva-bhūtaḥ (BG 15.7): “Todos, todas las entidades vivientes, son Mis partes y porciones, pero están vestidas de forma diferente”. Como nosotros estamos sentados aquí, vestidos de formas diferentes. Del mismo modo, cualquier entidad viviente -no importa si es hombre o bestia o ave o semidiós, mayor o menor, todo el mundo es una entidad viviente, una chispa espiritual de la Suprema Personalidad de Dios, una parte y porción. Pero según sus deseos y sus motivos, tienen vestidos diferentes, cuerpos. Y ese cuerpo está sometido a las leyes de la naturaleza: nacimiento, muerte, vejez y enfermedad. Y no somos felices. Nadie quiere morir, ya sea gato, perro, ser humano o semidiós o ministro o cualquiera. Nadie quiere morir, pero la naturaleza le obliga: “Debes morir”. Eso es estar condicionado.

Y si queremos llegar a no estar condicionados, tenemos que entregarnos a Dios. Y esta es la demanda de Kṛṣṇa: sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja (BG 18.66). Y si aceptamos Sus instrucciones… No importa si las toman del Bhagavad-gītā o de la Biblia o del Corán, pero deben tomar Sus instrucciones y cumplir con ellas. Entonces su vida será un éxito. Y si no, si no pueden satisfacer a Dios, entonces todo lo que hagan, lo que se esfuercen por hacer, es simplemente una inútil pérdida de tiempo y de energía. No tendrá éxito y, por lo tanto, la gente está sufriendo. Se han vuelto ateos. No se entregan a Dios. Se han vuelto supuestamente independientes, y simplemente se están enredando en las leyes de la naturaleza. Yajñārthāt karmaṇo 'nyatra loko 'yaṁ karma-bandhanaḥ (BG 3.9). Si no actúan para la satisfacción de Dios, se enredarán. Se enredarán vida tras vida. Eso no es algo muy bueno.

Así que estamos tratando de predicar esta filosofía por todo el mundo. Solicito a todas las señoras y señores presentes aquí, que tomen el beneficio de esta filosofía y traten de entenderla. Tenemos muchos libros y solo describimos sobre esta filosofía. Tenemos unos cincuenta libros como este, libros grandes, muy grandes. Pueden aceptar inmediatamente, o si prefieren entender a través de la filosofía y la ciencia, tenemos estos libros. Y pueden entender. Pero la realidad es esta: que a menos que nos rindamos a Dios, a menos que actuemos conforme a Su deseo, todas nuestras actividades solo serán contrariadas y una pérdida de energía.

Muchas gracias.

Devotos: ¡Jaya Śrīla Prabhupāda!

Prabhupāda: ¿Alguna pregunta? (cortado) ...tal como este cuerpo a otro cuerpo. Ese cuerpo puede no ser un cuerpo humano. Hay 8.400.000 diferentes tipos de cuerpos. Y en el momento de la muerte, su mentalidad en ese momento les dará un tipo de cuerpo similar. Puede ser superior al del ser humano o inferior al del ser humano o el mismo cuerpo. Esto depende de su situación mental a la hora de la muerte.

Devoto (1): Prabhupāda, ¿cuánto tiempo le toma al alma transferirse de un cuerpo al cuerpo siguiente?

Prabhupāda: Un segundo. Porque el alma se transfiere a través de la mente, la inteligencia y el ego. Supongan que… Se puede estudiar la mente. Ustedes están sentados aquí y en un segundo se pueden ir a diez mil millas de distancia. Esa es la ley de la naturaleza. Del mismo modo, conforme a su mentalidad, serán de inmediato trasladados, el alma -la pequeña partícula- al semen de un padre en el momento de la actividad sexual. Así que son transferidos a un padre adecuado, y él inyecta en el vientre de una madre y un nuevo cuerpo comienza de inmediato a desarrollarse. Y cuando finalmente se desarrolla, salen y trabajan

Devoto (2): Śrīla Prabhupāda, en uno de los versos dice que nacer significa aceptar este cuerpo como uno mismo.

Prabhupāda: ¿Eh?

Devoto (2): ¿Liberación significa simplemente que uno entiende que no es este cuerpo? Eso quiere decir, que muere y…

Prabhupāda: Ese es el principio del conocimiento, jñānam. Luego deben desarrollar este conocimiento. Y si actúan conforme a que no son el cuerpo, sino un alma espiritual, y actúan como almas espirituales, entonces se liberan. Eso es la liberación y se da la definición: muktir hitvānyathā rūpaṁ sva-rūpeṇa vyavasthitiḥ (SB 2.10.6). Mukti, liberación, significa que ahora estamos inmersos en el concepto corporal de la vida. Eso se denomina cautiverio. Y si renunciamos al hecho de actuar en el concepto corporal de la vida, si realmente actuamos en la plataforma trascendental como almas espirituales, eso es liberación.

Hombre hindú: Prabhupāda, si cantamos... Cuando cantamos Hare Kṛṣṇa, tenemos felicidad aquí en la Tierra. ¿Debemos desear vivir aquí en la Tierra mucho tiempo?

Prabhupāda: Eso no está en sus manos, el hecho de que sea durante un largo período o un plazo corto. Dependen de la naturaleza. Y tan pronto como la naturaleza les llame, “salgan”, tienen que salir. No depende de su capricho. Un largo plazo, un corto plazo… Pero tienen que dejar este lugar, eso es un hecho. Ya sea hoy o mañana o dentro de cien años. Deben dejarlo. Y antes de dejar este cuerpo, debemos ser totalmente conscientes de Kṛṣṇa. Esa es la vida exitosa. Por lo tanto, porque no sabemos cuánto tiempo voy a vivir en este cuerpo tenemos que comenzar este asunto inmediatamente. Eso es ser inteligente. Porque no sé por cuánto tiempo… No está bajo mi control; está bajo el control de la naturaleza. Tal como un tren está llegando. No saben cuándo va a llegar, pero deben terminar sus asuntos para tomar el tren, para que no pierdan el tren. Del mismo modo, esta forma humana de vida nos la da Dios, para abordar la comprensión espiritual de la vida, y estemos totalmente preparados para el traslado espiritual. Ese es el éxito de la vida. Canten Hare Kṛṣṇa. es el verdadero deber.

No pueden trazar la historia, pero la respuesta es que, en cuanto desean vivir de una forma independiente, han comenzado su viaje en este mundo material. ¿Cuándo han empezado? Tal como un hombre que está enfermo y va al médico, no se hace la pregunta de: “¿Cuándo comenzó la enfermedad?”. Podría haber comenzado una semana antes, cuando se infectó de alguna enfermedad. No es una pregunta muy importante. Tienen la enfermedad y deben tratarla y curarla. ¿Cuándo hemos empezado…? Podría haber comenzado hace trescientos años o hace solo tres días. Eso no importa. Pero porque están infectados con la enfermedad, deben recibir tratamiento y curarse.

Niño pequeño: ¿Cómo puedo ser consciente de Kṛṣṇa?

Prabhupāda: (risas) ¿Él también pregunta? Que... (cortado) (fin)