ES/SB 10.2 El resumen
Como se explica en este capítulo, cuando la Suprema Personalidad de Dios entró en el vientre de Devakī para matar a Kaṁsa, todos los semidioses comprendieron que el Señor Se encontraba en el vientre de Devakī y, con gran veneración, Le ofrecieron las oraciones Garbha-stuti.
Kaṁsa, que estaba protegido por su suegro Jarāsandha y contaba con la ayuda de sus demoníacos amigos Pralamba, Baka, Cāṇūra, Tṛṇāvarta, Aghāsura, Muṣṭika, Bāṇa y Bhaumāsura, comenzó a oprimir a los miembros de la dinastía Yadu, quienes se vieron obligados a abandonar sus hogares y a buscar refugio en otros estados, como Kuru, Pañcāla, Kekaya, Śālva y Vidarbha. Apenas unos cuantos se quedaron con Kaṁsa, como amigos solo de nombre.
Después de que Kaṁsa matase, uno tras otro, a los ṣaḍ-garbhas, los seis hijos de Devakī, Anantadeva entró en el vientre de Devakī y, con la intervención de Yoga-māyā, que seguía la orden de la Suprema Personalidad de Dios, fue trasladado al vientre de Rohiṇī. El propio Señor, que pronto iba a nacer como octavo hijo de Devakī, ordenó a Yoga-māyā que naciese del vientre de Yaśodādevī. Como Kṛṣṇa y Su potencia, Yogamāyā, nacieron al mismo tiempo, como hermano y hermana, el mundo está lleno de vaiṣṇavas y de śāktas, entre los cuales existe, sin duda, cierta rivalidad. Los vaiṣṇavas adoran al Señor Supremo, mientras que los śāktas, conforme a sus propios deseos, adoran a Yoga-māyā en formas como Durgā, Bhadrakālī y Caṇḍikā. Siguiendo las órdenes de la Suprema Personalidad de Dios, Yoga-māyā transfirió a Baladeva, Saṅkarṣaṇa, el séptimo hijo de Devakī, desde el vientre de Devakī al vientre de Rohiṇī. Saṅkarṣaṇa desciende para aumentar el amor por Kṛṣṇa, y por ello recibe el nombre de Baladeva. De Él podemos recibir la fuerza auspiciosa que necesitamos para llegar a ser devotos del Señor. Por esa razón, recibe también el nombre de Balabhadra.
Una vez que Yoga-māyā hubo transferido el séptimo hijo de Devakī al vientre de Rohiṇī, la Suprema Personalidad de Dios Se manifestó en el corazón de Vasudeva y de ahí pasó al corazón de Devakī. Debido a la presencia del Señor en su corazón, Devakī manifestaba una refulgencia extraordinaria durante el período de gestación. A la vista de aquella refulgencia, Kaṁsa sentía una gran ansiedad, pero no podía hacer daño a Devakī debido a la relación familiar que les unía. De ese modo, indirectamente empezó a pensar en Kṛṣṇa y se volvió plenamente consciente de Kṛṣṇa.
Mientras tanto, todos los semidioses fueron a ofrecer oraciones al Señor, que estaba en el vientre de Devakī. La Suprema Personalidad de Dios, decían, es eternamente la Verdad Absoluta. El alma espiritual es más importante que el cuerpo denso, y la Superalma, Paramātmā, es todavía más importante que el alma. El Dios Supremo es absolutamente independiente, y Sus encarnaciones son trascendentales. Las oraciones de los semidioses glorifican y ensalzan a los devotos y explican el destino de las personas que, de modo superficial, se consideran liberadas del condicionamiento de la naturaleza material. El devoto siempre está a salvo. El devoto que se entrega por entero a los pies de loto del Señor está completamente liberado del temor de la existencia material. Al explicar por qué desciende la Suprema Personalidad de Dios, las oraciones de los semidioses confirman claramente la afirmación que el Señor hace en el Bhagavad-gītā (4.7):
- yadā yadā hi dharmasya
- glānir bhavati bhārata
- abhyutthānam adharmasya
- tadātmānaṁ sṛjāmy aham
«Cuando quiera y dondequiera que disminuya la práctica religiosa, ¡oh, descendiente
de Bharata!, y aumente la irreligión de manera predominante, en ese momento, desciendo personalmente».