ES/CC Madhya 11: Los pasatiempos beḍā-kīrtana de Śrī Caitanya Mahāprabhu

Śrī Caitanya-caritāmṛta - Madhya-līlā, Capítulo 11: Los pasatiempos beḍā-kīrtana de Śrī Caitanya Mahāprabhu




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Resumen

Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura resume el Capítulo Once en su Amṛta-pravāha-bhāṣya. Aunque Sārvabhauma Bhaṭṭācārya hizo todo lo que pudo por concertar un encuentro entre Śrī Caitanya Mahāprabhu y el rey Pratāparudra, el Señor Se negó de plano a aceptar su petición. Por aquel entonces, Śrī Rāmānanda Rāya, que regresaba después de cumplir con sus funciones en el gobierno, hizo grandes alabanzas del rey Pratāparudra en presencia del Señor Caitanya. Debido a ello, el Señor Se mostró algo menos tajante. El rey, por su parte, hizo promesas a Sārvabhauma Bhaṭṭācārya, y éste le insinuó la forma en que podía ver al Señor. Durante Anavasara, en los quince días en que el Señor Jagannātha descansa, Śrī Caitanya Mahāprabhu, al no poder ver al Señor Jagannātha, fue a Ālālanātha. Más tarde, cuando los devotos de Bengala vinieron a verle, el Señor regresó a Jagannātha Purī. Cuando Advaita Ācārya y los demás devotos estaban llegando a Jagannātha Purī, Svarūpa Dāmodara y Govinda, los dos asistentes personales de Śrī Caitanya Mahāprabhu, fueron a recibirles a todos con collares de flores. Desde la azotea de su palacio, el rey pudo ver la llegada de todos los devotos. Gopīnātha Ācārya subió a la azotea con el rey y, siguiendo las instrucciones de Sārvabhauma Bhaṭṭācārya, fue indicando al rey quien era cada uno de los devotos. El rey habló de los devotos con Gopīnātha Ācārya, y mencionó que los devotos estaban tomando prasādam sin seguir los principios regulativos de las peregrinaciones. Estaban tomando prasādam sin haberse afeitado, y pasaban por alto la regla de ayunar en un lugar sagrado. Después de que Sārvabhauma Bhaṭṭācārya explicara al rey la razón de que los devotos hubieran violado aparentemente los mandatos de las Escrituras, el rey procuró alojamiento a todos los devotos y supervisó que tuviesen prasādam. Śrī Caitanya Mahāprabhu habló muy contento con Vāsudeva Datta y otros devotos. Haridāsa Ṭhākura también había venido, y, por su actitud humilde y sumisa, Śrī Caitanya Mahāprabhu le dio un lugar tranquilo y solitario cerca del templo. Después de esto, el Señor comenzó a realizar saṅkīrtana, dividiendo a todos los devotos en cuatro grupos. Después del saṅkīrtana, todos los devotos se retiraron a sus habitaciones.


Madhya 11.1: Śrī Caitanya Mahāprabhu sumergió el mundo entero en el océano del amor extático con Sus hermosas danzas en el templo de Jagannātha. Él danzaba de forma exquisita y saltaba muy alto.

Madhya 11.2: ¡Toda gloria al Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu! ¡Toda gloria al Señor Nityānanda Prabhu! ¡Toda gloria a Śrī Advaita Prabhu! ¡Y toda gloria a todos los devotos de Śrī Caitanya Mahāprabhu!

Madhya 11.8: Lamentándose muchísimo, el Señor dijo a Sārvabhauma Bhaṭṭācārya: «“¡Ay!, para la persona que desea sinceramente cruzar el océano material y ocuparse en el servicio amoroso trascendental del Señor sin motivaciones materiales, ver a un materialista dedicado a la complacencia de los sentidos, o ver a una mujer con ese mismo tipo de intereses, es más abominable que beber veneno a sabiendas”».

Madhya 11.31: «[El Señor Śiva dijo a la diosa Durgā:] “Mi querida Devī, aunque los Vedas recomiendan la adoración de semidioses, la adoración del Señor Viṣṇu es suprema. Sin embargo, por encima de la adoración del Señor Viṣṇu está el ofrecer servicio a los vaiṣṇavas, que están relacionados con el Señor Viṣṇu”.

Madhya 11.95: «Nunca antes había visto semejante amor extático, ni nunca había escuchado la vibración del santo nombre del Señor cantado de esa manera, ni había visto nunca danzar así durante el saṅkīrtana».

Madhya 11.192: Śrī Caitanya Mahāprabhu recitó entonces el siguiente verso: «“Mi querido Señor, la persona que tiene siempre en la lengua Tu santo nombre es mejor que un brāhmaṇa iniciado. Aunque haya nacido en una familia de comedores de perros y aunque en términos materiales sea el más bajo entre los hombres, esa persona es gloriosa. Ése es el maravilloso efecto de cantar el santo nombre del Señor. Por lo tanto, cuando alguien canta el santo nombre del Señor, debe entenderse que ha celebrado ya todos los tipos de austeridades y grandes sacrificios que se mencionan en los Vedas. Se concluye entonces que esa persona se ha bañado ya en todos los lugares de peregrinaje, ha estudiado todos los Vedas y es, por lo tanto, un ārya”»..